Los desafíos globales exigen soluciones innovadoras, y estas necesitan financiación
El Centro de Inversiones de la FAO ayuda a los países a diseñar y movilizar una combinación de inversiones públicas y privadas. En 2019, la Organización y sus principales socios financieros (Banco Mundial, FIDA, BERD, FVC y PMASA) movilizaron 4 500 millones de USD en inversiones agrícolas y rurales. El Centro también asiste a un grupo más amplio de asociados en la ejecución de proyectos de inversión, con lo que propicia una mejora de la alimentación y los ingresos de millones de personas en todo el mundo. Además, asesora a asociados clave, como la Unión Europea, para guiar sus iniciativas de financiación combinada y alinearlas con los ODS.
Dicho esto, es necesario que la financiación pública y privada anual se incremente notablemente para acabar con la pobreza y el hambre para 2030. La buena noticia es que varios países e inversores privados están destinando fondos a iniciativas que generan rendimientos positivos y producen impactos sociales y ambientales. Con su servicio de apoyo a políticas de inversión, el Centro lleva a cabo análisis sectoriales y estudios de cadenas de valor para facilitar la toma de decisiones en materia de inversiones y para reforzar las capacidades de inversión nacionales. También ayuda a fomentar un marco normativo propicio y favorable para la inversión privada. La financiación combinada, por ejemplo, ha supuesto una gran innovación para el sector financiero de Malí, donde cuatro de cada cinco campesinos no tienen acceso a capital financiero. Un proyecto de inclusión financiera (actualmente en su segunda fase) financiado por el FIDA y apoyado por la FAO ha proporcionado servicios financieros para dirigir pequeñas empresas a 500 000 campesinos malienses de bajos ingresos.
La creación de sistemas alimentarios más saludables y verdes depende, en gran medida, de la adopción de políticas y de las inversiones. El apoyo a la inversión por parte de la FAO ayuda a escalar el impacto de la labor de la Organización para que dicho efecto llegue allí donde más se necesite. Ya sea diseñando inversiones ganaderas climáticamente inteligentes o asesorando sobre políticas y estrategias agrícolas regionales para el Caribe o el Cercano Oriente, los productos de conocimiento y el apoyo a políticas del Centro se llevan a cabo en estrecha colaboración con los departamentos técnicos y las oficinas regionales de la FAO, con una media de 40 traslados al año. De esta forma, los proyectos de inversión se benefician de las innovaciones políticas y técnicas más recientes y de mejor calidad.
El plan de trabajo del Centro para 2020 se ha diseñado para favorecer el avance de la transformación digital del sector agroalimentario, hacer crecer las carteras de inversiones privadas y verdes y centrarse más en los conocimientos y las innovaciones para la inversión, áreas que son fundamentales para la transformación de la agricultura, según el Director General. El mandato del Centro, consistente en convertir iniciativas de políticas y escalables en operaciones de inversión a nivel de país, será un instrumento importante para la nueva Iniciativa Mano de la mano de la FAO.
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