El mundo está enfrentando una crisis global de desempleo. Los jóvenes, quienes generalmente tienen vínculos más débiles con el mundo laboral comparado con el resto de la población, están especialmente en desventaja: su tasa de desempleo es casi tres veces mayor que la de los adultos. 

Al mismo tiempo, existe una gran cantidad de oportunidades de empleo en las cadenas de valor agroalimentarias que no han sido aprovechadas. Por ello, resulta urgente incrementar la cooperación entre el sector público y privado para facilitar inversiones enfocadas a mejorar la productividad agrícola y la eficiencia de las cadenas de producción, involucrando a los jóvenes. La agricultura y los sistemas agroalimentarios pueden ser promovidos de diferentes maneras. Uno de los desafíos clave es identificar qué medidas se han de tomar en cada contexto para asegurar que su desarrollo genere también empleos decentes y productivos para los jóvenes.

Abordar los desafíos que plantea el desempleo requiere un enfoque más integrado. En particular, es necesaria una mayor coherencia entre las políticas de desarrollo agrícola, de empleo y las de juventud.

Desde 2011, la FAO implementa su Enfoque Integrado de País para impulsar empleos decentes para los jóvenes en el sistema agroalimentario (programa ICA, por sus siglas en inglés). El programa utiliza múltiples funciones básicas de la FAO, tales como: asesoramiento estratégico y sobre políticas, generación de conocimiento, facilitación de alianzas, así como actividades de promoción y comunicación. En la fase inicial del programa, se realiza un análisis de contexto para adaptar mejor la intervención a las demandas del país y a sus necesidades en términos de fortalecimiento de capacidades.

El enfoque se orienta a promover un cambio sostenible en las políticas públicas y pone énfasis en el fortalecimiento de las capacidades de las instituciones nacionales responsables del sector agrícola y laboral para promover el empleo rural decente (ERD), incluyendo alianzas público-privadas y mecanismos de colaboración multiactores. La equidad de género, el empleo decente y la sostenibilidad ambiental son incorporados como temas transversales. 

A nivel nacional, el enfoque tiene como objetivo fortalecer el componente de empleo dentro de las estrategias, políticas y programas de desarrollo agrícola y rural para optimizar la contribución del sector en mejorar la cantidad y calidad de los empleos rurales. A nivel global y regional, el enfoque contribuye a generar y compartir conocimiento, lecciones aprendidas y buenas prácticas, así como influenciar las iniciativas regionales y globales sobre desarrollo agrícola.

Hasta la fecha, el programa ICA ha sido implementado en tres fases, todas financiadas por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SIDA). Haga clic en las pestañas a continuación para saber más sobre cada fase.