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Comisión I. Los silvicultores

Presidente:
M.E. CLICHEROUX (Bélgica)

Vicepresidentes:
O. MBURU (Kenia)
W. G. BARRET (Argentina)
P. HARDJOSENTONO (Indonesia)

Relator:
W. KAUMAN (Australia)

Nota de la Secretaría

Moderador:
R. CATINOT (Francia)

Secretarios técnicos:
O. FUGALLI (FAO)
A. E. ALONZO (Argentina)

Pasó la época en que los forestales podían justamente quejarse de ser ignorados por el público. Finalmente' por una inversión completamente natural de las tendencias, el hombre moderno, con sus necesidades y medios de evasión, ha dirigido su atención hacia el bosque, al que considera cada vez más como su dominio, su lugar de esparcimiento y de descanso y, con la misma prisa que caracteriza su vida, ha tomado posesión de él con las ideas entusiastas y preconcebidas del neófito. Por primera vez en la historia, el forestal se ve sumamente confrontado con el público que, en cierto modo, es su nuevo patrón, a menudo ignoro y a veces agresivo y, si el forestal no reacciona a tiempo, es a éste a quien deberá dar explicaciones acerca de lo que es un bosque y de su ordenación. El público, en general, sigue ignorando lo que es la producción forestal, considerando el bosque sobre todo un parque para esparcimiento; ignora que el Estado, como propietario, impone a los forestales obligaciones de rendimiento económico y financiero siempre crecientes que los colocan ante un dilema: ¿debe optarse por la producción o por el esparcimiento?

Este dilema está enunciado en forma más o menos clara en todos los documentos de esta comisión. Es el reconocimiento del hombre discreto y modesto que ha sido siempre el forestal, que de repente se encuentra con mayores responsabilidades, pero tan delicadas que parecen a primera vista inconciliables. ¿No es a la vez demasiado honor y demasiada desventura? ¿Podrá imponerse rápidamente antes de que las autoridades o servicios nuevos restrinjan sus actividades o le retiren parte de sus prerrogativas a él que, en general, nada ignora de los problemas que pueden surgir y de sus posibles soluciones?

Esta es, por consiguiente, la cuestión primordial que se plantea y que debería influir en muchos de los debates de este congreso: afirmarse o desaparecer.

La Comisión de los Silvicultores ha tratado, contrariamente a los precedentes congresos, de reunir en una síntesis única todos los problemas que se plantean actualmente en lo que respecta al cultivo y la ordenación del bosque. Esta fórmula seductora a priori acarrea ciertos apremios de organización dada la variedad y cantidad de cuestiones que surgen a este respecto a nivel mundial. En esta síntesis se ha tenido que sacrificar sobre todo la presentación, por lo que se pide disculpa a los autores.

1. Las consecuencias para la silvicultura de los cambios en la demanda relacionada con los bosques y la forestería

Los forestales han sido juzgados por observadores ajenos demasiado a menudo como seres fuera de la época, que no tenían en cuenta el paso fugaz del tiempo, pues deben considerar que el futuro que verá concretarse sus proyectos no está tan distante del presente; en realidad, éste fue el comportamiento en los últimos decenios, pero desde hace algunos años ha sido profundamente modificado, y el concepto tradicional, que incitaba a producir una variedad de maderas de muy alta calidad sin preocuparse demasiado de los precios de costo ni del tiempo necesario, ha reemplazado cada vez más el concepto de rentabilidad. Una consecuencia inmediata es la necesidad de seguir los cambios de la demanda; como los forestales deben ante todo vender su producción a un precio remunerativo, tendrán que vigilar las tendencias del consumo y, de ser posible, preverlas. En efecto, han debido tomar conciencia de que, aferrándose a las calidades tradicionales que dieron renombre a la madera, corrían el riesgo de hacerle perder progresivamente, en provecho de otros materiales, el lugar adquirido a lo largo de los siglos. Y por ello, durante los últimos decenios, el forestal intenta producir lo más barato posible las especies de crecimiento rápido, cuya madera liviana se adapta perfectamente a las exigencias de las industrias forestales modernas que la utilizan, sobre todo en forma de virutas o fibras (pasta de papel, tableros). Los programas de plantación nacional demuestran la creciente importancia que adquiere esta disciplina en la planificación forestal de muchos países, debido a que las necesidades de nuestra sociedad de consumo tienden cada vez más hacia materiales de corta duración relativamente, pero a bajo precio.

Por otra parte, la vida agitada y aislada que impone la sociedad moderna lleva al hombre cada vez más a buscar la evasión y a encontrar en la naturaleza y los grandes espacios el equilibrio de la vida que está en peligro de perder. Al igual que el mar y la montaña, el bosque ejerce sobre el hombre una atracción muy fuerte por sus paisajes serenos, su aire puro, la caza. Y, de repente, el forestal, que era uno de los pocos privilegiados en haber podido hasta entonces admirar esas maravillas, se encuentra sobre el podio, bien a la vista del público, que a la vez lo critica y lo admira, investido de responsabilidades nuevas e importantes en ese nuevo mito que ha sido bautizado con el nombre de «medio ambiente».

Estas dos tendencias nuevas de la demanda han sido analizadas, con capacidad y cuidado, por varios autores desde el punto de vista de sus consecuencias sobre la silvicultura. Kühl pasa revista en forma muy completa a las implicaciones silvícolas del aumento de la demanda de madera y, especialmente, de la demanda de la industria de pasta y papel: planificación a nivel regional, elección de tierras apropiadas, mecanización, enlace con la investigación, formación de personal, financiación especial, terrenos éstos a los que el forestal público o privado debe aportar sus esfuerzos.

Carneiro establece, por su parte, un buen cuadro de las implicaciones a nivel mundial de las nuevas demandas a que debe hacer frente el silvicultor. Sus estimaciones permiten un enfoque cuantitativo de nuevos problemas, tales como la lucha contra el ruido y las superficies mínimas de espacio verde en zonas urbanas. Aconseja adoptar una posición enérgica contra la tendencia insidiosa, pero permanente, de aclareo progresivo de más montes bajo los más variados pretextos.

Para Zobel, los grandes países productores de macera tradicionales sólo verán aumentar escasamente su producción en lo sucesivo debido a las crecientes restricciones impuestas por das distancias del transporte y por el medio ambiente. Ha llegado la era de los países tropicales, porque pueden producir muy rápidamente das maderas para pasta cuya demanda se irá acrecentando en forma pronunciada; pero hay que resistir a la tentación de la excesiva facilidad de producir maderas demasiado jóvenes, aunque su rendimiento tecnológico es deficiente, de desatender los estudios ecológicos antes de introducir nuevas especies, o de hacer proyectos demasiado restringidos.

Partiendo de las observaciones efectuadas en Francia y en Europa, Croisé considera que, ante el aumento de la demanda de maderas industriales y la escasez de la mano de obra forestal, la silvicultura debe mejorar sus rendimientos y crear nuevos bosques, mecanizar al máximo los viveros, las plantaciones y la explotación maderera (cuyo coste podría ser considerablemente disminuido si se dividiera el bosque previamente en compartimientos por trochas que permitieran el paso de las máquinas), y, finalmente, las claras deben efectuarse únicamente en las plantaciones destinadas a producir maderas de alta calidad. Esta interesante teoría de dividir el bosque en compartimientos merece algunas precisiones, pues parece relacionarse tanto con la investigación como con la puesta en práctica.

Refiriéndose a los problemas que plantea la demanda derivada del medio ambiente, de la recreación y de la caza, Pruvost analiza las restricciones que imponen a la silvicultura a la que, por otra parte, se exige un aumento de producción de madera; pasando revista a las principales situaciones que pueden presentarse, propone soluciones que, en general, constituyen una transacción entre las distintas tendencias antagónicas y arguye que' partiendo de los métodos tradicionales de la silvicultura, es posible responder a esos imperativos contradictorios (que el silvicultor ya conoce, si bien no ha debido tenerlos en cuenta en la misma medida que actualmente). Por lo tanto no se trataría de volver a discutir la viejas atribuciones y nuevas responsabilidades del forestal.

Sir Henry Beresford-Peirse llegó a esta misma conclusión considerando que, pese a las restricciones que comporta el aprovechamiento múltiple del bosque, el potencial forestal mundial podría fácilmente hacer frente al incremento de la demanda de madera y que, sin perjuicio de rodearse de otros especialistas, el silvicultor debería ocupar, más que nunca, un lugar en primer plano.

Por último, Akiyama estudia las implicaciones para el Japón del aprovechamiento múltiple del bosque, a propósito del cual recuerda la famosa definición «el mejor regalo para la humanidad». En efecto, éste parece ser uno de los únicos puntos sobre el cual los hombres - sobre todo los que habitan en las ciudades - pueden ponerse de acuerdo y es de esperar que los forestales den prueba de la imaginación necesaria para sacar de esta fórmula todo el partido posible.

2. Mejoramiento del rendimiento de las poblaciones forestales artificiales de crecimiento rápido

La creación de los bosques artificiales de crecimiento rápido responde a un triple objetivo: satisfacer las necesidades crecientes de maderas industriales ya mencionadas; fabricar maderas de construcción o de rollizos en zonas en que resulta difícil la regeneración natural de las especies locales; repoblar los rodales desnudos o que no convienen al bosque, como ocurre en las zonas áridas. Los problemas que se plantean a este respecto pueden agruparse bajo dos categorías:

ELECCIÓN DE LAS ESPECIES Y DE LOS RODALES

En lo sucesivo esto dependerá de los precisos y crecientes conocimientos de los hechos, cuya gama describe Karschon: investigaciones ecofisiológicas tanto en fitotrones como en otros ensayos, tales como los de transpiración, resistencia al frío y a la sequía, etc., realizados in situ, ensayos en viveros forestales, ensayos repetidos de eliminación de especies y de procedencia, ensayos de crecimiento, plantaciones experimentales. Para las zonas áridas, que él conoce especialmente, recomienda basar la elección de los rodales en estudios previos del contenido de agua en el suelo, que pueden llegar algún día hasta el empleo de fotografías aéreas infrarrojas, pero, por el momento, deben tener en cuenta sobre todo la vegetación natural. Insiste en que es indispensable un laboreo profundo y regular del suelo durante la plantación y después de ella.

