Derecho a la alimentación

Observatorio Derecho a la Alimentación (Uruguay): La información no ha de usarse solo para investigar, sino que también ha de llegara toda la población

Experts' corner - 21.02.2022

21 de febrero de 2022, Montevideo/Roma- Aunque siempre han desempeñado una función importante en la generación de datos para los procesos legislativos y normativos, las instituciones académicas y de investigación juegan un papel cada vez más destacado en la formulación de medidas que contribuyen a la realización del derecho a una alimentación adecuada. 

Dos profesoras de la Escuela de Nutrición de la Universidad de la República de Uruguay nos explican en esta entrevista en qué consiste el trabajo de los observatorios por el derecho a la alimentación y por qué la investigación es una pieza clave en la lucha contra el hambre.

Alejandra Girona y Gabriela Fajardo son parte del Observatorio del Derecho a la Alimentación de la Escuela de Nutrición (ODA-EN), el cual contribuye a situar en lo más alto de las agendas políticas la importancia de las dietas saludables.


La lucha contra el hambre librada desde las aulas y los despachos de universidades es una realidad poco conocida para muchos. ¿Podrían por favor empezar explicando por qué decidieron crear el Observatorio de la Escuela de Nutrición y en qué consiste su trabajo?  

Alejadra Girona y Gabriela Fajardo: En 2011 surge el Observatorio del Derecho a la Alimentación de América Latina y el Caribe (ODA-ALC), el cual está conformado por una red de universidades de la región. Los observatorios generan estudios y recomendaciones que pueden ser de utilidad en los procesos de desarrollo, implementación y fiscalización de legislaciones y/o políticas públicas aplicadas a nivel local, nacional o regional. El ODA-ALC cuenta con una Secretaría Técnica encargada de representar a todos sus miembros y coordinar las principales actividades, de la cual Uruguay forma parte, y con el apoyo técnico y administrativo de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.   

La Universidad de la República (Udelar) alberga dos observatorios: uno dependiente de la Facultad de Derecho y otro de la Escuela de Nutrición (EN), los cuales ingresaron al ODA-ALC en 2015 y 2016, respectivamente.

En la actualidad, el ODA-EN está conformado por 15 docentes de diferentes unidades académicas, una coordinadora general y un punto focal. No cuenta con presupuesto universitario propio, por lo que las acciones que desarrollan se sostienen, en la mayoría de los casos, a través de la obtención de fondos concursables dentro y fuera de la Udelar.

Gran parte de la agenda del ODA-EN se centra en generar evidencia en relación al derecho a la alimentación (DAA) y la situación de seguridad alimentaria y nutricional (SAN) de grupos vulnerados, en especial de niños y niñas, así como de mujeres y hombres privados de libertad. Además, colabora con los diversos poderes del Estado, está a disposición de las tareas llevadas a cabo por el Frente Parlamentario y difunde el trabajo efectuado por la sociedad civil organizada. Por último, el ODA se ha posicionado como un referente académico en materia de alimentación y nutrición, lo que facilita el poner en la agenda pública las temáticas abordadas.

La participación de la sociedad civil es una premisa en la formulación e implementación de programas y leyes en aras a la realización del derecho a la alimentación. En este sentido, ¿cómo debiera la academia articularse con los otros actores relevantes, en aras a incidir en la toma de decisiones y generar un diálogo efectivo?

AG y GF: La pandemia dejó en evidencia una vez más que la labor entre la academia y la sociedad civil puede brindar soluciones a graves problemáticas de forma efectiva, y en especial a visibilizar los problemas a los que se enfrentan los y las uruguayas en materia de alimentación. Desde el ODA estamos convencidos que es necesario generar nuevas formas de relacionamiento entre la academia, el estado y la sociedad civil, que produzcan conocimiento y productos acordes a las necesidades de todos los actores, en especial de aquellos que son representados a través de organizaciones de la sociedad civil.

Esto sucederá si existe una política y estrategias a diferentes plazos, capaz de generar espacios de encuentro. Es allí donde la academia juega un rol fundamental como facilitador del diálogo sostenido, con base en la evidencia científica generada en forma independiente. En esta línea, el ODA-EN ha creado un espacio para el reconocimiento cada año del emprendedurismo de la sociedad civil en pos de la mejora de la alimentación de miles de uruguayos.

También es necesario la toma de posicionamiento de la academia ante el curso de las políticas públicas. Existe una falsa concepción, por momentos, de que la universidad está alejada de los problemas reales de la población, cosa que a nuestro entender no es del todo cierto. A modo de ejemplo, el ODA Nutrición se ha pronunciado sobre el etiquetado frontal de alimentos, y ha defendido la posibilidad de que la población esté mejor informada a la hora de seleccionar sus alimentos.

“Existe una falsa concepción de que la
universidad está alejada de los problemas
reales de la población, cosa que a nuestro
parecer no es del todo cierto
 

La información y la sensibilización resultan clave para la consecución del derecho a la alimentación. ¿Cómo pueden las instituciones académicas contribuir al desarrollo y fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos en consonancia con sus obligaciones? De igual modo, ¿cómo puede la academia sensibilizar a los individuos para que, por ejemplo, conozcan sus derechos y sepan comer bien?

 AG y GF: El mero reconocimiento legal de los derechos humanos es insuficiente para garantizar su efectiva vigencia y transformar la realidad en la que viven millones de personas en nuestra región. El monitoreo y la evaluación deben ser vistos como espacios que aportan valiosos insumos en todas las etapas del ciclo de las políticas públicas. Así la academia puede contribuir con el gobierno al desarrollo de políticas que posean una verdadera efectividad, entre otros aspectos, al generar evidencia científica que sostenga con base empírica la toma de decisiones.

"El mero reconocimiento legal de los derechos humanos
es insuficiente para garantizar su efectiva vigencia"
 

En forma paralela, la academia puede aportar en una de las actividades más importantes para la promoción de los derechos humanos, la educación . Las acciones vinculadas a la alimentación, no solo han de vincular con la evolución del resto de los derechos y el contexto social y político, sino también permitir la participación. Desde el ODA Nutrición creemos que deben basarse en la promoción del desarrollo humano integral y la dignidad del ser humano.

Por último, es importante recordar que los cambios son individuales. Para esto se necesita de ciudadanos bien informados, pero también de estados protectores que salvaguarden la existencia humana. El acceso equitativo a la alimentación saludable no depende solo de la voluntad individual y de la información a los consumidores, sino de un crisol de elementos vinculados a la raíz del sistema alimentario actual que debemos revisar. El hambre en América Latina no está vinculada en su mayoría a los hábitos alimentarios incorrectos, sino a desigualdad y pobreza. Del otro lado de la moneda, la obesidad y las enfermedades no transmisibles dependen en gran medida de los contextos en el que nacen y viven las personas.

Son muchas las voces que cada vez más alarman de que los sistemas alimentarios no alimentan de forma adecuada a la humanidad, y hacen un llamado a la participación de todos en la consecución de cambios al respecto. ¿Qué rol deberían jugar los observatorios de derecho a la alimentación en la transformación de los sistemas alimentarios? En concreto, ¿de qué manera el Observatorio de Uruguay contribuye a promover sistemas alimentarios sostenibles?

AG y GF: Los observatorios forman parte de redes académicas con prestigiosos académicos e investigadores que generan en los más variados campos de la alimentación información robusta. Esta información no debe  usarse solo para investigar, sino que también ha de llegar a los tomadores de decisión y a la población en general. No tienen sentido si no logramos cambiar la vida, en especial, de quienes más lo necesitan. El segundo aspecto es que la transformación requiere del trabajo interdisciplinario y de una mirada integral. Todas las partes del sistema son importantes.

"Esta información no debe ser material solamente de papers,
sino también debe llegar a los tomadores de decisiones
y a la población en general"
 

 El ODA Nutrición, a partir de los diálogos preparatorios de la Cumbre sobre Sistemas Sostenibles de Naciones Unidas, generó una serie de recomendaciones. Estas se basan en el enfoque de derechos, por lo que lo verdaderamente importante es el cómo asegurar el cumplimiento del DAA. Si al final no logramos como país que la alimentación saludable pueda ser adquirida por toda la población, habremos fracasado.

"Si al final no logramos como país
que la alimentación saludable pueda ser adquirida
por toda la población, habremos fracasado"
 

 Desde el ODA-EN creemos que se necesita:

1- Mayor voluntad política para hacer a la alimentación más inclusiva, justa y equitativa.

2- Operacionalización, monitoreo, evaluación y fiscalización de los reglamentos, decretos, leyes o normas.

3- Inversión económica para la investigación y generación de evidencias en materia de alimentación y nutrición humana.

4- Participación de los actores locales. Las políticas públicas alimentarias tienen que estar más cerca de la gente, y más en este momento de grandes desafíos e injusticias. El cambio tiene que ser desarrollado también y especialmente por las comunidades.

4. Promoción de la nutrición y la educación acerca de alimentos y sistemas alimentarios sostenibles que aprovechen los conocimientos, las actitudes y las prácticas locales.

5. Mayor acceso de las mujeres a los recursos productivos, y mayores oportunidades de obtención de ingresos. Hay que escucharlas, porque los saberes sobre alimentación también están en ellas.

La pandemia de COVID-19 ha disparado los números del hambre y la malnutrición, sobre todo en los sectores más vulnerables. Ante la magnitud y el rápido avance del virus, no siempre ha sido fácil para los países tomar decisiones eficaces en materia de seguridad alimentaria. ¿Cuáles son las recomendaciones lanzadas desde el Observatorio para que las políticas públicas enfrenten de manera apropiada el impacto de crisis y respondan a los desafíos existentes?

AG y GF: La pandemia en nuestra región puso al descubierto aún más las tendencias negativas de los últimos años en materia de la SAN. En Uruguay, las cifras de inseguridad alimentaria se han comportado muy similares a las de la pre-pandemia. Quienes más viven problemas de acceso a la alimentación son los hogares pobres de nuestro país. La pobreza se concentra en los hogares con niños y niños y adolescentes menores de 14 años, y estos hogares son quienes, sumados a los cambios en el empleo, en especial informal, han sufrido los coletazos de una crisis que no solo ha sido sanitaria.

La batería de medidas que el Estado desplegó no alcanzó para evitar que muchos uruguayos pasaran a depender de la solidaridad del resto de la sociedad para asegurar su alimentación diaria. Increíblemente, a pesar que la pandemia aún está presente, el centro de la atención no esté puesto en la alimentación.

Es hora de pensar en políticas y acciones a mediano y largo plazo en forma integral: ¿hacia dónde van las políticas alimentarias?, ¿quién las lidera?, ¿cuál es la hoja de ruta?, ¿cómo se acompañará a los en donde nacieron niños y niñas en tiempo de COVID-19 y en donde sabemos que han afectado su potencial de crecimiento?, ¿cómo frenar el crecimiento del sobrepeso y la obesidad?, ¿necesitamos más leyes y normas alimentarias?, ¿cómo afrontaremos los problemas alimentarios generados por nuevas crisis? Estas son algunas de las preguntas que nos ocupan y para lo cual estamos generando diálogo permanente en busca de soluciones. El cambio es urgente porque el 2030 es mañana.

 

Sobre Alejandra Girona y Gabriela Fajardo, del ODA de la Escuela de Nutrición

Alejandra Girona es profesora agregada de Escuela de Nutrición de la Universidad de la República así como coordinadora del ODA de la Escuela de Nutrición e integrante de la Secretaría Técnica del ODA-ALC. 

Gabriela Fajardo es profesora agregada de la Universidad de la República y punto focal del ODA Nutrición.

El ODA-ALC es una red académica multidisciplinaria que cuenta con el apoyo de la FAO, a través del Proyecto de Apoyo a la Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre 2025 (IALCSH), así como el respaldo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

 

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