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3. RELACION POR AREAS DE PESCA (contd.)

3.4 AREA 31: ATLANTICO CENTRO-OCCIDENTAL

MAMIFEROS MARINOS PRESENTES EN EL AREA 31

Eubalaena glacialis Ballena franca
Tomilin (1967) registra la presencia de ballenas francas en las Bermudas y Moore (1953) la incluye entre los mamíferos marinos de la Florida. Su alimentación se concentra probablemente en el verano y tiene lugar en la parte septentrional de su zona de distribución. No es probable, pues, que haya interacciones con la pesca en el área 31. No se conoce el volumen de la población del Atlántico centro-occidental, pero es poco probable que sea superior a pocos centenares.

Balaenoptera physalus Rorcual de aleta
Tomilin (1967) señala que esta especie es rara en los trópicos, mientras Jonsgaard (1966a) indica que se encuentra por el sur hasta 29°N, frente a la Florida. No es probable que haya interacciones en el área 31, ya que raras veces es avistada esta especie en este área y se alimenta sobre todo en regiones más septentrionales (Tomilin, 1977).

Balaenoptera musculus Ballena azul
El límite meridional de las migraciones invernales de la población del Atlántico no se conoce, pero Jonsgaard (1966a) indica que por el sur llegan al menos hasta Atlantic City. Esta especie, de la que en el norte del Atlántico viven al máximo algunos centenares de animales, no representa en la actualidad ninguna amenaza para las pesquerías, dado que en el norte del Atlántico come sólo crustáceos pelágicos, en particular Thysanoessa inermis, y según Tomilin (1967) no come peces.

Balaenoptera acutorostrata Ballena enana
Son raros los animales avistados en el área 31. Moore y Palmer(1955) señalan que hasta esa fecha al menos cuatro ejemplares se habían encallado en Florida, a latitudes tan meridionales como 25°N. Aunque es la más ictiófaga de las ballenas mysticetas, las posibilidades de interacción con las pesquerías en el área 31 son pocas, debido a su escasez en esta región.

Balaenoptera borealis Rorcual negro
Jonsgaard (1966a) señala su presencia por el sur hasta México y Florida y Erdman et al. (1973) la mencionan también en el nordeste del Caribe, mientras Mead (1977) da una lista completa de los casos registrados de esta especie en el área. Según Tomilin (1967) se sabe que come peces, pero está mejor adaptado para comer crustáceos pelágicos pequeños, sobre todo Calanus spp. en el norte del Atlántico. Aunque muestra mayor preferencia por temperaturas cálidas que B. physalus, los avistamientos de animales de esta especie en el área 31 son raros y, por tanto, no es probable que haya interacciones con la pesca.

Balaenoptera edeni Ballena de Bryde
Su hábitat es más tropical que el de las demás especies de ballenas mysticetas. Jonsgaard (1966a) menciona la captura de animales de esta especie en Granada en los años veinte. Hershkovitz (1966) señala también su presencia en el Caribe y Payne (1979) en el Golfo de México; por otro lado, está ausente en la lista de especies de la Florida preparada por Moore (1953). Gambell (1977) sugiere que quizás en este área haya una población residente. No se conoce el volumen de la población, pero como se sabe que en otras zonas su dieta incluye algunas especies de peces de importancia comercial, es posible cierta competencia con las pesquerías.

Magaptera novaeangliae Ballena jorobada
Esta especie emigra regularmente hacia el Caribe durante el incierno, a distintas zonas de reproducción (llegando por el sur hasta Granada). Balleneros yankis cazaban esta ballena el siglo pasado (Townsend, 1937) y su explotación prosigue aún en pequeñísima escala en Granda, aunque parece que va en disminución (Caldwell y Caldwell, 1975). Winn et al. (1975) estiman la población del Caribe entre 785 y 1 157 animales, con un gran aumento en los últimos sesanta años. Las ballenas jorobadas no parecen alimentarse durante el invierno, o lo hacen sólo en medida muy limitada (véase por ejemplo Mackintosh, 1965 y Chittleborough, 1965), por lo que no son probables interacciones con las actividades de pesca.

Mesoplodon densirostris Mesoplodón de Blainville
También esta especie, según moore (1966), habita la parte centro-meridional de norte del Atlántico, llegando en ocasines a América del Norte. Gunter (1955) menciona un ejemplar encallado en la Isla Padre (Texas) en 1946 y Caldwell y Caldwell (1974b) citan un ejemplar observado en Flordia. Moore (1958: no visto) menciona también un caso en las Bahamas.

Mesoplodon europeaus Mesoplodón de Gervais
Según Moore (1966) esta especie vive probablemente en la rgión de las Antillas y el Golfo de México, desplazándose en ocasiones hacia el norte siguiendo la corriente del Golfo. Rankin (1953) cita dos ejemplares observados en Jamaica y según Leatherwood y Reeves (1983) otros se han observado en Florida, Texas, Cuba y Trinidad. No se dispone de datos sobre su alimentación, pero se supone que come calamares.

Mesoplodon mirus Mesoplodón de True
Es también una especie de aguas profundas que, según Moore (1966), vive en el centro del Atlántico frente a la plataforma continental de América del Norte; según parece no se desplaza hacia la región del Caribe, pero algunos animales han llegado ocasionalmente a la costa atlántica de los Estados Unidos. Igual que en el caso de otros mesoplodones, se supone que se alimenta sobre todo de calamares.

Ziphius cavirostris Ballena picuda de Cuvier
Se ha registrado su presencia en todo este área. Erdman (1966) menciona un ejemplar en Puerto Rico y cita a Aguayo que habla de otro en Cuba. Moore (1953) indica su presencia en Florida y Erdman et al. (1973) la confirman en el nordeste del Caribe. Caldwell et al. (1971a) dan noticia también de su captura en las pesquerías de cetáceos menores de San Vicente y Caldwell et al. (1971) señalan la presencia de esta especie en Georgia y Carolina del Sur. A pesar de ello, como todos los demás mesoplodones y ballenas picudas, esta especie no es común y según Tomilin (1967) vive de ordinario en aguas pelágicas, aunque el número de encallamientos indica que a veces se acerca más a la costa. El ejemplar de Puerto Rico mencionado por Erdman (1962) tenía en el astómago solamente restos de calamares, pero Leatherwood y Reeves (1983) señalan que come también peces de aguas profundas.

Physeter macrocephalus Cachalote
Los mapas de la distribución del cachalote preparados por Townsend (1935) muestran claramente vastas zonas de alimentación en el Atlántico central y, en menor grado, en el Atlántico oriental. Ambas zonas penetran en la parte septentrional del área 31 y existen también otros muchos informes de su presencia en diversos puntos del Caribe, en las Indias Occidentales y en la zona donde se cruzan las líneas de 12°N y 40°W. Taruski y Winn (1976) señalan la presencia de cahalotes desde Granada hasta los Bancos de Caicos, en aguas de más de 100 brazas. Caldwell et al. (1971a) señalaron que en las pesquerías de San Vicente pueden capturarse cachalotes desde octubre hasta marzo. Erdman et al. (1973) confirman la relativa escasez de cachalotes en el nordeste del Caribe durante el verano. Según Tomolini (1967), el cachalotes, entre otras muchas especies, se alimenta esencialmente de calamares y es probable, por tanto, que su distribución estacional esté en relación con la disponibilidad de calamares. No existen estimaciones del número de cachalotes en este área pero no parece irrazonable cifrar el número de animales que la cistan en algunos millares. No ha habido ninguna interacción con la pesca en este área y, a menos que se desarrolle la explotación del calamar, no es probable que la haya.

Kogia breviceps Cachalote pigmeo
Moore (1953), Gunter et al. (1955) y Caldwell et al. (1971) señalan la presencia de esta especie en el sudeste de los Estados Unidos, pero no parece haber noticias de su presencia en otras partes del área 31. Ello se debe probablemente a su escasez. Tomilin (1967) sostiene que se alimenta sobre todo de calamares, aunque se han hallado otros alimentos en su estómago. No se conoce ninguna interacción ni parece probable que las haya.

Kogia simus Cachalote enano
Probablemente es áun más rara que en la especie anterior y, según parece, sólo se ha registrado su presencia en el extremo oriental de las aguas de los Estados Unidos (Caldwell et al., 1971). Esta especie, como la anterior, parece alimentarse de calamares. No es probable interacción alguna, por las mismas razones que se han indicado.

Steno bredanensis
Se ha señalado su presencia en Georgia, Estados Unidos (Richardson, 1973), en Florida (Moore, 1953) y en la pesquería de San Vicente (Caldwell et al., 1971a). Payne (1979) señala también tres encallamientos en el Golfo de México, uno de 16 animales que habían comido pulpos pelágicos. Estos parecen ser los únicos casos registrados de esta especie. Tampoco a propósito de esta especie se sabe de ninguna interacción, ni es probable que la haya, debido a su escasez y a la ausencia de pesquerías intensivas de cefalópodos.

Sotalia fluviatilis Tucuxi
Esta especie se halla en los sistemas fluviales de Venezuela y Guyana, en aguas marinas poco profundas a lo largo de la costa nordoriental de América del Sur. Se alimenta de bagre, otros peces de agua dulce y crustáceos (Mitchell, 1975). Bruyns (1971), citado por Mitchell (1975a), indica que es una especie muy apreciada y no se caza, pero Best y da Silva (1984, en prensa) mencionan frecuentes capturas accidentales de esta especie en el Amazonas. Es de suponer que capturas semejantes se produzcan en otras partes de su área de distribución. No se conoce el volumen de la población.

Peponocephala electra
Esta especie, que se ha registrado sólo en raras ocasiones en el área 31, es poco común en todo el mundo. Caldwell et al. (1976) la hallaron en San Vicente, donde descubrieron en su estómago otolitos de peces, picos de calamar, dos isópodosy u camarón rojo muy grande. No se conocen interacciones con las pesquerías ni son probables.

Feresa attenuata Orca pigmea
Caldwell y Caldwell (1971a) mencionan el primer caso registrado de esta especie en la pesquería de San Vicente. James et al. (1970) señalan también el primer caso registrado en el Golfo de México y mencionan otro en Costa Rica, mientras Caldwell y Caldwell (1975a) describen un cuarto ejemplar procedente de la Florida. Se trata según parece de una especie rara, y su presencia se ha registrado sólo en una docena de ocasiones en todo el mundo, aunque Pryor et al. (1965) hallaron un grupo de más de 50 cerca de Hawaii. No se conoce ninguna interacción ni es probable que las haya, debido, en parte al menos, a la escasez de animales de esta especie.

