Empleo rural decente

La Conferencia Global y las nuevas estimaciones mundiales hacen hincapié en la necesidad de mantener un enfoque continuo en el trabajo infantil en la agricultura

24/10/2013

La III Conferencia Global sobre Trabajo Infantil – hospedada por el Gobierno del Brasil del 8 al 10 de octubre de 2013– contó con la participación de delegados de 152 países que se reunieron con miras a determinar formas exitosas de erradicar el trabajo infantil en el mundo y hacer balance de los progresos realizados en la aplicación de la Hoja de ruta para lograr la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016.

En la ceremonia de apertura, la Presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, se dirigió a los representantes de los gobiernos, organizaciones de empleadores y trabajadores, organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones de la sociedad civil y organizaciones tanto regionales como internacionales llamando la atención sobre el papel fundamental que todas las partes interesadas deben desempeñar en la lucha contra el trabajo infantil:

"La erradicación del trabajo infantil exige el compromiso de todas las naciones y solo será posible con políticas y acciones claramente coordinadas e integradas por todos los sectores representados en la Conferencia: gobiernos, empleadores, trabajadores y la sociedad civil", dijo.

Las nuevas estimaciones mundiales publicadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el período previo a la Conferencia muestran que el número de niños y niñas víctimas del trabajo infantil se ha reducido en un tercio desde el año 2000, pasando de 246 millones a 168 millones. Según este informe, el aumento en curso más destacado tuvo lugar durante el período de cuatro años entre 2008 y 2012, cuando el trabajo infantil disminuyó en un 22 por ciento.

"Por consiguiente, ¿qué estamos haciendo mejor y por qué?", dijo el Director General de la OIT, Guy Ryder, que inauguró la Conferencia junto con la Presidenta del Brasil. "Tenemos el Plan de Acción Mundial de la OIT, que incorpora la Hoja de ruta de la Haya. Organizaciones internacionales hermanas del sistema de las Naciones Unidas como la FAO están cumpliendo con su papel. El IPEC de la OIT ha mantenido una cooperación y un asesoramiento técnicos sólidos; las ONG han permanecido vigilantes en sus actividades de promoción. Los donantes son más estratégicos. Y aún más importante, los gobiernos han ido asumiendo cada vez más sus responsabilidades, en colaboración con los asociados", agregó.

A pesar de estas conclusiones, el Director General de la OIT advirtió de que el ritmo de progreso actual era insuficiente e instó a que se adoptaran medidas más firmes: "Seamos claros. No vamos a cumplir con la meta de 2016 lo cual supone un fracaso normativo colectivo. Tenemos que conseguir mejores resultados."

Abordar el trabajo infantil en la agricultura sigue siendo una prioridad principal, ya que el informe recientemente publicado confirma que este es todavía, con mucho, el sector que más recurre a la mano de obra infantil, con el 59 por ciento del total del trabajo infantil y más de 98 millones de niños en términos absolutos. La agricultura es también uno de los tres sectores más peligrosos en términos de víctimas mortales y accidentes no mortales relacionados con el trabajo y enfermedades profesionales.

Los miembros de la Alianza internacional de cooperación sobre el trabajo infantil y la agricultura participaron activamente en los diálogos en línea previos a la Conferencia para enriquecer los debates sobre el trabajo infantil en la agricultura. Además, la OIT moderó una sesión semi-plenaria sobre las cadenas de suministro y la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA) y la FAO fueron miembros del grupo de debate en una sesión semi-plenaria dedicada al trabajo infantil en la agricultura. La sesión se centró en algunas de las siguientes cuestiones fundamentales:

  • la promoción de estrategias de desarrollo rural que aborden las causas fundamentales del trabajo infantil, en particular la pobreza rural y el acceso a una educación de calidad pertinente;
  • la promoción de la participación sistemática de las partes interesadas agrícolas en los sectores público y privado a fin de encontrar formas sostenibles de erradicar el trabajo infantil en la agricultura;
  • el establecimiento de un diálogo sólido, vibrante y orientado a la acción entre gobiernos, organismos intergubernamentales, sindicatos, organizaciones de profesores, ONG, organizaciones de productores agrícolas, cooperativas, iniciativas de múltiples partes interesadas y sociedades;
  • la ampliación de las normas pertinentes en materia de seguridad e higiene en el trabajo a todos los trabajadores agrícolas.

En la versión final de la Declaración de Brasilia aprobada en la Conferencia se celebraron los progresos realizados por los Estados en la ratificación de las Convenciones de la OIT nº 138, sobre la Edad Mínima de Admisión al Empleo, y nº 182, sobre la Prohibición y Acción Inmediata para la Eliminación de las Peores Formas de Trabajo Infantil, y se reiteró la importancia de promover su ratificación universal y aplicación efectiva. Así mismo, se invitó a los países a considerar la posibilidad de ratificar otros instrumentos pertinentes, como el Convenio nº 129, sobre la Inspección del Trabajo en la Agricultura, y el Convenio nº 184, sobre Seguridad y Salud en la Agricultura.

En su discurso ante los delegados en la Conferencia, el ex presidente del Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, también subrayó que "el mapa del trabajo infantil en todo el mundo se corresponde con el mapa del hambre y la pobreza", y que la comunidad internacional tiene el deber de infundir en las niñas y niños atrapados en el trabajo infantil, especialmente en sus peores formas, la esperanza de un futuro mejor.