Con Iyamabo se penetra en las zonas ecológicas menos húmedas de la región del Sudán y Guinea en Africa. Si la preocupación de basar la elección de las especies en estudios ecológicos se mantiene como hasta el presente, en cambio, el estudio de los rodales no necesita ser tan completo en esas regiones, dado que el agua interviene mucho menos como factor limitativo. Sin embargo, se recomienda, con toda razón, tener cuidado de no cometer errores en el plano del interés económico de las especies introducidas.

Lamb y Laffitte brindan su gran experiencia en la introducción de especies exóticas de crecimiento rápido en las regiones tropicales de Africa y América. Este tipo de plantación se extiende rápidamente y, en la actualidad, se plantan anualmente varias decenas de millares de hectáreas con pinos (Pinus caribaea, P. oocarpa, P. patula, P. elliottii) y varios centenares de millares de hectáreas con eucaliptos (Eucalyptus saligna, E. grandis, E. citriodora, E. camaldulensis, etc.). Desde hace 10 años se está haciendo mucha investigación sobre ecología y mejoramiento genético y algunos países (como el Brasil, Chile, Cuba, Uruguay y Zambia), han basado parte de su política forestal en la introducción de especies exóticas, acerca de las cuales se dan informaciones muy detalladas en varias memorias especiales, principalmente la de Golfari sobre el comportamiento ecológico de las especies introducidas en el Brasil.

MEJORAMIENTO DE LAS TÉCNICAS SILVÍCOLAS

Se han logrado progresos muy importantes en este campo debido, en general, a la intensificación cultural unida al mejoramiento del material vegetal y a toda una serie de métodos que permiten instalar el árbol en las mejores condiciones de nutrición y de crecimiento (fertilización, prácticas culturales conexas, aclareos apropiados, poda, etc.). Morandini y Poduje dan excelentes ejemplos, mientras que Mehdizadeh informa sobre ensayos de bloqueo del agua del suelo mediante recubrimiento con petróleo. No se puede afirmar que el mejor laboreo del suelo sea únicamente apropiado en las zonas áridas, pues la experiencia demuestra que en una zona ecuatorial húmeda de escasa altitud y en climas mediterráneos también es eficaz. Sin embargo, se podría hacer una excepción para ciertos países tropicales altos (Madagascar, Islas del Pacífico), donde el trabajo manual superficial parece ser suficiente. Esto se atribuye, sin duda, a la relación entre las necesidades de agua del árbol y la evapotranspiración. Por su parte, Leonardis, informando sobre la experiencia argentina, insiste en que el mejoramiento de las técnicas forestales debe combinarse con el mejoramiento genético y la fertilización.

Sin embargo, cualquier estudio sobre silvicultura artificial sería incompleto sin mencionar las prácticas de aclareo: Volkart, hablando en términos generales, propone tratar de uniformar los criterios que caracterizan las diferentes operaciones (número de pies, superficie terrena, altura dominante, etc.) si se quieren comparar eficazmente los diferentes métodos y sus resultados. El problema de los raleos en combinación con las podas debe sólo ser resuelto por ensayos sobre el terreno; sin embargo, se desprenden algunas reglas generales y una metodología de investigación, entre las cuales se puede citar, como una de las más importantes, el método de la tendencia de las curvas correlacionadas de las parcelas establecido en Sudáfrica para los pinos, que señalan Marsh y Burgers en su ponencia. Esta técnica de investigación extendida a otras especies (eucaliptos, teca) permite no solamente fijar el ritmo óptimo de los aclareos, sino también estimar el volumen de madera que se puede esperar de uno u otro tipo de raleo. Profundizando sus investigaciones, los forestales sudafricanos construyeron, partiendo de esos resultados, un modelo de crecimiento dado a un ordenador, que ha permitido definir para tres especies de pinos y tres rodales diferentes los parámetros óptimos de ejecución de las plantaciones. Cawse, du Toit y Willcok describen este apreciable resultado que, por cierto, merece una mención especial. Por su parte, Carretero comunica un interesante proyecto de raleos de álamos en la Argentina.

Se ha proporcionado toda una serie de informaciones precisas, contenidas en un número de informes demasiado grande para mencionarlos, sobre la productividad de pinos, eucaliptos, álamos y araucarias, lo que confirma el gran interés que revisten estas especies. El incremento medio anual de los pinos oscila entre 12 y 20 m3/ha, con algunos incrementos corrientes que, en ciertos casos, alcanzan: 30 m3; los eucaliptos pueden llegar a cifras dos veces mayores. Actualmente, se están realizando investigaciones acerca de la regeneración de estas plantaciones (Morandini, Riedacker y Karschon), la longevidad de las cepas de eucaliptos y el mejor periodo de corta a tala rasa que permita obtener una productividad óptima junto con una máxima longevidad: en las actuales condiciones, los tocones de eucaliptos deben ser reemplazados al final de la tercera o cuarta rotación de monte bajo.

Así, pues, nuestros conocimientos se hacen más específicos en el dominio de las plantaciones forestales de crecimiento rápido y pueden permitirnos afrontar con éxito el creciente aumento de la demanda de madera al que se refería Sir Henry Beresford-Peirse. Pero existe un peligro que ha sido subrayado por Iyamabo: el de dejarse llevar por la tentación de plantar árboles sólo por el gusto de plantarlos. de crear, por ejemplo, plantaciones de eucaliptos cuya madera jamás se sabría utilizar localmente. Las plantaciones en gran escala deberán ser siempre precedidas de sólidos estudios tecnológicos y económicos.

3. Tendencias y progresos de las nuevas técnicas de ordenación forestal y silvícolas

Dentro del concepto de silvicultura se distinguen tradicionalmente dos tendencias: una precisa, rigurosa, que analiza los hechos a través de las cifras, casi se asemeja a una ciencia; la otra, basada en observaciones biológicas, que se adapta mucho mejor a los mil matices sugeridos por la ecología, más intuitiva, está más cercana al arte. Estas diferencias siguen siempre arraigadas en las mentes, y las comunicaciones recibidas en este congreso lo demuestran.

Pero ¿hasta cuándo durará esta situación? Bajo el efecto de las modernas tendencias hacia la utilización múltiple del bosque, el ordenador y el silvicultor deben tener en cuenta el conjunto de la producción forestal en el sentido más amplio del término, y quizás cesen de pensar partiendo de los ecosistemas forestales cuando los conocimientos biológicos sobre estos últimos estén mucho más adelantados. En otras palabras, si a partir de los ecosistemas los resultados de las observaciones del «silvicultor - artista» pueden ser explicados, analizados y cuantificados. será posible dar una explicación científica de su arte. A raíz del perfeccionamiento de nuestros conocimientos biológicos, esta diferenciación entre «arte» y a ciencia» puede llegar a perder su sentido, pero aún tendrá que recorrerse un largo camino antes de que la fisiología vegetal y animal haya revelado todos sus secretos.

Sea cual fuere la rapidez de esa evolución, no puede dejar de sorprender la tendencia de los silvicultores modernos a tratar de resolver sus problemas apoyándose cada vez más en bases científicas.

SISTEMAS FORESTALES

Precisamente para tener en cuenta las nuevas e imperiosas exigencias de la opinión pública, Buckman y Newton aconsejan mejorar, mediante nuevas investigaciones, los métodos de regeneración que no choquen tanto al público como la corta a ras y que tengan más en cuenta el aspecto estético del bosque. En efecto, la actividad de los forestales de los Estados Unidos experimenta actualmente una fuerte presión por parte de la opinión pública, con la cual será preciso contemporizar probando los fundamentos científicos de los métodos silvícolas aplicados: de aquí a un ecosistema razonado no hay más que un paso; y, recordando el Scio me nihil scire de Sócrates, Vyskot subraya el interés que reviste el programa de la Unesco sobre a El hombre y la biosfera», que debería permitir analizar todos los complejos problemas vinculados con la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas forestales. Se observa la misma reacción en algunos ordenadores: Vorobiov transmite las preocupaciones de los forestales de la U.R.S.S. en el sentido de continuar desarrollando la producción de madera, conservando al mismo tiempo el potencial estético de sus bosques y de protección del ambiente. Kairiukstis describe los primeros resultados de sus investigaciones sobre el creciente rendimiento a partir de un especial método de claras para permitir a las piceas captar al máximo la energía solar. Nedialkov describe un método de a ordenación ecológica»de los bosques, estimando que los principales factores de los que depende la productividad de los rodales son el tipo de estación ecológica y el de bosque. Pero ¿acaso el estudio de los ecosistemas no constituye la base de los estudios de estos factores? Se obtuvo la misma reacción en Marruecos, donde Destremeau y Lepoutre, considerando que la definición ecológica de las estaciones se ha basado a menudo partiendo de criterios elegidos a priori, tratan de determinar estos últimos en función de estudios detenidos del crecimiento en correlación con los datos climáticos, fin de definir los a factores de bloqueo» (fotoperíodo, radiaciones, grado higrométrico, etc.). Pero ¿no es esto fisiología vegetal y no están dirigidos, en última instancia, hacia el mismo fin? En el Africa tropical y en Argentina (Ledesma y Boletta) se están realizando estudios del mismo tipo, mientras que, para resolver importantes problemas de ordenación en la U.R.S.S. Atrokhin propone que las distintas gradaciones de rodales se consideren como ecosistemas y que se utilicen conjuntamente la ecología y la mecanización, a fin de solucionar los problemas especiales que se plantean al ordenador forestal. Finalmente, Mikhailov, en un importante estudio sobre Populus tremula en la U.R.S.S., da un excelente ejemplo de las contribuciones prácticas aportadas por la ecología.

Cuando se considera exclusivamente la producción de madera, se tiende cada vez más a razonar en términos económicos y financieros para responder a la creciente demanda. En Nueva Zelandia, la silvicultura de las coníferas (Pinus radiata) adopta una nueva técnica semejante a la utilizada para los álamos, por el hecho de que el valor óptimo del árbol está en el tronco (Fenton). Por su parte, Haig y Scott describen el alto nivel de mecanización en las plantaciones forestales de Canadá, lo que disminuye en forma apreciable los precios de coste, mientras que la plantación en macetas adquiere título de nobleza por el mismo motivo (Cayford).

Sólo resta al ordenador forestal integrar todos estos datos, tanto biológicos como técnicos, siendo a menudo los segundos consecuencia de los primeros. Fraser consideró el problema y concibió un modelo destinado a estudiar el posible estimulo del crecimiento. Las soluciones sólo pueden ser aún parciales debido a la carencia de una gran cantidad de datos biológicos, pero ya se han logrado resultados en materia de fertilización y formación de plantaciones. ¿Será ésta acaso la fórmula del futuro?

