Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura

Sexta reunión del Órgano Rector del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura

02/10/2015

La sexta reunión del Órgano Rector con los 136 países miembros del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, se celebrará en la FAO, Roma, del 5 al 9 de octubre, de 2015.

La agenda de la reunión bienal incluirá un debate sobre la expansión de la lista de cultivos de la reserva genética mundial del Tratado para alinearse con los objetivos fundamentales del Tratado: la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria para todos. La mayoría de los principales cultivos, como el maíz, el arroz y las papas ya están incluidos en el Sistema Multilateral, un patrimonio genético que representa el 80 por ciento de nuestras necesidades alimentarias de origen vegetal. Pero hay aún otros cultivos importantes que siguen excluidos. Aunque a lo largo de los milenios los seres humanos han vivido con un máximo de diez mil especies de plantas para la alimentación, el monocultivo y el crecimiento de la población mundial, entre otras causas, nos ha dejado actualmente con tan sólo 150 plantas cultivadas en el mundo. Sin embargo, hay una gran diversidad genética, incluso dentro de los 150 cultivos y sus parientes silvestres que se pueden intercambiar para desarrollar variedades más resistentes y productivas. El cambio climático implica que hay necesidad de utilizar el material genético disponible para crear variedades de cultivos que sean más resistentes a los cambios extremos, como inviernos fríos o veranos calurosos, inundaciones, sequías o plagas.

Los bancos de semillas necesitan apoyo exterior

Aunque los bancos de semillas, incluyendo el famoso depósito mundial de Svalbard en Noruega, sirven como depósito de seguridad para el futuro de la seguridad alimentaria, las variedades tienen que ser probadas y multiplicadas en los campos. Ningún país es autosuficiente en materia de biodiversidad de cultivos. Por ejemplo, la papa, un importante alimento básico en muchas partes del mundo es originaria del Perú, que aún hoy alberga una diversidad fundamental y necesaria para el fitomejoramiento. "A medida que continuamos la búsqueda de cultivos resistentes a plagas y a sequías para mantener la productividad y afrontar los nuevos retos de la seguridad alimentaria, esta interdependencia es aún más importante", dijo el doctor Shakeel Bhatti, Secretario del Tratado Internacional. Los delegados a la reunión discutirán sobre la expansión de la reserva genética mundial del Tratado y su mejora.

Construir un modelo de subscripción

Durante la reunión del Órgano Rector, los signatarios del Tratado también negociarán un sistema o modelo de subscripción para los usuarios de esta biodiversidad que genere ingresos previsibles y regulares para los agricultores que conservan y adaptan variedades de semillas en sus fincas. El Tratado ya opera un mecanismo por el cual los beneficiarios del patrimonio genético en común y otros donantes contribuyen a un fondo para apoyar a los agricultores de países en desarrollo para que adapten sus cultivos a los impactos del cambio climático y a las condiciones resultantes. El mecanismo beneficia a los agricultores de diferentes partes del mundo que ponen sus cultivos a disposición a través de la reserva. Se han desembolsado hasta ahora más de 20 millones de dólares EEUU para ayudar directamente a 340.000 agricultores en 55 países. Varios donantes han indicado que la próxima semana anunciarán más fondos durante la reunión del Órgano Rector. "Los investigadores y los fitomejoradores necesitarán acceso a más material para contribuir a nuevas variedades, y, al mismo tiempo, los agricultores de los países en desarrollo que garantizan su conservación dinámica, también necesitarán apoyo financiero adicional para continuar su importante labor", dijo el Dr. Bhatti.

Más apoyo para los Derechos del Agricultor

El Órgano Rector también convocará a los signatarios a intensificar su trabajo en la protección y la implementación a nivel nacional de los derechos de los agricultores, muchos de ellos son pequeños agricultores en los países en desarrollo, cuyos conocimientos tradicionales y sus habilidades para la mejora genética significan que son los precursores de una rica biodiversidad de los cultivos alimentarios y de sus parientes silvestres. El Tratado propone, con el apoyo de los donantes, reforzar la capacidad en la implementación de los derechos del agricultor.

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