“Sin semillas, no hay nada, y con ellas, todo.”

06/03/2025
Una conversación con Alwin Kopse
Alwin Kopse, de Suiza, es el presidente de la undécima sesión del órgano rector del Tratado Internacional (GB-11), cargo para el que fue elegido por unanimidad en la Décima Reunión del Órgano Rector en noviembre de 2023. Hablamos con él sobre su larga relación con el Tratado, su importancia y su futuro.
¿Cuándo se interesó por primera vez por los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura? ¿Y a qué se dedicaba antes de unirse al mundo de la alimentación y la agricultura?
Al principio de mi carrera profesional, empecé a ocuparme de cuestiones relacionadas con los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, como abogado y asesor de político especializado en biodiversidad y asuntos económicos. Pero mucho antes de eso, recuerdo caminar por los campos cuando era niño al lado de mi padre, y él me preguntaba si conocía las plantas que crecían en los campos a nuestro alrededor, y luego me hablaba de ellas. Era hijo de un agricultor y quería transmitirme su interés por la agricultura, los cultivos y los alimentos. ¡Evidentemente, lo consiguió!
¿Desde cuándo viene participando en los trabajos del Tratado Internacional?
Mi relación con el Tratado Internacional comenzó mucho antes de que el Tratado entrara en vigor. Mi primer encuentro con él fue durante una reunión en las colinas de Suiza del Grupo de Trabajo de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura que negoció el texto que eventualmente se convertiría en el Tratado Internacional. ¡De eso hace ya más de 25 años!
¿Por qué es importante el Tratado Internacional?
La importancia del Tratado Internacional radica en el hecho de que aborda una de las preocupaciones más comunes de la humanidad y de una de las cuestiones más fundamentales cuando hablamos de alimentación y seguridad alimentaria: ¡las semillas! Sin semillas, no hay nada, y con ellas, todo.
El Tratado Internacional contribuye a que perdure la antigua práctica de intercambiar semillas y material vegetal para el mejoramiento más allá de las fronteras nacionales y geográficas. Sin este intercambio, los agricultores y obtentores no podrían adaptar sus plantas agrícolas a un entorno cambiante. No habrían sido capaces de crear la diversidad que tenemos hoy en los campos y en los bancos de germoplasma. Y necesitaremos esta diversidad de recursos fitogenéticos en la obtención y la agricultura para fomentar la seguridad alimentaria y la nutrición en los próximos años, cuando el clima del planeta cambie, los patrones climáticos se vuelvan más impredecibles, y nuevas plagas y enfermedades ataquen a nuestras plantas.
Los tres pilares del Tratado –la conservación, el uso sostenible y el Sistema Multilateral para facilitar el acceso y la distribución de beneficios– desempeñan un papel fundamental en este mundo cambiante. Y no olvidemos que los derechos del agricultor están integrados en el Tratado; garantizan que trabajemos con y para los agricultores, los guardianes originales de la agrobiodiversidad.
Usted ha participado en el Tratado Internacional durante muchos años, incluso presidiendo varios comités. ¿Qué impresión le han causado sus interacciones como Presidente de Comité del Tratado?
Las personas involucradas en los Comités son increíbles. A pesar de los debates a veces difíciles,en los Comités siempre ha existido la voluntad de hacer lo correcto para el Tratado, de escucharse mutuamente y de avanzar por parte de todos: por parte de los colegas de las Partes Contratantes, de los observadores, de los expertos y, por último, pero no por ello menos importante, de la Secretaría.
¿Cuál es, en su opinión, el mayor impacto que ha tenido el Tratado Internacional en los últimos 20 años? ¿Y a quién ha repercutido más el Tratado?
Esta es una pregunta difícil de responder. Pero probablemente el Sistema Multilateral es el que más impacto ha tenido con los numerosos intercambios de material, así como los ciclos de proyectos del Fondo de distribución de beneficios. Es aquí donde el Tratado llega a las personas a las que sirve: agricultores, obtentores e investigadores de todo el mundo. Pero estoy seguro de que el Tratado también ha tenido muchas repercusiones, grandes y pequeñas, de diversas maneras.
¿Qué dificultades importantes ha observado con la implementación del Tratado en general? ¿Y cómo podemos superarlas?
Me vienen a la mente dos cosas: en primer lugar, la ciencia avanza más rápido que el multilateralismo. No es fácil mantener los instrumentos y herramientas del Tratado a la altura de lo que se necesita hoy y en el futuro. Tenemos que hacer que el Tratado esté preparado para el futuro. Y el segundo desafío es el escaso conocimiento del Tratado y de su importancia fundamental para la seguridad alimentaria y la nutrición más allá de su ámbito. Si nosotros, como comunidad, queremos asegurar la financiación necesaria para conservar y utilizar de manera sostenible la riqueza de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, tenemos que dar a conocer con más firmeza su importancia para la humanidad más allá de la comunidad del Tratado.
¿Cuáles son las principales medidas concretas que deben adoptarse en el próximo bienio, tanto por parte del Órgano Rector como por parte de la comunidad del Tratado Internacional en su conjunto?
Suponiendo que el Órgano Rector en su undécima sesión (GB-11) logre mejorar el sistema multilateral, habrá que centrarse en la puesta en marcha del nuevo sistema. Las Partes Contratantes tendrán que ratificar el mayor alcance de aplicación del sistema multilateral, y habrá que poner en marcha los instrumentos necesarios para que el nuevo SMTA sea operativo. Por lo tanto, es necesario movilizar a todos los agentes, desde los gestores de los bancos de germoplasma, los agricultores y los mejoradores hasta los expertos de las Partes Contratantes y las organizaciones internacionales pertinentes.
¿Qué ideas sugeriría para que el Tratado Internacional alcance la universalidad?
El Tratado Internacional contiene todo lo necesario para lograr la universalidad. Es cuestión de hacer nuestro trabajo: ¡salir y contar su historia!
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la comunidad del Tratado Internacional mientras nos preparamos para la undécima sesión del Consejo de Órgano Rector?
El mundo necesita un Tratado Internacional preparado para el futuro, para contribuir a la seguridad alimentaria y la nutrición en un entorno cambiante. Para alimentar al mundo es necesario utilizar la riqueza que ofrecen los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Necesitamos normas claras, sencillas y transparentes que faciliten el intercambio de estos recursos y una distribución justa y equitativa de los beneficios por el bien de los agricultores y de todas las personas.
Durante más de 12 años, la comunidad del Tratado Internacional ha estado trabajando para mejorar el Sistema Multilateral y establecer un objetivo de financiación para el Fondo de distribución de beneficios. Ha llegado el momento de finalizar esta labor en la undécima sesión del Órgano Rector. No podemos permitirnos el lujo de fracasar por segunda vez.
Por lo tanto, hay que tomar como modelo otros organismos internacionales que demostraron que es posible acordar soluciones en un entorno multilateral. Ellos lo hicieron y no hay razón para que nosotros no podamos hacerlo también. ¡Hagámoslo juntos!
@PlantTreaty
#TodoComienzaConLaSemilla