Los suelos son parte de la solución para mitigar el cambio climático

Los suelos sanos constituyen el más grande depósito de carbono terrestre 

Los suelos sanos desempeñan un papel importante en la mitigación del cambio climático al almacenar el carbono (captación de carbono) y reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Sin embargo, si los suelos son objeto de una gestión deficiente o de prácticas de cultivo insostenibles, el carbono del suelo se puede liberar en la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO2) y contribuir al cambio climático. Nuestros suelos están sometidos a una creciente presión y la transformación constante de pastizales y tierras forestales en tierras de cultivo y de pastoreo en los últimos siglos ha dado lugar a una pérdida histórica de carbono en los suelos en todo el mundo.

Con la restauración de los suelos degradados y la adopción de prácticas de conservación de los mismos, existen mayores posibilidades de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la agricultura, aumentar la captación de carbono y fortalecer la resiliencia al cambio climático.

LOS SUELOS Y EL CICLO DEL CARBONO

El ciclo del carbono consiste en el intercambio de carbono (en diferentes formas, por ejemplo, dióxido de carbono) entre la atmósfera, los océanos, la biósfera terrestre y los depósitos geológicos. La mayoría del dióxido de carbono presente en la atmósfera tiene su origen en las reacciones biológicas que se producen en el suelo. La captación de carbono ocurre cuando el suelo absorbe y almacena el carbono de la atmósfera. 

¿QUÉ SE PUEDE HACER ANTE LA AMENAZA DEL CAMBIO CLIMÁTICO?

El cambio climático representa una grave amenaza para la seguridad alimentaria mundial, sobre todo debido a sus efectos sobre los suelos, en especial en los países más vulnerables y aquejados de inseguridad alimentaria que son menos resilientes a la irregularidad de los fenómenos atmosféricos. Los cambios en las temperaturas y los regímenes de las lluvias pueden repercutir de manera considerable en la materia orgánica y en los procesos que tienen lugar en nuestros suelos, lo que puede aumentar en gran medida el riesgo de malas cosechas y pérdidas de ganado.

¿QUÉ ES LA AGRICULTURA CLIMÁTICAMENTE INELIGENTE Y CÓMO FUNCIONA?

La agricultura climáticamente inteligente (ACI) es un enfoque unificado promovido por la FAO para favorecer las condiciones técnicas, normativas y de inversión que apoyen a sus Estados Miembros en el logro de la seguridad alimentaria en el contexto del cambio climático. Las prácticas de la ACI aumentan de manera sostenible la productividad y resiliencia al cambio climático (adaptación), al tiempo que reducen y eliminan, cuando es posible, los gases de efecto invernadero (mitigación).

En el marco de sus dos proyectos pilotos ejecutados en Tanzanía y Kenya, el Programa de Mitigación del Cambio Climático en la Agricultura (MICCA) de la FAO selecciona y promueve la adopción de diferentes prácticas basadas en evaluaciones de expertos y participativas con los agricultores. Unos 9 000 agricultores de ambos países, el 40 por ciento de los cuales eran mujeres, recibieron capacitación sobre agricultura climáticamente inteligente, lo que se tradujo en la introducción de 736 cocinas de bajo consumo energético para reducir la deforestación, la creación de 79 viveros, la siembra de 417 000 plantones y el establecimiento de 6 hectáreas de terrazas (en 24 explotaciones) para conservar el suelo y el agua. Además, se instalaron dos digestores de biogás para producir energía renovable a partir de estiércol de las vacas.

23/06/2015

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