Pseudora crassidens Falsa orca
Odell et al. (1980) describen repetidos encallamientos en Florida y Dry Tortugas y Caldwell et al. 1971a) han hallado esta especie entre las capturadas en San Vicente. Tomilin (1967) indica que come calamares y peces y de ordinario se halla lejos de la costa, aunque puede acercarse a ella siguiendo a los cefalópodos. Odell et al. (1980) hallaron que ejemplares en cautividad comían caballa, arenque, eperplano y algunos calamares, y Watson (1981) menciona haber visto a esta especie comer bonito. Hasta ahora no se sabe de ningún conflicto con esta especie, pero el hecho de que coma peces de importancia comercial hace más plausible que pueda haber conflictos en el futuro que en el caso de las demás especies mencionadas.

Orcinus orca Orca
Hay noticias de la presencia de esta especie en Florida (Moore, 1953) y San Vicente (Caldwell, 1971a), donde la ha encontrado en las capturas de ballenas. No se conoce su número, pero no parece se común. Se sabe que se alimenta de peces gregarios y mamíferos marinos, aunque Caldwell et al. (1971a) mencionan también como alimento las tortugas. Según parece no se halla en gran número ni tan cerca de la costa como en Noruega y, por tanto, no hay noticias de conflictos con pesquerías ni son probables, dada la amplitud de su dieta y su baja densidad aparente en este área.

Globicephala macrorhynchus Globicéfalo
Esta especie, ampliamente distribuida por toda la región, es la principal de las capturadas en las pesquerías de San Vicente. Kritzler (1952) menciona un encallamiento de 48 individuos y su posterior conservación en cautividad en la Florida e indica que su principal alimento son los calamares. No se conoce por el momento ninguna interacción con la pesca, ni es probable que la haya. El volumen de la población es desconocido, pero probablemente esta especie no es rara.

Lagenodelphis hosei Delfín de Fraser
El único caso registrado en el área 21 parece ser el señalado por Caldwell et al. (1971a) en San Vicente. Leatherwood y Reeves (1983) sostienen que come peces de aguas profundas, crustáceos y calamares. No se sabe de conflicto alguno, ni es probable que los haya.

Tursiops truncatus Tursón
También esta especie es muy numerosa en este área y quizás sea la más evidente, ya que es fundamentalmente costera, llegando en sus desplazamientos hasta el borde de la plataforma continental. Moore (1953) dice que es común en la Florida y son también muchos los casos registrados en el resto del Caribe. Payne (1979) señala que en el Golfo de México el 83 por ciento de su dieta consiste en lisas y Shane (1980) añade otras varias especies demersales y neríticas. Leatherwood (1979) cita a Cato y Prochaska (1976), según los cuales Tursiops causa en Florida daños a las redes y a las capturas por un valor de 0, 5 millones de dólares al año. Los mismos autores han estimado la población de Tursiops en este área en unos 5 000 animales, pero Leatherwood (1979) ha hallado que su número es de unos 500. Caldwell y Caldwell (1971) señalan la presencia de esta especie en la pesquería de San Vicente y como captura accidental en redes de cerco de playa en el sur del Caribe. Leatherwood y Reeves (1982) dan una lista completa de otras interacciones secundarias con las actividades de pesca. Probablemente hay otras interacciones entre esta especie y los pescadores de las que no se tiene noticia.

Grampus griseus Delfín de Risso
Tomilin (1967) describe esta especie como rara y dice que se halla en aguas cálidas y templadas. Las referencias evidentes a esta especie en el área 31 son pocas, aunque Caldwell et al. (1971b) registran su presencia en San Vicente. Según Tomilin (1967) vive principal o exclusivamente de calamares y se sumerge a grandes profundidades por largo tiempo. No hay noticias de conflictos ni son probables.

Stenella longirostris Delfín hilador
Su presencia en el área 31 ha sido registrada por Moore (1953), Erdman et al. (1973) y otros muchos. Esta especie es una de las víctimas principales de las capturas accidentales de delfín en el Pacífico oriental tropical. Es más frecuente en aguas profundas y, como Caldwell y Caldwell (1971) señalan, el desarrollo de la pesca de atún con redes de cerco en este área podría ser causa de muertes accidentales de animales de esta especie. No se dispone de estimaciones de su abundancia, pero es probable que se trate de una especie relativamente común.

Stenella coeruleoalba Delfín rayado
Odell y Chapman (1976) describen animales de esta especie provenientes de la Florida, en cuyo estómago hallaron otolitos de peces. Tomilin (1966) sostiene que es una especie rara, pero Leatherwood y Reeves (1983) afirman que su zona de distribución es amplia y dicen que se alimenta de peces mesopelágicos pequeños, camarones y calamares. Como en el caso de las dos últimas especies, algunos animales han sido capturados en la pesquería de atún del Pacífico con redes de jareta y, por tanto, podría sufrir daños si se desarrollara en este área una pesquería de ese tipo.

Stenella sp. Delfines moteados
Moore (1953) menciona Stenella attenuata entre los mamíferos marinos de la Florida. Es la especie que más daños ha sufrido en la redes de la pesquería de atún del área 77 y, a diferencia de las dos especies anteriores, se alimenta de peces en las capas superficiales y come también algunos calamares. Payne (1979) indica que Stenella plagiodon es la especie más común de Stenella en el Golfo de México. Siebenaler y Caldwell (1956) sugieren que esta especie se alimenta de sargo salema y calamares, probablemente en la superficie. Al igual que las demás especies de Stenella, estas dos son vulnerables a toda expansión de las operaciones de pesca de atún con artes de cerco en que se utilicen los grupos de delfines como indicadores de la presencia de atunes.

Stenella clymene Delfín de Clymene
Se trata de un delfín poco conocido, registrado en pocas ocasiones en este área (Perrin et al., 1981). No se conoce el estado de la población, pero probablemente su aparente escasez no excluye la posibilidad de muertes accidentales en eventuales pesquerías de atún con redes de cerco.

Delphinus delphis Delfín común
Moore (1953) y Erdman et al. (1973) señalan la presencia de esta especie en el norte del área 31, donde parece ser muy frecuente en alta mar, aunque quizás sea más rara en el sur. Al igual que las especies de Stenella, resulta apresada en redes atuneras, dado que es una especie pelágica que vive en grupos. Tomilin (1967) la describe como especie típicamente ictiófaga, y dice que se alimenta le jos de la costa, donde como peces peces pequeños, como arenque, anchoa y aguja, además de carángidos, lisas y otros muchos. Leatherwood y Reeves (1983) señalan que se alimenta también en la capa profunda de dispersión, donde como peces y calamares. También esta especie podría resultar vulnerable si se incrementaran las pesquerías pelágicas en este área, aunque hasta la fecha no hay noticas de conflictos.

Inia geoffrensis Boutu
Esta especie, que según Hershkovitz (1966) está presente en los sistemas fluviales de Colombia y Venezuela, es, según parece, bastante común en algunas partes de su zona de distribución. Leatherwood y Reeves (1983) creen que en los últimos años se matan animales de esta especie en número cada vez mayor, pero no se dispone de datos sobre la captura. Se cree que se alimenta sobre todo de Characinidae y bagres, dos de los grupos de peces más abundantes en aguas dulces sudamericanas. Se producen algunas capturas accidentales de esta especie en las pesquerías con redes de enmalle del Amazonas (véase área 41), por lo que es posible que se capturen también en el Orinoco y otros ríos que desembocan en el área 31, pero no se dispone de ningún dato concreto.

Zalophus californianus León marino de California
Caldwell et al. (1971) han señalado la presencia de esta especie (animales escapados de cautividad) en Georgia y Carolina del Sur. No hay noticias de que esos leones marinos hayan conseguido reproducirse, pero si llegara a establecerse una población reproductora podráa convertirse rápidamente en una fuente de problemas para los pescadores locales.

Phoca vitulina Foca común
Puede llegar en ocasiones hasta Georgia y la Florida, por el sur, pero en número insignificante.

Monachus tropicales Foca monje del Caribe
Se considera extinguida.

Trichechus manatus Manatí del Caribe
Shane (1983) estima la población de la Florida en unos 1 000 animales. No se conoce el volumen de la población en otras partes. En la Florida al menos se registra una mortalidad elevada, debido a colisiones entre embarcaciones y animales de esta especie (FAO, 1978). Es de suponer que muchas de esas embarcaciones sean pesqueras, comerciales o recreativas, y en esa medida se puede decir que los manatíes interaccionan con la pesca. También se capturan manatíes accidentalmente en redes de enmalle en los ríos de la parte septentrional de América del Sur (Lavigne, com.pers.), pero no se dispone de datos detallados sobre esas capturas. Como es una especie totalmente herbívora, no son probables interacciones de competencia alimentaria.

La información sobre los mamíferos marinos presentes en esta región es muy fragmentaria. Sólo se dispone de amplia información sobre las partes más septentrionales, mientras por lo que se refiere a las costas norteñas de América del Sur los datos son más escasos. De las 33 especies de mamíferos marinos (aproximadamente) que se hallan en este área, seis especies de ballenas mysticetas no se alimentan probablemente en ella y, de todos modos, no son comunes. Es posible que la ballena de Bryde coma peces pelágicos que viven en cardúmenes, como lacha y quizás sardinela. Al menos diez especies parecen alimentarse predominante o totalmente de cefalópodos y no dan lugar por el momento a ninguna interacción con la pesca, mientras la dieta de otras seis especies poco comunes no es muy clara.

De las especies restantes, las dos que viven sobre todo en agua dulce se alimentan de diversos peces y crustáceos, algunos de los cuales se explotan también comercialmente. El tursón se alimenta de lisa y otras especies neríticas. Es posible que todos los delfínidos de esta región se alimenten de peces pelágicos pequeños que viven en cardúmenes, entre los que quizás figuren algunas especies comerciales, además de comer mictófidos y otras especies no comerciales. Una especie es herbívora.

POBLACIONES DE PECES DEL AREA 31

RECURSOS ICTICOS DEMERSALES

En 1981, las descargas totales registradas de peces demersales ascendieron a 135 000 toneladas. Gulland estima que, además, en las pesquerías de camarón y otras pesquerías de arrastre se descartan unas 500 000 toneladas de peces demersales capturados accidentalmente, sobre todo Sciaenidae. Sin embargo, en su examen del estado de explotación de los recursos distintos de los crustáceos (1980), la Comisión de Pesca del Atlántico Centrooccidental (1980) cifra los descartes en cantidades mucho mayores, colocándolos entre 800 000 y 1,5 millones de toneladas. Se estima, además, que los pescadores deportivos, sobre todo estadounidenses, capturan otras 80 000 toneladas. Ninguna especie ocupa un lugar preponderante en las capturas, pero se extraen en cantidades razonables mero, pargo, corvinón, roncador, corvina, corvinata y mojarra. La diversidad de la fauna íctica en este área hace difícil, si no imposible, una evaluación por especies. Algunas poblaciones se explotan aún con toda probabilidad ligeramente, pero la explotación de otras muchas, de gran valor comercial o concentradas en los caladeros de camarones, es ya probablemente moderada o intensa.

