Forestería comunitaria
El presente módulo está dirigido a los responsables de la formulación de políticas, planificadores y gestores forestales que trabajan con comunidades, grupos de usuarios de bosques, pequeños propietarios forestales y demás partes interesadas en la forestería comunitaria. El módulo pone de relieve los aspectos fundamentales que hay que tomar en cuenta al introducir o implementar la forestería comunitaria y ofrece enlaces a herramientas y estudios pertinentes.
Información básica
¿Qué es la forestería comunitaria?
La “Forestería Comunitaria (FC)” es un término general que incluye tanto los sistemas colaborativos de gestión forestal como la forestería practicada por los pequeños productores. En las formas colaborativas, la forestería se practica sobre tierras que tienen alguna forma de tenencia comunal y requieren una acción colectiva; mientras que en la modalidad de los pequeños productores, se refiere a las actividades forestales practicadas en tierras que son de propiedad privada, por pequeños productores que manejan los bosques de forma independiente o que podrían participar en algún tipo de actividad colectiva. En la práctica, estas dos formas se expresan en los diferentes tipos de FC, de acuerdo con los derechos obtenidos por las comunidades, además de su grado de participación en la planificación, implementación y distribución de los beneficios (Cuadro 1).
La FC incluye “iniciativas, ciencias, políticas, instituciones y procesos que tienen la intención de potenciar la función de la población local en el gobierno y gestión de los recursos forestales”. Incluye también las iniciativas tradicionales y autóctonas formalizadas, además de las gubernamentales. La FC abarca las dimensiones sociales, económicas y de conservación, en una amplia gama de actividades que incluyen la gestión forestal descentralizada y transferida, las actividades forestales practicadas por los pequeños productores, las asociaciones entre empresa y comunidades, las pequeñas empresas forestales y la gestión autóctona de los sitios sagrados de importancia cultural (Fuente: adaptado de RECOFTC, 2013).
La FC ha demostrado su capacidad para lograr la conservación de los bosques y contribuir, al mismo tiempo, al desarrollo económico en general y a mejorar los medios de vida de las poblaciones locales. Su misión es empoderar a las comunidades que tienen intereses directos en los recursos forestales para que participen en la toma de decisiones sobre todos los aspectos de la gestión forestal, incluso en la formulación de políticas.
La FC se basa en el principio de que las poblaciones cuidarán mejor de las tierras que poseen, o utilizarán los recursos forestales de manera sostenible, de forma segura y a largo plazo. Los responsables gubernamentales de la toma de decisiones, los conservacionistas y los planificadores del desarrollo están cada vez más conscientes de que las poblaciones de la localidad ya son actores clave en muchas áreas forestales y de que es poco ético negarles sus derechos o tratar de excluirlos. Las poblaciones locales a menudo utilizan los bosques y dependen de ellos, y en muchos casos son administradores que han mantenido los bosques por mucho tiempo.
Tipo de forestería comunitaria | Descripción general | Características fundamentales |
FC con transferencia de algunos derechos | Conservación participativa | Determinada responsabilidad comunitaria para proteger los bosques, pero poca facultad para tomar decisiones. Muy pocos derechos (o ninguno) para las comunidades locales de acceso y uso de los productos forestales. Presión sobre el uso de los productos forestales reducida por la aplicación de enfoques integrados de desarrollo y conservación gestionados externamente, a menudo en zonas de amortiguamiento de áreas protegidas. Este tipo de FC incluye el fomento de oportunidades alternativas de subsistencia y el refuerzo de la protección a través de agentes externos o la transferencia de las funciones de protección a la población local. A veces se permite la extracción limitada de productos forestales no madereros (PFNM). Derechos indicativos:
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FC con derechos de participación conjunta
| Gestión forestal conjunta | Autoridad compartida: derechos limitados y en gran medida prescritos para la población local de acceso y uso de los productos forestales. Los productos forestales y los beneficios conexos obtenidos de los bosques bajo régimen del gobierno se comparten entre el gobierno y las comunidades locales para estimular a las comunidades a proteger los bosques. Disponibilidad ocasional de empleo en las actividades de gestión forestal. Derechos indicativos:
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FC con transferencia parcial | Forestería comunitaria con transferencia limitada | Derechos limitados para determinadas comunidades locales para manejar los bosques y de acceso y uso de los productos forestales. Autoridad y supervisión gubernamental significativas. Derechos para manejar los bosques y usar algunos productos forestales, por lo general los PFNM y productos de subsistencia, trasferidos a las comunidades locales, en general, sujetos a la elaboración de un plan de manejo. Generalmente los derechos no incluyen la venta de madera en el mercado libre, pero se puede permitir la venta de PFNM y de leña. Derechos indicativos:
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FC con transferencia total | Forestería comunitaria con transferencia sustancial o total | Derechos significativos para determinadas comunidades locales para manejar los bosques y el acceso y uso de los productos forestales. En general, alguna forma de autoridad y supervisión gubernamental. Derechos para manejar y utilizar los bosques transferidos a las comunidades locales, en general, sujetos a la elaboración de un plan de manejo. Estos derechos incluyen la extracción de madera y la venta de productos forestales en el mercado libre. Derechos indicativos:
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FC con derechos de apropiación | Propiedad forestal privada | Mayoría de derechos de acceso y uso de los productos forestales en manos de los propietarios de bosques. El gobierno puede o no ejercer autoridad sobre algunos aspectos de la gestión forestal, incluyendo la recolección y la comercialización de productos forestales. Propiedad y derechos de uso en manos de individuos, hogares, grupos o comunidades para manejar los bosques y recibir los beneficios (se incluyen las actividades forestales realizadas por los pequeños productores). Derechos indicativos:
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Fuente: FAO. 2016. Cuarenta años de forestería comunitaria: Un estudio sobre su alcance y eficacia. Estudio FAO: Montes Nº 176. Roma
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- Collaborative conflict management
- Forest management planning
- Forest tenure
- Género en el sector forestal
- Análisis y desarrollo de mercados para empresas forestales
- Enfoques y herramientas participativas en la gestión forestal sostenible
Forestería comunitaria contribuye a los ODS:
Información más detallada
Una vez que se cuenta con todas las condiciones favorables, la mayoría de las personas que viven en los bosques o sus alrededores están dispuestas a manejar esos bosques de manera sostenible. En esta sección se analizan los principios y las condiciones favorables para una FC eficaz.
Los árboles tardan mucho tiempo en crecer y alcanzar la edad apta para su aprovechamiento. Por tanto, se necesitan fuertes incentivos para que las poblaciones locales asuman la responsabilidad de proteger y manejar los bosques, además de su trabajo cotidiano. Por otro lado, si se pudiera alejarlos arbitrariamente de los bosques que manejan, o si perdieran el derecho de utilizar esos bosques de manera sostenible, las poblaciones locales con toda probabilidad no estarían preparadas a invertir enormes cantidades de tiempo y recursos en su manejo. Esto significa que una tenencia poco clara puede llevar a una rápida degradación forestal.
La sostenibilidad de la FC, por tanto, requiere que las comunidades locales gocen de derechos de tenencia seguros y a largo plazo sobre los bosques que manejan. En algunos países, los derechos de tenencia forestal están garantizados por medio de disposiciones constitucionales, o por la transferencia de su propiedad. El enfoque utilizado para asignar los derechos de tenencia seguros se puede adaptar a las condiciones locales y a los marcos jurídicos nacionales, entre otros aspectos.
La tenencia tiene un papel fundamental en lo que se refiere a la igualdad de género, y no se puede ignorar este tema dentro de la tenencia. Si bien la situación cambia de región en región, las mujeres tienden a estar en desventaja y enfrentan límites en materia de tenencia y derechos de usuarios sobre la tierra. Por lo tanto, es fundamental que las instancias decisorias y las políticas a nivel nacional y local, involucren a las mujeres desde la comunidad misma en el debate y en la formulación de las políticas.
Puede ser difícil evitar que los extractores ilegales, los cazadores y otros intrusos exploten los bosques comunitarios, sobre todo cuando es fácil acceder a dichos bosques. Es importante, por tanto, que las comunidades y los pequeños productores gocen de los derechos sobre sus bosques y que tengan la capacidad y la facultad explícitas de aplicar esos derechos, amparados por el Estado.
El derecho de exclusión puede ser aplicado hasta al Estado mismo. Es decir, que los esfuerzos de protección y manejo de la comunidad no tendrían ningún objetivo si el Estado no requiriese de la aprobación de la comunidad para emitir permisos de explotación a terceros.