En espera de su aplicación, sin embargo, deben darse soluciones más convencionales a los problemas de ordenación, que tienen en cuenta cada vez más la importancia de las condiciones ambientales y la presión de la opinión pública. Los forestales de Nueva Zelandia no han podido aún persuadir al público de que la ordenación de los extensos rodales de Nothofagus implica la conversión parcial en plantaciones exóticas (Thomson, Kirkland y Miers), mientras que, en Ontario, los forestales canadienses tratan actualmente de definir una fórmula que tenga en cuenta las necesidades de proteger el medio ambiente, y los forestales búlgaros deben intentar resolver el difícil problema técnico del mejoramiento de la producción de sus bosques de frondosas (Grouev, Marinov y Sirskov). Las soluciones de esos problemas evidentemente son difíciles y sólo se resolverán con el tiempo y una prolongada paciencia para con el público. Hay que hacer notar una iniciativa tan original como oportuna: las zonas forestales cerca de los grandes centros urbanos pueden servir como lugares adecuados a absorber aguas residuales, basuras, etc. (Evans y Sopper).

En la selva tropical, los sistemas silvícolas y de ordenación son mucho menos elaborados, debido a la complejidad florística del bosque, que ocasiona grandes variaciones en los requerimientos de las especies, como se ha señalado con frecuencia. ¿Se han realizado progresos desde el congreso de Madrid? Ciertamente, algunos, pero más en la precisión de aplicación de las técnicas existentes que en el desarrollo de otras nuevas: en el Asia sudoriental (Malasia occidental, Departamento de Montes), la regeneración natural conserva su primacía en las selvas de dipterocarpáceas de Malasia, donde la corta, acompañada del envenenamiento de las especies dominantes indeseables, basta en las selvas ricas de las llanuras para dar una oportunidad a las especies existentes del sotobosque (Sistema uniforme de Malasia), mientras que en las zonas más pobres es necesaria una plantación suplementaria. En Africa, sólo Ghana (Baidoe), y en una forma muy parcial Nigeria, recurren a la regeneración natural (método por entresaca), mientras que todos los países de habla francesa adoptan abiertamente las plantaciones de especies locales fotófilas (Aucoumea, Limba, Triplochiton) o especies exóticas (teca). La ordenación de estos bosques está aún en estudio, pues siguen faltando datos básicos. Debe darse impulso en esta zona climática, más que en otros lugares, a las investigaciones biológicas y forestales.

En América tropical, los ensayos de la provincia de Tucumán (Argentina), de los cuales Posse informa, indican que la regeneración natural no puede obtenerse allí sino en proporciones muy limitadas y que se debe recurrir a plantaciones de refuerzo mediante plantaciones con cepellón, cuyos resultados son todavía poco seguros. Las características forestales de los bosques de ese continente se asemejarían, pues, a las de los bosques de Africa.

MEJORAMIENTO GENÉTICO

El aporte biológico del mejoramiento genético ha redundado en progresos considerables de la forestería mundial, y los forestales confían en él cada vez mas (a veces en forma exagerada) para responder a la creciente demanda de madera.

Si bien se puede deplorar la escasa contribución de los genetistas a este congreso, nadie en él ignora la obra considerable que éstos han emprendido con el fin de aumentar la productividad de las masas. La mayoría de los países disponen ahora de un servicio de genética forestal y algunos están dotados de excelentes medites de trabajo; en Cuba, donde se dispone actualmente de 1000 hectáreas de masas semilleras de Pinus caribaea se seleccionaron muchos fenotipos, clasificándose las zonas de producción de semillas en función de los factores ecológicos (Betancourt y González). Este ejemplo parece ser especialmente típico del esfuerzo desplegado por los países tropicales en una materia en que, hace diez años, se hallaban atrasados. Ciertamente, fueron ayudados por las organizaciones internacionales y los programas bilaterales: la FAO, Australia, Dinamarca, Francia, México y Reino Unido organizaron la recolección sistemática de semillas certificadas para permitir la realización de ensayos comparativos de procedencia a partir de las especies tropicales o mediterráneas más prometedoras (pinos, eucaliptos, teca, Terminalia, Aucoumea, etc.). Es digna de elogio la eficiencia de los proyectos en este terreno conseguida mediante la solidaridad internacional, lo que permite asentar las investigaciones relativas a mejoramiento genético sobre bases satisfactorias, sin errores debidos a la precipitación. Es necesario tener la paciencia de pasar, en lo sucesivo, por todas las etapas obligatorias, bien definidas actualmente, y Mendonza desarrolla eficazmente esta idea en su memoria sobre la urgencia del mejoramiento genético en América Latina, en la que fija los objetivos y los estímulos. Por su parte, Nikles y Reilly dan valiosas informaciones sobre los trabajos efectuados acerca de Araucaria cunninghamii en Queensland (Australia) y sobre los resultados obtenidos; Peter y Squillace, con el estudio de la «cola de zorro» en Pinus elliottii, llegan a la conclusión de que serán necesarias otras investigaciones si se quiere eliminar ese fenómeno sin perder los otros aspectos valiosos del patrimonio genético. Se encontrarán finalmente, en las memorias especiales, valiosas informaciones sobre investigaciones en curso en la India, el Congo, Cuba, etc., que demuestran el impulso actual del mejoramiento genético en zonas tropicales.

Para los países en que se halla mucho más avanzada la investigación genética, Grose examina el mejor modo de aumentar su eficacia. Considera que, con demasiada frecuencia, existe una laguna entre el nivel de trabajo sobre genética forestal y el de las técnicas de cultivo, que podrían conducir a rendimientos óptimos. Estas dos líneas de la investigación a menudo se desarrollan sin la vinculación estrecha que permitirla estudiar sus correlaciones, que son evidentes para elevar la productividad de las plantaciones. La centralización de los servicios de investigación es la mejor defensa contra este estado de cosas.

FERTILIZACIÓN FORESTAL

Acogida inicialmente con escepticismo por los forestales, la fertilización se ha consolidado desde entonces. Esta práctica es la que da a las plantas el dinamismo que les hace falta en los terrenos pobres, por reflejo llamados a terrenos forestales», que les permite defenderse mejor, después de la plantación, contra los parásitos y las malezas. El descubrimiento de las carencias del suelo suscita opiniones divergentes entre los agrónomos, creyendo algunos en el análisis de las hojas o de la savia y siendo otros partidarios de los «vasos de vegetación». Los métodos de corrección y las reacciones entre los elementos constituyen otro tema de discusión. La técnica de la fertilización está aún en sus comienzos.

Otro tema que merece reflexión es la identificación de los períodos de la vida del árbol en que el aporte de abonos es de máxima eficacia; el «starter effect» (efecto inicial) ha sido el preferido durante mucho tiempo, pero no tardó en observarse que el efecto residual era débil y se estudiaron las repercusiones de sucesivas aplicaciones. En la actualidad se ensaya el método de combinar los abonos con las cortas de entresaca para asegurar la prevalencia de ciertos árboles (Rennie, Canadá), pero evidentemente si las formas y técnicas de fertilización pueden dar libre curso a la imaginación de los investigadores, los experimentos deben ser efectuados sobre el terreno con abundantes medios (dispositivos estadísticos, muchas repeticiones), tal como describe Bonneau a propósito de los ensayos sobre abeto de Douglas (Pseudotsuga menziesii) en Francia. Walker informa sobre la ampliación de las operaciones de fertilización forestal en América del Norte, sobre todo en las plantaciones de especies destinadas a la obtención de madera para pasta, donde el nitrógeno tiene un señalado efecto cuando está en mayor 0 menor grado con P y K, y sobre investigaciones recientes que demuestran que las cortas a ras desencadenan una lixiviación importante del suelo que le resta nitrógeno y cationes. Szujecki opina que esas cortas destructivas tendrían además otra acción particularmente dañina sobre la fauna entomológica de los suelos. Es indudable que toda transformación profunda de la cubierta forestal, debida ya sea a la destrucción o a la sustitución de especies, acarrea perturbaciones considerables a todos los parámetros del suelo sean físicos, químicos o biológicos (Velasco de Pedro). Los suelos tropicales, que disponen en la Acacia albida de una notable especie forestal fertilizante (Giffard), presentan suelos a menudo con mucha carencia de P2O5 que responden sumamente bien a la acción de los abonos. Awan et al. dan por su parte buenos ejemplos de relaciones suelo-vegetación en Cuba.

En un documento, que sintetiza prácticamente todos estos temas, Maki trata de definir la repercusión óptima de los fertilizantes, tanto en el tiempo como en el espacio, dentro del marco de las grandes perspectivas económicas y sociales de los futuros decenios: la fertilización es un problema tanto técnico como económico y financiero. El autor subraya el papel importante de la fertilización para ayudar a los forestales a afrontar el creciente desafío: aumentar sin cesar la producción forestal en superficies forestales cada vez más reducidas, que sólo puede realizarse mediante un aumento sensible de los rendimientos por unidad de superficie, lo que requiere la aplicación de fertilizantes.

INVENTARIOS FORESTALES

Productos exclusivos del cálculo estadístico, los inventarios forestales constituyen ahora uno de los instrumentos básicos del ordenador, ya sea para describir un bosque desconocido o para pulsar constantemente la vitalidad de las masas ordenadas. La fotografía aérea, y, siempre que sea posible, lo fotointerpretación, se utilizan para desentrañar los. datos básicos; las emulsiones en color y las fotos - radar también son útiles. Pero el control del suelo sigue siendo indispensable, especialmente en zonas tropicales, y Mármol describe a este respecto el inventario realizado recientemente en el noroeste de la Argentina. El satélite de control de la tierra ¿será acaso el precursor de un paso adelante de nuestras técnicas?

Para el suelo, el ordenador utiliza cuadros de cubicación y coeficientes de forma cuyas nuevas fórmulas se han dado, pero también instrumentos dendrométricos que se perfeccionan sin cesar, como el telerrelascopio de Bitterlich, que quizá se pueda ver funcionar en Buenos Aires.