SERRANIDAE

En 1981 se descargaron más de 20 000 toneladas de varias especies, en particular mero (Epinephalus spp.). Casi todas ellas proceden de zonas de fondo duro y arrecifes, donde se pesca sobre todo con trampas, y de zonas de aguas profundas al borde de la plataforma, donde se utilizan principalmente líneas de mano y carretes. No es probable que esas pesquerías entrañen interacciones con los mamíferos marinos.

LUTJANIDAE

En 1981 se descargaron más de 10 000 toneladas, también en este caso de varias especies. El pargo se encuentra en zonas similares a las del mero, pero a menudo es de menor talla. Se capturan con los mismos procedimientos, en arrecifes y al borde de la plataforma continental, donde se concentran sobre todo en torno a 200 metros en el Caribe y a unos 100 metros en el Golfo de México y el Atlántico.

SCIAENIDAE

En 1981 se descargaron más de 30 000 toneladas. Estas especies viven sobre todo en fondos blandos, en aguas poco profundas de la plataforma, particularmente en las costas septentrionales y orientales de América del Sur y en el Golfo de México. El corvinón Micropogon undulatus es la especie que con más frecuencia se captura accidentalmente en las pesquerías de camarón de este área, que se realizan también sobre fondos blandos. Existen, sin embargo, varias pesquerías dedicadas directamente a la explotación de Sciaenidae. Una pequeña flota industrial opera al norte del Golfo de México y hay también pesquerías artesanales en aguas mexicanas y centroamericanas. A lo largo de la costa caribeña de América del Sur se encuentran además algunas pesquerías locales de arrastre, especialmente en el Golfo de Venezuela, donde la explotación es ya excesiva.

SPARIDAE

En la actualidad sólo se obtienen unas 2 000 toneladas de algunas especies. Parece que a lo largo del borde de la plataforma atlántica de los Estados Unidos las poblaciones están subexplotadas.

Otros peces demersales capturados en este área son salmonetes, doncellas, calafates y tamboriles, de los que hay gran diversidad, sobre todo en los arrecifes.

RECURSOS ICTICOS PELAGICOS

También las capturas pelágicas de este área se caracterizan por la gran diversidad de especies. Los reconocimientos hechos de los recursos no son suficientes, pero es posible que su potencial sea superior a dos millones de toneladas. La mayor parte de las capturas pelágicas totales corresponden a la lacha, y las demás especies en conjunto totalizan unas 100 000 toneladas. Tampoco en este caso las estadísticas de captura son fidedignas y es posible que las capturas sean considerablemente superiores a esas cifras.

CLUPEIDAE

Brevoortia tyrannus y Brevoortia patronus Lacha
La primera se captura en el Atlántico, frente a la costa meridional de los Estados Unidos, y la segunda en el Golfo de México. La captura total de ambas es de unas 700 000–800 000 toneladas al año. Se cree que la población del Golfo ha llegado ya al punto de RMS o está alrededor de él; la del Atlántico está explotada en exceso, pero parece haberse recuperado algo desde los añnos sesenta. Estas especies sostienen la pesquería más importante de este área, en la que faenan cerqueros, casi todos de los Estados Unidos. Se han comunicado algunas capturas accidentales de Tursiops y es posible que otras varias especies de mamíferos se alimenten de estas poblaciones, pero no hay aún indicios de conflicto alguno.

Sardinella anchovia
En 1981 se capturaron 32 000 toneladas con redes de cerco frente a Venezuela. Según parece, esta especie está ya plenamente explotada.

En el Atlas de los Recursos Marinos Vivos de la FAO se sostiene que el rendimeinto potencial de otros clupéidos en este área es de 1 a 2 millones de toneladas, pero en gran parte están aún inexplotados, quizás debido a las pequeñas dimensiones de los cardúmenes. Entre esas especies figuran el machuelo hebra (Opisthonema oglinum), del que existe ya una pequeña pesquería frente al Brasil, la sardineta escamuda, la sardineta canalerita y la anchoa. Muchas de ellas sirven probablemente de alimento a los delfínidos y quizás también a la ballena de Bryde.

CARANGIDAE

Se capturan más de 12 000 toneladas de distintas especies. Según el Atlas de la FAO, las mayores concentraciones se hallan en el Golfo de California, a lo largo de la península de Yucatán y frente a la costa de la Florida, y también a lo largo de la costa venezolana. Lowe-McConnell (1962) señala que en la parte septentrional de América del Sur los carángidos se encuentran sobre todo en aguas claras, lejos de las zonas de fondo cenagoso próximas a los estuarios.

MUGILIDAE

En 1981 se extrajeron más de 28 000 toneladas de varias especies de lisas, sobre todo especies costeras que viven en aguas poco profundas. No hay datos de su potencial ni del estado de las poblaciones. Se hallan concentraciones locales en el Golfo de México y en la costa de Venezuela y se puede suponer que en ambas áreas estos peces son un alimento importante del tursón.

SCOMBROIDEI

En este área se encuentra gran número de especies, incluidos nueve o más túnidos, carites, agujas y otros peces de gran valor. Las capturas de todas las especies en 1981 ascendieron a 71 000 toneladas. La pesca con palangres y otras pesquerías de anzuelo y línea, incluida la pesca deportiva en los Estados Unidos, ocupan un lugar importante en la captura de estos peces, pero no se dispone de datos sobre el estado de las poblaciones de la región. Las capturas de pesqueros extranjeros son pequeñas, con cifras de sólo algunos millares de toneladas al año, que corresponden sobre todo a atún capturado por embarcaciones japonesas y coreanas. Las capturas de todas las especies se han mantenido estables desde 1976, con excepción del atún de aleta negra (Thunnus atlanticus), cuyas capturas han aumentado de 90 a 845 toneladas durante los últimos seis años, y de la aguja blanca (Tetrapturus albidus), cuya producción ha disminuido de 369 toneladas en 1966 a 15 en 1981. Caldwell y Caldwell (1971) han señalado que en el área 31 se encuentran las mismas especies de delfines (Stenella spp.) y de túnidos que en el Pacífico centro-oriental y que existe, por tanto, la posibilidad de desarrollar en el área 31 una pesquería similar a la pesquería de túnidos asociada a delfines del Pacífico centro-oriental.

ELASMOBRANQUIOS

Los elasmobranquios predominan en la fauna de las aguas cenagosas costeras poco profundas de la plataforma continental del área 31. La COPACO (1980) calcula que el 54 por ciento de la biomasa que se halla en aguas de menos de 55 metros de profundidad frente a la costa atlántica de los Estados Unidos está constituida por tiburones y rayas. Lowe-McConnell (1962) señala también un predominio de esas especies en las aguas poco profundas frente a las costas de Guyana. Las capturas totales son en la actualidad de unas 20 000 toneladas. Los únicos países con pesquerías directas de esas especies son México y Cuba, pero es muy posible que las capturas reales sean muy superiores a las indicadas en el Anuario de la FAO, debido a las pesquerías deportivas y a los descartes. El rendimiento potencial total se ha calculado en unas 45 000 toneladas (COPACO, 1980), pero no se sabe hasta qué punto las capturas reales se acercan ya a esa cifra.

RECURSOS INVERTEBRADOS

CRUSTACEOS

La pesquería más importante de la región, desde el punto de vista económico, es la de camarón. Arrastreros de matrícula sobre todo estadounidense, pero también de México, Venezuela, Suriname y Guyana, capturan al menos seis especies de camarón en zonas de fondos blandos de la plataforma continental. En 1981 las capturas fueron superiores a 170 000 toneladas y parecen haberse mantenido relativamente estables durante los últimos seis o siete años. Esta pesquería es también notable por la gran cantidad de pescado que se descarta, con cifras de hasta 1,5 millones de toneladas de peces demersales al año. Se capturan también algunas otras especies, en particular jaiba azul (Callinectes sapidus) en la costa atlántica de los Estados Unidos y varias especies de langostas en zonas de arrecifes.

MOLUSCOS

En aguas del área 31 se capturan todos los años entre 150 000 y 200 000 toneladas de moluscos. La mayor parte de ellos son bivalvos, en particular la ostra Crassostrea virginica, que se captura en aguas atlánticas de los Estados Unidos. Otras varias especies se capturan en los arrecifes de todo este área, principalmente a mano. Las capturas de estas últimas ascienden a sólo algunos millares de toneladas al año, pero son de todos modos importantes para la economía de las islas.

CEPHALOPODA

La cantidad de cefalópodos capturados es muy pequeña, con un total de menos de 10 000 toneladas al año, en su mayoría calamares, Sepia spp. y pulpos. No parece haberse hecho ningún reconocimiento para estimar el volumen potencial de los recursos de calamares, pero dado que en este área se hallan vastas zonas donde se alimentan los cachalotes y que en ellas abundan las especies de mamíferos total o predominantemente teutófagos, es posible que el potencial sea enorme. Voss (1973) afirma que no cabe duda de que en el mar del Caribe y regiones adyacentes se encuentran grandes poblaciones potenciales de pulpo y calamar, pero no existe documentación. Gulland (1971) ha sugerido que el potencial es superior a 100 000 toneladas, y quizás llegue a 0,5–1 millón de toneladas, sin alcanzar probablemente los dos millones'.

PESQUERIAS DEL AREA 31

El principal país pesquero de este área son los Estados Unidos, cuyas capturas totales registradas fueron en 1981 del orden de 1,26 millones de toneladas (es decir, el 66 por ciento de las descargas totales procedentes de este área). Como se ha indicado, las capturas de lacha ocupan el primer lugar en las estadísticas del pescado descargado. A la pesca de esa especie se dedican cerqueros, y a pesar del volumen de la pesquería (unas 800 000 toneladas al año) no parece haber grandes conflictos con los mamíferos marinos, debido posiblemente al hecho de que los mamíferos ictiófagos que se encuentran en este área no parecen ser muy numerosos. Aparte de ellos, los únicos probables candidatos para posibles capturas accidentales en esta pesquería son las especies del género Stenella, Delphinus delphis y Tursiops truncatus.

Los Estados Unidos capturan también grandes cantidades de calamares al arrastre, pero tampoco esta pesquería parece afectar en forma apreciable a los mamíferos marinos, a menos que las capturas accidentales de peces demersales influyan en los hábitos alimentarios de Tursiops truncatus, que es casi el único mamífero que se alimenta en medida importante de ese grupo de organismos. La COPACO (1980) señala que en el norte del Golfo de México existen ya indicios de sobreexplotación de las poblaciones de peces de fondo. Tampoco las pesquerías de ostra y jaiba afectan a los mamíferos marinos.

