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1. INTRODUCCION

En los últimos años ha aumentado considerablemente el interés por los métodos basados en la talla para evaluar las poblaciones de peces. Este auge ha sido impulsado por al menos tres factores: los crecientes problemas que plantea la aplicación de los más conocidos métodos basados en la edad (especialmente en las zonas tropicales, donde los peces no llevan partidas de nacimiento fáciles de descifrar en sus escamas u otolitos); el desarrollo de métodos mejorados para analizar los datos de talla; y la mayor disponibilidad de computadoras, en particular de microcomputadoras de mesa, que ponen al alcance de todos la capacidad de cómputo necesaria para poder aprovechar algunos de los nuevos métodos.

Este interés dio origen a una reunión organizada por el Centro internacional para la ordenación de los recursos acuáticos vivos (ICLARM) y el Instituto de Kuwait para la Investigación Científica (KISR) en Mazara del Vallo, Sicilia, en febrero de 1985, en la que participaron muchas de las personas que trabajan en los métodos basados en la talla. En el informe de la reunión (Pauly y Morgan, 1987) quedaron consignados muchos de los métodos en uso, algunos de los cuales sólo habían aparecido, hasta entonces, en la literatura no convencional.

Del informe de la reunión se desprende claramente que los métodos basados en la talla ya han alcanzado la mayoría de edad y representan un valiosísimo conjunto de instrumentos para la evaluación de poblaciones. No deben considerarse inferiores a los métodos basados en la edad. La mayoría de las técnicas que utilizan la talla presentan una estrecha correspondencia con otras análogas que se basan en la edad. Parten de los mismos supuestos acerca del comportamiento de las poblaciones ícticas, y dependen en igual medida de la validez de tales supuestos. Los métodos basados en la talla tienen la desventaja operativa de que utilizan una escala temporal difícil, ya que el tamaño de un pez puede estar más íntimamente relacionado con aspectos como las necesidades de alimento o la depredación que con su edad. Con el reconocimiento de la utilidad de las técnicas basadas en la talla, ha surgido también la necesidad de cierta orientación general sobre su utilización.

De hecho, la información que se necesita es de dos tipos. Por una parte, se requiere asesoramiento técnico acerca de la aplicación de los distintos métodos. Este aspecto está ya ampliamente cubierto en el manual publicado recientemente por la FAO (Sparre et al., 1989), que se basa en gran medida en la experiencia adquirida en diversos cursos de capacitación FAO/DANIDA. Lo otro que hace falta es un panorama más general de las distintas técnicas, que proporcione cierta orientación sobre los métodos que conviene utilizar. El presente informe, que se propone colmar esta laguna, se divide en cuatro partes.

La primera versa sobre la recolección de datos. Una de las principales ventajas de los métodos basados en la talla es que los datos son fáciles de obtener. Todo lo que hay que hacer es ir al desembarcadero de pescado con un tablero medidor, lápiz y papel; uno de los objetivos importantes de esta sección es incentivar a que se tomen más muestras y a que se reúnan datos de un conjunto de muestras lo más variado posible, en cuanto a clases de artes, zonas de captura y períodos del añc. Para aumentar la eficiencia de esta labor, se imparten orientaciones acerca del diseño de muestras y de los métodos de registro y compilación.

La segunda sección se ocupa del meollo de los métodos basados en la talla, a saber, de las distintas técnicas utilizadas para estimar los parámetros vitales de la dinámica de las poblaciones ícticas - las tasas de crecimiento y mortalidad y las pautas de selección y reclutamiento. Se describen todos los principales métodos, con sus ventajas e inconvenientes, acompañados en general de suficiente información para que el lector pueda aplicarlos. Sin embargo, para ahorrar espacio, cuando se trata de métodos complejos que ya están descritos en otras publicaciones y, en particular, cuando es posible acceder a programas de computadora para utilizarlos, las descripciones son someras. Este es el caso, en especial, de la serie de programas ELEFAN, que gracias a la ayuda del ICLARM están ahora al alcance de los científicos de países en desarrollo.

La tercera sección trata del trabajo de evaluación propiamente dicho, es decir, de la combinación de esos parámetros estimados con otra información pertinente (sobre todo datos estadísticos del sector pesquero) a fin de determinar el estado de explotación de la pesquería -si la población está intensamente explotada o no- y prestar asesoramiento a las autoridades pesqueras sobre el potencial de expansión o la necesidad de ordenación. También se describe cómo evaluar el impacto de las posibles medidas de ordenación -por ejemplo de los aumentos de la talla en la primera captura-, que en algunos casos se pueden manejar particularmente bien con métodos basados en la talla.

Por último, se dan consejos sobre los métodos que pueden resultar más útiles en distintas circunstancias. Las técnicas no tienen la misma utilidad en todas las pesquerías, y es probable que para una determinada población sólo algunos (o, en el peor de los casos, ninguno) de los métodos den buenos resultados. Esto dependerá de los patrones de crecimiento y reclutamiento, del lapso vital de la especie y de la selectividad de la pesca. Las pesquerías se pueden dividir en diferentes clases, y unas pocas muestras de tallas indicarán a qué clase pertenece una determinada pesquería y, por tanto, cuáles métodos se pueden utilizar. En esta última sección se hace hincapié también en la necesidad, sea cual sea el método que se utilice, de examinar la fiabilidad y precisión de las estimaciones obtenidas, así como la sensibilidad de los resultados a los supuestos de los que se partió y a los valores de los datos introducidos.


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