Si bien el derecho de exclusión es importante para la forestería sostenible, se corre el riesgo de que, al garantizar estos derechos a una comunidad, las repercusiones signifiquen la disminución de los derechos de otros usuarios tradicionales (p.ej., los pastores nómadas). Por tanto y siempre que sea pertinente, los enfoques de FC deberían incluir disposiciones aplicables a quienes no viven permanentemente en un área y que podrían sufrir consecuencias adversas.
Las instituciones comunitarias de la localidad –que son democráticas y transparentes y gozan del respeto de los miembros de la comunidad– son el principal requisito previo para el buen funcionamiento de las formas colaborativas de FC. Las comunidades son heterogéneas y los intereses de sus miembros, además de sus expectativas en cuanto a los recursos forestales, pueden variar ampliamente según la riqueza, el poder, la clase, el género y la identidad étnica.
Los funcionarios designados de las instituciones comunitarias deben tomar muy en cuenta las preocupaciones de todos los miembros, y tomar decisiones siempre en el mejor interés de las comunidades y de sus miembros a fin de contar con su confianza y compromiso. Los hombres y las mujeres enfrentan diferentes desafíos y desempeñan diferentes funciones en sus comunidades y en la gestión forestal, por lo tanto, es necesario contar con la representación de una buena cantidad de mujeres en las juntas forestales a nivel local, regional y nacional para que estén representadas sus perspectivas. De esta forma se podrán comprender las preocupaciones de las mujeres y se podráan formular políticas y tomar decisiones equitativas en cuanto al género. Para ello se requieren esfuerzos equitativos y, en algunos casos, incluso cuotas o puestos reservados para las mujeres con el fin de equilibrar la igualdad entre hombres y mujeres. Las funciones y responsabilidades de los miembros de la comunidad y de los líderes deben ser claras para todos, y las consecuencias del incumplimiento de las normas o de los acuerdos se deben aplicar adecuadamente. Las comunidades, por su lado, podrían necesitar estipular reglamentos o directrices, por ejemplo, para definir la distribución de los beneficios generados por las empresas forestales comunitarias y para la distribución del trabajo y de otros insumos. Normas claras y bien estipuladas contribuyen a evitar conflictos.
Al estar basada en el principio de que todos los
usuarios de los bosques y sus respectivos grupos de interés deberían
participar en la planificación, implementación y monitoreo, la FC es una
excelente oportunidad para dar voz a las mujeres y demás grupos
sociales marginados. En muchos países, sin embargo, para garantizar la
participación de las mujeres y demás grupos marginados se requieren
arreglos institucionales especiales, entre otros, el acceso explícito a
la participación en las empresas, o la membresía preferencial en los
comités ejecutivos de los grupos de usuarios de bosques. Si no existen
estas medidas proactivas, las mujeres y demás grupos marginados
probablemente enfrentarían barreras que obstaculicen su plena
participación en la toma de decisiones, los beneficios se podrían
distribuir de manera desigual y se podría dejar a un lado las
preocupaciones específicas (p.ej., las limitaciones de tiempo, o la
exigencia de alimentos de fácil acceso y de árboles forrajeros) de las
mujeres y demás grupos marginados. Se debería aplicar un enfoque de
género para la sensibilización, la planificación y la implementación de
la FC.
En aquellos países que excluyen tradicionalmente a las mujeres de las empresas forestales formales, la agrupación de éstas en asociaciones podría ser un mecanismo eficaz para aumentar su acceso a los mercados, capacitación y crédito, además de su poder en las negociaciones.
El proceso de participación en la FC debería empoderar a los miembros de la comunidad y a los pequeños productores para que puedan delimitar sus bosques comunitarios, evaluar las condiciones del bosque, los recursos y las opciones de desarrollo, planificar e implementar las actividades de gestión, crear empresas de FC, compartir los beneficios y monitorear y evaluar sus logros. Hay muchas formas de organizar la FC a escala local pero, en general, las formas colaborativas de FC engloban una membresía con derechos iguales y con una estructura democrática de toma de decisiones (p.ej., una asamblea general de la comunidad).
