FAO capacita a cinco empresas langostineras de Tumbes en el uso de sensores de calidad del agua y bioseguridad con uso de inteligencia artificial

El Proyecto Acuacultura Smart y Biosegura (Proyecto SAB) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES), busca integrar la inteligencia artificial en la prevención de riesgos en bioseguridad de la producción de langostinos en Tumbes. Como parte del proyecto se utilizarán sensores con telemetría que monitorearán la calidad de agua en tiempo real de los estanques de producción de las granjas langostineras. La instalación de estos sensores está prevista para enero del 2025.
El pasado 28, 29 y 30 de noviembre, una Misión Técnica de la FAO visitó Tumbes como parte de las actividades del Proyecto y se reunió con las empresas langostineras Susanita Mar, Marinasol, Langostinera Tumbes, y Tumbes SPA, con la finalidad de presentarles la propuesta piloto para la instalación de los sensores. Así como, los datos sobre la producción y sanidad que deben ser colectados durante cada ciclo productivo. Los representantes de las granjas, junto a la Misión Técnica, resaltaron la importancia del uso de sensores de monitoreo de calidad del agua con telemetría, pues esta innovación, ayudará a monitorear en tiempo real las pozas de langostinos y en caso alguno de los parámetros de producción saliera de los rangos normales y que puedan gatillar un problema de bioseguridad, se les enviará alertas a los responsables de esta labor a efectos de tomar medidas correctivas. Asimismo, durante la misión se capacitó a los actores de la cadena de valor del langostino en el reporte y uso prudente de los antimicrobianos.
Hoy en día las empresas seleccionadas miden los parámetros físico-químicos del agua hasta cinco veces al día, pero esto puede llegar a ser insuficiente debido a las altas densidades de cría del camarón, lo que puede generar grandes fluctuaciones durante el día y la noche. Es allí donde los sensores de monitoreo en tiempo real cobran gran relevancia y que esta información generada sea almacenada y analizada continuamente.
Los sensores monitorearán parámetros de calidad de agua: temperatura, oxígeno, ph y salinidad. Estos sensores capturan estos datos y son enviados mediante internet a una plataforma web, usando las redes celulares (tecnología de internet de las cosas). Esta información se podrá visualizar para el usuario mediante dashboards, gráficas, tablas históricas, cabe resaltar que los datos serán capturados cada treinta minutos de manera automática. El sistema incluye un panel solar que le otorga autonomía en el consumo de energía y haciendo uso de energía renovable.
Estas tecnologías ya se utilizan en países líderes en la producción de langostinos como Ecuador y China. En Perú, su implementación completa está programada para el mes de diciembre de 2025 con la integración de los sensores con una plataforma de Big Data y haciendo uso de la inteligencia artificial, lo que permitirá análisis avanzados para tomar decisiones informadas de forma preventiva y correctiva, toda vez que se predecirán desviaciones en los índices productivos y enfermedades.
Durante su visita, la Misión Técnica de la FAO a Tumbes observó las pozas candidatas de cinco empresas para la instalación de los sensores. Tras la recopilación de los datos, se decidió iniciar el piloto con dos empresas langostineras seleccionadas: Marina Sol y Langostinera Tumbes. En Marina Sol fue elegido uno de sus campos intensivos y otro semi-intensivo, mientras que en Langostinera Tumbes, solo se seleccionó un campo semi-intensivo.
Respecto al uso de sensores, las langostineras tienen expectativas muy altas de mejorar la producción y gestionar mejor los riesgos sanitarios de sus ciclos productivos, lo que se debe traducir en la mejora de la rentabilidad, menores tasas mortalidad y mayores volúmenes de producción gracias a las tecnologías digitales.
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