Centro de inversiones de la FAO

El Centro de Inversiones de la FAO publica los resultados iniciales de las evaluaciones del sistema alimentario en 50 países

29/07/2021

Cincuenta países llevan a cabo evaluaciones del sistema alimentario con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Unión Europea (UE) y el Centro francés de cooperación internacional en investigación agronómica para el desarrollo (CIRAD, por sus siglas en francés).

Guiados por los distintos gobiernos y apoyados por delegaciones de la UE, representantes de la FAO, y otros socios para el desarrollo, distintos equipos nacionales llevan a cabo las evaluaciones, algunas de las cuales ya cuentan con resultados, como es el caso de Bután, Burkina-Faso, Madagascar y Nepal.

“Nos asociamos con la UE y el CIRAD para realizar estas evaluaciones con el objeto de ayudar a los gobiernos de los países miembros en su transformación hacia sistemas alimentarios más sostenibles e inclusivos”, asegura Mohamed Manssouri, Director del Centro de Inversiones de la FAO. "Este es un punto de partida para dar forma a políticas nuevas, y realizar las necesarias inversiones de calidad, tanto públicas como privadas, que brinden alimentos saludables y medios de vida dignos, al tiempo que protegen el medio ambiente". 

Unos sistemas alimentarios sostenibles que permitirían a los países garantizar el abastecimiento y asequibilidad de alimentos inocuos, nutritivos y saludables para todos, junto con oportunidades de empleo mejores, y una distribución más equitativa de la riqueza y los recursos.

Las evaluaciones del sistema alimentario juegan un papel importante en identificar los obstáculos que impiden a los participantes del sistema alimentario -agricultores, procesadores, mayoristas, distribuidores, minoristas y consumidores- contribuir a sistemas alimentarios sostenibles. También tienen la capacidad de evidenciar oportunidades para mejorar las formas de vida, aumentar las perspectivas de empleo y reforzar la protección medioambiental.

Combinando datos cuantitativos, evaluaciones cualitativas y análisis participativo, las evaluaciones ayudarán a los países a generar evidencia y conocimientos sobre sistemas alimentarios sostenibles, con un enfoque fundamentado sobre cuatro objetivos básicos: seguridad alimentaria, nutrición y salud; crecimiento económico inclusivo; desarrollo territorial y equidad; y medio ambiente.

Los resultados de las evaluaciones también servirán de base en la Cumbre del Sistema Alimentario de las Naciones Unidas convocada por su Secretario General, Antonio Guterres, para septiembre de 2021.

Bután: Alimentar a una población en aumento a la vez que se conserva un medio ambiente impoluto

La constitución de Bután estipula que el 60 por ciento de su territorio debe preservar la capa forestal. La evaluación del sistema alimentario destaca el fuerte compromiso de Bután de alimentar a una población cada vez mayor con alimentos asequibles y saludables, pero sin poner en riesgo su bien conservado medio ambiente. En un contexto de baja productividad agrícola, altos costos de producción, aumento de las importaciones de alimentos y rápida urbanización, Bután está decidido a estar a la altura de su singular filosofía garantista para con la riqueza y la felicidad de sus ciudadanos.

Burkina Faso: un equilibrio frágil en el sistema alimentario

Burkina Faso está lidiando con la creciente inseguridad en la región norte del país, particularmente en el Sahel, que ha desencadenado la migración y el desplazamiento interno y ha interrumpido un equilibrio en el sistema alimentario ya de por sí frágil. El país se apoya en la agricultura familiar a pequeña escala como principal fuente de producción agrícola, pero con un rendimiento insuficiente, recursos naturales exhaustos y, a menudo, infraestructura y servicios inadecuados. La falta de diversidad nutricional y una dieta en buena parte fundamentada en los cereales, la salud y la nutrición de la población de Burkina Faso se está viendo afectada, especialmente la de los niños menores de cinco años. Pese a todo, la evaluación del sistema alimentario halla posibilidades en los sectores hortícola y ganadero para mejorar la nutrición, las oportunidades laborales y los medios de vida.

Madagascar: inmenso potencial, pero una baja productividad

La isla de Madagascar, en el océano Índico, es capaz de producir una variedad excepcional de productos alimentarios hortofrutícolas, ganaderos y pesqueros. Sin embargo, el país se mantiene como uno de los más pobres del mundo, ocupando el puesto 164 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano. Antaño conocido en su región como el granero de arroz, hoy Madagascar importa cerca de una cuarta parte de su consumo de cereales. La evaluación de los sistemas alimentarios revela la necesidad de mejorar la infraestructura, de descentralizar de manera más eficaz, y de ceder más capacidad de toma de decisiones al ámbito local, para así fortalecer los sectores agrícola y agroalimentario. También apunta a la importancia de apoyar a las pequeñas granjas familiares, el método de producción predominante, para lograr aumentar la productividad sin dañar con ello a unos recursos naturales y ecosistemas ya sobrecargados.

Nepal: Superar la baja productividad con transiciones socioeconómicas

En su transición a un sistema de gobernanza federal, Nepal tiene frente a sí el desafío de satisfacer la demanda alimentaria de una población cada vez mayor y más urbana. El país ha reconocido en su constitución el derecho humano básico a la alimentación. La evaluación del sistema alimentario se centra en cómo el cumplimiento de este mandato y la transformación del sistema alimentario requerirán de nuevas políticas y medidas que impulsen la producción local y la productividad frente al éxodo rural, la urbanización, la ausencia de infraestructuras y el cambio climático.

Se prevé que los resultados de las 50 evaluaciones de los sistemas alimentarios cobren importancia en la formulación de políticas y el sistema alimentario, en los sectores tanto público como privado, y la sociedad civil; e identificar así un abanico de opciones para las políticas, las inversiones y el desarrollo de capacidades que contribuyan, a su vez, a la transformación sostenible de los sistemas alimentarios.

Photo credit Antonio Morales García via Flickr (CC BY-SA 2.0)