1. El sector agrícola es la base de las economías de los países menos adelantados (países MA). Contribuye con un porcentaje elevado al producto interno bruto (PIB) (del 30 al 60 por ciento en casi dos tercios de estos países), absorbe una gran proporción de mano de obra (del 40 por ciento hasta el 90 por ciento en la mayoría de ellos), representa una fuente importante de divisas (del 25 por ciento hasta el 95 por ciento en las tres cuartas partes de los casos), proporciona la mayoría de los alimentos básicos, y facilita los medios de subsistencia y otros ingresos a más de la mitad de la población de los países MA. Los sólidos vínculos progresivos y regresivos dentro del sector rural y con otros sectores de la economía proporcionan más estímulos para el crecimiento y la generación de ingresos.
2. De ahí que no se puedan lograr adelantos importantes en la promoción del crecimiento económico, la reducción de la pobreza y el aumento de la seguridad alimentaria en la mayoría de estos países, si no se aprovecha de manera más plena tanto las potencialidades del sector agrícola en cuanto a capacidad humana y productiva, como su contribución al desarrollo económico y social general. Por consiguiente, un sistema agrícola y alimentario fuerte y vibrante constituye un pilar fundamental de la estrategia de crecimiento y desarrollo económicos generales. La agricultura de los países MA no puede seguir siendo tratada como un sector secundario en lo que a atención política e inversiones se refiere.
3. Aunque la globalización ofrece oportunidades para el crecimiento y el desarrollo en todas las partes del mundo, las esperanzas y promesas asociadas a la rápida liberalización del comercio y las finanzas no se han cumplido hasta ahora en muchos países en desarrollo, en particular en los países MA. De hecho, la marginación de estos últimos aumenta cada vez más, en especial la de su agricultura. La parte correspondiente al conjunto de las exportaciones agrícolas de estos países se redujo, pasando de alrededor del 5 por ciento de las exportaciones agrícolas mundiales a comienzos del decenio de 1970 al 1 por ciento en 1996-98.
4. Los países MA hacen frente a muchas dificultades internas y externas en sus esfuerzos por fomentar la agricultura y lograr los objetivos de mejorar la seguridad alimentaria y los ingresos de exportación. Las dificultades internas guardan relación con la baja productividad, la falta de flexibilidad de las estructuras de producción y comercio, la escasez de conocimientos especializados, los bajos niveles de esperanza de vida e instrucción, el carácter rudimentario de la infraestructura y la deficiencia de los marcos institucional y normativo. Al mismo tiempo, con la creciente integración de los mercados determinada por la globalización y liberalización, las economías de estos países hacen frente a un entorno comercial exterior cada vez más competitivo. Siguen exportando una variedad limitada de productos primarios sumamente vulnerables a la inestabilidad de la demanda y el deterioro de las relaciones de intercambio. Además, sus deudas externas siguen siendo elevadas. La incapacidad de estos países de competir en los mercados mundiales y en los propios mercados internos, también se manifiesta en el aumento del costo total de sus importaciones de alimentos.
5. Es menester hallar medios eficaces para apoyar a estos países con miras a mejorar sus condiciones económicas y sociales; lograr la transformación estructural, la diversificación y la competitividad internacional; superar las limitaciones de su oferta; y, por último, acelerar el crecimiento sostenible.
6. El presente documento se centra en el papel que puede desempeñar el sector agrícola para acelerar el crecimiento y desarrollo económicos de los países MA y su integración en el comercio mundial. El objetivo es identificar elementos de una estrategia de acción para que los países MA - con el apoyo de la comunidad internacional - exploten sus potencialidades agrícolas mediante el fortalecimiento de su capacidad de oferta y sus posibilidades de competir, de modo que puedan aprovechar plenamente las oportunidades comerciales propias del sistema comercial multilateral. A estos efectos, se evalúan las principales limitaciones con que tropieza el desarrollo agrícola de tales países, incluidas aquéllas asociadas con la globalización y el régimen comercial internacional en la esfera de la agricultura, y se extraen lecciones pertinentes a los países MA, basadas en la experiencia y los logros ejemplares de los últimos tres decenios o más. Se evalúan las consecuencias de la liberalización del comercio y se proponen algunas directrices de política para integrar la agricultura de los países MA en la economía mundial, de suerte que ayude a estos países a aprovechar al máximo los beneficios resultantes con miras a promover el crecimiento y el desarrollo. En consecuencia, el documento aborda las siguientes cuestiones:
