La alimentación es un derecho humano. Sin embargo, cientos de millones de personas todavía pasan hambre. Las Directrices sobre el derecho a la alimentación de la FAO recomiéndan qué acciones se pueden tomar para que cada persona tenga acceso a alimentos suficientes, nutritivos y asequibles cada día. Las Directrices son un instrumento muy valioso para erradicar el hambre y la malnutrición en todas sus formas.

Muchos países han tomado medidas en base a estas directrices. Algunos ejemplos son:

• En 45 países, el derecho a la alimentación está reconocido por sus constituciones.
• En Indonesa, el accesso a los recursos natrauels y bosques ancestrales de los indígenas está garantizado legalmente.
• En Colombia, las comunidades rurales, incluyendo jóvenes y mujeres, participan en la toma de decisiones que afectan a sus vidas y a sus territorios.
• EN muchos países, como la República Dominicana, Brasil o Guatemala, los productores locales suministran alimentos a las escuelas.
• Durante la pandemia COVID-19, la mayoría de los países apoyaron económicamente a las familias vulnerables para garantizar su acceso a los alimentos.

Solo cuando cada persona disfrute del derecho humano a una alimentación adecuada, estaremos cerca de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.