Introducción
La evaluación de recursos en los trópicos es generalmente más difícil que en aguas templadas. Hay un gran número de motivos para ello, de los cuales dos pueden ser destacados:
(a) Las pesquerías tropicales - especialmente las de especies demersales - a menudo explotan un gran número de recursos simultáneamente; y en consecuencia es muy difícil que las flotas comerciales o artesanales provean detallada información estadística de captura y captura por unidad de esfuerzo discriminadamente por especie, incluso cuando se aplica un programa de colecta estadística relativamente adecuado. Por esta razón, resulta frecuente en las pesquerías tropicales que se analice el conjunto de las especies capturadas como si fueran una sola.
(b) Los países tropicales generalmente poseen una capacidad de investigación relativamente moderada - en lo referente a investigación pesquera - lo cual determina que la pesquería de la mayor parte de los recursos permanezca prácticamente sin investigar.
A pesar de estos y otros problemas, tradicionalmente se ha esperado que los biólogos pesqueros que operan en países tropicales proporcionen respuestas rápidas a preguntas de solución impostergable tales como:
- ¿Cuál es la magnitud del recurso en un área dada?
- ¿Cuánto debiera extraerse anualmente?
- ¿Qué artes de pesca convendría utilizar?
- ¿Cómo conciliar los intereses divergentes, o incluso contradictorios, de diversos grupos (por ejemplo de pescadores)?
- ¿Cómo administrar una pesquería (qué medidas de regulación, cómo ponerlas en práctica, etc.)?
En respuesta a algunas de estas necesidades se han desarrollado varios modelos y técnicas que proporcionan (al menos en forma aproximada) solución a tales incógnitas. Este capítulo pretende dar una breve exposición de algunos pocos conceptos implicados, así como presentar parte de la literatura disponible al respecto.
Estimación de la magnitud de los recursos
Métodos para la evaluación de recursos pelágicos
La cuantía del efectivo de peces pelágicos pequeños es generalmente determinada mediante evaluación por métodos acústicos. La metodología de tales investigaciones está más o menos detalladamente desarrollada en los siguientes textos: Forbes y Nakken (1974), Cushing (1973), Saville (1977).
Los resultados de la evaluación acústica de recursos pelágicos llevada a cabo en el océano Indico occidental, al sur del ecuador, han sido revisados por Gulland (1979, páginas 5–6).
La estimación de la biomasa de peces pelágicos grandes tales como los atunes y otros escómbridos de tamaño considerable es tarea, por lo general, muy difícil, y el resultado obtenido resulta con frecuencia sumamente discutible (ver Sharp, 1978, 1979). Las primeras investigaciones llevadas a cabo en el océano Indico occidental se han abocado generalmente a determinar la abundancia relativa (más bien que la magnitud absoluta del recurso), a partir de la distribución espacial de las capturas por unidad de esfuerzo obtenidas con un arte de pesca estándar (Williams, 1967).
Métodos para la evaluación de recursos de arrecife
Aunque ello resulte extraño, no existe hasta el momento ningún método generalmente aceptado para estimar la magnitud de la biomasa de peces de arrecife; y la amplia variedad de procedimientos que se utilizan (incluso envenenamiento y conteo directo por parte de buzos), así como los diferentes conceptos acerca de qué pertenece realmente a un “arrecife”, han conducido a una amplia gama de evaluaciones de biomasa (ver Russel et al., 1978). Esto lleva a pensar que los estimados de rendimiento por área (ver más adelante), junto con determinaciones de la mortalidad por pesca, pueden ser utilizados para obtener indirectamente la magnitud del recurso.
Por otra parte, a partir de:
Y = F · B | (38) |
que indica la relación básica entre la captura anual en peso, o rendimiento (Y), la biomasa media (B) y la mortalidad por pesca (F), podemos también expresar que:
Ecuación que puede ser utilizada para calcular la magnitud de la biomasa de un recurso a partir de adecuados estimados de Y y F, obtenido este último, por ejemplo, mediante el promedio de varios simples valores de F para diferentes especies en base a la longitud media de captura y a un estimado independiente de M.