4. Presente y futuro de los montes higrofíticos tropicales

Los bosques tropicales representan más del 60 por ciento de los bosques del mundo y los montes higrofíticos tropicales abarcan 750 millones de hectáreas, lo que indica su importancia en las reservas madereras del globo. El interés que han despertado desde hace algunos años entre el público en general proviene del rápido desarrollo de la producción de maderas tropicales, que en 1971 era del orden de 2000 millones de dólares y, asimismo, de su carácter un tanto misterioso. Entre los técnicos y hombres de ciencia, este atractivo se duplica por el enorme interés que revisten para el mantenimiento de la fertilidad de los suelos, y como tema de estudio por el hecho de que todos los fenómenos biológicos son más intensos y se desenvuelven con más rapidez que en otras partes. Por último, como en todas partes del mundo, en el plano del medio ambiente representan un valor considerable.

En la memoria general que presenta, Veruete-Fuentes recuerda las cifras esenciales que caracterizan el potencial biológico, económico, financiero y humano de los bosques tropicales. Al subrayar que ha llegado su momento, analiza las principales dificultades con las que tropieza su valorización: accesibilidad a menudo escasa, agricultura nómada que los roe, explotación con frecuencia poco o mal controlada, riesgo de incendios, enfermedades y plagas. No siempre puede hallar soluciones apropiadas, pero insiste en los grandes esfuerzos que hay que considerar en el dominio de la silvicultura.

Abordando el problema desde otro aspecto, el de los ecosistemas tropicales y los límites de su transformación, Catinot comprueba, ante todo, que, a medida que se avanza en su conocimiento, se advierte cierta decepción, pues a tal punto su estudio es complejo y modesta su productividad en madera: 400 m3/ha, en producción primaria y 5 a 50 m3/ha, en producción comercial. Pero insiste a ese respecto en el hecho de que, en general, no han sido ordenados ni mejorados por el hombre, y considera que, cuando ello ocurra, su productividad no sólo será comparable a la de otras zonas del mundo, sino que alcanzará su máximo con mucha mayor rapidez. Desgraciadamente, se ha comprobado que su manipulación es compleja y hasta ahora los resultados sólo se obtienen después de su destrucción completa (plantaciones de pinos, eucaliptos, Gmelina, teca). Las plantaciones de otras especies son mucho más difíciles y exigen igualmente la destrucción progresiva del ecosistema primitivo, mientras que la regeneración natural sólo da buenos resultados en el Asia sudoriental gracias al comportamiento plástico del grupo de las dipterocarpáceas (Sistema uniforme de Malasia) o simplemente el despejo de las especies en el renuevo. La conversión en sistemas agrícolas, asimismo, plantea graves problemas por la rápida esterilización de los suelos bajo cultivos de escarda, y esto incita a los campesinos a practicar un cultivo itinerante devastador.

Estudiando el ecosistema forestal tropical desde el punto de vista del medio ambiente, Lamprecht llega a iguales conclusiones: entre el cultivo migratorio y la no regeneración de los rodales, considerados como recursos mineros, el monte tropical corre un riesgo mortal rápido, a pesar de su enorme importancia para el mantenimiento del agua, del suelo y de la vida misma. Para ilustrar sus afirmaciones, elige cierta cantidad de estudios cifrados, particularmente convincentes, que demuestran el efecto indiscutible de la protección de las formaciones forestales tropicales en beneficio de los suelos y concluye con un grito de alarma: en muchas partes de los trópicos, las tierras boscosas son aún consideradas como obstáculos que frenan la expansión de la civilización moderna y económicamente más dañinas que útiles. Si no se lucha con gran energía contra esa tendencia, se asistirá a su destrucción progresiva pero ineludible, con el consiguiente mayor peligro del porvenir del hombre en los trópicos.

Mas ¿cómo utilizar con máxima eficacia este ecosistema en el terreno económico? se preguntan Kauman y Kloot. No hay una regla general, sino sólo apoyarse en cada caso en las investigaciones y estudios que se adapten perfectamente a los problemas tropicales de los países en vías de desarrollo, investigar, como en la política, simplemente «el arte de lo posible a, pero aplicando todos los medios necesarios (productos de buena calidad, agrupamiento de especies para la venta, etc.).

Si los forestales y los biólogos esperan disponer de medios importantes de investigación en el próximo decenio antes de que la actual destrucción de los montes tropicales sea irreversible, se podrá usar plenamente en lo futuro el potencial energético extraordinario de estos ecosistemas. Se ha emprendido una carrera mortal: ¿será posible frenar a tiempo la destrucción de los montes higrofíticos tropicales antes de que el hombre haya aprendido a manipularlos y a ordenarlos?

5. Influencia de las prácticas silvícolas sobre el medio humano

Confrontado bruscamente con nuevas responsabilidades derivadas del medio ambiente, el silvicultor debe reaccionar. Su técnica - o su arte, como lo llaman algunos -, forjada por anteriores generaciones, podrá adaptarse a las nuevas demandas, tanto más apremiantes cuanto que son recogidas y amplificadas por todos los medios modernos de expresión de la opinión pública: el forestal sale por fin de su olvido, pero con demasiada frecuencia para oírse criticado por no seguir las líneas de conducta de sus predecesores - él, a quien se tachaba anteriormente, por principio, de ser demasiado tradicionalista. Atacado en dos frentes, el del incremento rápido de la productividad y el del mantenimiento del ambiente forestal de esparcimiento, de tranquilidad y de belleza, se encuentra ante un dilema cuya solución no puede resolverse, como creen algunos espíritus superficiales, a partir de algunas fórmulas generalizadas y simplistas. El público, por el momento, no recuerda más que los paisajes forestales que le atraen, olvidando con demasiada frecuencia que quienes los crearon fueron forestales, amantes de la naturaleza que el mundo ignoraba entonces; en cambio, menosprecia las restricciones económicas que el forestal debe afrontar y que le son impuestas igualmente por la preocupación por el bien del público y por la planificación económica de su gobierno. Todo ocurre al mismo tiempo y es preciso proceder con rapidez. Gracias a las técnicas de que dispone ¿podrá la silvicultura hacer frente a la situación?

En su minucioso estudio del serio problema que se plantea a este respecto en los Estados Unidos, Farnsworth analiza las repercusiones del bosque sobre el hombre, tanto en el plano material y económico como en el emocional. Por el momento, el público no quiere ver y no reacciona sino cuando el bosque está realmente destruido o presenta un tema de visión o de distracción demasiado monótono; a priori hay una gran cantidad de elementos de juicio, de los que el público debería darse cuenta, aunque no fuese más que para hacerle admitir, como sugiere Samuelson, que, aun en las zonas explotadas a tala rasa, se producen cambios continuos que acompañan el retorno progresivo hacia la formación de un nuevo bosque y que son muy atractivos para el que ama realmente la naturaleza. ¿Acaso es preciso recordar, como lo hace Bourgenot, que ciertos bosques que actualmente deleitan al turista fueron creados enteramente a partir de talas rasas, o, como dice Giordano, que a menudo se es muy afortunado por disponer de especies exóticas para proteger los ecosistemas forestales naturales? Sería incoherente abandonar repentinamente las reglas silvícolas ya probadas; una actitud dinámica consiste en que el silvicultor saque provecho del creciente interés del público hacia el mundo forestal y lo eduque para inculcarle sus ideas y quizás sus tradiciones, haciéndole comprender, por ejemplo, que la regeneración natural no resuelve todos los problemas.

El aspecto positivo de que puede enorgullecerse ahora el silvicultor ha sido puesto de relieve por Orrom y Mitchell, quienes, después de recordar el aspecto estético de muchos de los bosques sujetos a ordenación desde largo tiempo atrás, nos comunican sus sugerencias para mejorar la «visión» de los mismos, especialmente en los bordes y a partir de determinados puntos de vista. Es evidente la preocupación constante: no ir contra las técnicas silvícolas clásicas, sino estudiar especialmente la transformación de pequeñas zonas, de a puntos de detalle El que con pocos medios pueden hacer mucho. En otro nivel, Aulitzky llama la atención hacia la reforestación de zonas de altura, que en los Alpes adquieren un interés turístico considerable; estas operaciones fueron posibles gracias al método del a «ecograma», resultante de investigaciones interdisciplinarias complejas basadas tanto en el campo de la ecología como en el de la fisiología.

INFLUENCIA DEL HOMBRE EN EL BOSQUE

El fuego ha sido utilizado desde las épocas más remotas, pues durante largo tiempo constituyó el único medio importante de que disponía el hombre para explotar los bosques. Los forestales, no pudiendo negar su aspecto deletéreo y destructor, en general, fueron cambiando cada vez más sus puntos de vista y, actualmente, comenzaron a incluirlo tímidamente en sus reglas de ordenación. Si bien Gaillard estudia con preferencia la organización racional de los medios de lucha, llegando hasta una organización internacional, McArthur señala a nuestra atención el hecho de que el fuego es un componente natural de muchos ecosistemas forestales y que su desaparición de esos bosques amenaza con romper el equilibrio ecológico, a menos que deje de ser una tensión demasiado fuerte para el medio humano. De Rada y otros autores mantienen sobre todo su aspecto negativo, aunque no sea más que en el ambiente actual de a bosques para recreo», donde es primordial la educación del público. Volviendo a la idea de Gaillard, Macleod considera que la gravedad del fenómeno debería dar lugar a la posibilidad de cooperación internacional. En realidad, nuestro comportamiento debería tener muchos más matices: si bien en ciertas zonas ecológicas los fuegos precoces son admisibles, e incluso útiles, en la mayoría de los bosques mediterráneos y de frondosas el fuego sigue siendo un azote con el cual no se puede transigir y que es necesario combatir con medios poderosos.

INFLUENCIA DE LOS ANIMALES SOBRE EL BOSQUE

Los ataques parasitarios constituyen un peligro tan grave para el bosque y para su porvenir que es probablemente tan difícil de combatir como el fuego, pues, como señala Grison, la erradicación de una sola especie por medios químicos es ilusoria. No hay síntesis ecológica al nivel de la especie, sino únicamente a nivel de la biocenosis, y sólo la lucha integrada puede ser realmente eficaz. En efecto, dice Grison, a en un punto dado la densidad de las poblaciones de un fitófago resulta de la acción antagónica de dos grupos de factores: el potencial de multiplicación de la especie al cual se opone la resistencia del medio e. Por lo tanto, es necesario actuar simultáneamente sobre ambos, lo que implica principalmente la a manipulación del medio ambiente», es decir, la acción del silvicultor, quien debe aunar sus esfuerzos a los del zoólogo. Koehler cita una aplicación de estos principios a propósito de los ataques parasitarios de las plantaciones, donde las medidas adoptadas van hasta el extremo de alimentar artificialmente a los entomófagos, y el establecimiento de centros de lucha integrados. Este principio de lucha, muy complejo, podría ser la fórmula del porvenir, aun cuando no se pueda pensar siquiera en abandonar de pronto el arma química que, como nos señalan Tarrant, Waters y Gratkowski, sabrá adaptarse a las nuevas preocupaciones del hombre en el plano tecnológico y del medio ambiente. Fettes y Buckner lo confirman en su estudio de la lucha contra Choristoneura de la picea en Canadá: aunque se haya tenido que abandonar el DDT por ser perjudicial para el ambiente, se utiliza otro producto químico menos agresivo, pero se trata cada vez más de acoplar la lucha química y la biológica, a fin de proteger al máximo el ambiente.

