Nawa Likando es una cultivadora de verduras en el distrito Livingstone de Zambia. Comenzó a cultivar hortalizas en su patio trasero en 2014 y ahora se enorgullece de ser la única mujer cultivadora y proveedora de hortalizas en las provincias del sur y del oeste de Zambia.
Nawa entiende que tener plantas sanas es la clave del éxito de un negocio y compara la producción de vegetales con el cuidado de un bebé. «Como una madre se ve afectada cuando su hijo está enfermo, así me siento yo; cuando entro en mi jardín y veo que mis plantas no están bien ꟷaunque sea una solaꟷ me enfermo yo también», afirma.
Para asegurarse de que sus plantas están sanas, Nawa presta especial atención a la preparación del terreno: antes de plantar, limpia y trata el suelo para deshacerse de los nematodos y añade estiércol de vaca para aumentar la fertilidad del suelo.
También subraya la importancia vital de la gestión de plagas en el cultivo de plantas sanas, utilizando el ejemplo del gusano minador de la hoja del tomate (Tuta absoluta), una conocida plaga que afecta a los tomates y que se detectó por primera vez en Zambia, en 2016. La larva de esta polilla ataca las plántulas, las plantas maduras y los frutos y puede causar hasta un 100 por ciento de pérdida de las cosechas, lo que tiene efectos económicos devastadores entre los cultivadores de tomates.
Nawa solo rocía productos químicos como último recurso para combatir al minador de la hoja de tomate, prefiere una técnica de control de plagas mucho más barata y respetuosa con el medio ambiente: el uso de trampas de feromonas improvisadas. Para ello, llena con agua recipientes amarillos de 20 litros (comúnmente disponibles en el mercado), en los que cuelga un señuelo impregnado de feromonas para atraer a las plagas, entonces las plagas caen dentro, lo que lleva a una reducción de su población.
Con esta técnica, los clientes de Nawa también han aprendido a controlar de forma barata la Tuta absoluta y a su vez han enseñado a otros, lo que ha llevado a la adopción generalizada de las trampas de feromonas. En total, Nawa ya ha entrenado a unos dos mil granjeros y no tiene intención de parar.
«Quiero seguir educando a mis clientes sobre el manejo de la Tuta absoluta y muchas otras plagas e forma respetuosa con el medio ambiente».