Página precedente Indice Página siguiente


La industria orgánica a fines de siglo


No existen datos oficiales sobre la producción, consumo, comercio o precios de los productos orgánicos. Los organismos nacionales de estadísticas tienden a ver a la producción orgánica y como un hecho poco importante y no elaboran estudios especializados. Las mejores estimaciones sobre el estado de la agricultura orgánica se refieren al uso de la tierra y a las ventas minoristas. En cuanto a la producción, los organismos de certificación recogen datos en el nivel de las granjas, pero por razones de confidencialidad muchas veces son renuentes a divulgarlos.

Las ventas orgánicas representan una pequeña porción de las ventas globales de alimentos y bebidas, entre el 1 y 2 por ciento, pero constituyen un mercado en aumento que parece ser mucho más que una moda pasajera.

Parte de la producción de las granjas orgánicas certificadas se vende como producto convencional por falta de mercado, lo que complica aún más la recopilación de datos. Por ejemplo, en Australia, aproximadamente un tercio de los cultivos y animales de cría que se producen orgánicamente se vende en el mercado convencional[127]. Algunos de esos productos orgánicos australianos se llegan a venden en un 90 por ciento en el mercado convencional, como por ejemplo las carnes. Además, algunos agricultores que cultivan orgánicamente ni siquiera se molestan en obtener una certificación. Hay lugares (por ejemplo, Suecia) donde los sistemas de cultivo reciben subsidios para implementar técnicas orgánicas, pero los productos resultantes no están certificados como productos orgánicos. Por último, algunas tierras pueden clasificarse como orgánicas a partir de determinado año, aunque no haya habido grandes cambios en cuanto a los métodos de manejo. Sin embargo, se dispone de algunas estimaciones, en general aportados por los organismos de certificación.


[127] Wynen, 2002.

Página precedente Inicìo de página Página siguiente