Este documento está destinado principalmente a quienes se ocupan del desarrollo de las pesquerias en pequeña escala y tiene por objeto facilitarles la planificación de las instalaciones de recogida y comercialización del pescado. Trata especificamente de la identificación, la planificación y los diseños y servicios básicos necesarios para crear una infraestructura para la recogida, manipulación y comercialización del pescado.
El documento está orientado a los problemas que se observan en los paises en desarrollo y se centra en la planificación funcional de las instalaciones para la recogida y comercialización del pescado, los requisitos para la introducción de sistemas de comercialización mejores y más eficaces y la reducción de las pérdidas posteriores a la captura y de los costos de comercialización.
Para los fines de este estudio, la definición de pesca en pequeña escala es la de la Consulta de Expertos de la FAO sobre el desarrollo de la pesca en pequeña escala (Roma, 1975), a saber, una actividad de alto coeficiente laboral y realizada por pescadores artesanales, cuyo nivel de ingresos, mecanización, volumen de producción, amplitud de pesca, influencia política, salidas comerciales, movilidad ocupacional y social y dependencia financiera los mantiene subordinados a las decisiones económicas y las limitaciones operativas que les imponen quienes compran su producción.
En la actualidad está ampliamente aceptado que en la mayoria de los países en desarrollo las pesquerias en pequeña escala desempeñan una función importante como una de las fuentes principales de proteinas animales y como fuente de empleo. Se estima que en esos paises existen entre 20 y 30 millones de pescadores artesanales, a los que hay que añadir sus familias, los comerciantes de pescado y una gran cantidad de personas empleadas en actividades afines, cuya subsistencia depende de la pesca en pequeña escala.
A pesar de la enorme importancia socioeconómica de la pesca artesanal en esos países (Emerson, 1980) y de que ésta representa casi la mitad de la captura mundial de pescado para consumo humano directo, sólo en los últimos años las organizaciones nacionales e internacionales han empezado a mostrar más interés por ese sector (Diegues, 1983).
Casi todas las pesquerías en pequeña escala se hallan en zonas rurales, en lagos, estuarios, lagunas y áreas costeras. Se caracterizan por su alto coeficiente de mano de obra y porque son explotadas por pescadores artesanales con niveles de ingreso bajos, pero que pueden complementarse con otras actividades ajenas a la pesca realizadas por miembros de la familia. La mecanización es más bien escasa, la captura por embarcación y la productividad por pescador bajas, la amplitud de la pesca reducida, la influencia politica insignificante, la captura se vende en desembarcaderos diseminados y a menudo en función de las fluctuaciones estacionales; los pescadores artesanales suelen carecer de poder comercial y sus alternativas de empleo son restringidas.
Entre las principales caracteristicas de estas comunidades tradicionales de pescadores cabe mencionar la importancia de la forma de organización orientada a la familia, así como la participación de los miembros de la familia en actividades relacionadas con la pesca: la mayoría de las mujeres trabajan activamente en la clasificación, elaboración y comercialización de la captura, y los niños en el remiendo de las redes y la elaboración del pescado, además de ayudar en los desembarques y en la venta al por menor.
Las condiciones de vida de las comunidades pesqueras tradicionales son generalmente malas. A menudo viven hacinadas en casas miserables (por ejemplo, chabolas con techo de paja), expuestas frecuentemente a condiciones climáticas extremas (ciclones, inundaciones). Los servicios de salud, el abastecimiento de agua potable, las carreteras y el servicio de transporte a las ciudades comerciales de los alrededores son insuficientes o simplemente no existen.
El nivel de ingresos de la mayoría de las comunidades pesqueras es inferior al de muchos otros grupos que trabajan en el sector rural y, en muchos casos, está por debajo de la línea de pobreza. Dentro de la comunidad, la estructura de ingresos varia según los patrones de propiedad y la participación de la familia en actividades relacionadas con la pesca.
Debido al carácter estacional de la pesca, los ingresos de los pescadores son irregulares, lo que suele impedir el ahorro y conducir al endeudamiento.
En la mayoria de las comunidades pesqueras artesanales de los países en desarrollo, lo que caracteriza al sistema tradicional de comercialización del pescado es que los pescadores desembarcan sus capturas en playas diseminadas, normalmente en pequeñas cantidades. Tienen escaso poder de negociación en los mercados, siendo los comerciantes de pescado los que financian casi todas las actividades de comercialización y los que actúan también como fuente de crédito no oficial, proporcionando el dinero en efectivo necesario para satisfacer las necesidades de las familias de los pescadores, especialmente durante los largos periodos en que las capturas y los ingresos son limitados. Esta situación puede crear una fuerte interdependencia entre los comerciantes y los pescadores, que influye en las decisiones de mercado respecto de estos últimos. Las relaciones comerciales entre unos y otros tienden a ser duraderas, pues proporcionan una salida segura a los productos de los pescadores y constituyen una fuente de suministro constante para los comerciantes. Los vínculos entre comerciantes y pescadores deberán evaluarse cuidadosamente a la hora de pensar en nuevas estrategias de comercialización, teniendo en cuenta las condiciones socioeconómicas en dosamente a la hora de pensar en nuevas estrategias de comercializació teniendo en cuenta las condiciones socioeconómicas en las que funciona el sistema tradicional de comercialización.
Los pescadores artesanales de los países en desarrollo tropiezan con varias limitaciones en lo que respecta a disponibilidad de recursos, embarcaciones, artes y técnicas de pesca, infraestructura para el desembarque y la comercialización, acceso a los servicios de crédito y de extensión, además de otros obstáculos de tipo organizativo. En este estudio, sin embargo, se tratarán principalmente las necesidades de infraestructura para el desembarque y la comercialización en las pesquerías en pequeña escala. En el sistema tradicional de comercialización del pescado se observan varias limitaciones:
como el pescado es un producto muy perecedero, es normal que las pérdidas posteriores a la captura sean cuantiosas, debido a la falta de una adecuada manipulación a bordo y de instalaciones idóneas en tierra para la manipulación, recogida, comercialización, almacenamiento y distribución del pescado, así como a deficiencias en las prácticas de comercialización;
las comunidades pesqueras se encuentran a veces en zonas remotas, a gran distancia de los mercados. Por consiguiente, las capturas tienen que recogerse de aldea en aldea para conseguir una cantidad suficientemente grande que justifique los costos de transporte a los mercados;
las malas comunicaciones dificultan la creación de sistemas eficaces de recogida y distribución, debido a los problemas para establecer sistemas adecuados de información sobre el comercio de pescado;
una intervención y unos planes de asistencia gubernamentales insuficientes o mal orientados, debido, por ejemplo, al desconocimiento de las condiciones socioeconómicas que prevalecen en las pequeñas pesquerías; el establecimiento de costosas organizaciones o de grandes instalaciones que se aprovechan poco; y políticas de precios inadecuadas.