A los fines de obtener estimaciones más o menos directas de la biomasa de recursos de arrecife pueden consultarse las publicaciones de Bardach (1959) o de Goeden (1978). Las mejores revisiones disponibles sobre métodos de estudio de peces de arrecifes coralinos son aquellas de Russel et al. (1978), y la serie de documentos publicados por Munro et al. (1973–1978) relativos a la biología de peces de arrecife de Jamaica, así como a las pesquerías de los mismos.
Métodos para la evaluación de recursos demersales
En áreas donde los fondos marinos son lo suficientemente uniformes como para permitir el arrastre, la biomasa de los recursos demersales puede ser obtenida a partir de la relación:
donde:
es la captura por unidad de esfuerzo media obtenida durante la investigación
(o para un estrato dato)
A corresponde a la superficie del área total investigada (o del estrato de
referencia)
“a” es el área “barrida” por la red durante una unidad de esfuerzo (por ejemplo,
una hora)
“x1” es la proporción de los peces presentes en el camino de la red, que efectivamente
quedan retenidos por la misma.
En aguas del Sudeste asiático un valor de x1 = 0,5 es utilizado con frecuencia (Isarankura, 1971; Saeger et al., 1976; SCSP, 1978) y existe cierta evidencia de que dicho valor pudiera ser adecuado (Pauly, 1979a).
Para el océano Indico occidental al sur del ecuador se ha sugerido, por otra parte, que todos los peces presentes en el camino de la red pudieran ser capturados, lo cual corresponde a un x1 = 1,0 (ver Gulland, 1979, página 3).
La superficie barrida por la red durante una unidad de esfuerzo queda determinada mediante la expresión:
a = t · v · h · x2 | (41) |
donde:
v es la velocidad del arrastrero relativa al fondo, durante el arrastre
h es la longitud de la relinga superior de la red
t es el tiempo de duración del arrastre efectivo
x2 es una fracción que expresa el cociente entre la apertura horizontal del área barrida
por el arte, y la longitud de la relinga superior.
En aguas del Sudeste asiático han sido utilizados valores de x2 que oscilan entre 0,40 (SCSP, 1978) y 0,66 (Shindo, 1973) ; y 0,50 pudiera ser posiblemente la mejor solución de compromiso (ver Pauly, 1979a).
Las Ecuaciones 40 y 41 pueden ser eventualmente utilizadas para la obtención de estimados de biomasa a partir de información de la flota comercial de arrastreros, a condición de que sean conocidas sus capturas por unidad de esfuerzo, longitud de relinga superior y velocidad de arrastre.
El método “del área barrida”, como se denomina al anteriormente descrito, ha sido adoptado - utilizando ciertas asunciones relativas al comportamiento del pez- para artes de línea y anzuelo en zona de arrecifes (Wheeler y Ommaney, 1953), y dicho documento, así como los comentarios al respecto de Gulland (1979, página 4) debieran ser consultados para una más detallada información.
Estimación del rendimiento máximo sostenible (MSY)
Existen dos modelos básicos para determinar el MSY de los recursos pesqueros, denominados el modelo de “rendimiento por recluta”, de Beverton y Holt (1957) y sus variantes; y el modelo de “rendimiento excedente”, de Schaefer (1954) u otros análogos.
Cuando se dispone de apropiados valores de los parámetros de crecimiento y de mortalidad, el modelo de Beverton y Holt (1957) o alguna de sus versiones más simplificadas (por ejemplo, Beverton y Holt, 1966) pueden ser utilizados para estimar el rendimiento por recluta; y si se conoce el reclutamiento o se asume que es constante, cabe identificar una óptima estrategia pesquera (pero ver el capítulo número 7 relativo a sobrepesca). Este modelo, sin embargo, no será revisado aquí; tanto debido a que su complejidad pudiera desconcertarnos, como porque nos dice sorprendentemente poco acerca del manejo de las pesquerías tropicales multiespecíficas.
