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2. NECROBIA RUFIPES

La Necrobia rufipes (DeGeer) es un escarabajo de la familia Cleridae y es la especie más común de Necrobia que se encuentra en el pescado curado. Otras dos especies afines, N. ruficollis (Fabricius) y N. violacea (Linnaeus), aparecen sólo excepcionalmente en ese medio.

Figura 1

Fuentes: Adulto - con autorización del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Reino Unido (Crown Copyright); Larva - con autorización de ICI Agrochemicals (Reino Unido).

Figura 1 Vista dorsal de adulto (izquierda) y larva (derecha) de Necrobia rufipes

2.1 Nombres Vulgares

Copra beetle, Red-legged ham beetle [In]; Nécrobie à pattes rouges [Fr]; Schinkenkäfer, Kopräkafer [Al]; Gorgojo de la copra [Es].

2.2 Descripción y Rasgos Distintivos

ADULTO - Forma: como en la Figura 1 (izquierda). Longitud: aproximadamente 4,5 mm superficie dorsal del cuerpo (cabeza, tórax, élitros) de color enteramente verde-azulado metálico brillante. Cara ventral del abdomen azul obscuro en su totalidad. Patas brillantes de color pardo rojizo o naranja. Antenas en gran parte de color pardo rojizo pero con un engrosamieto negro o pardo obscuro en la punta. Lados del tórax (especialmente) y élitros con pelos duros parecidos a cerdas. Se distingue de los adultos de especies semejantes por la coloración antes descrita: la N. violacea tiene patas y antenas de color negro o azulado; la N. ruficollis tiene el tórax y la base de los élitros de color pardo rojizo.

LARVA - Aspecto: como en la Figura 1 (derecha). Larva típica de escarabajo con tres pares de patas articuladas; moderadamente pilosa. La mayor parte del cuerpo es de color gris-crema con manchas de gris violáceo en el dorso. La cabeza y las caras dorsales del primer segmento torácico y el último gran segmento abdominal (el noveno) tienen placas pardas endurecidas; el segundo y el tercer segmento torácico tienen también placas finas parduzcas. Placa en el último gran segmento abdominal con dos protuberancias en forma de cuerno, fuertemente curvadas hacia arriba. Muy difícil de distinguir de la especie, muy afín, de la Cleridae, pero fáilmente distinguible de las larvas de Dermestes por la coloración y la cantidad normal de pelo, y de las larvas de mosca por la presencia de patas y una cabeza bien visible.

2.3 Ciclo Biológico

Los escarabajos adultos se alimentan en la superficie de pescado seco y ponen huevos en las grietas que encuentran en él. Las larvas penetran profundamente en la carne; se alimentan del pescado pero también de las larvas de algunas moscas y de los huevos y larvas de Dermestes spp. Las larvas atraviesan tres o cuatro estadios. En el último estadio la larva produce un capullo en el que tiene lugar la pupación: ello puede ocurrir dentro de la carne del pescado, pero algunas veces las larvas abandonan el pescado y realizan la pupación en cualquier grieta obscura. El ciclo biológico dura unas seis semanas o más, según el tipo de alimento y las condiciones físicas. En condiciones óptimas, la tasa de crecimiento de la población es de aproximadamente 25 veces al mes. Los adultos son grandes voladores, lo que les permite desplazarse fácilmente hacia nuevas fuentes de alimentación.

2.4 Ecología

La temperatura óptima para el desarrollo de la N. rufipes es entre 30 y 34°C, y la temperatura mínima son los 22°C; no se conoce el límite máximo de temperatura, pero es probable que temperaturas superiores a 40–42°C dificulten o impidan su desarrollo. Este escarabajo necesita una humedad relative de equilibrio del 50% más. Por consiguiente, la N. rufipes puede actuar en los climas tropicales y subtropicales, especialmente si las condiciones ambientales son más bien húmedas o el pescado no está muy seco. Tiene una distribución cosmopolita en los climas cálidos.

La N. rufipes se encuentra generalmente en asociación con infestaciones de Dermestes spp.: necesita un hábitat semejante al de las especies tropicales de Dermestes, cuyas larvas y huevos aprovecha también para alimentarse.

2.5 Daños Producidos al Pescado Curado

Las larvas y adultos de N. rupifes pueden alimentarse de pescado curado seco, provocando así pérdidas cuantitativas así como su fragmentación y un deterioro de su calidad por la presencia de estos organismos y de sus mudas. El alcance y valor de las pérdidas causadas por N. rufipes que infestan el pescado seco no se ha evaluado ni en el laboratorio ni sobre el terreno, pero evidentemente estarán en relación directa con la duración del período de almacenamiento del pescado. Cuando aparece en asociación con infestaciones de Dermestes, la N. rufipes se encuentra por lo general en minoría pero su contribución a los daños totales puede ser significativa.

2.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción de las Pérdidas

La infestación inicial suele deberse a la invasión por adultos voladores y reptantes, que ponen sus huevos en pescado parcial o totalmente seco. La colocación de mosquiteros alrededor y por encima de los secadores reducirá el peligro de infestación de los escarabajos durante la elaboración. De la misma manera, durante el amacenamiento y transporte, la utilización de sacos limpios de buena calidad frenará la inmigración de N. rufipes. Osuji (1975) comprobó que la infestación cruzada de N. rufipes se reducía cuando los sacos de yute iban forrados de polietileno papel grueso de embalaje. Aunque no se sabe con exactitud cuál es la tèmperatura letal superior para la N. rufipes, cabe suponer que temperaturas superiores a los 45°C basten para destruir o alejar a estos escarabajos. Dichas temperaturas pueden desinfestar el pescado o retrasar la invasión por N. rufipes, siempre que se apliquen a la totalidad del lote: si parte del pescado continúa a temperaturas normales, los escarabajos se refugiarán en ella. El pescado muy seco reduce el ritmo de crecimiento de las poblaciones de N. rufipes.

La salazón del pescado representa una considerable protección frente a la N. rufipes, ya que el desarrollo de las larvas se retrasa notablemente. En algunos experimentos realizados el desarrollo de las larvas duró 85 días en pescado con un contenido de sal del 3,5 %, frente a los 42 días en el pescado no salado (Osuji, 1975a).


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