Una nueva iniciativa en la lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos a nivel mundial

La pérdida y el desperdicio de alimentos (PDA) son un problema enorme para la seguridad alimentaria mundial y los sistemas alimentarios sostenibles y ocupan un lugar destacado en los programas políticos tanto de los países industrializados como de los países en desarrollo. La magnitud y la complejidad de la PDA justifican la pertinencia de una respuesta mundial y multidisciplinaria a fin de hacerles frente, que cuente con la participación de todos los actores y partes interesadas a los que esta cuestión afecta.

Importancia del problema

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha elaborado un relevante informe sobre la PDA en el que se calcula que, anualmente, un tercio de los alimentos producidos en el mundo para el consumo humano no llega a la mesa del consumidor. Esto no solo representa una oportunidad perdida para la economía y la seguridad alimentaria, sino también el despilfarro de todos los recursos naturales utilizados para producir, procesar, empaquetar, transportar y comercializar los alimentos, con el consiguiente efecto negativo en relación con el cambio climático. Por lo tanto, tenemos que reducir al mínimo la PDA en los planos local, nacional y mundial, como medio para promover sistemas alimentarios sostenibles y eficientes que contribuyan a la seguridad alimentaria y nutricional. En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las Naciones Unidas reconocen la importancia de reducir la PDA para el logro del desarrollo sostenible, en particular en el ODS 12.3, cuyo propósito es que en 2030 se haya reducido a la mitad el desperdicio de alimentos y se haya limitado la pérdida de alimentos a nivel mundial.

La Coalición Internacional contra el Desperdicio de Alimentos, elemento clave de las iniciativas mundiales de lucha contra la PDA

La FAO reconoce que la lucha contra el hambre solo puede ganarse en asociación con los gobiernos y otros actores no estatales, entre los cuales el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel fundamental. El sector privado (incluidos los agricultores) produce, manipula, comercializa, prepara y sirve comida en una escala significativa y, dentro de los sistemas alimentarios, es la parte interesada que más puede reducir la PDA en una escala significativa. Por lo tanto, la colaboración con un actor como este es crucial para reducir al mínimo la PDA en el mundo y sus efectos negativos sobre la población, los recursos naturales y el medio ambiente.

Asimismo, estudios recientes sobre la PDA han mostrado que un enfoque basado en la colaboración de toda la cadena de valor para hacer frente al desperdicio de alimentos puede producir beneficios económicos, ambientales y sociales que superan los que pueden lograr las empresas individuales operando aisladamente.

Con este fin, la FAO firmó a inicios del año 2016 un acuerdo de asociación con la Coalición Internacional contra el Desperdicio de Alimentos a fin de reducir y evitar la PDA en los planos local, nacional y mundial, así como en toda la cadena de suministro de alimentos, empezando por un proyecto piloto en el segmento del mercado educativo en Europa.

Ventajas comparativas de ambos asociados

La Coalición Internacional contra el Desperdicio de Alimentos es una asociación internacional sin fines de lucro que se rige por el derecho belga, con sede en Bruselas, compuesta por siete miembros: Ardo, McCain, PepsiCo, SCA, Sodexo, Unilever Food Solutions y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Sus miembros representan la mayor huella geográfica del mundo en el sector de los servicios alimentarios y comparten la aspiración de conseguir un futuro sin desperdicio de alimentos.

Con un enfoque colaborativo que va de la granja al tenedor, la Coalición Internacional contra el Desperdicio de Alimentos pretende luchar contra la PDA a lo largo de toda la cadena de valor de los servicios alimentarios. La asociación también está convencida de que recrear el valor de los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria encierra un gran poder para reducir la PDA.

Las tres metas principales de la FAO son erradicar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, eliminar la pobreza y promover el progreso económico y social universal, y fomentar la ordenación y la utilización sostenibles de los recursos naturales, con inclusión de la tierra, el agua, el aire, el clima y los recursos genéticos, en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

La Iniciativa mundial de la FAO sobre la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos (SAVE FOOD) es un mecanismo coordinado para supervisar y emprender actividades e iniciativas encaminadas a reducir la PDA a nivel mundial. La Iniciativa mundial contribuye también de manera fundamental al logro del Reto del Hambre Cero conjuntamente con los asociados de las Naciones Unidas y otras partes interesadas comprometidas con él. La FAO desempeña una función de coordinación, proporciona una plataforma neutral para influir en las políticas mundiales, regionales y nacionales y mantiene vínculos directos con los Estados Miembros, a través de sus oficinas en los países y sus oficinas regionales, y con organizaciones regionales y para el desarrollo económico, así como con otras organizaciones de las Naciones Unidas e internacionales.

Beneficios

La iniciativa conjunta de la FAO y la Coalición Internacional contra el Desperdicio de Alimentos se beneficiará de las ventajas de cada organización, complementarias entre sí.

La colaboración contribuirá a la seguridad alimentaria y nutricional al reducir la PDA cuantitativa y cualitativamente y, en consecuencia, al mitigar la presión sobre los sistemas agroalimentarios mundiales, cuyos recursos naturales ya son escasos para la cada vez mayor producción que demanda la población del mundo.

Esferas de trabajo y estrategia

Los asociados prevén ejecutar medidas de importancia con objeto de reducir la PDA, empezando por Europa, basadas en un enfoque global e integrado de la cadena de valor alimentaria y de los sistemas alimentarios que permita que la reducción de la PDA sea aceptable, factible y rentable desde los puntos de vista técnico, económico, ambiental y social. Las esferas de trabajo serán esencialmente el desarrollo y la ejecución de actividades de sensibilización, la difusión de información y la promoción, y el fomento de iniciativas, proyectos o programas innovadores para reducir la PDA y crear sistemas alimentarios eficientes a nivel mundial, comenzando por el segmento del mercado educativo.