Sameh Fraij Jordan

Cómo las escuelas de campo para agricultores mejoran la vida y los ingresos

"Nos ayudamos mutuamente cuando hay necesidad"

Sameh Fraij es un granjero del Valle del Jordán. En 2007, fue contactado por el facilitador de la escuela de campo para agricultores (ECA) local, cuyo funcionamiento formaba parte del programa regional de la FAO. Sameh nunca había oído hablar de las escuelas de campo para agricultores. «Éramos bastante escépticos al respecto, ya que no podíamos imaginar cómo podríamos aumentar significativamente nuestros ingresos», dice Sameh.

Tras un tiempo de reflexión, Sameh decidió finalmente unirse al grupo de la ECA sobre la producción de tomates, y acabó quedándose durante tres ciclos de la ECA. «Yo como agricultor tradicional solo tenía los conocimientos que se pasan de ”de padre a hijo”», dice Sameh. «Mi padre me había transmitido sus conocimientos. Sin embargo, gracias a la experiencia que adquirí a través de las ECA, me convertí en un experto en lo que estoy haciendo».

Usando el conocimiento obtenido a través de las ECA, Sameh fue inicialmente capaz de aumentar la superficie de tierra que cultivaba. Aunque posteriormente tuvo que reducirla, debido al efecto de la crisis siria en las rutas de exportación, ha podido mejorar su planificación y reducir al mínimo los costos de producción gracias a lo que aprendió en las escuelas de campo.

Sameh y sus compañeros de las escuelas de campo también cultivan ahora una gama más amplia de productos y practican activamente la gestión integrada de plagas, reduciendo la cantidad de plaguicidas que utilizan en cantidad inferior a la mitad. También comparten sus conocimientos con otros agricultores que no pertenecen a las escuelas de campo. «Siempre hay alguien que me pide consejo», dice Sameh. «Nos ayudamos mutuamente cuando es necesario».

A nivel personal, Sameh reconoce que tiene mucha más confianza en sí mismo. «La comunicación dentro de mi familia es muy abierta ahora. Discutimos de todo, incluyendo temas económicos. Me siento apoyado».

También ha habido beneficios sociales. «El ex grupo de las ECA es un grupo fuerte y nuestra comunidad nos reconoce y respalda», dice Sameh. «Hemos creado una nueva asociación, que se dedica principalmente al sector agrícola, pero también tratamos de abordar cuestiones sociales a nivel local, como cuando establecimos una nueva guardería».

De vez en cuando, el grupo también interviene como mediador en conflictos a nivel comunitario. «La gente confía en nosotros».