Derecho a la alimentación

Las dietas saludables son clave para la realización del derecho a la alimentación

News - 10.09.2019

Roma, 10 de septiembre de 2019- Las dietas poco saludables, junto con estilos de vida sedentarios, han superado al tabaquismo como la principal causa de muerte y enfermedades. Ante datos como este, el Día Mundial de la Alimentación (DMA) llama a hacer que las dietas saludables y sostenibles sean asequibles y accesibles para todos.

De esta manera, las personas pueden disfrutar del derecho a la alimentación.  No solo porque tienen acceso a los alimentos, sino porque consumen lo que es social, económica y culturalmente  aceptable y adecuado, así como sostenible para las generaciones presentes y futuras.

Las dietas saludables pueden también generar enormes beneficios económicos. De hecho, los problemas de salud relacionados con la obesidad cuestan en todo el mundo unos 2 mil millones USD en tratamiento cada año.

Asimismo, el cambio climático impacta fuertemente en las dietas saludables. Hoy en día, alrededor de 2.500 millones de personas dependen de la agricultura para su subsistencia. Los daños ambientales amenazan con reducir tanto la calidad como la cantidad de cultivos, disminuyendo los rendimientos e interrumpiendo el acceso a los recursos naturales para las comunidades.

Acciones que contribuyen a dietas saludables

Bajo el lema “Nuestras acciones son nuestro futuro. Dietas saludables para un mundo #Hambre Cero", la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) insta a los gobiernos, las instituciones y la sociedad civil a diseñar e implementar políticas para garantizar dietas saludables y hacer realidad el derecho a la alimentación.

Los gobiernos deben centrarse en abordar los principales motores de la inseguridad alimentaria y la desnutrición mediante sinergias entre la agricultura, la nutrición, la salud y la educación. Deben adoptar marcos constitucionales y legales sólidos para la seguridad alimentaria y la nutrición y el cumplimiento de este importante derecho humano, al tiempo que fomentar la participación de las partes interesadas.

Una herramienta práctica para guiar a los gobiernos son las Directrices sobre el derecho a la alimentación, adoptadas en 2004 por el Consejo de la FAO. Este instrumento voluntario les ayuda a tomar medidas políticas (como leyes, planes y estrategias) para crear y mantener un entorno favorable que contribuya progresivamente a sistemas alimentarios más sostenibles y hábitos alimenticios más saludables.

Varios países ya han desarrollado medidas para mejorar las dietas saludables. En Perú, se promueve por ley los alimentos saludables para niños y adolescentes mediante la regulación de la publicidad y los alimentos disponibles en las escuelas, alentando la educación nutricional y la actividad física, y creando una institución de monitoreo para recopilar y analizar datos relevantes sobre su estado nutricional.

En la República de Corea, la ciudad de Seúl ha declarado el derecho de todos los ciudadanos a una alimentación adecuada y ha lanzado un plan maestro diseñado para abordar el aumento de la obesidad y otros problemas dietéticos a través de una serie de acciones. Esto incluye aumentar el número de máquinas expendedoras de frutas y verduras, minoristas de paquetes de frutas y cafeterías de frutas disponibles en centros de transporte público e instituciones públicas, así como el uso de logotipos que identifiquen a los restaurantes que ofrecen opciones de comidas bajas en sal.

Las asociaciones de consumidores también desempeñan un papel importante en la promoción de dietas saludables, al defender las necesidades y las preferencias de las personas, especialmente de los segmentos más vulnerables.

 

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