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EL USO DE LAS MIELES DE CAÑA DE AZUCAR EN MONOGRASTRICOS
por
R. Pérez

1. INTRODUCCION

El uso de las mieles en sistemas alimenticios para monogástricos en Cuba requiere de una pequeña introducción.

Hace 20 años se comenzó a estudiar la posible sustitución por miel de una parte de la dieta nacional para aves y cerdos, basada en materias primas importadas. En aquel momento, a principios de la década del 60, la palabra “miel” realmente significaba la miel C o final, el producto que se obtenía conjuntamente con el azúcar C, después de purgar la segunda y última masa en la fabricación de azúcar cruda. Era un producto que se exportaba, que se destilaba para hacer alcohol y ron y se utilizaba en pequeña escala en la alimentación vacuna.

Actualmente, en nuestro país, la palabra “miel” ha dejado de ser un término “específico”, referido solamente a la miel C, y ha pasado a ser un término “genérico” que comprende tanto la miel C como las mieles intermedias, A y B (Figura 1).

Razón fundamental para este cambio han sido los resultados obtenidos en las investigaciones sobre la utilización de las mieles intermedias, netamente superiores a los de la miel final, mediante la integración de sistemas de producción animal con la industria azucarera.

2. INVESTIGACIONES

2.1 Pollos de ceba y ponedoras

Cuando en Cuba se comenzó a estudiar el uso de la miel en los piensos avícolas, se partió de dos ideas contradictorias: añadir un elemento líquido, la miel, a una masa seca, el resto de la dieta, y que el producto siguiera siendo un pienso seco.

Inicialmente se probaron (Pérez et al 1968) dos niveles de incorporación de miel rica, 12 y 24 por ciento, en dietas para pollos basadas en sorgo. Se encontró que aunque el peso vivo fue mayor con el uso de las mieles, la conversión alimenticia fue menor con los cereales (Cuadro 1).

Por esa época también se estudió (Pérez 1968) la incorporación de miel rica y miel final a niveles desde 6 hasta 24 por ciento en dietas para ponedoras; los resultados fueron adversos al uso de las mieles, tanto en huevos vendibles, como en la conversión alimenticia.

En todos los casos de incorporación se produjeron problemas en el mezclaje de las mieles con el pienso seco y con la humedad de las heces cuando se suminitró a pollos criados en el piso.

Se determinó suministrar a los pollos de ceba dietas completamente líquidas, que en aquel momento en nuestro país se comenzaban a usar en la ceba de reses y de cerdos (Preston y Willis 1970). Se previó que criando los pollos en baterías se podría solucionar el problema de las heces húmedas y se razonaba, que si los pollos pueden tomar agua, también se pudieran ingerir los demás nutrientes en forma líquida.

Una pequeña prueba con dietas basadas en los dos tipos de mieles disponibles en aquel momento, la rica y la final (C), y con dos diluciones diferentes, suministradas a pollos de 21 días de edad, arrojó que la miel rica y un suplemento proteico basado en harina de pescado y levadura sacharomyces pudiera producir un pollo criado sobre alambre de 1, 6 kg en 63 días.

Aunque los resultados obtenidos con la miel rica en dietas líquidas para pollos fueron alentadores, la miel rica seguía siendo la materia prima de nuestro renglón fundamental de exportación, el azúcar. Se había demostrado en cerdos (Velázquez et al 1969) que las diferencias entre los dos tipos de miel podían ser virtualmente eliminadas añadiendo azúcar a la miel final, y se determinó comprobar esta hipótesis en pollos.

Se probaron cinco niveles de incorporación de azúcar crudo a la miel final y tres dietas basadas en azúcar, miel final o miel rica. La dieta basada en 54 por ciento de miel rica produjo un peso final de 1, 5 kg, significativamente más alto que cualquiera de las combinaciones de miel final-azúcar; en adición, la conversión alimenticia fue de un 15 a un 18 por ciento mejor que las combinaciones con la miel final (Cuadro 2).

2.2 Pavos

Se experimentó el uso de la miel rica en dietas líquidas para cebar pavos a partir de las 18 semanas donde una dieta de maíz fue comparada con tres dietas de miel rica y un suplemento proteico, ofrecido por separado o mezclados, para proporcionar un nivel de 16 por ciento de proteína, con un 12 o 24 por ciento de agua adicional.

