Estados de la región pueden fortalecer la agricultura familiar mediante sistemas de compras públicas para los programas sociales.

América Latina y el Caribe ha retrocedido 10 años en avances de lucha contra la pobreza. Las compras públicas a agricultores familiares para programas de alimentación escolar pueden resultar una estrategia clave para combatir el hambre, la desnutrición, la actual crisis de demanda de alimentos y a la vez dinamizar economías locales que han entrado en un preocupante proceso de recesión.   

La reciente publicación, por parte del gobierno peruano, de la Ley 31071- Ley de compras estatales de alimentos de origen en la agricultura familiar- es un paso fundamental para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y particularmente los ODS  1 Fin de la Pobreza y ODS 2 Hambre 0.  En la región, las compras públicas locales a la agricultura familiar para los programas de alimentación escolar han garantizado la seguridad alimentaria de más de 85 millones de niñas y niños.

Hay una enorme tarea en adelante, pues se necesita vincular a los pequeños productores agrarios con los mercados institucionales, mejorar las características de la oferta y la demanda garantizando la inocuidad de los productos y facilitando el acceso de las y los productores a los sistemas de compras públicas. Algunas soluciones que han funcionado en la región son el acompañamiento técnico que incentive la mejora en la productividad de las y los agricultores. La gradualidad en la incorporación de la producción de nuestros agricultores, su acceso a herramientas tecnológicas y la integración y preservación de los saberes y tradiciones presentes en el territorio.

Estas declaraciones las dio Mariana Escobar, Representante de la FAO en Perú en el marco del webinar Vinculando la Agricultura familiar con las compras públicas organizado por el Programa Mundial de Alimentos en alianza con la FAO, FIDA, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del y el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.