Uno de los poquísimos casos conocidos de interacciones con mamíferos marinos en este área es el de las pesquerías de pequeña escala de la Florida, donde se capturan varias especies con anzuelo y línea y redes de enmalle en las caletas y canales situados a lo largo de la costa. También la pesca deportiva tiene gran importancia económica. Leatherwood (1979) informa de algunos conflictos entre estos pescadores y Tursiops truncatus, que es uno de los pocos mamíferos que se encuentran regularmente en aguas costeras de toda la región. También el manatí Trichechus manatus se halla amenazado en esas aguas a causa de las muertes accidentales causadas por las hélices de los barcos de pesca y de otras embarcaciones.

El segundo país pesquero de éste área es México, cuyas descargas en 1981 ascendieron a unas 270 000 toneladas, es decir el 14 por ciento del total. Las capturas mexicanas están distribuidas con cierta igualdad entre gran número de especies. Las lisas, procedentes de aguas costeras y explotadas sobre todo en pesquerías en pequeña escala, son uno de los grupos más importantes, con un total de más de 10 000 toneladas. También el mero, el pargo, la mojarra, los tiburones y las rayas son importantes. La mayoría de las pesquerías mexicanas del Golfo de México son artesanales. Debido a ello, es fácil que haya algunos conflictos entre los pescadores y al menos una especie, Tursiops truncatus, que según parece es común en las áreas costeras del Golfo de México. A pesar de ello, no hay aún evidencia de conflictos de ese tipo.

Venezuela descargó en 1981 167 000 toneladas, es decir un 9 por ciento de la captura total en este área. De esa cifra, 27 000 toneladas correspondieron a la pesca de sardina con redes de cerco de jareta. No hay indicios de conflictos en esta pesquería. También se pescan túnidos y especies afines con palangre. La mayor parte del resto de las capturas proceden de las pesquerías artesanales costeras, donde se capturan lisas, esciénidos, meros, roncadores, tiburones y otros peces de la plataforma. Caldwell y Caldwell (1971) señalan que en las redes de playa colocadas a lo largo de la costa y en las islas adyacentes se producen algunas capturas accidentales de mamíferos marinos, que, como era de esperar, consisten principalmente en Tursiops, aunque junto a las desembocaduras de algunos ríos se captura también Sotalia fluviatilis en redes de enmalle.

Las capturas de la mayoría de los demás países de este área son pequeñas: a Cuba y Guyana les corresponden, respectivamente, el 3 y el 1,5 por ciento de la captura total de este área y el resto se divide entre más de 40 países. Aunque las industrias pesqueras de algunos de ellos, por ejemplo la de Cuba, se han desarrollado, en todo este área predominan aún las pesquerías en pequeña escala. La pesca se hace con métodos muy diversos: trampas, en las zonas de arrecifes, y anzuelo y línea en algunas de las zonas de la plataforma de fondo áspero. En las áreas de fondos blandos se utilizan también artes de playa y otros tipos de redes. Los casos comunicados de interacciones con mamíferos marinos son sorprendentemente escasos, debido quizás a que este área está aún subexplotada y al tipo de artes utilizados. Gulland (1983) considera que este área es la menos intensamente pescada del mundo después del sudoeste del Pacífico, aunque localmente se encuentran algunas zonas sobreexplotadas.

RESUMEN DE LAS INTERACCIONES ENTRE LOS MAMIFEROS MARINOS Y LAS ACTIVIDADES PESQUERAS EN EL AREA 31

Interacciones operacionales

Son poquísimos los casos comunicados de interacciones entre las actividades pesqueras y los mamíferos marinos en este área. Se limitan a cuatro especies, todas ellas de aguas dulces o costeras, y algunas más podrían ser causa de conflictos en el futuro.

  1. Tursiops truncatus, descrito por Shane (1980) como una de las tres especies más comunes del Golfo de México, interviene evidentemente en conflictos con los artes en todo este área.

  2. También parece probable que se capturan accidentalmente ejemplares de Inia en este área, aunque las noticias son escasas. Hay también informes de que ayuda a los pescadores en el Amazonas (Lamb, 1954) y es muy posible que suceda lo mismo en algunas partes de Venezuela o de Colombia.

  3. También Sotalia está expuesta a capturas accidentales en redes de enmalle.

  4. El manatí está gravemente sobreexplotado y sigue siendo víctima accidental de las redes de pesca y de colisiones con embarcaciones en toda la región (FAO, 1978).

No hay noticias de otros casos de interacción, pero al menos en dos sectores podrían producirse. Uno es la pesquería de atún, en la que, según Caldwell y Caldwell (1971), podrían capturarse atunes y delfines de la misma manera que se hace en el Pacífico centro-oriental. Los autores sugieren que ello podría constituir un útil complemento de la dieta, pobre en proteínas, de los isleños del Caribe, algunos de los cuales están ya acostumbrados a comer carne de delfín. Las especies afectadas en este caso serían las del género Stenella y quizás Delphinus delphis.

Otra interacción potencial podría derivarse de la presencia en la costa atlántica de los Estados Unidos de varios leones marinos de California escapados de cautividad (Caldwell et al., 1971). Una colonia reproductora de estos animales podría causar algunos problemas a los pescadores de este área, especialmente a las pesquerías deportivas de la Florida y zonas adyacentes, como ha sucedido en aguas de California (véase área 77). Hasta la fecha no hay noticias de que se hayan reproducido.

Interacciones biológicas

Teniendo en cuenta que los recursos marinos de este área están generalmente subexplotados, no parece probable ninguna competencia importante entre las pesquerías y los mamíferos marinos, tanto más que, como sucede en la mayoría de las áreas más cálidas del mundo, la biomasa de mamíferos marinos parece ser relativamente baja.

La mayor parte de las especies presentes, además, no se alimentan en este área (ballenas mysticetas) o se alimentan sobre todo de calamares, recurso muy poco explotado en las pesquerías de esta región. Las especies que son total o parcialmente ictiófagas, como D. delphis, Stenella spp. y algunas otras tienden a ser oceánicas y, por lo tanto, es raro que entren en contacto con la explotación pesquera, que se hace sobre todo en pequeña escala. Sólo las especies costeras han dado lugar hasta ahora a algunas interacciones.

Si se llegaran a explotar en medida importante los abundantes recursos de calamares, las interacciones con los mamíferos marinos habrían de considerarse más probables que en la actualidad.

3.5 AREA 34: ATLANTICO CENTRO-ORIENTAL

MAMIFEROS MARINOS PRESENTES EN EL AREA 34

Eubalaena glacialis Ballena franca
Tomilin (1967) señala presencia de esta ballena en la costa noroeste de Africa, Madeira y las Azores. Esa zona representa el límite meridional de la población del Atlántico norte, que quizás no cuente hoy más de algunos centenares de animales. No parece que se alimenten en este área.

Balaenoptera physalus Rorcual de aleta
Jonsgaard (1966a) sostiene que esta especie se halla por el sur hasta 20°N, frente a las costas de Africa. No se conoce el número de animales que emigran hacia esa región, pero es posible que la población del Atlántico supere los 12 000 animales.

Balaenoptera musculus Ballena azul
Jonsgaard (1966a) comunica que se ha avistado esta ballena en aguas tan meridionales como las de Cabo Verde. No se sabe cuántas ballenas azules emigran a esta región, y no es probable que se alimenten en ella.

Balaenoptera acutorostrata Ballena enana
Se sabe que las ballenas enanas son poco frecuentes en las regiones tropicales. No hay información sobre el número de animales presentes en este área y no es probable que se alimenten en ella.

Balaenoptera borealis Rorcual negro
Jonsgaard (1966a) indica como límite meridional de distribución el Cabo Blanco, frente a las costas del Africa occidental. No hay ningún indicio del número de animales presentes en este área. La población total del norte del Atlántico podría ser de sólo algunos millares, pero no se conoce su número.

Balaenoptera edeni Ballena de Bryde
Ivashin (1980) describe la distribución de esta especie e indica que se ha cazado frente a Marruecos español y Dakar. No existen estimaciones de la población en esta u otras áreas. Se sabe que se alimentan en los trópicos y que en otras áreas comen sardinas y anchoas, así como cantidades importantes de crustáceos pelágicos (Best, 1967).

Megaptera novaeangliae Ballena jorobada
Tomilin (1967) describe la ruta que sigue en sus inmigraciones la población de ballena jorobada del noroeste del Atlántico y dice que va desde el mar de Barents hasta el noroeste de Africa y Cabo Verde. Esta población está hoy gravemente reducida y no parece que se alimente en aguas meridionales.

Mesoplodon densirostris Mesoplodón de Blainville
Moore (1966) sugiere que quizás esta especie viva en alta mar, en la parte meridional del Atlántico norte. Su presencia se ha registrado raras veces y no se conoce el volumen de la población, que quizás no supere algunas decenas de millares. Todos los mesoplodones se alimentan de calamares.

Ziphius cavirostris Ballena picuda de Cuvier
Es poca la información disponible sobre esta especie en este área. Se desconoce el volumen de la población, pero se sabe que su dieta consiste, generalmente, en calamares.

Physeter macrocephalus Cachalote
Los cachalotes han sido muy cazados en este área en el pasado, como demuestran los mapas balleneros de Townsend (1935). La existencia de dos zonas de caza de invierno en torno a 5°N y 15°N indica la presencia de probables zonas de alimentación del cachalote en esas áreas, quizás aprovechando concentraciones de calamares. Son pocos los datos disponibles actualmente sobre los cachalotes en este área, pero la población del Atlántico se ha calculado en pocas decenas de millares (22 000), lo que sugiere que, a juzgar por su aparente distribución en los mapas de Townsend en este área podrían hallarse en el invierno pocos millares y mucho menos animales en el verano.

Kogia breviceps Cachalote pigmeo
Existe poquísima información sobre esta especie en este área, ya que pocas veces se ha señalado su presencia en Africa (Handley, 1966). Cadanet (1959) comunica dos casos no confirmados. No hay información sobre el volumen de la población. Se cree que entre sus alimentos figuran, al menos en otras áreas, calamares, cangrejos y camarones.

Steno bredanensis
No se dispone de estimaciones de la población y hay poquísimos datos sobre su alimentación. Hershkovitz (1966) señala que se encuentra por el sur hasta Senegal y la Costa de Marfil, donde Cadenet (1959) examinó los estómagos de tres ejemplares y halló cefalópodos en los tres y algunos peces imposibles de determinar en dos de ellos.

Sousa teuzii Delfín de joroba del Atlántico
Hershkovitz (1966) da como zona de distribución de esta especie la costa del Africa occidental, desde Senegal hasta Camerún, donde se halla en la desembocadura de los ríos y en aguas poco profundas. Cadanet (1956, 1957, 1959) señala la presencia de varios individuos en las costas de Senegal y Costa de Marfil. Al menos siete de ellos se capturaron en redes tiburoneras y uno en una red para sardinela. Los estómagos de los cuatro animales que Cadanet (1959) examinó contenían Ethmalosa dorsalis y tres de ellos contenían también restos de Mugil. Cadanet sugiere que aunque antes se consideraba rara, quizás sea una especie común localmente. Busnel (1973) describe cómo los pescadores de Mauritania cooperan con los delfines de esta especie. Durante el período de diciembre a febrero, dos pescadores golpean la superficie del mar cuando se encuentran cardúmenes de lisa que se desplazan a lo largo de la costa. Parece ser que los delfines acorralan a los peces contra la costa, capturándolos por un lado mientras los pescadores lo hacen por el otro. Este es uno de los pocos ejemplos de interacciones entre el hombre y los mamíferos marinos en que ambas partes resultan beneficiadas.