El modelo de Schaefer - por lo menos en su versión más simple - resulta en cambio de aplicación bastante fácil. A continuación se desarrolla una adecuada secuencia de pasos a los fines de estimar el MSY por medio de este modelo:
Paso 1 | Registre en una tabla los datos de captura y de esfuerzo, y calcule las respectivas capturas por unidad de esfuerzo (ver Tabla 11). |
Paso 2 | Trace un gráfico de los valores de captura por unidad de esfuerzo contra los correspondientes valores del esfuerzo, y estime el intercepto (a) y la pendiente (b) por medio de la técnica de regresión lineal. Cambie el signo de “b” de menos a más. |
Paso 3 | Calcule: |
MSY = a²/4b
esfuerzo óptimo = a/2b
rendimiento para un esfuerzo dado = af - bf²
Los Pasos 1–3 han sido ilustrados en la Figura 15, la cual se basa en los datos de la Tabla 11.
Figura 15 Tendencias en la captura y en la captura por unidad de esfuerzo, aguas afuera de la costa norte de Java. Basado en datos de 1a Tabla 11. Para el ajuste del “Modelo de Schaefer” ver texto.
Año | Capturab | c/fc | fd |
---|---|---|---|
1969 | 50,0 | 0,080 | 623 |
1970 | 49,0 | 0,078 | 628 |
1971 | 47,5 | 0,091 | 520 |
1972 | 45,0 | 0,088 | 513 |
1973 | 51,0 | 0,077 | 661 |
1974 | 56,0 | 0,061 | 919 |
1975 | 66,0 | 0,057 | 1 158 |
1976 | 58,0 | 0,032 | 1 970 |
1977 | 52,0 | 0,039 | 1 317 |
a De Dwippongo (1979)
b En toneladas x 10³
c En toneladas x 10³ por buque estándar
d Número de buques estándar
Existe finalmente un tercer método para estimar el rendimiento máximo sostenible de una cierta pesquería, y éste es el método comparativo.
Ciertos ecosistemas son extremadamente productivos (por ejemplo, en áreas de afloramiento), o bastante improductivos (tal es el caso de las profundidades oceánicas). En lo concerniente a las aguas someras tropicales, sin embargo, puede verificarse una notable consistencia en los rendimientos (expresados en base al área), que pueden oscilar entre 4 y 8 t/km² (totalidad de los peces) en zonas costeras (arrecifes incluidos), con valores extremos de 10 t/km² cuando condiciones estuarinas incrementan la productividad (Tabla 12). Tales valores pueden en consecuencia ser utilizados para evaluar ciertos recursos y pesquerías, por ejemplo, para determinar si cierto efectivo se encuentra pescado por debajo de su rendimiento o bien está óptimamente explotado.
Ejercicios: | (1) | Utilice los datos de la Tabla 13 para estimar el MSY (por km²) en los arrecifes del océano Indico occidental al sur del ecuador. |
(2) | Discuta el estado del recurso y de las pesquerías (a mediados de los años setenta) en Mahé (Seychelles) y en Mauricio, y proponga medidas de regulación. |
Tipo de ecosistema | Localización | MSY (t/m²) | Fuente |
---|---|---|---|
Arrecife de coral | Jamaica, Caribe | 4 (total de peces) | Munro (1975) |
Océano Indico occidental | 5 (total de peces) | Gulland (1979) | |
Bancos de arena | Golfo de Tailandia (por debajo de los 50 m) | 3,6 (sólo demersales) | SCS (1978) |
Bahía de San Miguel (a menos de 15 m) (Las Filipinas) | 15 (total de peces) | Pauly y Mines (MS) | |
Lagunas someras (condiciones estuarinas) | Golfo de México (Texas) | 12 (total de peces) | Saila (1975)a |
Sakumo Lagoon (Ghana) | 15 (total de peces) | Pauly (1976) |
Area | Captura media (t/km²) | Captura por unidad de esfuerzo (kg/conjunto de trampas) | Intensidad de pesca (conjunto de trampas/km²/año) |
---|---|---|---|
Mauricio | 3,5 | 1,25 | 2 800 |
Tanzania (norte) | 4,7 | 3,45 | 1 400 |
Mahé (costa este) | 1,37 | 5,37 | 260 |
Mahé (costa oeste) | 3,12 | 5,07 | 620 |
a Según Gulland (1979, página 9)