No hubo diferencias en la ganancia (Cuadro 3) que puedieran ser atribuibles a los tratamientos, pero si con respecto a la conversión alimenticia, siendo las dos dietas de miel y suplemento mezcladas con 12 y 24 por ciento de agua, mejores que el testigo de cereal y que la dieta con miel y suplemento, ofrecidas por separado.

Se estudió la posibilidad de introducir una dieta líquida basada en la miel rica, la miel A o la miel final a una edad más temprana de 6 semanas (Valarezo y Pérez 1972a) y el efecto de suministrar en forma restringida distintas contidades de suplemento proteico separado de la miel rica, (Valarezo y Pérez 1972b). Se concluyó que era factible reemplazar cereales por miel rica con una cantidad restringida de proteína.

2.3 Patos y Gansos

Las aves acuáticas parecen que son las especies más idóneas para vivir en los países productores de caña de azúcar; la miel puede constituír hasta un 60 por ciento del total de su alimento.

Pérez y San Sebastián (1970) compararon tres tipos de miel (Cuadro 4) con maíz como principal fuente energética en dietas de ceba de patos; obtuvieron la misma conversión entre la dieta de maíz y una basada en miel rica.

De nuevo, surgió el propósito de añadir azúcar a la miel final para mejorar su comportamiento y se comparó una dieta en 52 por ciento de MS de miel final y 15 por ciento de azúcar con una dieta basada en 65 por ciento MS de miel rica, encontrando la de la miel rica 11 por ciento más eficiente (Pérez y del Cristo 1971).

Por ser tan fácil cebar patos con dietas basadas en miel, Valdivie y Pérez (1974) sugirieron la posibilidad de utilizar también la miel rica en los gansos. Obtuvieron resultados más pobres con la miel rica que con cereales, lo cual era opuesto a los resultados experimentales obtenidos en las otras especies.

2.4 Cerdos

Es curioso que la mayoría de los trabajos investigativos en Cuba sobre el uso de las mieles en cerdos no han utilizado una dieta testigo basada en cereal (Velázquez et al 1969; Velázquez y Preston 1970). Esta curiosidad responde a una realidad y es, que el sistema alimenticio estatal en cerdos siempre fue basado en el uso mínimo de pienso seco importado, con la mayor utilización posible de los desperdicios y la miel final (Velázquez 1976).

Las investigaciones acerca de la sustitución completa de cereal por miel final en la categoría de ceba han señalado un comportamiento biológico inferior, siempre. Tanto Castro y Elías (1978) como Ly y Castro (1984) obtuvieron (Cuadro 5) una conversión alimenticia de un 25 por ciento inferior con la miel final comparada con una dieta de cereales, sin embargo, estos últimos autores observaban que con la dieta de miel rica, aunque la ganancia fue significativamente inferior, la conversión no difirió de la dieta de cereales.

Igual que con las aves también las investigaciones con los cerdos han sido enfocados a añadir algo a la miel final para que dejara de “ser” miel final y así mejorar las ganancias y las conversiones.

Pero los efectos nocivos de la miel final son, al parecer muy fuertes, así cuando Marrero y Ly (1976) mezclaron sólo un 15 por ciento de miel final con miel rica, notaron una disminución de aproximadamente 100 gramos en la ganancia diaria con casi un 18 por ciento de empeoramiento en la conversión, mientras niveles superiores de miel final produjeron conversiones 15 por ciento inferiores a la dieta testigo de miel rica (Cuadro 6).

Durante la década de 1970 a 1980, se continuó investigando sobre formas de mejorar el uso de la miel final en cerdos, y casi siempre desde la óptica de mejorar el comportamiento de la miel final, no considerando el problema en una forma integral con la inclusión del proceso dentro del ingenio azucarero.

Posteriormente comenzaron a publicarse los trabajos (Ly 1984; Ly y Castro 1984) relacionados con los índices digestivos y el patrón de ingestión de dietas basadas en cereal, miel rica o final en cerdos, revelando diferencias en la digestibilidad del nitrógeno y de la energía de entre un 7 y un 10 por ciento inferiores en dietas de miel final comparadas con cereal. Se observó que en dietas de miel final, comparado con cereal, aunque los cerdos pasaban más tiempo frente al comedero (25,8 v 13,3 minutos) realmente consumieron significativamente menos alimentos (926 v 1765 g MS) y más agua. Se detectó con las dietas de miel final un menor tiempo de tránsito, boca-recto, de solamente 4 horas, comparado con 28 horas en la dieta de cereal.

