Centro de inversiones de la FAO

Reverdecimiento del sector agroalimentario en Kazajstán y la República Kirguisa

Los trabajadores trabajan en una granja-invernadero.
11/09/2019

El aumento de la adopción de tecnologías del clima en el sector agroalimentario constituye un paso importante en el logro de sistemas alimentarios más sostenibles. Este tipo de tecnologías puede ayudar a mejorar la productividad, reducir las emisiones de carbono, crear resiliencia ante el clima y mejorar el uso de los recursos naturales.

La FAO y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) desarrollaron una metodología para determinar y priorizar tecnologías del clima en el sector agroalimentario basándose en el potencial de estas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la adaptación al cambio climático. La labor se llevó a cabo en el marco del programa del Centro de Financiación y Transferencia de Tecnología para el Cambio Climático (FINTECC) y se probó por primera vez en Marruecos en 2016.

En 2018, la FAO y el BERD emplearon la metodología para realizar evaluaciones rápidas de tecnologías del clima en la República Kirguisa y Kazajstán. Se centraron en parámetros técnicos y financieros, repercusiones económicas generales, sostenibilidad y aspectos institucionales y reglamentarios. Ambos países han experimentado un aumento considerable de las emisiones agroalimentarias a lo largo de los últimos 15 años, sobre todo debido al aumento de la producción ganadera.

 En los estudios se observó que invirtiendo 1 000 millones de USD en tecnologías del clima en la República Kirguisa y 2 300 millones de USD en Kazajstán, las emisiones del sector agroalimentario se podían reducir casi un 60 % y un 30 %, respectivamente.

En la República Kirguisa, la mejora de los pastos posee con mucho el mayor potencial de mitigación, seguida de la gestión del estiércol, el riego por goteo y la mejora de los invernaderos. En términos de potencial de adaptación, el riego por goteo es la tecnología más prometedora dada su capacidad para incrementar la disponibilidad de agua y la producción agrícola. A esta tecnología le siguen la mejora de los pastos, la gestión del estiércol, la mejora de los invernaderos y la agricultura de conservación.

En Kazajstán, la mejora de los pastos posee el mayor potencial de mitigación, seguida de la agricultura de conservación, la maquinaria de campo y la agricultura de precisión, mientras que el riego por goteo posee el mayor potencial de adaptación.

La FAO y el BERD compartieron los resultados de los estudios durante los talleres celebrados en ambos países. Asimismo, abordaron los desafíos y las oportunidades para la inversión del sector privado y determinaron ámbitos para el apoyo público y la cooperación con las instituciones financieras internacionales y los asociados que aportan recursos a fin de acelerar el despliegue de las tecnologías.

Photo credit ©FAO/Vyacheslav Oseledko / FAO
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