En conclusión ¿cómo no esperar que, con un poco de habilidad y mucho saber, el silvicultor pueda lograr que el público admita sus reglas tradicionales, ajustadas para tener en cuenta las servidumbres que plantean al mismo tiempo la producción y el recreo?

La imaginación y el dinamismo deberían poder responder a las nuevas demandas.

Conclusiones

Las ponencias que los silvicultores han aportado tan generosamente a este congreso confirman cada vez más nuestra idea de que su hora ha llegado. Todo concurre a ello: el frenes) sobre el medio ambiente, las reflexiones pesimistas sobre el porvenir de los recursos mundiales no renovables, los grandes y antiguos conocimientos que poseen de un ecosistema, del que sólo el nombre y el concepto sintético moderno son nuevos para ellos. ¿A qué titulo se podría pretender alejarlos de un terreno que generalmente dominan tanto como los científicos, de quienes a menudo no los separa más que una cuestión de vocabulario y de orientación de pensamiento?

Pero deben prevenirse contra dos tentaciones: descuidar los problemas planteados por la opinión pública, pues pueden o bien denunciar discretamente su inanidad o intentar resolverlos; y descuidar las posibilidades en constante evolución que les ofrece la investigación científica, tanto biológica como matemática. Tal investigación es la base sobre la cual mejorarán sus técnicas y fundarán sus explicaciones, que, si son claramente expuestas, habrán de persuadir a la opinión pública. Deben dejar atrás la etapa de la observación minuciosa y de la intuición, en la que han sobresalido durante siglos, para tomar conciencia de que es su deber y su interés ver los fenómenos desde el interior a partir de los considerables conocimientos pragmáticos que han acumulado. Poco importa si se unen a los investigadores científicos o si algunos de ellos se especializan en la investigación, pero es primordial que puedan hacerse escuchar legítimamente en todos los niveles de discusión y de polémica, de lo contrario, quedarán confinados a la inactividad entre la opinión pública por un lado y la opinión científica por otro. Su objetivo esencial deberla ser seleccionar reglas prácticas de acción, sólidamente apoyadas en resultados irrefutables en el plano científico, dejando eventualmente a otros el gusto de manejar el concepto intelectual puro, generador de los grandes descubrimientos científicos..

A medida que se presentan las necesidades, tanto en el plano de los recursos mundiales renovables como en el de los recursos de equilibrio de la vida que el hombre buscará cada vez más, los silvicultores deberían salir de la oscura posición que tradicionalmente ocupaban, para elevarse al nivel de los especialistas que están más a la vista.

Pero ello no se hará sin esfuerzo de imaginación, de voluntad y de mejoramiento de los conocimientos existentes, situándolos, con frecuencia, en un nuevo plano que no debería dejar de seducir a las nuevas generaciones y suscitar así nuevas vocaciones para uno de los oficios mejor equilibrados del mundo.

Memorias de la Comisión I

MEMORIAS GENERALES

Akiyama, T.

The silvicultural implications of the changing demands upon the forests and forestry.

Atrokhin, V.G.

The rational system of special purpose stand forming in managed forest compartments

Aulitzky, H.

Biological research in the sub - alpine area. The basis of reforestation activities with the objective of biological control of avalanches

Beresford-Peirse, Sir Henry

The challenge of the growing demand for wood and wood fibre

Buckman, R.E. & Newton, M.

Principles of silvicultural. Current trends and their significance

Carneiro, N.

Las implicaciones para la silvicultura originadas por los cambios actuales de la demanda sobre los bosques en particular y la forestación en general

Catinot, R.

Possibilités biologiques et économiques des écosystèmes forestiers tropicaux et les limites de leur transformation

de Rada, R.

Los incendios forestales y su relación con la recreación y el turismo

Evans, J.O. & Sopper, W.E.

Forest areas for disposal of municipal, agricultural and industrial wastes

Farnsworth, L.E.

Impact of silvicultural practices on man

Fenton, R.

New approaches in softwood silviculture

Fettes, J.J. & Buckner, C.H.

Biocides in the forest: use and misuse

Fraser, A.I.

A technique for improving the flexibility of silvicultural practice in relation to the management of man-made forests

Gaillard, J.B.

La prevención y lucha contra incendios forestales como parte indivisible de todo manejo silvícola

Giordano, E.

L'emploi des espèces forestières exotiques pour la protection des écosystèmes forestiers naturels et pour la défense et la reconstitution du sol

Grison, P.

Lutte intégrée en milieu forestier

Grose, R.J.

Combining genetic improvement and cultural measures to increase productivity in intensively managed forests

Iyamabo, D.

Trends in the choice of species in afforestation

Karschon, R.

Trends in the choice of species in afforestation when moisture is a limiting factor

Kauman, W. & Kloot, H.

A strategy for utilizing the potential of multi-specific forests

Koehler, W.

The patch - complex method of forest protection

Kühl, G.

Las implicaciones para la silvicultura originadas por los cambios actuales de la demanda sobre los bosques en particular y la forestación en general

Laffitte, J.C.

Los silvicultores y la forestación con especies exóticas en América Latina

Lamb, A.F.

Tropical pulp and timber plantations

Lamprecht, H.

La importancia del bosque tropical, vista en el contexto general de las relaciones ecológico - ambientales de los bosques

Leonardis, R.F.J.

El mejoramiento de la producción de los bosques artificiales de crecimiento rápido. Mejora de los tratamientos silvícolas

Macleod, J.C.

Forest fire control: an opportunity for international cooperation

Maki, T.E.

Dependence of forest and wood production on fertilizers

Malasia occidental. Forestry Department

Trends in the controversy of shelter wood systems, with particular reference to West Malaysia.

McArthur, A.G.

Fire as a tool in forest management: the new constraints arising from the conservation of the human environment

Mendonza, L.

Mejoramiento genético de las especies forestales: una necesidad impostergable en América Latina

Morandini, R.

Sylviculture des forêts artificielles

Orrom, M.H. & Mitchell, A.F.

Silviculture and good landscapes in British forestry. The improvement of planning and practice

Poduje, L.

Bosques artificiales de crecimiento rápido en las zonas semiáridas. Tratamientos silvícolas

Pruvost, P.

Les problèmes dérivant de la demande croissante pour les produits et services autres que le bois

Tarrant, R.F:, Waters, W.E. & Gratkowski, H.J.

The future role of chemicals in forestry

Thomson, A.P., Kirkland, A. & Miers, K.H.

Multiple use management of temperate hardwood forests

Veruete Fuentes, J.

Presente y futuro de las selvas cálido - húmedas

Volkart, C.M.

Revisión de expresiones de densidad de masa aplicables en las prescripciones de raleo

Vorobiov, V.G.

Main trends in forest utilization and forest management in U.S.S.R.

Zobel, B.

Industry's increasing and changing requirements for wood

MEMORIAS ESPACIALES

Abell, T.M.

The establishment and silviculture of pines in Zambia

Arévalo Carretero, C.

Utilización del contrafuego en los incendios forestales

Arreghini, R.l.

Tratamiento previo a la siembra de semillas de - Caldén (Prosopis caldenia - Burkart)

Atuahene, S.K.

The major etymological problems facing Ghana's reforestation programme

Awan, A.B. et al.

Condiciones del suelo que afectan el desarrollo y crecimiento del pino en Cuba

Baidoe, J.F.

The management of the natural forests of Ghana

Bakarcic, M.

Cercosporiosis en las hojas de sauces en el data del Paraná

Barrena, G.

Nuevo método para determinar coeficientes mórficos

Betancourt, A. & González, A.

Trabajos realizados en Cuba sobre mejoramiento genético de Pinus caribaea Morelet var. caribaea Barrett y Golfari

Bhatnagar, H.P. & Joshi, D.N.

Rooting response of branch cuttings of teak (Tectona grandis L.F.)

Binmore, A.

An outline of problems arising in the replanting of clear - felled Eucalyptus stands in Zambia

Bohórquez Rejas, AJ.

El Eucalyptus globulus Labill. Regeneración natural, producción y costos en el valle del río Mantaro (Perú)

Bonneau, M.

Quelques résultats d'essais de fertilisation sur Douglas (Pseudotsuga menziesii) dans l'ouest du Massif central

Bonnemann, A.

Modificaciones de las propiedades de las maderas como consecuencia de la transformación del bosque natural en bosque manejado en la región forestal de Chile

Bryan, L.W.

The genus Pinus in Hawaii

Burschel, P. et al.

Ensayos de reforestación por siembra directa en la zona de los bosques Magallánicos Caducifolios, Coyhaique, provincia de Aysen (Chile)

Carretero, R.V.

Contribución al estudio de un cultivo de álamo bajo riego en el valle de Tunuyán, provincia de Mendoza (Argentina)

Cawse, J., Du Toit, J. & Willcock, D.

Optimum pulpwood regimes for plantations of Pinus patula, P. taeda and P. elliottii

Cayford, J.

Trends in container planting in Canada

Cersosimo, F.J.

Ensayos con álamos en Santiago del Estero (Argentina)

Chinte, F.O.

Regeneration, growth and yield of Philippine dipterocarp forest

Chittaranjan, I.F.S.

Tracasserie in forestry

Christensen, H.G.

Site assessment research for pine and eucalyptus plantations in Zambia

Colcombert, J.L.M.J.

Un método de raleo para Araucarias en Misiones (Argentina)

Croise, R.

Tendances de la sylviculture en relation avec l'évolution générale de la foresterie

De Arruda Veiga, A.

Three technical systems used by the Forestry Institute of Sao Paulo (Brazil)

De Errasti, R. Del V. & Martínez E.

Recuperación de bosques quemados Impacto de las operaciones de des embosque en el ambiente humano y sus interrelaciones con los tratamientos silvícolas

Destremau, D. & Lepoutre, B.

