Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

16 de octubre de 2023

Día Mundial de la Alimentación

Nadia Selmi

“Creo en el poder de las mujeres. La granja de algas está dirigida por mujeres y las mujeres representan entre el 80 y el 90 % de todo el personal en los departamentos de administración, laboratorios e investigación”.
05/12/2022

Túnez 

Para la mayoría de las personas, la palabra "ingeniero" no evoca inmediatamente imágenes de alimentos, y aún menos personas pensarán en algas. Y sin embargo ese es exactamente el nicho en el que Nadia Selmi es pionera en los nuevos usos para un recurso marino que a menudo se pasa por alto. 

En la actualidad, es la directora comercial de SELT Marine, una empresa tunecina de algas marinas que emplea a más de 100 mujeres en la producción de algas en polvo nutritivas que se pueden convertir en gelatina vegetal para productos lácteos, dulces y veganos. 

“Creo en el poder de las mujeres”, dice Nadia. “La granja de algas está dirigida por mujeres, y las mujeres representan entre el 80 y el 90 % de todo el personal en los departamentos de administración, laboratorios e investigación”. 

Muchas de las mujeres que trabajan en la granja de algas provienen de comunidades rurales vulnerables y han encontrado un nuevo tipo de trabajo en el sector de los cultivos. 

Y el potencial que tiene el sector para la seguridad alimentaria y la transformación de los sistemas alimentarios es significativo. Utilizando solo el 0,03 % de la superficie de nuestros océanos, las algas marinas podrían sumar hasta el 10 % del suministro de alimentos mundial. El aspecto más importante es que las algas tienden a ser ricas en vitaminas y fibras, y bajas en calorías, lo que las convierte en una excelente contribución a una dieta saludable. 

Más allá de la industria alimentaria, el polvo de algas ya se utiliza en muchos productos farmacéuticos y cosméticos. Y más recientemente se está transformando en botellas y bolsas biodegradables. 

Pero esa no es la única manera en la que las algas marinas pueden contribuir a un mejor medio ambiente. 

Cada vez más, los científicos y los encargados de formular políticas también ven su potencial como una "solución basada en la naturaleza" para mitigar el cambio climático y apoyar los servicios ecosistémicos. Por ejemplo, si la producción de algas marinas sigue creciendo al ritmo actual, podría absorber 135 millones de toneladas de dióxido de carbono anual en 2050 y el 30 % de todo el nitrógeno que se introduce en los océanos debido a la contaminación terrestre. 

Nadia, que comenzó como investigadora en el laboratorio de la empresa, ahora defiende el consumo de algas marinas tunecinas mediante la creación de asociaciones con empresas de todo el mundo y el trabajo con instituciones de investigación para obtener aún más beneficios de las verduras acuáticas.

La FAO apoya a los innovadores como Nadia a través de su Comisión General de Pesca del Mediterráneo, que promueve la acuicultura de algas como una forma de impulsar el crecimiento sostenible, la conservación marina y los medios de subsistencia en el Mediterráneo y el Mar Negro.