Peponocephala electra
Sólo parece haber un caso registrado de esta especie en este área, señalado por Goodwin (1945). No se dispone pues de información sobre el volumen de la población ni sobre sus hábitos alimentarios.

Feresa attenuata Orca pigmea
Caldwell y Caldwell (1971a) resumen la información sobre la distribución de esta especie en la fecha en que escriben, señalando sólo un caso registrado en el Atlántico oriental tropical, aunque Cadanet (1959) señala otros dos casos posibles en Senegal y la Costa de Marfil. No hay pues información sobre el volumen de la población ni sobre su alimentación en este área. En el Japón, algunos ejemplares en cautividad han comido peces y calamares.

(Pseudorca crassidens Falsa orca
No hay información evidente sobre la presencia de esta especie en este área, pero Tomilin (1967), entre otros, indica que su zona de distribución va desde el mar del Norte hasta el Cabo, en Sudáfrica. Tomilin dice que su dieta consiste sobre todo en calamares, pero incluye también algunos peces.)

Orcinus orca Orca
Se trata de una especie cosmopolita, más común en latitudes más altas, y existe poquísima información sobre esta especie en el área 34. Bourne (1965, citado en Mitchell, 1975) señala que en la costa atlántica de Marruecos se dispara a las orcas apenas se las avista, porque se cree que asustan a los atunes (Thynnus thynnus) haciéndolos huir de los caladeros. Cadanet (1959) señala también su presencia más al sur. No se conoce el volumen de la población ni su dieta en este área.

Globicephala macrorhynchus Globicéfalo
Mitchell (1975a) afirma que esta especie se encuentra por el norte hasta Mauritania y Madeira, y Cadanet (1959) examinó dos ejemplares más al sur, en el estómago de uno de los cuales halló restos de peces y calamares y en el de otro sólo de calamares. Aparte de esos datos, la información disponible sobre la dieta o la abundancia de esta especie es poquísima o ninguna.

Tursiops truncatus Tursón
Busnel (1973) señala esta especie en Mauritania y Cadanet (1957, 1959) registra su presencia también en la costa del Africa occidental. En su descripción de la cooperación entre los pescadores y los delfines, Busnel sostiene que intervienen dos especies, una de las cuales no ha sido posible identificar, pero que es “probablemente Tursiops truncatus”. Se sabe que en otras zonas la dieta del tursón incluye lisa (Mugil spp.), por lo que parece poco arriesgado concluir que, dado que la lisa es abundante en esta región, constituye probablemente parte de la dieta del tursón también en ella. Cadanet (1957) menciona un grupo de tursones que atacaban una red de arrastre y hubieron de ser ahuyentados con cargas explosivas. Se ha comunicado además la captura de otro en una red no especificada. No hay indicaciones de su abundancia en el área 34.

Campus griseus Delfín de Risso
Se sabe en general que esta especie se halla en aguas cálidas de todo el mundo, pero, al igual que en el caso de otras muchas presentes en el área 34, hay poquísima información, o ninguna, relativa concretamente a este área. Se sabe que el delfín de Risso prefiere aguas profundas, se alimenta de calamares y es, en general, poco frecuente.

Stenella longirostris Delfín hilador
Cadanet (1959) señala la presencia de esta especie en Senegal y la Costa de Marfil. Hay noticias de delfines capturados en redes atuneras frente a la costa del Africa occidental. En el informe del Subcomité sobre los cetáceos menores (IWC, 1982) se dice, por ejemplo, que Maigret sostiene que siete capitanes de cerqueros franceses hacen anualmente 12 lances por término medio para capturar delfines, matando unos 14 en cada lance. Por extrapolación Maigret sugiere que de esa forma se matan todos los años 3 300 delfines. No se especifica cuál es la especie implicada, pero por analogía con otras zonas se puede suponer que se trate sobre todo de especies de Stenella. Se cree que el delfín hilador come peces mesopelágicos y calamares mesopelágicos y epipelágicos, aunque no se dispone de datos correspondientes a este área. Tampoco hay estimaciones de la población, aunque por analogía con el Pacífico tropical oriental no sería irrazonable suponer una población de más de un millón de animales.

Stenella coeruleoalba Delfín rayado
Se dispone de poca información sobre esta especie y, aunque quizás intervenga en la pesquería de atún con redes de cerco, como se ha indicado en el caso de S. longirostris, en otras áreas las principales especies que interfieren con la pesca de atún son el delfín hilador y los delfines moteados.

Stenella spp. Delfines moteados
La taxonomía de estas especies es aún confusa. Hoy se acepta corrientemente la presencia de al menos cuatro especies en el Atlántico. Las observaciones relativas a la captura accidental de delfines en redes atuneras que se han hecho al hablar de Stenella longirostris valen también, casi con certeza, para los delfines moteados, dado que son ellos los que más interfieren con las pesquerías de atún en el Pacífico tropical oriental. Por analogía con esa zona marítima, no sería irrazonable suponer en este área una población del orden de un millón de animales. Mitchell (1975) señala que dado que estos delfines están implicados en las pesquerías del atún del Atlántico tropical oriental, habría de concederse mayor prioridad a la solución de los problemas taxonómicos en este área.

Stenella clymene Delfín de Clymene
Es poquísima la información de que se dispone sobre esta especie, que no es común y sólo recientemente ha sido aceptada como especie. Sin embargo, Cadanet (1959) señala su presencia en este área.

Delphinus delphis Delfín común
Es una de las especies que Cadanet (1957, 1959) registra en la costa del Africa occidental. No hay indicación alguna del volumen de la población, pero en el informe del Subcomité sobre los cetáceos menores (IWC, 1982, pp. 113–26) se señala que, en esta región, se producen muertes de delfines comunes. Se menciona el caso de un arrastrero que capturó entre seis y 22 delfines por lance durante la noche, en una zona donde estaban pescando 12 arrastreros. Cadanet (1957) dice que esta especie queda apresada en redes de playa en la costa del Africa occidental, donde afirma que es común. Cadanet (1959) encontró sardinela, anchoa, lisa y Strongylura en los estómagos que examinó.

Phocoena phocoena Marsopa común
Es otra de las especies halladas por Cadanet (1959) en esta región. Gaskin (1983) resume otros informes de su presencia en este área. La información reciente disponible es poca y no hay ningún dato sobre el volumen de la población. Cadanet (1959) menciona que en el estómago de un ejemplar se hallaron tres lisas y Cadanet (1957) señala la captura de tres animales en redes de playa en este área.

Monachus monachus Foca monje del Mediterráneo
Esta especie pervive aún en poblaciones separadas y muy pequeñas en la costa de Mauritania y las islas Desertas. Los alimentos hallados en los estómagos de ejemplares de esta región indican que su dieta incluye jurel, espáridos y rayas. Se considera que el total de ambas poblaciones es de unos 100 animales (Sergeant et al., 1978).

Trichechus senegalensis Manatí del Africa occidental
Husar (1978) hace un estudio detallado de esta especie, indicando que se halla desde Senegal hasta Angola, en estuarios fluviales y en las regiones costeras. Se dice que el manatí prefiere los estuarios poco profundos y ricos en vegetación acuática, y se alimenta de plantas vasculares. No hay estimaciones de la población, pero aunque esta especie está protegida en la mayor parte de su área de distribución, prosigue su caza ilegal. Husar sostiene que la población está actualmente reducida y lo atribuye además de la caza, a las capturas accidentales de animales de esta especie en redes para tiburones. Sikes (1974) señala también que las nuevas redes de monofilamento han contribuido a la distribución de esta especie en Nigeria.

En conjunto se dispone de poquísima información sobre los mamíferos marinos del área 34. Se sabe muy poco sobre la distribución de los mamíferos en este área y menos aún sobre su alimentación. Se cree que al menos 26 especies viven en estas aguas durante al menos parte del año. Siete de ellas son ballenas mysticetas, que probablemente no se alimentan en medida importante en estas latitudes y, en todo caso, se hallan sobre todo en la parte septentrional del área 34 y durante una parte limitada del año. La única excepción es la ballena de Bryde, que tiene una distribución más tropical que la de otras especies y quizás consuma cantidades desconocidas de peces pelágicos pequeños que viven en cardúmenes.

De las 19 especies restantes, se sabe que al menos seis se alimentan sobre todo de calamares. De ellas, sólo el cachalote se halla en este área en gran número. Otras cuatro especies - Steno bredanensis, penopocephala electra, Feresa attenuata y Globicephala electra, Feresa attenuata y Globicephala macrorhynchus - son poco frecuentes en todo el mundo y su alimentación sigue siendo poco clara. Por lo que se refiere a la alimentación de las ocho especies de cetáceos restantes, es posible hacer algunas suposiciones sobre su dieta en esta región. Se sabe que la orca ahuyenta a los atunes de las costas de Marruecos y, por tanto, quizás se alimente en parte de peces de esa especie. En el caso del delfín de joroba del Atlántico y el tursón, se puede suponer que comen lisa como parte de su dieta. También es posible, aunque no seguro, que el delfín común se alimente de sardina y caballa, dado que se capturan mamíferos de esa especie en redes de arrastre de superficie dedicadas a la pesca de esos peces.

Las últimas cuatro especies de cetáceos son tres especies de Stenella y la marsopa común. Por lo que se refiere a las primeras, se sabe que su dieta en otras áreas consiste en peces pelágicos pequeños que viven en cardúmenes y calamares, además de mictóficos. La última especie consume varios tipos de peces, incluidos algunos de importancia comercial, como gádidos y clupeidos, pero no es posible inferir su dieta en este área.

POBLACIONES DE PECES DEL AREA 34

RECURSOS ICTICOS DEMERSALES

La parte septentrional de esta región, en la zona de afloramientos, es una de las áreas de pesca más ricas del mundo, aunque las poblaciones demersales son algo menos productivas que las pelágicas (Belveza y Bravo de Laguna, 1980). La parte meridional tropical es menos productiva (Troadec y Garcia, 1979). Las capturas demersales totales fueron en 1981 poco inferiores a medio millón de toneladas y, según los estudios de la COPACO, la mayor parte de las poblaciones están ya plenamente explotadas. Con el pasar de los años se han producido grandes cambios en la composición por especies.