La détermination des facteurs climatiques limitant la croissance chez quelques essences de climat méditerranéen. Son importance écologique

Ferreira Dos Santos de Azevedo, N.

About Armillaria mellea (fr.) Kummer. Selecting root - rot resistant Cryptomeria

Forster, R.B. & Simard, A.J.

Tactics of using aircraft for forest fire suppression

Freitas, E.R., Ferreira, N. & Borges, C.

Study on the botanical variations in plantations of Eucalyptus alba Reinw., E. saligna Smith, E. grandis Hill ex Maiden, E. propinqua Deane and Maiden

Fuentes, J.M.

Interaction between planting - site and seed - source in Loblolly pine

Gartland, H.M.

Aspectos estáticos de la regeneración de los bosques de Misiones (Argentina)

Giffard, P.L.

Rôle de l'Acacia albida dans la régénération des sois en zones tropicales arides

Gilmour, J. R. & Glew, D.R.

Silviculture in British Columbia

Giunchi, A.J.

Los Alamos y la salinidad de los suelos

Golfari, L.

Impacto de la ecología en la elección de las especies para la forestación

Gómez Ricaño, J.R.

Zonificación de áreas semilleras en Cuba

González, R.A.

Crecimiento de Pinus taeda en la provincia de Misiones (Argentina). Influencia de la calidad de la semilla en la producción maderera

Grouev, L., Marinov, M. & Sirakov, C.

Amélioration de la composition et de la productivité des forêts feuillues en République populaire de Bulgarie

Guldager, P.

Method for seed grading and seed issues for direct sowing in pots

Gurgel Filho, O.A. & Gurgel, J.T.A.

Ecotypes in Brazilian pine (Araucaria angustifolia [Bert] O. Ktze)

Haig, R.A. & Scott, J.D.

Mechanized silviculture in Canada

Hawkins, P.J., Nikles, D.G. & Smith, W.J.

Management, genetic improvement and wood properties of Pinus caribaea Mor. in Queensland

Hoepke, E.

La Patagonia. Forestar es poblar

Kairiukstis, L.

Scientific principles and practical methods of tending fellings and unclear cuttings in storeyed stands of the north - western part of the U.S.S.R.

Karschon, R.

The course of coppice regeneration of Eucalyptus camaldulensis Dehn

Khan, M.I.R. & Khanzada, S.K.

Raising of fast - growing species in West Pakistan

Kram, O.N. & Martínez, L.

Plantaciones industriales con pino en la provincia de Tucumán (Argentina)

Kronka, F.J.N. & Chagas Campos, J.C.

Tabla de volumen comercial para Pinus elliottii Engelm.

Le Blanc, H.

De la théorie a l'application de la sylviculture, en pineraie grise

Ledesma, N.R. & Boletta, P.E.

Clima de las regiones forestales argentinas

Lisbao, L. Jr. & Suiter Filho, W.

Preservation of seeds Eucalyptus saligna in several levels of relative humidity

Luna Flores, C.D.

Análisis foliar de Eucalyptus botryoides con abono mineral en su crecimiento inicial

Luna Flores, C.D.

Efecto del uso de fertilizantes en el crecimiento inicial de Eucalyptus botryoides

Mármol, L.A.

Inventario forestal de los bosques del noroeste de la Argentina

Marsh, E.K., & Burgers, T.F.

The response of even - aged pine stands to thinning

Martin, B.

Perspectives d'industrialisation papetière au Congo - Brazzaville. Problèmes de multiplication d'un hybride d'Eucalyptus a haut rendement

Martínez Miranda, O.

Ensayo sobre la influencia de la fertilización y densidad de siembra en la producción de plantas de Pseudotsuga menziesii Mirb. Franco

Matos González, E.

Análisis de crecimientos en diámetros, alturas áreas basales y volúmenes del Pinus caribaea Morelet var. caribaea Barrett y Golfari en algunas plantaciones realizadas en Cuba

Mehdizadeh, P.

Petroleum mulch. Its use in insulating soil surface to increase water availability in dry afforestation in aria and semi - arid zones of Iran

Miglioli, J.A. & Rozados, J.J.

Informe sobre crecimientos observados en coníferas exóticas en la zona cordillerana del noroeste de la provincia de Chubut (Argentina)

Mikhailov, L.E.

Aspen stands in central Russia and the ways to their improvement

Molino, O.

Rendimiento de pinos resinos a distintas distancias de plantación

Molino, O. & Vairetti, M.

Crecimiento de pinos resinos en el norte de Corrientes comparado con Misiones (Argentina)

Mullin, R.E.

Effects of cultivation after planting in establishment of white spruce plantations

Nedialkov, S.T.

Méthode écologique d'aménagement forestier

Nikles, D.G. & Reilly, J.J.

Management and genetic improvement of the native A Araucaria cunninghamii Ait. in Queensland

Pederick, L.A.

An analysis of seed production of 15 clones in a Pinus radiata seed orchard

Pelov, A.

Amélioration de la composition et de la productivité des forêts feuillues en République populaire de Bulgarie

Peter, J.K. & Squillace, A.E.

Genetic effects, chemistry, and foxtail growth patterns in Pinus elliottii

Posse, R.M.

Métodos silviculturales de enriquecimiento del bosque subtropical en la provincia de Tucumán (Argentina)

Prego, A.J. et al.

Plantación de álamos y sauces para estabilizar médanos

Rajhkowa, S.

The present and future of the tropical rain forests, with special reference to India

Rennie, P.J.

Forest fertilization in Canada

Riedacker, A.

Physiologie des souches d'Eucalyptus camaldulensis traitées en taillis au Maroc. Le problème de leur vieillissement

Rojas Valero, E.

Los chopos en la provincia de Granada (España)

Ross Grinnel, W.

Silviculture in Ontario

Rozados, J.J. & Miglioli, J. A.

Evaluación del crecimiento del ciprés de la cordillera (Libocedrus chilensis) sobre las costas del lago Epuyen (provincia de Chubut, Argentina)

Samuelson, E.

Silvicultural practices and the human environment in Sweden

Shimoya, C. & Zunti, A.C.

Anatomy of the tuberosity in the region of the connecting point of root - stem of Eucalyptus spp.

Shimoya, C. & Zunti, A.C.

Precaution in development's phase of the homeoplastic graft, top forkage type in Eucalyptus saligna Smith

Spencer, R.D.

Supplementary aerial photography

Strezelecki, W.

The effect of various treatments on the silvicultura! Value of pine plantations on sand dunes

Suiter Filho, W. & Barboza Leite, N.

Some aspects of the vegetative propagation of Eucalyptus saligna Smith by grafting

Szujecki, A.

Impact of clear cutting on the soil entomofauna

Taveira Fernandes, C., Godinho, J.C. & Pinto de Abreu, C.A.

Le chataignier et le noyer. Possibilités comme espèces forestières au Portugal

Tesdorff, H.N.F.

Ensayo de cruzamientos de Araucaria araucana K. Koch y A. angustifolia (Bertoloni) O. Ktze.

Vairetti, M. & Molfiho, A.

Crecimientos de álamos en Misiones (Argentina)

Vega Condori, R.

Las formas fisiográficas en el mapeamiento y evaluación de los «Cerrados»

Veiga, R.A. & Carvalho, C.M.

Volume equations for Eucalyptus saligna Smith

Velasco de Pedro, F.

Influencia de la roturación en la repoblación forestal sobre diversas propiedades físicas del suelo

Versepuy, M.M.

Nouvelle technique d'enrobage biologique garanti sans aucun produit toxique

Victor, M.A.M., Yamazoe, G. & Gurgel Filho, O.A.

Investigación y experimentación con Paulownia spp. en el Estado de Sao Paulo (Brasil)

Villaescusa Sanz, R.

Logística de los trabajos de campo del inventario forestal nacional

Villanueva Aranguren, J.A.

Un estudio sobre el posible sesgo en la utilización del relascopio como estimador de áreas basimétricas

Vyskot, M.

New trends in the science of silviculture

Walker, C.

Forest fertilization in North America

Zunti, A.C. et al.

Anatomic study of welding of top grafting in Eucalyptus saligna Smith

Informe

Las consecuencias para la silvicultura de los cambios en la demanda relacionada con los bosques y la forestería

1. Las dos tendencias contrastantes con que se enfrenta actualmente el silvicultor y que reflejan la necesidad de (a) más madera, especialmente para fines industria les, y (b) más tierras forestales para la conservación del medio y para fines recreativos, aun cuando ya fue ron reconocidas por el Quinto Congreso Forestal Mundial celebrado en Seattle, tomaron forma sólo a partir del Sexto Congreso que tuvo lugar en Madrid. La preocupación por el medio ambiente, en especial, se ha extendido enormemente durante los últimos seis años y hoy día constituye una de las principales preocupaciones de los silvicultores en algunos de los países más densamente poblados.

2. Los bosques artificiales de alto rendimiento de especies de rápido crecimiento pueden hacer frente inmediatamente a la creciente demanda de madera industrial. Pero, para poder producir madera de esa clase a precios competidores, es necesario plantar la especie adecuada en la estación, o emplazamiento, adecuados; las operaciones para el establecimiento y cuidado de los rodales deben ser refinadas, racionalizadas y mecanizadas hasta donde lo permite el medio social y económico; las necesidades de la explotación forestal y el mercadeo deben ser tomadas en cuenta desde el momento mismo en que se concibe el plan de establecer la plantación. Sin embargo, para hacer frente a la creciente demanda local, no debe descuidarse el papel que pueden desempeñar los montes xerofíticos en las regiones templadas y las tierras forestales abiertas en las zonas tropicales.

3. Deben tomarse todas las medidas posibles para utilizar al máximo la materia prima forestal, a fin de evitar futuras escaseces de madera.

4. Para atender a la preocupación por el medio ambiente, es necesario que las prácticas SILVÍCOLAS sean pragmáticamente reestructuradas inclusive la demarcación de ciertas zonas de los bosques, para que sean administradas y equipadas de manera tal que puedan satisfacer mejor las necesidades de recreación. No debe permitirse que consideraciones económicas a corto plazo adquieran preponderancia sobre las consideraciones sociales y biológicas a más largo plazo.

5. Cualquiera que sea la finalidad de la ordenación, incluso la protección de la naturaleza y del medio, el bosque tiene que ser cuidado si ha de sobrevivir. El forestal, y especialmente el silvicultor, tiene el deber y el privilegio de cuidar de los bosques. Por lo tanto, deberla desempeñar un papel predominante en la toma de decisiones y la práctica de la forestería, valiéndose de los consejos y la asistencia de otros especialistas, cuando sea necesario.

