Protección Social

Trabajo en favor de la cobertura universal de la protección social

Unos 800 millones de personas todavía viven en la extrema pobreza y se estima que son desnutridos crónicos. La mayoría vive en zonas rurales, dependiendo principalmente de los recursos naturales para su sustento y es particularmente vulnerable a múltiples riesgos.

La protección social ha sido reconocida como una estrategia fundamental para la reducción de la pobreza y el crecimiento inclusivo. Los datos fácticos procedentes de las evaluaciones de impacto a escala nacional demuestran que la protección social, cuando se integra en estrategias más amplias de desarrollo rural, puede generar un amplio abanico de repercusiones: impulsar el crecimiento económico; mejorar la productividad de las familias; lograr la seguridad alimentaria y la nutrición; y aumentar de la resiliencia de las familias rurales pobres.

La ampliación de los sistemas de protección social es uno de los objetivos para erradicar la pobreza que incluye la Agenda 2030. Los países se han comprometido a implementar a escala nacional sistemas de protección social adecuados y medidas para todos, que incluyan objetivos mínimos y, de aquí a 2030, lograr una cobertura significativa de las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad. Sin embargo, hoy en día, más del 70 por ciento de la población mundial todavía no está cubierta por la protección social y la mayoría de estas personas vive en entornos rurales.

La FAO, junto con sus socios, aboga por la ampliación de la protección social para llegar de manera efectiva a los hombres y mujeres residentes en zonas rurales y promueve los vínculos entre protección social y agricultura, seguridad alimentaria, nutrición, gestión de los recursos naturales, empleo rural digno y aumento de la resiliencia.

La FAO se compromete a maximizar la repercusión de la protección social mediante la creación y el fortalecimiento de sistemas de protección social que pertenecen a los Estados y que están integrados en una promoción más amplia de los medios de subsistencia y las estrategias de desarrollo rural.

Una de las principales contribuciones de la FAO es la defensa del argumento económico para la ampliación de los programas de protección social. El argumento económico se ha centrado en destacar el papel de la protección social no sólo como herramienta de política social, sino como inversión estratégica para aumentar el potencial económico y productivo de la población pobre.

Las evaluaciones de impacto de la FAO y sus socios, enmarcadas en procesos políticos nacionales, han contribuido a fortalecer el argumento en favor de la ampliación: aumentando la credibilidad de un sector emergente, abordando errores de concepción públicos relacionados con las transferencias de dinero en efectivo, al tiempo que apoya el aprendizaje en torno al diseño e implementación de programas.

El argumento económico se basa en tres pilares fundamentales. La FAO contribuye principalmente a aprovechar al máximo el potencial económico de la población pobre y estimular el crecimiento económico local.

Desarrollo del capital humano Potencial económico de la población pobre Estimulación del crecimiento local
Las transferencias de dinero en efectivo reducen las barreras económicas para acceder a servicios de educación, nutrición y salud, contribuyen a la diversidad y seguridad alimentarias, previenen el trabajo infantil y abordan los factores de riesgo económicos y sociales del VIH entre los adolescentes. Los programas de transferencias de dinero en efectivo contribuyen a mejorar la productividad y empleabilidad futuras de los niños y adolescentes, una vez alcancen la edad laboral. Además de las repercusiones sociales, el acceso a transferencias predecibles y regulares aumenta la capacidad económica y productiva de incluso la población más pobre y vulnerable, mediante el apoyo a la propiedad de los bienes, la inversión en actividades más productivas, la mejora de las capacidades de gestión del riesgo y el empoderamiento de las comunidades. Los efectos beneficiosos trascienden a los beneficiarios directos del programa, llegando a la comunidad general y generando efectos multiplicadores en la economía local.