No hay datos concretos de que ninguna de ellas sea presa de mamíferos marinos en este área, pero es muy posible que al menos tres especies de mamíferos marinos - delfín de joroba, tursón y marsopa común - tengan alguna interacción con las pesquerías de esas especies, ya que todos ellos se hallan en aguas costeras y quizás se alimenten de peces demersales.

BALISTIDAE

Balistes spp. Peces ballesta
Las capturas en 1981 ascendieron a 102 000 toneladas, frente a 10 000 toneladas en 1978. Gulland (1983) dice de estos peces que “la dureza de la piel y de las espinas hace difícil su uso comercial e incluso para los peces la carne de Balistes resulta poco atractiva”. No hay noticias de interacciones entre estas especies y los mamíferos marinos en este área.

GADIDAE

Merluccius spp. Merluza
Hay varias poblaciones de estas especies, en particular de M. merluccius y M. senegalensis. Las capturas totales en 1981 superaron las 38 000 toneladas. Estas poblaciones son especialmente importantes en el norte de este área y parecen estar plenamente explotadas en la actualidad. No se sabe de interacciones con los mamíferos marinos.

Otras especies demersales presentes son algunos peces planos (con capturas de unas 30 000 toneladas en 1981) y besugos, que son importantes sobre todo en el norte de este área. Más al sur, los grupos principales son esciénidos, roncadores y barbudos, sobre todo en fondos cenagosos, y también espáridos, roncadores, pargos, meros, y salmonetes en fondos más duros. En la zona tropical de media altura, es decir en aguas de más de 70 metros de profundidad, son importantes el besugo, el congribadejo y el lambe pituco (FAO, 1981). Se han hallado sargos en el estómago de una foca monje, pero no es probable que ello represente una interacción significativa entre esas focas y las pesquerías locales.

RECURSOS ICTICOS PELAGICOS

Las capturas pelágicas fueron en 1981 de unos 2 millones de toneladas. La mayoría de las especies más importantes están ya intensamente explotadas, pero algunas otras, sobre todo en el sur, podrían producir mayores rendimientos con una explotación más intensa. Gulland (1983) señala que las especies de Balistes están llegando a predominar en la comunidad pelágica en algunas zonas. En esta región parece haber varias especies, como jurel, caballa y sardinela, que viven cerca del fondo, sobre el borde de la plataforma; a su pesca se dedican arrastreros, sobre todo de países extranjeros.

CLUPEIDAE

Esta familia está representada en las estadísticas de captura sobre todo por varias especies de Sardinella y por la sardina Sardina pilchardus. Las poblaciones de sardina están hoy día probablemente subexplotadas, con capturas del orden de 500 000 toneladas y un potencial estimado de 800 000 (FAO, 1981a). La población de sardinela que se halla frente a Ghana y la Costa de Marfil, en cambio, ha experimentado un colapso (Gulland, 1983), mientras en otras partes podrían aún conseguirse capturas mayores (FAO, 1981a). Las irrupciones conocidas de mamíferos marinos en estas poblaciones se limitan al ejemplo antes citado de captura de delfines comunes (D. delphis) en redes de arrastre de superficie, quizás en número relativamente grande. Es posible, sin embargo, que otras interacciones hayan pasado inobservadas hasta el momento. Parece razonable suponer que el delfín común coma sardinas en este área, como hace en el Mediterráneo. Los efectos que tendría una captura significativa de delfines y un posible aumento futuro del esfuerzo de pesca dedicado a la sardina en esta zona no pueden ser más que objeto de conjeturas.

Hay que mencionar también, a este propósito, que en la región se halla un número desconocido de ballenas de Bryde, que es de suponer se alimentan en la zona. Se sabe que en otras áreas estas ballenas comen sardinas y, por tanto, no se pueden excluir interacciones en este área.

ENGRAULIDAE

En 1981 se capturaron en esta región unas 90 000 toneladas de diversas especies de anchoa. Es muy posible que las observaciones relativas a la posible depredación de sardinas por parte de D. delphis y de D. edeni sean también válidas para las poblaciones de anchoa.

MUGILIDAE

Mugil spp. Lisas
En su relacín de las interacciones entre Sousa y los pescadores de Mauritania, Busnel (1973) menciona dos especies: M. cephalus y M. auratus. Las lisas son sobre todo especies costeras y es de suponer, por tanto, que se capturen sobre todo lo largo de la costa, en pesquerías artesanales, ya que la mayoría de los cerqueros, arrastreros y otros barcos grandes de pesca faenan a mayor altura. Las capturas son de unas 20 000 toneladas al año y se puede suponer que tanto Sousa como Tursiops se alimentan de estas especies.

SCOMBRIDAE

Scomber japonicus Estornino
Esta especie se captura sobre todo con redes de arrastre y probablemente en la actualidad está sobreexplotada (Gulland, 1983). Como ya se ha indicado antes, se sabe de la captura accidental de delfines comunes, que es posible que se alimenten de esta especie. La importancia de esta interacción no es clara por el momento, pero quizás gran número de delfines resulten muertos en esta pesquería.

TUNIDOS

En este área se pescan varias especies de atunes y ya se han mencionado dos interacciones con los mamíferos marinos. Es posible que anualmente se capturen en esta zona, durante las faenas de pesca de atún con artes de cerco, 3 300 delfines de especie desconocida, pero quizás del género Stenella (IWC, 1981). Bourne (1965, citado en Mitchell, 1975) señala además que los pescadores de atún de Marruecos disparan a las orcas, pero no se dispone de información más reciente sobre ese conflicto concreto.

OTRAS ESPECIES

Las poblaciones de jurel (Trachurus spp.) de esta región podrían dar quizás rendimientos mayores si se explotatan más intensamente, aunque están ya relativamente bien explotadas (Gulland, 1983), con capturas de 360 000 toneladas en 1981. No hay noticias de conflictos con mamíferos marinos. Entre las poblaciones pelágicas son también importantes algunas del género Caranx.

RECURSOS INVERTEBRADOS

CEPHALOPODA

Voss (1973) dice que la costa noroeste de Africa constituye una de las pesquerías de cefalópodos más ricas del mundo. Gulland (1983) sugiere que las poblaciones de cefalópodos de este área quizás estén sobreexplotadas. Las principales especies capturadas son Sepia officinalis, Loligo vulgaris y Octopus vulgaris.

PESQUERIAS DEL AREA 34

Gulland (1983) resume la explotación pesquera en este área. Tras un período en el que predominaban barcos extranjeros, las embarcaciones locales han comenzado a obtener una proporción mayor de las capturas desde finales de los años setenta. En el norte de este área se hallan grandes flotas dedicadas a la pesca de sardina con artes de cerco y, en menor grado, a la de merluza y otras especies demersales con redes de arrastre. La costa de Mauritania incluye vastas zonas de desierto con una densidad bajísima de población y las pesquerías locales son prácticamente inexistentes. Más al sur, Senegal dispone de una importante flota tradicional, que utiliza redes de cerco pequeñas y redes de enmalle para capturar especies pelágicas, y de una flota menor de arrastreros y cerqueros modernos dedicados a la pesca de camarón y otras especies demersales, como atún y sardinela.

Más al sur aún, la mayoría de los países del Africa occidental cuentan con pesquerías artesanales bien desarrolladas, en las que se utilizan de ordinario redes de enmalle, líneas de mano y diversos tipos de artes de cerco. Varios de esos países, en particular Costa de Marfil, Ghana, Nigeria y Togo, disponen de flotas industriales modernas de arrastreros y de algunos cerqueros.

Varias flotas extranjeras faenan aún en aguas del área 34, principalmente frente a las costas del Sahara occidental. Se utilizan cerqueros y arrastreros para capturar una vasta variedad de peces, como atún, sardinela, caballa, jurel, merluza, besugo y camarones.

En toda la región las pesquerías artesanales son importantes y aunque no hay datos estadís ticos de las capturas accidentales, parece probable que se apresen en número apreciable,sobre todo en redes de enmalle, ejemplares de varias especies, como Tursiops, Sousa, Trichechus, y quizás Delphinus y Phocoena.

RESUMEN DE LAS INTERACCIONES ENTRE LOS MAMIFEROS MARINOS Y LAS ACTIVIDADES PESQUERAS EN EL AREA 34

La información existente sobre esta cuestión está muy dispersa y sólo hay noticias de algunas interacciones. Es casi cierto que las interacciones operacionales son mayores de lo que sugiere la información disponible.

Interacciones operacionales

  1. Hay noticias de capturas accidentales en tres situaciones. Se sabe que algunos delfines comunes quedan apresados en redes de arrastre pelágicas, quizás en número relativamente grande, y en artes de playa; se han hallado también ejemplares de Phocoena, Tursiops y Sousa en redes de enmalle y de cerco, y se sabe de manatíes capturados en redes de enmalle en toda su zona de distribución y de animales no especificados, pero probablemente del género Stenella, capturados durante la pesca de atún con artes de cerco, también en este caso quizás en gran número.

  2. El delfín de joroba del Atlántico y quizás también el tursón cooperan, según parece, con los pescadores frente a las costas de Mauritania, ayudándoles a concentrar los bancos de lisa.

  3. Frente a las costas de Marruecos se dispara a las orcas apenas se las avista, porque se dice que ahuyentan a los bancos de atún, alejándolos de las zonas de pesca. También se dice que Tursiops crea problemas a los arrastreros.

Interacciones biológicas

No hay noticias de interacciones biológicas, pero se supone que varias especies de mamíferos marinos comen especies de peces de importancia comercial.

Se puede suponer que la ballena de Bryde y el delfín común se alimenten de algunas especies comerciales que forman cardúmenes, como sardinela, sardina, anchoa y quizás también caballa y jurel. De ellas, sólo la sardinela parece estar sobreexplotada por las pesquerías comerciales, pero las implicaciones de este tipo de interacción no son claras.

Otras posibles interacciones biológicas podrían referirse a seis especies de mamíferos marinos que se sabe comen calamares. Los recursos de cefalópodos de esta zona están intensamente explotados y quizás en exceso. No se sabe hasta qué punto la pesquería comercial captura las mismas especies de que se alimentan los mamíferos marinos y también en este caso las consecuencias de eventuales interacciones son poco claras.

3.6 AREA 37: MEDITERRANEO Y MAR NEGRO

MAMIFEROS MARINOS PRESENTES EN EL AREA 37

Eubalaena glacialis Ballena franca
Tomilin (1967) afirma que esta ballena se halla en el Mediterráneo, pero probablemente se trata de casos raros, ya que se cree que de la población del norte del Atlántico sobreviven sólo algunos centenares de individuos (Berzin y Vladimirov, 1981).

Balaenoptera physalus Rorcual de aleta
Tomilin (1967) sostiene que esta especie se halla también en el Mediterráneo, adonde algunos individuos emigran durante el invierno, pero no hay estimaciones de su número. Viale (1981) indica que debería tratarse al menos de algunos centenares. Hay noticias también de capturas accidentales de esta especie en el extremo occidental del Mediterráneo (Duguy et al., 1983).