Hasta la zafra 1981–1982, las empresas porcinas solo habían utilizado la miel final, aunque los resultados experimentales con los distintos tipos de mieles intermedias comenzaron a demostrar una superioridad de estas mieles sobre la miel final. Era evidente que, tanto la miel rica, como las mieles intermedias A y B, podían producir ganancias diarias de 100 a 150 gramos más y conversiones alimenticias aproximadamente de un 15 por ciento mejores a cualquier dieta basada en la miel final (Cuadro 7).

3. LA MIEL B

3.1 Comienzo del uso de la Miel B

El sistema alimenticio utilizado para la ceba de los cerdos en las granjas estatales cubanas está basado en una mazcla de desperdicios procesados y miel final de caña, en una proporción aproximada de 60:40 en MS. A esta mezcla que se distribuye en forma mecanizada, se adiciona diariamente, en forma manual, 0,8 kg de pienso seco importado por cerdo (ver Cuadro 8).

Este sistema permite que los cerdos reciban aproximadamente la tercera parte de sus necesidades nutritivas en el pienso seco y las dos terceras partes en la mezcla de desperdicios procesados y miel final, conocido como pienso líquido terminado (PLT).

Los cerdos jóvenes llegan a los cebaderos a la edad de 100 días con un promedio de 25 kg; el sistema tecnológico de producción contempla 147 días para alcanzar los 90 kg, o sea, deben aumentar un total de 65 kg para una ganancia media diaria de 442 gramos.

Durante la zafra 1981–1982, en un cebadero porcino mecanizado de 17,000 cabezas se sustituyó completamente la miel final por miel B, como una forma de extender a la escala de producción los resultados experimentales e inmediatamente se notó que los cerdos consumían la ración de pienso líquido con más rapidez, sin dejar como antes residuos en el comedero, que las excretas eran más duras y se dejó de producir el “estado diarreico” observado con dietas de altos contenidos de miel final. Al consumir los alimentos más rapidamente y eliminarse el “estado diarreico” los cerdos se mantuvieron más limpios, necesitando mucho menos agua para mantener la higiene en los corrales.

Paralelamente con el trabajo de sustituír la miel final por la miel B, se sometió un total de 220 cerdos a dos tratamientos en un experimento controlado durante 93 días; a la mitad se le suministró la dieta nacional de ceba basada en la miel final. Los resultados (ver Cuadro 9), arrojáron una diferencia de 12 kg a favor de los cerdos que consumieron la miel B, o sea, que aumentaron 128 g más por día en relación a los animales alimentados a base de miel final.

3.2 Valoración de la miel B

Al analizar los factores económicos de una posible extracción de otras mieles azucareras en sustitución de la miel final para la alimentación de los cerdos, se ha escogido la miel B, que es el residuo de la segunda templa de azúcar, donde se ha extraído un 82 por ciento del total de la sacarosa disponible (Figura 1). Aunque la miel C y el azúcar C representan el 100 por ciento de la sacarosa disponible, esta azúcar C no es un azúcar comercial, requiriendo grandes cantidades de energía para su cristalización, su licuación y reprocesamiento. Con la miel B los cerdos pueden utilizar su potencial genético de crecimiento ya que el factor limitante de la miel final no está presente; además de las otras mieles es la que contiene menor cantidad de azúcar comercialmente recuperable.

El hecho de sustituír la miel final por la miel B mejora la conversión, no solamente de la miel, sino de todos los componentes de la dieta en aproximadamente un 15 por ciento. De 5,3 t de materia seca por t de aumento en el sistema alimenticio basado en la miel final, se ha estimado solamente 4,5 con la miel B. En el Cuadro 10 se ofrece un análisis comparativo de la conversión de los tres componentes alimenticios utilizados: miel, desperdicios y pienso por tonelada de aumento de carne de cerdo en pie con las variantes de la miel final o la miel B.

Por ser el object principal de cualquier sistema de producción animal minimizar los costos alimenticios, se ha preparado una comparación (Cuadro 11) de los costos durante los últimos 5 años de los alimentos necesarios para producir tonelada de carne de cerdo en pie, utilizando el sistema alimenticio basado en la miel final, o utilizando la variante de sustituír la miel final por la miel B, a la que se ha calculado el costo por su contenido en azúcar y en miel final (Cuadro 12).

Se han utilizado los precios internacionales del azúcar, la miel final y los otros componentes de los piensos, (Cuadro 13) la composición promedio de la dieta nacional y la conversión de alimentos en carne de la categoría de ceba con dietas basadas en miel B o miel final (Cuadro 10).