6. Existe el caso de la a preservación de las tierras silvestres», donde no se permite intervención de ninguna clase, dándose preferente atención a la conservación de los recursos genéticos y los valores de la forestería distintos de la madera. En muchos países no hay bastantes tierras forestales para cerrar completamente grandes zonas sin proceder a su ordenación. El empleo rural debe tener precedencia sobre una conservación completa, pero con una ordenación racional no hay razón alguna para que no se puedan conservar los recursos genéticos sin que haya oposición de intereses.

Mejoramiento del rendimiento de las poblaciones forestales artificiales de crecimiento rápido

7. Los bosques artificiales de especies de crecimiento rápido pueden contribuir en gran medida a la producción de madera industrial en zonas húmedas. En las zonas áridas, las plantaciones de árboles son muchas veces la única fuente de suministros internos de madera para la construcción y madera rolliza, además de ser sumamente útiles contra la erosión del suelo en tierras cultivadas. El ritmo de crecimiento de plantaciones con riego en tales zonas puede ser realmente muy elevado; pero su ordenación a largo plazo aún presenta varios problemas serios que requieren continua investigación.

8. La elección de las especies y de las estaciones es importante desde el punto de vista técnico, financiero y también humano. Debe ponerse especial cuidado para no ser engañado por una especie que, inicialmente, tiene un aparente alto nivel de producción, pero que, en realidad, a largo plazo, no es completamente adecuada para el emplazamiento.

9. La búsqueda de una combinación óptima entre la especie y la estación es interminable. El mejoramiento de los árboles puede prestar valiosos servicios en este sentido y es particularmente recomendable la asistencia internacional disponible en este terreno. Existe la necesidad, sin embargo, de una mejor uniformación de la metodología usada para la eliminación de las especies y para las pruebas de origen y la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) podría desempeñar un importante papel para el logro de tal fin.

10. La elección final de la estación depende tanto de factores económicos como ecológicos, entre los cuales el mercadeo es de fundamental importancia. La experiencia enseña que, con demasiada frecuencia, no se ha prestado debida atención a este punto en el pasado, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. Debería existir una mejor coordinación entre las autoridades forestales y las industrias a fin de planificar el emplazamiento de los bosques y de las fábricas y para asegurar una aportación sostenida de material.

11. El notable éxito logrado hasta el presente con bosques artificiales se debe principalmente a la intensificación de las actividades silviculturales, tanto para su establecimiento como para su cuidado, junto con el mejoramiento de árboles y la fertilización. El progreso futuro depende de la adquisición de mejores conocimientos sobre los efectos del espaciamiento, a cualquier edad determinada, sobre el equilibrio biológico de la plantación, y sobre la cantidad y la calidad del rendimiento total. Los gráficos de tendencia de la curva de correlación en parcelas en ciertos países han dado ya valiosos resultados en este sentido, pero existe una gran necesidad de perfeccionar la metodología, y una uniformación de los parámetros de raleo contribuirla en gran medida a una mejor comprensión de los resultados obtenidos por varios trabajadores.

12. Los efectos perjudiciales de las operaciones de raleo, cuando no se sincronizan en debida forma, deben tenerse muy presentes, sobre todo en relación con la posibilidad de que aumenten las plagas y las enfermedades. Este peligro no debe menospreciarse nunca en los bosques artificiales, particularmente cuando la diversidad genética dentro de la plantación es pequeña.

13. Si los índices de crecimiento de los bosques artificiales son tales que su contribución puede ser muy importante para hacer frente al desafío de la creciente demanda de madera con fines industriales y domésticos, no parece que las actuales técnicas permitan que los bosques artificiales contribuyan en grado tan apreciable a satisfacer la demanda de madera de tamaño grande. Es éste un campo en el que hay que realizar esfuerzos mucho mayores.

14. La creación y ordenación de bosques artificiales proporciona también beneficios sociales cuyo valor debe tenerse en cuenta para justificar el costo inicial relativamente elevado. Deben hacerse mayores esfuerzos para cuantificar esos beneficios.

Tendencias y progresos de las nuevas técnicas de ordenación forestal y silvícolas

15. La silvicultura ha tendido siempre a seguir dos cursos divergentes. Por una parte, el análisis estricto de los hechos mediante cifras casi ha llegado a ser una ciencia; por otra parte, las prácticas basadas en las observaciones biológicas, que tienen por objeto comprender situaciones complejas, son más intuitivas y se parecen casi a un arte. Ya no puede permitirse ese lujo conceptual. Todo el ciclo de la producción forestal debe considerarse ahora en su sentido más amplio posible y la repercusión de las modernas tendencias encaminadas al uso múltiple del bosque debe llevar inevitablemente al ordenador de bosques y al silvicultor a pensar sólo en términos de los ecosistemas forestales. Sin embargo, la distinción entre a arte» y a ciencia» sólo puede hacerse desaparecer si se mejora en grado apreciable la comprensión de la biología de los ecosistemas de los bosques. Esto todavía llevará. tiempo.

16. Tanto la forestería artificial como la natural contribuyen a satisfacer la creciente demanda de algunos productos y servicios forestales más diversificados. Ambas son necesarias y no tienen por qué competir. Sin embargo, ambas deben ajustarse, especialmente en los países más densamente poblados, a la nueva conciencia de los factores limitativos de larga data causados por la preocupación del ambiente. Los ajustes necesarios van desde las actividades silvícolas complementarias (poda, raleo) hasta el reemplazo, si las condiciones ecológicas reinantes lo permiten, del sistema de beneficio por corta única por otros sistemas silvícolas escasamente menos eficientes, pero aún compatibles con las necesidades sílvicas de las especies de árboles de que se trate. Al mismo tiempo, debe alentarse la creación de a fajas verdes» en la proximidad de los grandes centros de población, atendidas y administradas para que sirvan de lugar de descanso y esparcimiento a los que viven en condiciones urbanas cerradas. Otros experimentos que se están realizando, que son dignos de mención, comprenden la utilización de los elementos nutritivos contenidos en los desperdicios municipales, agrícolas e industriales para la creación de zonas forestales cercanas a grandes centros urbanos. Por supuesto, debe tenerse la precaución de evitar que los bosques existentes queden excesivamente inundados con dichos desperdicios.

17. La ordenación de los recursos forestales sigue siendo básicamente un problema técnico, a pesar de las repercusiones emotivas que podría traer aparejadas y la consiguiente presión politice. Si prevalecieran las emociones, el bosque estarla condenado a desaparecer.

18. El empleo de la mecanización se está difundiendo ampliamente tanto en el vivero como en el bosque, pero las condiciones del terreno imponen respeto, así como la necesidad de reducir al mínimo los perjuicios causados al medio.

19. Debe observarse la tendencia del forestal a depender cada vez más de los datos ecológicos y científicos, que van desde el estudio de los modelos matemáticos para identificar los mejores medios de estimular el crecimiento hasta la realización de actividades SILVÍCOLAS encaminadas a permitir que los árboles capten la energía solar óptima.

20. En cuanto a la regeneración natural de los bosques tropicales, los resultados han sido hasta ahora razonablemente satisfactorios, por ejemplo, en los bosques ricos de llanuras del Asia sudoriental; pero otros tipos de bosque son todavía recalcitrantes y este problema requiere muchos más esfuerzos.

21. Como se dijo anteriormente, el mejoramiento de los árboles contribuye a crear una mayor disponibilidad de mejor madera a precios inferiores. Para que el mejoramiento de los árboles dé su mayor fruto, es indispensable conservar la actual diversidad genética de las especies de árboles y proporcionar a los forestales la mayor cantidad posible de material genético. Esto les permitirá averiguar cuáles son los genes que se adaptan mejor a las condiciones de los lugares que tienen a su cargo. El problema de la recogida, suministro 0 mercadeo de semilla, sin perder de vista la fuente, ha sido abordado tanto por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) como por la FAO, con fines comerciales y de investigación, respectivamente. Sus esfuerzos son dignos de encomio, pero el problema no va a resolverse, a menos que más países se adhieren al plan de la OCDE para la certificación de la semilla forestal que circula en el comercio internacional y que se aporten otros recursos financieros para complementar los fondos que la FAO ha podido proporcionar hasta ahora para obtener semilla de especies de plantaciones importantes.

22. La fertilización bien puede llegar a ser una de las principales futuras - armas del forestal, tanto en el vivero como en el campo, pero presenta problemas técnicos, así como económicos y financieros. Todavía falta gran cantidad de datos básicos para lograr el máximo beneficio de su repercusión sobre la productividad forestal y es particularmente plausible todo esfuerzo que se haga para estimular las investigaciones o el intercambio de informaciones en este terreno. Son especialmente dignos de mención los aumentos de rendimiento debidos al mejoramiento de la forma.

Presente y futuro de los montes higrofíticos tropicales

23. Más del 60 por ciento de los bosques mundiales son tropicales y los montes higrofíticos tropicales cubren 750 millones de hectáreas. Su importancia global y local desde el punto de vista económico y social es indiscutible. Desde hace tiempo, se dice que su potencial es enorme, pero los problemas que plantean todavía son serios, a saber: accesibilidad, heterogeneidad y protección.

24. Las exportaciones forestales de los países en desarrollo se han triplicado en los últimos años y en la actualidad su valor es casi de 2000 millones de dólares. Esto suele parecer más de lo que pueden mantener los bosques tropicales; la mayor parte de la producción procede de las zonas más ricas, que representan un porcentaje reducido con respecto a la superficie total. Pero los bosques tropicales pueden desempeñar un papel de suma importancia en la conservación de los suelos y del agua, es decir, en la conservación de la vida misma.

25. Aun cuando, en general, no se utilice su capacidad total, a menos que la actual ordenación deficiente de los bosques tropicales en algunas regiones sea detenida y corregida, la vida de esos bosques puede ser de corta duración. Si bien se reconoce que todavía se carece de algunas bases técnicas, los principales obstáculos son la falta de recursos financieros y el costo relativamente elevado de establecer un bosque, y los organismos financieros internacionales se muestran reacios a considerar solicitudes para el financiamiento de la regeneración forestal. Por lo tanto, debe estudiarse la posibilidad de reducir la presión sobre los bosques higrofíticos tropicales centrando la investigación en torno a su aprovechamiento racional, así como estableciendo bosques artificiales en las tierras más abiertas fuera de la zona de los montes higrofíticos tropicales. Esto protegería la existencia de los bosques higrofíticos naturales amenazados y sus características ambientales, si bien se reconoce que los monocultivos introducen el peligro de la inestabilidad biológica.