Balaenoptera acutorostrata Ballena enana
Hershkovitz (1966) señala que esta especie está presente en el Mediterráneo y el Mar Negro y Di Natale (1983a) menciona la captura accidental de cuatro individuos en redes de deriva de superficie entre 1978 y 1982. No se dispone de estimaciones del volumen de la población ni de datos sobre su alimentación en este área.

Mesoplodon bidens Mesoplodón de Sowerby
Esta especie está presente en el Mediterráneo (Hershkovitz, 1966), pero según parece es rara en este área.

Ziphius cavirostris Ballena picuda de Cuvier
Se trata de una especie relativamente poco común. Duguy et al. (1983) mencionan la captura de 14 individuos en total entre 1972 y 1982, 11 de ellos en aguas francesas y tres en aguas españolas. Trece fueron capturados con armas de fuego y uno con arpón. Esta especie prefiere aguas profundas y se alimenta de calamares; no se conoce el volumen de la población en el Mediterráneo.

Hyperodon ampullatus Ballena de hocico de botella del norte
No hay noticias de encallamientos o capturas en artes de pesca durante los últimos años, pero Tomilin (1967) señala su presencia en el Mediterráneo; esta especie, que prefiere aguas de más de 1 000 metros de profundidad, se alimenta sobre todo de calamares.

Physeter macrocephalus Cachalote
Di Natale y Mangano (1983) dan detalles de 448 individuos observados en el Mediterráneo central entre 1978 y 1982. De ellos, 20 ejemplares se capturaron en redes de deriva, tres en artes de arrastre, uno en redes de enmalle y uno en un palangre a la deriva. Sugieren que en los mares que rodean Italia la actividad humana puede desempeñar una función importante en la mortalidad del cachalote. Viale (1981) sugiere que los cachalotes son hoy mucho más raros en el Mediterráneo occidental que en el pasado, pero no se dispone de estimaciones de la población.

Steno bredanensis
También esta especie es, según parece, rara y no hay noticias recientes de encallamientos o apresamientos en redes, aunque Mitchell (1975) indica que parece estar presente en “pequeño número”. Dado que prefiere aguas profundas, son pocos los datos disponibles sobre su alimentación.

Pseudora crassidens Falsa orca
No hay noticias recientes de apresamientos en redes. Esta especie es, según parece, poco frecuente en este área. Prefiere aguas más profundas, pero al menos en otras áreas se halla también cerca de la costa, donde come calamares y peces, incluidas algunas especies comerciales (carángidos).

Orcinus orca Orca
También esta especie es poco común. Duguy et al. (1983) indican haber tenido noticias de sólo una captura en Italia en el período 1978–1982. No hay información sobre el volumen de la población, que se presume es pequeña. Consume una vasta gama de alimentos y se sabe que en otras zonas come también muchas especies comerciales.

Globicephala melaena Calderón
Se sabe de varios individuos capturados en artes de pesca. Duguy et al. (1983) mecionan 26 individuos en el Mediterráneo occidental entre 1978 y 1982, al menos tres de los cuales fueron capturados en redes atuneras. No se conoce el volumen de la población ni la dieta de estos animales en este área, aunque probablemente se alimentan sobre todo de calamares.

Lagenorhynchus acutus Delfín blanco del Atlántico
Se trata de una especie poco frecuente, y no hay noticias recientes de capturas accidentales. Marcuzzi y Pilleri (1971) señalan que se ha avistado este delfín en el Adriático, pero Leatherwood y Reeves (1983) sugieren que no se halla por debajo de las Islas Británicas. No se conoce su alimentación ni el volumen de la población en este área.

Tursipos truncatus Tursón
Se trata de una de las especies capturadas más frecuentemente en redes de pesca. El tursón ha sido objeto además de una pesquería de animales vivos en el Adriático (Mitchell, 1975) y se ha explotado directamente en el mar Negro hasta 1983. Es posible que la población del mar Negro haya sido notablemente afectada por la explotación (Smith, 1976); no se dispone de estimaciones del volumen actual de la población, pero en los últimos años las capturas fueron probablemente del orden de algunas decenas de millares, dado que desde 1967 se capturaban anualmente entre 56 000 y 220 000 animales de tres especies (IWC, 1983; Informe del Subcomité sobre cetáceos menores). Duguy y Husenot (1982) comunican la captura de tres individuos en redes de arrastre en el Mediterráneo occidental y Duguy et al. (1983) señalan otras varias capturas accidentales. Esta especie es una de las más comunes en este área, pero no existen estimaciones de la población. Se dice que en el mar Negro se alimenta de lisa y arenque y otras varias especies de peces de importancia comercial (Tomilin, 1967). Tomilin cita también a Police, según el cual esta especie solía causar daños en la pesquería de esturión del Danubio, mientras perseguía a los peces, y causaba también daños en el Mediterráneo a las redes y a las capturas, en particular de las especies Smarus vulgaris y S. alcedo.

Grampus griseus Delfín de Risso
Aunque se trata de una especie poco común en toda su área de distribución, Duguy et al. (1983) mencionan 11 capturas accidentales en cuatro años en el Mediterráneo occidental, en diversos tipos de redes. Esta especie se alimenta sobre todo de cefalópodos.

Stenella coeruleoalba Delfín rayado
Es una de las especies más comúnmente apresadas en redes en este área. Duguy et al. (1983) informan de la captura de 23 individuos en diversos tipos de redes. Collet (1983) sugiere que en aguas francesas del Mediterráneo se capturan todos los años entre 100 y 200 cetáceos menores, sobre todo de esta especie y delfines comunes, tanto directamente (como alimento y para que se alejen de los curricanes utilizados para la captura de atún) como indirectamente en distintas redes. Di Natale (1983) dice que esta especie es una de las más comunes en el Mediterráneo central, donde prefiere las aguas de media altura. Señala además que esta especie se captura en redes atuneras de cerco en el mar de Liguria, pero sin que ello implique necesariamente la muerte de muchos animales. Parece que se alimenta sobre todo de sardina y anchoa (Di Natale, 1983).

Delphinus delphis Delfín común
También esta especie se captura frecuentemente (véanse las observaciones a propósito de la anterior) y es una de las tres especies que se capturaban en el mar Negro hasta hace poco. No existen estimaciones recientes de la población, salvo la sugerencia de Viale (1981) de que en el noroeste del Mediterráneo se hallan unos 8 000 animales. Probablemente la población del mar Negro al menos está ya agotada. Duguy et al. (1983) señalan la captura accidental de ocho individuos en diversos tipos de redes. Se sabe que esta especie molesta a los pescadores griegos (IWC, Subcomité sobre los cetáceos mènores, 1977). Tomilin (1967) indica que se sabe también que ayuda a los pescadores de sardina del Mediterráneo, que faenan siguiendo a los delfines, cuya actividad hace subir a los peces asustados a la superficie. Indica además que en la población del mar Negro (500 000 animales) consumen 2 500 toneladas de peces al día y que en la costa de Anatolia, donde “la población de delfines es del orden de un millón”, consumen un millón de toneladas de peces en 100 días. Se sabe que en este área esta especie se alimenta sobre todo de espadines y anchoas y también de caballitos de mar, así como de otras varias especies, incluidas jurel y lisa (Tomilin, 1967).

Phocoena phocoena Marsopa común
Aunque es la tercera de las tres especies que se capturan en las pesquerías del mar Negro, se cree que está ausente del Mediterráneo occidental (Gaskin, 1983). En el mar Negro se sabe que come anchoa, pejerrey y, sobre todo, gobios, así como otras varias especies en menor cantidad. No hay información reciente sobre capturas accidentales de esta especie en el área 37 ni sobre su situación fuera del mar Negro, donde probablemente está gravemente agotada después de haber sido explotada intensamente por varios decenios (véase T. truncatus).

Monachus monachus Foca monje
Es el único pinnípedo que se halla en este área. Su número se ha reducido gravemente, y quizás no sobrepase hoy los 500 animales (Ronald y Healey, 1976). Sergeant et al. (1978) indican que la población está amenazada por la actividad humana, incluida la de los pescadores que, en algunas áreas golpean a las focas y les disparan, porque dañan las redes. Señalan además que se han producido capturas accidentales en redes atuneras, trasmallos, anzuelos con cebo y quizás artes de arrastre. Se sabe que su alimentación incluye gran número de especies, en particular Mullus surmuletus, Mugil cephalus, Boops boops, Dentex sp. y pulpo.

De las 18 especies de mamíferos marinos que se cree viven en el Mediterráneo, seis se alimentan exclusiva o parcialmente de calamares. La dieta de las tres especies de ballenas mysticetas que frecuentan estas aguas es aún poco clara, y es posible que no se alimenten en absoluto en este área, ya que las ballenas mysticetas en general no se alimentan durante el invierno en la parte meridional de su zona de distribución. Es posible que la ballena enana o el rorcual de aleta consuman algunos peces, como sardinas o espadines, pero probablemente ello no tendrá gran importancia.

De los nueve mamíferos restantes, cuatro se alimentan de especies desconocidas, si bien de tres de ellos - orca, falsa orca y delfín blanco del Atlántico se sabe que en otras partes del mundo se alimentan de especies comerciales. Cinco especies consumen en este área peces de importancia comercial. Dichas especies son marsopa común, tursón, delfín común, delfín rayado y foca monje, cuya alimentación incluye lisa, salmonete, arenque, anchoa, espadín, aguja mula, pejerrey, gobio, sardina, jurel, boga, dentón y pulpo.

POBLACIONES DE PECES DEL AREA 37

RECURSOS ICTICOS DEMERSALES

La captura demersal total es de unas 500 000 toneladas (FAO, 1981a). En el Examen de la Situación de los Recursos Pesqueros Mundiales (FAO, 1981a) se sugiere, sobre la base de los estudios hechos por el Consejo General de Pesca del Mediterráneo, que las poblaciones de las costas septentrional y occidental del Mediterráneo están sobreexplotadas, mientras las de las costas africanas y asiáticas están “de moderada a plenamente explotadas”. Pocas especies demersales intervienen en interacciones con los mamíferos marions y Tursiops y Monachus son probablemente los únicos mamíferos que se alimentan en medida importante de peces demersales en este área.

SPARIDAE

Boops boops   Boga
La boga es una de las capturas más importantes en este área, en particular en el Egeo y en la parte occidental del Mediterráneo. Esta especie es uno de los alimentos conocidos de la foca monje. No se conoce el estado de las poblaciones de boga, pero no es probable que las focas monje, dado su escaso número, lo modifiquen gravemente. En 1981 las capturas fueron superiores a 25 000 toneladas y durante varios años se han mantenido estables.

