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Tendencias
actuales


Actualmente, las inquietudes éticas son fundamentales en los debates sobre el tipo de futuro que la gente desea. Es el resultado de varios cambios profundos que están afectando prácticamente a todos los seres del planeta y obligando a la gente a asumir los límites de determinadas perspectivas culturales. A continuación se analizan estos cambios o tendencias.

Crecimiento de la población humana y cambios demográficos

La población mundial está creciendo en proporciones jamás antes conocidas, planteando así desafíos a la producción y distribución de alimentos. Aunque en casi todas partes están bajando los índices de fecundidad, el crecimiento de la población mundial se mantendrá hasta muy avanzado el siglo XXI (Figura 1). Según proyecciones actuales, la población mundial alcanzará aproximadamente los 9 000 millones de habitantes para el año 2050. Como consecuencia de los bajos índices de natalidad, unidos a mejoras en la esperanza de vida, muchos países desarrollados han registrado un aumento rápido de la proporción de personas ancianas y, en algunos casos, incluso una baja en su población total. En cambio, los países en desarrollo cuentan por lo general con unas estructuras de población mucho más jóvenes. La migración del campo a la ciudad continúa en muchas partes del globo, dando lugar a un planeta que pronto tendrá muchos más habitantes del medio urbano que del rural. Dado que los adultos jóvenes constituyen la mayoría de los movimientos migratorios, el éxodo del campo a la ciudad suele acelerar el envejecimiento demográfico en las zonas rurales, determinando grandes contracciones en la fuerza rural de trabajo. Esto tendrá profundas consecuencias en la agricultura, al llegar a ser el transporte y la elaboración de los productos alimenticios y la capacidad de la gente para comprarlos aún más esenciales como componentes de la seguridad alimentaria.

FIGURA 1
Crecimiento proyectado de la población

Fuente: FAOSTAT, 2000.

Las poblaciones humanas y su abastecimiento de alimentos pueden verse afectados ambos por la enfermedad. Aunque a lo largo del último siglo se han abierto grandes brechas en la lucha contra las enfermedades, las enfermedades nuevas y que reaparecen constituyen una fuente de sufrimiento y una reducción de la productividad. Por ejemplo, muchas cepas de tuberculosis y del peligroso Escherichia coli resistentes a los antibióticos constituyen una amenaza mundial para las poblaciones humanas. El SIDA se da casi siempre entre personas que están en edad laboral, lo que afecta considerablemente a la fuerza de trabajo agrícola e industrial. Al propio tiempo, en los países tropicales el paludismo y otras enfermedades siguen causando estragos tanto por las enfermedades como por las muertes que causan. Las enfermedades transmitidas por los alimentos constituyen una causa general de morbilidad y mortalidad en todas partes. La enfermedad por sí sola no es probable que afecte al suministro total de alimentos pero, en un mundo cada vez más urbano, cabe esperar que reduzca el acceso de muchos a los alimentos.

Presión sobre los recursos naturales

En muchas zonas del mundo, los recursos fitogenéticos y zoogenéticos, la tierra, el aire, el agua, los bosques y los humedales -los recursos naturales renovables de los que depende la vida humana- están siendo objeto de una rápida degradación.

Los recursos naturales renovables de los cuales depende la vida humana se están degradando rápidamente en muchas zonas del mundo.

- FAO/18829/I. BALDERI

En algunos países, es el resultado de una pobreza desesperante; en los países ricos, es consecuencia de desincentivos para que los productores y consumidores aseguren su conservación. Viejos sistemas de mantenimiento de los recursos de propiedad común, en particular los pesqueros y forestales, los recursos genéticos y los pastizales, son objeto de una presión cada vez mayor como consecuencia del crecimiento demográfico y de una penetración comercial cada vez más intensa. En busca de tierras de labranza, se están desmontando enormes zonas, lo que da lugar a la erosión de los suelos y a inundaciones generalizadas. La explotación excesiva de tierras marginales prosigue a ritmo acelerado, convirtiendo los campos en desiertos y privando a las generaciones futuras de cultivos y de pastizales vitales. Al mismo tiempo, el abuso del agua de riego está agotando los acuíferos y provocando la salinización de tierras feraces.

Industrialización de la agricultura

La agricultura, que otrora era en gran parte dominio del pequeño agricultor, se está convirtiendo hoy día en una empresa cada vez en mayor escala en muchas partes del mundo. Los agricultores dependen cada día más de los proveedores de insumos como semillas, fertilizantes, maquinaria y plaguicidas. Al propio tiempo, tienen muchas veces que atender a grandes minoristas de alimentos que exigen determinadas prácticas agronómicas y fijan fechas de entrega y características de calidad.

Los perfeccionamientos en las comunicaciones y en los transportes han permitido a la mayor parte de los productores y consumidores entrar en un mercado mundializado.

