Día mundial del suelo, 5 de diciembre

NUESTRAS ACCIONES SON NUESTRO FUTURO

Hoy en día, la contaminación es una preocupación, y el suelo también se ve afectado. La contaminación del suelo es un peligro oculto que se esconde bajo nuestros pies.

1/3 de nuestros suelos globales ya están degradados. Sin embargo, corremos el riesgo de perder más debido a este peligro oculto. La contaminación del suelo puede ser invisible y parece estar muy lejos, pero afecta a todo el mundo, en todas partes. Con una población en aumento que se espera que alcance los 9.000 millones de personas en 2050, la contaminación del suelo es un problema mundial que degrada nuestros suelos, envenena los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos. La entidad del problema es todavía desconocida, ya que no se dispone de ciertos datos a escala mundial.

Los suelos tienen un gran potencial para filtrar y amortiguar los contaminantes, degradando y atenuando los efectos negativos de los contaminantes, pero esta capacidad es finita. La mayoría de los contaminantes proceden de actividades humanas, como las prácticas agrícolas no sostenibles, las actividades industriales y la minería, los residuos urbanos no tratados y otras prácticas no respetuosas con el medio ambiente. A medida que la tecnología evoluciona, los científicos son capaces de identificar los contaminantes no detectados anteriormente, pero al mismo tiempo estas mejoras tecnológicas conducen a la liberación de nuevos contaminantes en el medio ambiente. En la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2, 3, 12 y 15 tienen metas que recomiendan la consideración directa de los recursos del suelo, especialmente la contaminación y degradación del suelo en relación con la seguridad alimentaria.

Es hora de descubrir esta realidad amenazante. Combatir la contaminación del suelo requiere que unamos nuestras fuerzas y convirtamos la determinación en acción. Ser la solución a la contaminación del suelo.