MULLIDAE

Mullus spp. Salmonetes
De esta especie se pescaron en 1981 más de 25 000 toneladas y desde 1976 las capturas han fluctuado entre 20 000 y 25 000 toneladas. No se conoce el estado de las poblaciones, pero probablemente es estable. Las poblaciones demersales del Mediterráneo occidental se explotan en general intensamente y sufren de sobrepesca de formas juveniles, pero las capturas se mantienen estables (CGPM, 1978). Se sabe que D. delphis y M. monachus comen salmonete, pero no es probable que estos peces constituyen la parte principal de la dieta de ninguno de ellos.

OTRAS ESPECIES

Las otras únicas especies demersales que, en términos de peso, ocupan un lugar destacado en las estadísticas de capturas son la bacaladilla (Micromesistius poutassou), que entre 1976 y 1981 ha sostenido un rendimiento comprendido entre 9 000 y 19 000 toneladas, la merluza europea (Merluccius merluccius, 28 000 toneladas en 1981) y las chuclas (Maena spp., 13 000 toneladas). Ninguna de estas especies parece servir de alimento a los mamíferos marinos en este área.

RECURSOS ICTICOS PELAGICOS

Las capturas pelágicas ascendieron en 1981 a más de 1 110 000 toneladas. En el examen de la situación de los recursos pesqueros mundiales (FAO, 1981a) se afirma que algunas poblaciones están ya sobreexplotadas, minetras otras (como la anchoa) podrían pescarse con mayor intensidad. Los peces pelágicos de este área parecen ser más importantes para los mamíferos marinos que los demersales. Según Tomilin (1967), el delfín común se alimenta sobre todo de peces pelágicos lejos de la costa y Di Natale (1983) ha dado una descripción análoga de Stenella coeruleoalba.

CLUPEIDAE

Engraulis encrasicolus Anchoa europea
Esta especie sostiene la pesquería más importante, con mucho, de este área. En 1981 se capturaron cerca de 600 000 toneladas, la mayoría de ellas en el mar Negro. Las capturas de anchoa de Turquía han aumentado de 80 000 toneladas en 1976 a 273 000 en 1981. En el Examen de la situación de los recursos pesqueros mundiales (FAO, 1981a) se indica que se ha manifestado preocupación por el estado de esta población.

Las cuatro especies de cetáceos menores cuyos hábitos alimentarios han sido estudiados se alimentan de esta especie. Tomilin (1967) señala que quizás constituya el 95 por ciento de la dieta de D. delphis en algunas partes del mar Negro durante la primavera. Aunque no forma parte importante de la dieta de Tursiops, se ha observado su presencia en ella (Tomilin, 1967), y también se ha observado que la otra especie del mar Negro; P. phocoena, come grandes cantidades de anchoa. En el Mediterráneo central la anchoa contituye también el alimento principal del delfín Stenella coeruleoalba. Resulta, pues, que la anchoa constituye un alimento importante para al menos tres especies de cetáceos menores. En años pasados se atribuía al delfín oriental de este área (véase más arriba), pero la presunta disminución del número de delfines en el mar Negro se habrá traducido también probablemente en un menor consumo de anchoa y otros peces. El elevado nivel actual de explotación de las poblaciones de anchoa, unido al hecho de que la explotación de que eran objeto las poblaciones, gravemente reducidas, de P. phocoena y D. delphis en el mar Negro ha disminuido recientemente, lleva a pensar en la posibilidad de conflictos en el futuro si aumenta el número de delfines. También podrían plantearse conflictos en el Mediterráneo, donde las poblaciones de anchoa están intensamente explotadas, aunque quizás las poblaciones de cetáceos menores no estén tan gravemente reducidas como en el mar Negro.

Sardina pilchardus Sardina
Hay quien sugiere que las poblaciones de esta especie están sobreexplotadas frente a las costas de Francia y Marruecos (FAO, 1981a), con capturas de 233 000 toneladas en 1981. Se sabe que Stenella coeruleoalba y, según Tomilin (1967), también de D. delphis se alimentan de sardinas. El hecho de que esta especie se concentre en el extremo occidental del Mediterráneo, donde según parece no se encuentra la marsopa común P. phocoena, sugiere que al menos en el caso de estas dos especies no son probables interacciones considerables.

Sprattus sprattus Espadín
La producción de espadín, cuyas mayores concentraciones se encuentran en el mar Negro, fue en 1981 de 100 000 toneladas. Se sabe que el delfín común se alimenta de esta especie y muchas de las observaciones hechas al tratar de la anchoa son válidas probablemente también para ella.

MUGILIDAE

Mugil cephalus Lisa pardete
Se cree que esta especie constituye el alimento principal del tursón, al menos en el mar Negro (Tomilin, 1967), y probablemente es también importante en otras partes. Las capturas totales en el área 37 fueron en 1981 de sólo 3 000 toneladas, por lo que no se la puede considerar como especie comercialmente importante. Las capturas de otras especies de Mugil en conjunto ascendieron a casi 15 000 toneladas, pero se desconoce su importancia en la dieta de los mamíferos marinos. Se sabe que Monachus monachus come pardete.

CARANGIDAE

Trachurus spp. Jureles
Se sabe que el delfín común come jureles, entre otras especies. En 1981 las capturas ascendieron a 90 000 toneladas (todas las especies), pero se ha sugerido (FAO, 1981a) que podría incrementarse la explotación en varios lugares. No es posible prever los efectos que esa expansión tendrá en las eventuales interacciones con los mamíferos marinos.

SCOMBRIDAE

Túnidos
Aunque no son importantes como alimentos para los mamíferos marinos, estas especies tienen importancia comercial y se sabe que las capturas de estos peces afectan a algunas especies de mamíferos marinos (véase más adelante).

RECURSOS INVERTEBRADOS

CEPHALOPODA

Los calamares y pulpos son relativamente importantes en este área, con una captura total en 1981 de más de 50 000 toneladas (todas las especies). La pesca se practica con diversos tipos de artes, en particular redes de arrastre, poteras remolcadas y luces, redes de izar, trasmallos fijos y otro tipos de redes y trampas (Voss, 1973). Voss duda que el potencial de esta región sea superior a 100 000 toneladas, pero existe una considerable biomasa de cetáceos (al menos siete especies) en este área que se alimentan total o parcialmente de calamares.

Se sabe que varias especies comerciales de peces y cefalópodos son importantes en la dieta de algunos mamíferos marinos, pero hay que observar que estos animales consumen también otras especies que no tienen importancia comercial. Se dice que la marsopa común se alimenta sobre todo de gobios en el mar Negro, mientras los caballitos de mar son importantes en la dieta del delfín común. Hay que notar además que al menos en el caso de cinco especies de mamíferos marinos presentes en el área 37 no se dispone de datos sobre su alimentación. Ninguno de ellos se halla en esta zona en gran número, pero de algunos se sabe que comen especies comerciales en otras partes.

PESQUERIAS DEL AREA 37

La pesca al arrastre de especies demersales y pelágicas, con embarcaciones de hasta 200–300 toneladas, es muy importante en la región. Para la pesca de especies pelágicas pequeñas (sardina, caballa, etc.) y atún son también importantes los artes de cerco de jareta y otras redes similares de cerco, como los lamparos.

En esta región se utilizan aún varios métodos tradicionales y artesanales de pesca. En varios lugares del Mediterráneo se utilizan almadrabas para capturar atunes. Se emplean también redes de playa, sobre todo en el extremo oriental del Mediterráneo, para capturar lisas, bogas y otros peces costeros. Se emplean además redes de enmalle y trasmallos para la pesca en aguas poco profundas, por ejemplo de Sparidae y Serranidae, y redes de deriva para la sardina y otros peces pelágicos, incluidos algunos escómbridos. También se emplean otros varios tipos de equipo artesanal.

Se han registrado capturas accidentales de mamíferos marinos en gran número de artes. Vale la pena mencionar la captura de ballenas enanas en redes de deriva: aunque Di Natale (1983a) no indica qué peces se pretendía pescar con esas redes, es interesante suponer que quizás las ballenas capturadas estuvieran alimentándose de ellos (quizás sardinas o anchoa). También se han capturado cachalotes en redes de deriva, de arrastre y de enmalle e incluso en un palangre flotante. Se han capturado calderones en redes atuneras (de tipo no especificado) y en redes de cerco para la captura de atún se han apresado también varios ejemplares de Stenella coeruleoalba.

Hay que señalar el importante número de mamíferos marinos matados a tiros por los pescadores.El valor total de las capturas del Mediterráneo es uno de los más altos del mundo, a pesar de que su volumen es relativamente bajo (FAO, 1981a). Ello se debe al alto precio del pescado en los mercados de Europa y del Mediterráneo. El gran número de pesquerías artesanales existentes y el predominio de pequeñas embarcaciones ponen de relieve que en este área faenan muchos pescadores. Esos dos hechos pueden contribuir a explicar el gran número de cetáceos y el número de focas monje que los pescadores matan a tiros o de otra manera, por considerarlos competidores por recursos relativamente escasos y costosos. Duguy y Husenot (1982) sostienen que los pescadores franceses matan todos los años varios millares de delfines, en particular Stenella coeruleoalba y Delphinus delphis.

RESUMEN DE LAS INTERACCIONES ENTRE LOS MAMIFEROS MARINOS Y LAS ACTIVIDADES PESQUERAS EN EL AREA 37

Es una área relativamente pequeña e intensamente explotada, donde por el pescado se pagan precios relativamente altos, sería quizás sorprendente que las interacciones entre las actividades pesqueras y los mamíferos marinos no ocuparan un lugar destacado. A pesar de ello, la información disponible sobre este punto es relativamente escasa. La relación de Tomilin (1967) sobre los mamíferos marinos de la URSS contiene abundante información sobre los hábitos alimentarios de varias especies en este área y da varios ejemplos (hoy día ya anticuados) de interacciones con los pescadores.

Interacciones operacionales

Por lo que se refiere a las capturas accidentales, sería sorprendente que no fueran frecuentes,dado el gran número de pesquerías en pequeña escala existentes en este área. A pesar de ello, sólo en algunos informes de Duguy, Di Natale y otros se dan datos sobre este punto. Parece, sin embargo, que muchas de las especies presentes en este área se capturan accidentalmente.

  1. El tursón, el delfín rayado y el delfín común son las tres especies cuya captura accidental es más frecuente en las faenas de pesca, con artes de distintos tipos.

  2. También se capturan o matan, en pequeño número y en diferentes actividades de pesca, rorcuales de aleta, ballenas enanas, ballenas picudas de Cuvier, cachalotes, calderones y delfines de Risso.

  3. Las focas monje causan daños a las redes y molestan a los pescadores.

Interacciones biológicas

Las interacciones de competencia son aún menos claras, pero parece que varias especies de mamíferos marinos están actualmente depauperadas, en particular el delfín común, la marsopa común y el tursón en el mar Negro. La recuperación de estas poblaciones podría plantear conflictos en el futuro con la pesquería de anchoa y otras pesquerías de este área.


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