Título: Apoyo al desarrollo de la agricultura orgánica y fortalecimiento institucional de la certificación orgánica (Bolivia, Chile, Paraguay, Perù, Uruguay)
Un aporte fundamental del proyecto es el de haber sido regional, ya que permitió tener una visión conjunta de necesidades muy parecidas, no sólo posicionado desde las capacidades productivas y comerciales locales sino también reconociendo a estos países como integrantes de un mercado internacional, donde se requiere cumplir con normas comunes internacionales.
De ahí se hace notar la importancia, que sin lugar a dudas es uno de los mayores aportes del proyecto, de la necesaria interacción institución pública y organizaciones del sector privado. El sector público, para quienes las normas internacionales vigentes en los principales mercados exigen ciertas capacidades y desarrollo legal, y el sector productivo que debe adecuarse y ser creativo para lograr desarrollarse, teniendo en cuenta estas necesidades pero sin perder de vista la realidad adquisitiva general de los mercados locales.
Los encuentros regionales, tanto los de autoridades competentes como también el taller regional de mercados locales, son una metodología a continuar por su alto valor como disparador de procesos y apoyo entre países. La virtud de este proceso, es que se trasmite información de las soluciones generadas en forma creativa respondiendo a cierta realidad que puede ser replicable en otras condiciones.
La flexibilidad del proyecto permitió apoyar exactamente las necesidades en cada uno de los países en las diferentes áreas: producción, certificación, marcos reguladores, mercados locales e internacionales. Es así que en cada país se observa un avance significativo en lo que refiere a cada uno de esos aspectos, y que el punto final depende en parte del nivel inicial donde se encontraba la temática en cada país y de situaciones inherentes a las autoridades oficiales.
En términos generales resalta el desarrollo de Chile, Bolivia y Perú en lo que tiene que ver con su marco regulador, con los procesos iniciados para lograr equivalencias con la UE. Perú y Bolivia se destacan por su creatividad para la generación y desarrollo de mercados locales, el primero con bioferias presentes en varias ciudades y el segundo con una cadena de supermercados de productos ecológicos. También los sistemas participativos de garantías para la producción orgánica están presentes en todos los países, creando a partir de la realidad nacional, alternativas para incluir a los pequeños productores familiares.
El proyecto buscó y promovió el compromiso de las autoridades. En este sentido, fue fundamental definir conjuntamente con ellas y acordar en cada etapa las actividades a realizar y los compromisos de cada una de las partes. Por otro lado, el compromiso a través de la firma de Cartas de Acuerdos con organizaciones sociales del sector permitió efectivizar el apoyo directo a los mismos.
Se puede decir que el proyecto cumplió los objetivos planteados inicialmente en todos sus aspectos, o sea los aspectos normativos, el desarrollo de las capacidades para las autoridades competentes, la articulación de éste con el sector productivo y consumidor, y el desarrollo de mercados locales con sus pertinentes sistemas de garantía. Pero además, generó un plus que aporta el fortalecimiento en lo que se refiere a la coordinación entre países integrantes del proyecto y agregando a otros países de la región, dejando espacios de diálogo a través del grupo de autoridades competentes que realizará el IV Encuentro de Autoridades Competentes durante el año 2007.
Se observó a lo largo de las actividades, que los integrantes del sector orgánico tienen conocimiento de las necesidades y pasos a dar para su desarrollo y que proyectos como éste son fundamentales, ayudando a sensibilizar a los diferentes actores del proceso (consumidores, estado, etc.).
Finalmente, se puede afirmar que es un proyecto replicable y necesario, que ha apoyado el avance del sector orgánico, viéndolo como una alternativa de desarrollo sustentable, económica, social y ambiental, que además contribuye a la creación de sistemas de coordinación inter e intra países, indispensables para enfrentar mercados dinámicos y competitivos.