Emergencias y medios de vida rurales

Pese a unos avances significativos, alrededor de 132 millones de personas de 42 países precisan algún tipo de asistencia humanitaria. Los conflictos y los choques climáticos son las principales causas de las crisis. La del Yemen sigue siendo la mayor crisis humanitaria del mundo.

Invertir en la protección de los medios de vida agrícolas

La agricultura es el principal medio de subsistencia de la mayoría de las poblaciones afectadas por crisis, y es crucial para salvar vidas, a la vez que permite que las familias puedan producir sus propios alimentos nutritivos y generar ingresos.

La FAO ayuda a las comunidades vulnerables a reforzar su seguridad alimentaria adelantándose a las crisis, preparándose para ellas y previniéndolas, respondiendo rápida y efectivamente cuando estas se produzcan e invirtiendo en una recuperación más sólida y unos medios de subsistencia más resilientes. La FAO también desempeña una importante función de coordinación en las emergencias humanitarias (como codirectora del módulo mundial de acción agrupada de seguridad alimentaria); participa en alianzas estratégicas con otros organismos de las Naciones Unidas y asociados regionales; proporciona información de alerta temprana y realiza análisis de seguridad alimentaria y resiliencia para fortalecer los medios de subsistencia rurales.

Principales mensajes de políticas

Las respuestas a las situaciones de emergencia deben abordar las causas subyacentes que conducen a una crisis y atender las necesidades alimentarias y nutricionales inmediatas. La agricultura debe jugar un papel decisivo en el fomento de la resiliencia familiar y comunitaria.

En los países expuestos a perturbaciones recurrentes, se precisan políticas que propicien e incrementen la inversión inmediata y a largo plazo en la agricultura. Estas políticas deben aumentar y diversificar los alimentos disponibles y ayudar a las familias a ser autosuficientes.

Las políticas encaminadas a apoyar los medios de vida agrícolas en situaciones de emergencia (p. ej. mediante transferencias de efectivo, la adquisición local y regional de insumos y compras públicas) son claves para reducir el sufrimiento y las migraciones forzadas.

Unas evaluaciones fiables son decisivas para determinar cuándo y dónde se pueden producir crisis y para anticiparse y responder con programas y políticas adecuados. Las asociaciones de la FAO con RIMA, SMIA y CIF son herramientas y modelos valiosos. Invertir en información, datos y estadísticas de mejor calidad es fundamental para salvar vidas y mejorar el análisis, las recomendaciones y la acción.

Las alianzas y la colaboración entre organismos, gobiernos y ONG son esenciales en las emergencias. La ayuda humanitaria y las políticas de desarrollo a largo plazo deben coordinarse mejor. La FAO juega un papel importante como socio fiable y codirectora del Módulo de seguridad alimentaria, que coordina las respuestas de seguridad alimentaria en crisis humanitarias.