- GRAMEENPHONE LTD

Los pequeños agricultores y los trabajadores del campo, sobre todo las mujeres, están muchas veces entre los que se ven desplazados de ese mundo o ignorados por esas transformaciones. Los insumos industriales están a menudo subvencionados, sustituyéndose los trabajadores agrícolas por máquinas o exponiéndolos a sustancias químicas tóxicas. Un enorme número de mujeres se ven desplazadas y a menudo tropiezan con grandes dificultades para encontrar otro tipo de empleo. Cierto es que el aumento de los suministros de productos agrícolas y la baja de sus precios hacen más baratos los alimentos para la población urbana pobre, pero también provocan el desplazamiento de los pequeños agricultores o los reducen a la mera subsistencia. La industrialización lleva también consigo mayores riesgos pues las plantas de cultivo y los animales domésticos se vuelven más uniformes genéticamente. Mientras que hasta ahora un sinnúmero de pequeños agricultores mantenían la biodiversidad necesaria para no interrumpir la viabilidad de los cultivos y de los animales domésticos, hoy a los gobiernos nacionales y a los tratados internacionales se les pide cada vez más que gestionen la biodiversidad terrestre.

Concentración del poder económico

Aunque la producción mundial está alcanzando unos niveles cada vez más altos, el poder económico se está concentrando más. El patrimonio neto de las 200 personas más ricas del mundo es superior a los ingresos conjuntos del 41 por ciento de la población mundial. Las 200 mayores empresas transnacionales del mundo abarcan actualmente la cuarta parte de la actividad económica del planeta. En el sector alimentario y agrícola, las fusiones y las adquisiciones están reduciendo rápidamente a cifras de un solo dígito la cantidad de compañías dedicadas a la producción de insumos, elaboración de alimentos y su venta al por menor. En algunos países, la propiedad de la tierra se está concentrando cada vez más. Este fenómeno ha tenido lugar simultáneamente con la retirada de los Estados de varias actividades en el sector alimentario y agrícola. Por ejemplo, el programa de investigación y extensión agraria, otrora dominio del Estado, se está ahora incorporando mayormente al sector privado. Tanto es así que gran parte de la investigación sobre cultivos y ganadería que no encierra de momento posibilidades de generar beneficios privados ha quedado abandonada a su suerte al disminuir la presencia del Estado. De resultas de todo ello, los grupos marginales interesados, en particular pequeños agricultores, trabajadores del campo y consumidores pobres, corren riesgo de perder la poca voz que tienen en las decisiones sobre políticas de investigación.

Globalización

Aunque el comercio a larga distancia era ya conocido del mundo antiguo, las mejoras que ha habido en las comunicaciones y el transporte, junto con la liberalización del comercio, han acabado metiendo a la mayoría de los productores y consumidores en un mercado mundial. Las interdependencias así creadas encierran el potencial de generar una mayor solidaridad mundial. Sin embargo, las reglas de esta nueva economía mundial están sólo en parte escritas y son de por sí objeto de gran discusión. La competencia mundial puede dar lugar a una bajada de los precios, pero también erosiona los valores culturales y las identidades nacionales. Puede también cerrar las opciones a generaciones futuras. Por otro lado, aunque los cálculos de manual sugieren que la liberalización del comercio dará lugar a un mayor bienestar general, algunos protagonistas poseen los medios necesarios para aprovecharse de los mercados mundiales en mucha mayor medida que otros, debido a su acceso a capital, experiencia, conocimientos técnicos y círculos políticos. A la inversa, otros se benefician mucho menos e incluso experimentan pérdidas, muchos sin culpa alguna por su parte. Además, sólo en contadas situaciones se compensa a los que han visto negado injustamente su acceso a esos medios o se les ofrecen oportunidades alternativas para valerse por sí mismos.

Cambios inducidos por el ser humano

Hoy día muchas, si no la mayoría, de las situaciones de urgencia (hambre, pérdidas de cosechas, inundaciones, sequía y guerra) con que se enfrentan los países y regiones son, al menos en parte, resultado de cambios inducidos por el propio ser humano (Figura 2). La capacidad humana para modificar el panorama mundial, junto con el crecimiento de la población, permiten intervenir en acciones que transforman la sociedad y el mundo natural en formas no pretendidas y/o imprevisibles.

Los cambios ambientales causados por el hombre pueden contribuir a los desastres «naturales».

- FAO/20669/E. YEVES

La consecuencia más evidente es lo que ahora se define como cambio climático mundial: la subida de la temperatura de la Tierra como consecuencia de las emisiones de gas de invernadero, generadas al quemar combustibles fósiles para la producción de energía, para la industria y el transporte. Menos aparentes son las formas en que las actividades humanas, como la deforestación, la construcción en llanuras de aluvión, el agotamiento de los suministros de agua e incluso las respuestas a las propias calamidades, pueden contribuir a catástrofes naturales. Los más afectados por estas situaciones de urgencia son los países con pequeñas economías en desarrollo, la población rural pobre, las mujeres y los niños.

FIGURA 2
Tendencias de las causas de las emergencias alimentarias, 1981-1999

Fuente: FAO, Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura.

Estos grupos son también los menos capaces de ser autosuficientes de no mediar ayuda externa.

