La medición de la sostenibilidad se lleva a cabo cada vez más a través de la contabilidad de capital, incluído el capital natural, social y el análisis ESG. De forma creciente, las compañías intentan comprender los factores no-financieros que mejoran los factores de riesgo y abren nuevas oportunidades, los investidores están interesados en obtener un mayor rendimiento de sus inversiones, y los gobiernos están buscando modos de traducir los Objetivos de Desarrollo Sostenible en medidas factibles para mejorar el desempeño. La contabilidad de costo total (también conocida como contabilidad de costo real, valor total o impacto total) reúne bienes no mercantiles, como los activos ambientales y sociales, en la ecuación de desarrollo con el fin de permitir el análisis de los costos y beneficios de las decisiones empresariales y/o políticas. A tal efecto, ciertos aspectos como los servicios de los ecosistemas o la salud (entre otros), deben tener un valor monetario. El objeto final no es darle un valor pecuniario a la naturaleza o a las personas, sino más bien traducir recursos invisibles (como los intelectuales, humanos, sociales y naturales que no están contenidos en cuentas financieras históricas), en una moneda común que facilite la toma de decisiones estratégicas sobre el impacto y las dependencias que afectan a la creación del valor global.
Mientras que la contabilidad del capital natural y los métodos de medición social están actualmente emergiendo, incluyendo los enfoques de valor total entre grandes firmas de contabilidad, el Protocolo de Capital Natural del 2016 y el Protocolo de Capital Social del 2017, la Economía y los Ecosistemas de la Biodiversidad –TEEB para la Agricultura y la Alimentación está desarrollando un marco universal para la contabilidad del costo real que permita informar mejor a los tomadores de decisiones en los gobiernos, las empresas y las granjas. La contribución de la FAO a TEEB se basa en el projecto FAO del 2013 sobre la huella del desperdicio de alimentos que incluye la contabilidad de costos completos.
Considerando que los impactos en la salud siguen siendo difíciles de quantificar y agregar dentro de los marcos contables del costo total, actualmente se está desarrollando una metodología para valorar la agricultura y los costos de la salud relacionados con los sistemas alimentarios más amplios (MARCH). Este estudio desarrolla una metodología reproducible para medir y dar valor monetario a los impactos de los sistemas alimentarios y agrícolas sobre la salud y concretamente lo testa mediante la aplicación de la metodología propuesta a determinadas condiciones de salud en el Reino Unido. La metodología que se ofrece para evaluar los costos del sistema alimentario en salud utiliza el enfoque de valoración del bienestar subjetivo, una metodología aceptada por la OCDE para la evaluación de políticas. Este enfoque se deriva de los métodos de valoración económica utilizados para estimar el valor monetario de bienes y servicios no mercantiles. Este estudio cuenta con el apoyo financiero de la Alianza Global para el Futuro de los Alimentos, en cooperación con Simetrica.