Participar significa no sólo la asistencia de los miembros de la comunidad a las reuniones y su colaboración en las actividades. Significa, también, que los miembros tomen parte en el proceso de diálogo, interacción, pensamientos críticos y cuestionamientos que, en su conjunto, llevan a la solución de los problemas y a la toma de decisiones.
Esto es especialmente cierto cuando se trata de la participación de las mujeres. A pesar de su valioso conocimiento, a menudo están excluidas de los foros de alto nivel y del diálogo político. Esto conlleva a una pérdida de valiosa experiencia. Por lo tanto, se recomienda la participación equitativa de hombres y mujeres en la FC.
La participación activa de toda la población que tiene intereses en la FC es fundamental en todas sus fases. La desatención de las preocupaciones de un grupo específico de actores puede llevar rápidamente a conflictos y, en última instancia al fracaso de la FC. Por ello, es fundamental una estrategia eficaz de comunicación que utilice canales locales de comunicación apropiados y bien definidos, para facilitar el intercambio de información y experiencias entre los miembros de la comunidad, los pequeños productores y demás partes interesadas, además de garantizarles una participación activa. Se debe garantizar con mucho cuidado que la información sea pertinente y que se divulgue en formas accesibles y sencillas para que todos los socios la comprendan.
Si desea ulterior información sobre la participación, sírvase consultar el módulo sobre Enfoques y herramientas participativas en la gestión forestal sostenible.
En la formas colaborativas de FC, los mismos miembros de la comunidad realizan análisis, planificaciones, manejo y toma de decisiones. Conocen sus bosques y tierras, sus exigencias y capacidades personales y, por tanto, son los actores más indicados para decidir sus propios enfoques de gestión. Sin embargo, este proceso podría necesitar la facilitación profesional que ayude a las comunidades a organizarse de forma democrática y estructurada a fin de permitir la plena participación en la toma de decisiones y de adquirir las habilidades metodológicas y técnicas necesarias para la gestión sostenible de los recursos forestales.
En muchos casos, un enfoque gradual de FC sería más eficaz. Un proceso gradual contribuye a crear confianza, autoestima y sentido de apropiación entre las diversas partes interesadas. Además, permite a los administradores, implementadores, comunidades y pequeños productores, obtener la capacidad que necesitan para realizar sus nuevas tareas de forma satisfactoria.
En la medida en que sus actividades cambian de la función política a la función de facilitación, las instituciones forestales estatales necesitan desarrollar nuevas capacidades y garantizar a su personal la habilidad y los conocimientos necesarios para brindar apoyo sobre la FC a las comunidades y a los pequeños productores; esto también se aplica a los proveedores de servicios del sector privado, de la sociedad civil y del ámbito académico y de la investigación. Entre las competencias y capacidades necesarias se incluyen: gestión de conflictos, técnicas participativas, planificación operativa, facilitación de las reuniones, análisis y acceso al mercado, monitoreo y evaluación participativos y gestión del tiempo.
Al planificar las actividades de creación de capacidad se deben tomar en cuenta dos elementos importantes: en primer lugar, las mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades que los hombres para dotarse de las habilidades y conocimientos necesarios sin encontrar obstáculos; en segundo lugar, los programas de creación de capacidad deben ser sensibles al género y abordar las preocupaciones de hombres y mujeres con la misma atención.
En particular, cuando hay escasez de tierras, o la población rural es demasiado pobre, los derechos de exclusión por sí solos podrían ser insuficientes para la sostenibilidad de la FC. Es necesario, para que sea factible a largo plazo, que la FC contribuya enormemente a los medios de vida, generando ingresos económicos y ofreciendo beneficios sociales a las personas y a las comunidades de la localidad. Los ingresos netos producidos por las empresas forestales de la comunidad deben igualar o superar los ingresos que ya producen las prácticas destructivas existentes.
Varias condiciones (que se analizan abajo) pueden favorecer u obstaculizar la generación de ingresos económicos derivados de la FC.
Recursos naturales
Los bosques manejados por una comunidad o por los pequeños productores pueden contribuir enormemente a los medios de vida y a generar ingresos económicos si producen suficientes productos y servicios de manera sostenible (p.ej., leña, madera, PFNM y secuestro de carbono). Por tanto, se debe examinar con mucha atención la dotación de recursos de un bosque al determinar los confines de las áreas forestales comunitarias. Los bosques que han sido devastados por incendios, o degradados por prácticas de tala insostenibles, o que carecen de recursos aprovechables, no podrán generar un rendimiento suficiente a corto y medio plazo.
En aquellos casos donde se está implementando la FC en áreas protegidas, se deberían explorar medios no extractivos para generar beneficios económicos –por ejemplo, el turismo ecológico y los pagos directos por la conservación, o por el secuestro del carbono– que podrían aplicarse también a los bosques sujetos al aprovechamiento sostenible.
El secuestro de carbono podría atraer pagos financieros en virtud de los esquemas de REDD+. Sin embargo, se corre el riesgo de que las élites saquen ventajas de REDD+ –en perjuicio de las personas más pobres que dependen de los bosques y sus medios de vida– por ejemplo, explotando las tenencias de tierra poco claras, el aumento del valor de las tierras debido a REDD+ y con requisitos de legalidad que favorezcan a las grandes empresas y no a las pequeñas y medianas empresas forestales.
Marco reglamentario
Un marco reglamentario abarca los arreglos formales –entre otros, políticas, leyes, normas y reglamentos de aplicación de dichas leyes, además de las directrices operativas– que definen la forma y el propósito del uso de los bosques y designan a las personas que tienen mandato para desarrollar determinadas funciones. En muchos países, los marcos reglamentarios carecen de estos componentes (como las políticas formales) o se basan en decretos gubernamentales carentes de reglamentos de aplicación para definir su aplicabilidad. En general, cuanto más completo es el marco reglamentario, menos lugar habrá para la facultad discrecional de la administración pública y mayor será el potencial para la apertura, la transparencia y la certidumbre.
Espíritu empresarial y capacidad humana
Los factores que obstaculizan el desarrollo de empresas forestales comunitarias pueden incluir, entre otros, la falta de acceso al mercado, la falta de comprensión en las comunidades del potencial de generación de ingresos de las empresas que utilizan los árboles y los bosques, además de la competencia entre poderosos intereses económicos. Se podrían necesitar intervenciones para aumentar la sensibilización de la comunidad sobre el valor comercial potencial de los productos y servicios forestales y para consolidar las capacidades empresariales y financieras por medio de la capacitación y el acceso a los servicios de extensión. Se debería conferir competencias a las comunidades y los pequeños productores para que diseñen y desarrollen sus propias empresas según sus necesidades, intereses y recursos, de tal forma que garanticen su apropiación del proceso y su sostenibilidad.
Las condiciones propicias para el desarrollo de las empresas de FC podrían incluir, entre otras, la exención fiscal durante la fase inicial, la simplificación del acceso al capital financiero o a programas gubernamentales de financiación, procesos sencillos de registro y el acceso a infraestructuras para trasladar, almacenar y comercializar los productos.
Acceso al financiamiento y al mercado
La disponibilidad de recursos financieros es fundamental para que las comunidades inviertan en la gestión forestal, la creación de capacidad y el establecimiento y las operaciones de las empresas forestales comunitarias. Los vínculos con las fuentes de microfinanciación, y la creación de grupos de ahorro y crédito para las microempresas, podrían ser formas útiles para sufragar los gastos operativos iniciales.
La CF tendrá mayor éxito si los productores tienen buen acceso a mercados confiables y justos para sus productos y servicios forestales. El suministro de información de mercado oportuna y precisa puede ayudar a las poblaciones de la localidad a crear empresas forestales capaces de generar beneficios sostenibles. Los tratamientos que agregan valor pueden aumentar la comerciabilidad y los beneficios de los productos, incluso en mercados lejanos. En fin, una base de datos nacional sobre las empresas y productos forestales podría apoyar el desarrollo de las empresas forestales comunitarias.
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Web links
Community-based forestry website. Last accessed 30.06.2025.
Iniciador(es): Equipo de Silvicultura Social
Colaborador(es): Cesar Sabogal - FAO, Departamento Forestal
Revisor(es): Peter Cronkleton - CIFOR; Tropenbos International
Este módulo se revisó en 2017 para fortalecer las consideraciones de género.
Iniciador(es): Equipo de Género en Silvicultura
Revisor(es): Dominique Reeb - FAO, Departamento Forestal