Nuevas biotecnologías

A lo largo de milenios, el sistema alimentario y agrícola ha utilizado las biotecnologías en forma de alimentos fermentados, como pan, queso y cerveza. Pero las nuevas biotecnologías, que son al mismo tiempo un conjunto de instrumentos de investigación y de nuevos medios para generar productos alimenticios y agrícolas, encierran promesas aún mayores y ciertos riesgos. Las biotecnologías podrían contribuir a incrementar el suministro, la diversidad y la calidad de los productos alimenticios, aminorar los costos de producción y elaboración y reducir el empleo de plaguicidas, y de esa forma la degradación del medio ambiente. Podrían también utilizarse para crear nuevas vacunas animales, mejorar la inocuidad de los alimentos, prolongar el tiempo de almacenamiento de los productos y modificar el contenido nutricional de los alimentos.

Determinadas biotecnologías se han utilizado para generar alimentos y productos agrícolas durante milenios; las nuevas biotecnologías amplían aún más tal capacidad.

- FAO/20193/G. DIANA

La biotecnología abarca una amplia serie de técnicas diferentes, muchas de las cuales son incontrovertibles, así como el proceso denominado como ingeniería genética. De importancia crucial en este proceso es la capacidad de seleccionar y manipular material genético con gran precisión y transferir rasgos de interés de una especie para expresarlos en otra. La biotecnología comprende también la creación de organismos clonados, como la Dolly (la famosa oveja clonada), así como la modificación de mecanismos reproductivos. No obstante, la capacidad de transferir genes no influye en modo alguno en el conocimiento de qué genes deben transferirse.

Al retirarse el Estado de la investigación agrícola, las aplicaciones desarrolladas satisfactoriamente con la ingeniería genética han sido hasta la fecha las más rentables para quienes las han obtenido, predominantemente del sector privado, por ejemplo la tolerancia a los herbicidas y la resistencia a los insectos. En combinación con leyes restrictivas sobre la propiedad intelectual, esas aplicaciones pueden convertirse en medios para seguir concentrando aún más el poder económico en unas mismas manos. Además, aunque hasta ahora existen pocas demostraciones empíricas, estos productos pueden plantear nuevos riesgos, tanto para el medio ambiente como para la salud humana. Entre los ejemplos cabe citar la transferencia a las malas hierbas de la tolerancia a los herbicidas, que da lugar a malas hierbas más agresivas o más competitivas, la transferencia de compuestos alergénicos alimenticios a los productos que no los contenían previamente; y la sustitución de diversas poblaciones autóctonas por variedades más uniformes y agresivas producidas genéticamente. En el ámbito de un escenario extremo, las nuevas biotecnologías podían incluso utilizarse para el bioterrorismo.

Informática

De modo muy parecido a lo que ocurrió con el teléfono y el telégrafo hace un siglo, la tecnología de la información está transformando actualmente la velocidad y las maneras en que la gente se comunica entre sí. En principio, con una pequeña cantidad de equipo cualquiera puede comunicarse con otra persona del planeta en cualquier momento. En el sector alimentario y agrícola, la información moderna y las tecnologías de la comunicación encierran un enorme potencial para compartir amplia y rápidamente los conocimientos en todas las fases de la cadena alimentaria. Por ejemplo, permiten la agricultura de precisión: un cultivo guiado por una información ecológica detallada que reduzca al mínimo el empleo de agua, de productos agroquímicos y de mano de obra. Cuando todo ello se combina con las nanotecnologías que están apareciendo (y que permiten la manipulación y la fabricación a nivel molecular), la informática puede hacer posibles también enormes incrementos de la producción.

Sin embargo, el acceso a las nuevas tecnologías de la información es muy desigual. Incluso en los países industrializados, los pobres carecen de acceso a los nuevos medios. En gran parte del mundo en desarrollo sólo unos pocos pueden permitirse el teléfono, y únicamente un reducido grupo selecto puede acceder a las nuevas tecnologías. Además, al igual que la informática puede acelerar una comunicación constructiva de orden político, comercial y familiar, puede también hacerlo con fines destructivos. Por lo general, estas nuevas tecnologías permiten inmiscuirse en las vidas privadas de los ciudadanos en formas que nunca habían sido posibles hasta ahora.

Cada uno de los puntos que se han comentado brevemente hasta aquí plantean profundas cuestiones éticas que la FAO habrá de afrontar en las actividades que le están encomendadas por su mandato. Los aspectos topados están inseparablemente relacionados entre sí. La urbanización y la agricultura industrializada han intensificado masivamente el comercio mundial, han multiplicado la riqueza material total del mundo y su prosperidad, han ampliado considerablemente el ámbito de la alimentación humana, han reducido su costo y aumentado la abundancia de los cereales básicos, variando el valor dentro del sistema alimentario y agrícola, que se ha desplazado del campo a los sectores de los insumos y de las actividades posteriores a la recolección. Ahora bien, al mismo tiempo estas transformaciones han planteado nuevos problemas, que son a la vez materiales y éticos.

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