26. Los conocimientos ecológicos del complejo ecosistema de los bosques tropicales son inadecuados, la silvicultura no se ha desarrollado debidamente, y la tecnología para la elaboración local de los productos forestales es deficiente. La producción actual de madera en Africa es de 5 a SO m3/ha, frente a una producción biológica de hasta 400 m3/ha, Sin embargo, estas bajas cifras de producción se refieren a masas naturales y, cuando éstas se cambian a un tipo modificado de bosques mixtos, o de reposición artificial, su producción económica no sólo será comparable a la de los ecosistemas forestales en otros lugares del mundo, sino que alcanzará su máximo nivel en poco tiempo.

27. Todavía no se conocen suficientemente las propiedades tecnológicas de muchas maderas tropicales y, en consecuencia, escasean los posibles mercados. Por lo tanto, los institutos de investigación deberían proseguir sus actividades, en estrecha colaboración con las industrias que usarán la madera en última instancia. El gran potencial energético de los ecosistemas de los bosques tropicales tampoco debe ser pasado por alto.

Influencia de las prácticas silvícolas sobre el medio humano

28. Por definición, el trabajo del forestal, o más concretamente del silvicultor, afecta al medio humano. Desde los albores de esta profesión. el silvicultor se ha esforzado por asegurar la existencia de bosques en la tierra, generalmente afrontando la indiferencia total o la oposición de las autoridades y la opinión pública. La indiferencia se ha trocado ahora en sentimentalismo y entusiasmo, pero el deber del forestal sigue siendo, ante todo, el mismo desde hace siglos: cuidar del bosque para que no muera. Las técnicas silvícolas tendrán que adaptarse a fin de alcanzar el objetivo ulterior y más importante sin afectar mayormente al medio y sin que el ejercicio de la forestería sea económicamente improductivo. Se necesita refinamiento, tanto en los criterios como en la ejecución, y no cambios radicales.

29. Aun cuando la forestería y el embellecimiento del paisaje podrían parecer estrechamente ligados, hay algunas diferencias considerables que conviene no subestimar. Contribuiría en gran medida a mitigar el conflicto determinar claramente lo que realza y lo que perjudica al paisaje, y clasificar la tierra con criterio paisajista de manera que las zonas sensibles (por ejemplo, los linderos del bosque) pudieran ser identificadas y sometidas a un tratamiento cuidadoso. También sería útil, para tranquilizar a la opinión pública de que una acertada forestería es compatible con el embellecimiento del paisaje, que se establecieran zonas experimentales en bosques públicos y privados, fácilmente accesibles al público en general, en las que se proporcionaría información en parcelas experimentales sobre las actividades forestales realizadas en el pasado. Cabe señalar que algunos de los bosques ahora muy apreciados por los amantes de la naturaleza y por el público en general son, en realidad, artificiales. La regeneración natural no es una panacea y no puede resolver todos los problemas; en determinadas condiciones de degradación acelerada, únicamente las especies exóticas pueden ayudar a proteger el ecosistema natural.

30. Para bien o para mal, el fuego ha sido compañero del hombre casi desde que éste apareció sobre la tierra. Un número reducido - aunque aumenta constantemente - de forestales están dispuestos a considerar que el fuego es parte integrante del ecosistema forestal y una herramienta para su ordenación. Sin embargo, sus efectos nocivos y perjudiciales son innegables, y la lucha contra el fuego sigue siendo imprescindible en muchas zonas. Es de esperar que muy pronto se pondrán a disposición de la FAO los fondos necesarios para el establecimiento de una unidad encargada de la tecnología de la lucha contra los incendios forestales, de conformidad con la recomendación aprobada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972). Al mismo tiempo, todos los organismos interesados deben estudiar la posibilidad de establecer una comisión internacional encargada de la lucha contra los incendios forestales.

31. Las plagas y las enfermedades generalmente se combinan con los incendios para completar la destrucción. En el pasado, la mayoría de las medidas para combatirlas consistían principalmente en el ataque directo por medios químicos. Ahora es evidente que este sistema tiene sus riesgos y que, en ocasiones, puede ser peligroso para el ecosistema. Para tener éxito, toda estrategia en este terreno debe basarse sobre un profundo estudio preliminar de las relaciones existentes entre el parásito, que generalmente tiene su propia medida de resistencia, y su medio. La respuesta podría estribar en el ataque combinado integrando todos los posibles métodos de lucha (químicos, biológicos, mecánicos), conducentes a un mejor control, reduciendo al mismo tiempo al mínimo los daños causados al ecosistema. También es vital perfeccionar considerablemente los medios químicos mediante la investigación, y hacerlos menos dañinos para el medio, compatible con el mantenimiento de un grado aceptable de eficiencia.

Conclusiones

32. Como administradores forestales, los silvicultores son responsables de los recursos naturales, de naturaleza indefinidamente renovable, y constituyen una garantía de seguridad para el futuro de nuestro mundo. Encargados de la protección de las tierras serranas y las cuencas colectores, y del papel de la forestería en el aprovechamiento integral de la tierra, los silvicultores se enfrentan cada vez más con una apreciable y creciente demanda de madera y productos forestales. También se enfrentan con el hecho de que el hombre en las sociedades industriales se siente ahora poderosamente atraído por el bosque para su recreo, su ocio y su goce estético, lo que ejerce la consiguiente presión sobre la conservación del medio natural. Los silvicultores están decididos a afrontar todas estas demandas y a declararse competentes para ordenar los bosques y las tierras forestales para su aprovechamiento múltiple, con ayuda de especialistas en otros campos, si fuese necesario. Están convencidos de que su vocación, fortalecida por una amplia base educativa, capacitación y experiencia en biología, economía y matemáticas, representa la mejor garantía para la ordenación y conservación de los recursos naturales renovables en general, y creen que es imprescindible su participación en grupos multidisciplinarios encargados de la explotación racional de los recursos renovables y de la conservación del medio. Los silvicultores confían en que los gobiernos habrán de reconocer cabalmente esta expresión unánime de su opinión y que les investirán de las responsabilidades oportunas de alto nivel en las decisiones de políticas relativas a la planificación del aprovechamiento integral de la tierra, así como en su ejecución. Al mismo tiempo, todos los interesados en el ejercicio de la forestería deberán intensificar sus esfuerzos a fin de seguir explotando plenamente los medios de que ya disponen y las responsabilidades que les han sido confiadas.

Recomendaciones

33. La forestería de zonas áridas es un problema persistente con que se enfrentan los forestales tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur. La presión de la población en los países áridos es fuerte y la degradación de los ecosistemas naturales avanza velozmente. Como las prácticas de ordenación forestal y las técnicas de repoblación son muy difíciles de elaborar y aplicar correctamente, los organismos internacionales deben prestar más atención a la investigación en estos campos y más apoyo financiero. La FAO U otra organización internacional interesada deberá convocar en breve una reunión mundial sobre forestería de zonas áridas, con inclusión de los problemas relativos a las plantaciones con riego y a la silvicultura de bosques naturales.

34. En vista de la pérdida de tiempo y la dispersión de esfuerzos que trae aparejada la realización no ortodoxa de ensayos de especies y procedencias, la IUFRO debe prestar particular atención a este problema y dictar normas para uniformar la realización de esos ensayos. Lo mismo se aplica a la uniformación de los parámetros de raleo.

35 Las instituciones de investigación forestal nacionales e internacionales competentes deben mantener en clara perspectiva la necesidad de adquirir los conocimientos básicos necesarios para hacer que los bosques artificiales contribuyan en el futuro a satisfacer la demanda de madera de gran tamaño, tal como lo hacen ya en grado importante con respecto a la madera industrial y la madera rolliza para fines domésticos.

36. Las instituciones competentes de investigación y de otra naturaleza deben realizar los esfuerzos necesarios para lograr que los beneficios sociales de los bosques artificiales sean cuantificados con mayor precisión.

37. Deben desplegarse actividades más considerables para provocar una mejor comprensión de los problemas relacionados con la regeneración natural de los bosques tropicales. Existe la urgente necesidad de una reunión mundial para examinar en profundidad los múltiples y serios problemas del aprovechamiento de los bosques tropicales y la FAO debe hacer todo lo que esté a su alcance para organizar esa reunión en un futuro muy cercano.

38. Los recientes progresos en la identificación y el control de la fuente de la semilla forestal han encontrado expresión en el establecimiento de planes de certificación y control de semillas, sobre todo por parte de la OCDE Se recomienda que los países, incluso los no europeos, consideren la posibilidad de adherirse a dicho plan, ya que ello aumentarla el valor de la semilla que es objeto de comercio internacional y que se utiliza para trabajos de forestación, y mejoraría la productividad de los bosques artificiales resultantes.

39. La necesidad de seleccionar primero las especies prometedoras y luego las procedencias mejor adaptadas constituye un requisito indispensable para la ejecución de un programa de forestación de base sólida. Se recomienda que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) examine con todo detenimiento la petición que se le ha formulado de un proyecto global sobre la exploración, recolección, evaluación y conservación de los recursos genéticos forestales.

40. Debe vencerse la resistencia de las organizaciones financieras internacionales a tomar en consideración las solicitudes para fines de regeneración forestal.

41. Los institutos de investigación deben realizar su labor en estrecha colaboración con las industrias que tienen que utilizar la madera en última instancia, para mejorar los conocimientos sobre las propiedades tecnológicas de las maderas tropicales y ampliar así sus posibilidades de mercados.

42. Cuando los ecosistemas naturales están sujetos a erosión acelerada, las medidas correctoras no pueden seguir siendo pasivas y deben volverse dinámicas, recurriéndose incluso a las especies exóticas, si fuese necesario. En términos más generales, debe adoptarse una politice de forestación de corta a hecho no sólo con fines de producción forestal, sino también para proporcionar a las futuras generaciones el medio adecuado a las necesidades del hombre.

43. El fuego no conoce fronteras y esparce sus estragos sin hacer distinciones geográficas. La lucha contra el fuego es a menudo una preocupación internacional. Deben proporcionarse fondos a la FAO para que se establezca pronto una unidad encargada de la tecnología para luchar contra los incendios forestales, y debe crearse una comisión internacional para la lucha contra los incendios forestales, con la asistencia de todos los organismos interesados.


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