Los resultados demuestran que el cambio de la miel final por la miel B permite un aumento de un 15 por ciento de la producción de carne; que el aumento de 100 g de la ganancia diaria implica un incremento de un 20 por ciento en la utilización de las instalaciones de ceba, con las consiguientes disminuciones de los costos por amortizaciones, salarios y otros gastos materiales, y que, además, el costo de los alimentos disminuyó con excepción del año de precio alto del azúcar.

4. SITUACION ACTUAL

4.1 Porcino

El sistema alimenticio se basa en dietas líquidas donde el nivel de miel final varia desde un 30 a 35 por ciento MS en la dieta de ceba hasta un 60 por ciento MS en la dieta de mantenimiento de las cerdas gestadas.

Al comienzo de la zafra azucarera 1985–1986 se sustituyó toda la miel C por miel B en la mayor empresa productora de cerdos del país. El peso promedio de entrega de los cerdos cebados ha comenzado a reflejar este cambio, después de solo 6 semanas, con un aumento de 1,9 y 2,8 kg en Abril y mayo de 1986, sobre los pesos promedio que se obtenían el año anterior cebando con la miel final. En igual manera, el indicador de “cría x parto”ha aumentado desde 9,0 a 9,2 mientras la “efectividad económica” que fue 75 por ciento en Mayo de 1985, ha mejorado, obteniendo un 82 por ciento en Mayo de 1986.

Adicionalmente, se ha comenzado en pequeña escala, la producción porcina aledaña a los centrales azucareros y se experimenta con una dieta líquida basada en la mezcla de 65 por ciento de miel B con 35 por ciento de crema torula, obtenida esta última, mediante la fermentación de la miel final. Los resultados preliminares señalan que esta dieta puede garantizar una ganancia de aproximadamente 550 a 600 gramos con una conversión alimenticia de 4.50 en MS.

De acuerdo a estos resultados se ha trazado un plan nacional para sustituír unas 200,000 toneladas de miel final utilizadas en la actividad porcina, por igual cantidad de miel B.

4.2 Gansos

Recientemente se ha comenzado la explotación comercial de esta ave acuática en áreas aledañas a los ingenios azucareros donde se inician con un pienso seco hasta los 10 días, seguido por dietas líquidas basadas en 70 a 80 por ciento MS de miel B o Sirope-off, con un mínimo de alimentos proteicos que varian desde desperdicios de pescado o pescado entero ensilado en miel, hasta una simple mezcla de gallinaza, cachaza y bagacillo suministrados en partes iguales con la miel B.

Un aspecto muy interesante relacionado con la crianza de esta ave es la correspondencia tan estrecha que existe entre la zafra azucarera y la “zafra de gansos”, coincidiendo la etapa de engorde con la presencia de toda una serie de sub-productos energéticos de la industria azucarera, tales como el bagacillo, la cachaza, el sirope-off y la miel B.

4.3 Pienso seco comercial

No se incluye miel final en el pienso avícola. Para los piensos secos de porcinos se incluye un nivel de 6,5 por ciento BH en las categorías de “crecimiento” y “reproductor” mientras para los piensos de bovino se utiliza un nivel de 15 por ciento BH.

Aunque no se incluye miel final en el pienso avícola se piensa iniciar estudios sobre la utilización de la miel B que es una miel mucho menos viscosa y por lo tanto de dosificación más fácil.

5. PERSPECTIVAS

De acuerdo a la experiencia en el uso de las mieles intermedias azucareras, especialmente la miel B en dietas líquidas para la alimentación de algunas especies de monogástricos, tales como cerdos, y aves acuáticas, como patos y gansos, resulta previsible la integracón de sistemas de producción animal con los centrales azucareros.

Esta integración estaría justificada por el hecho de que los animales obtendrían la mayor parte, o la totalidad de los alimentos de la fábrica de caña de azúcar y de sus áreas de plantaciones, mediante el suministro de:

Estas perspectivas de integración de la producción de caña de azúcar con la producción animal son válidas, desde luego, para todos los países productores de caña de azúcar.

REFERENCIAS

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Figure 1: Extracción de azucar y varios tipos de miel

Figure 1
Cuadro 1: La sustitución de cereales por azúcar o miel rica para pollos de asar
  44%12%24%
 CerealAzúcarM.RicaM.Rica
Ganancia, g1 5371 4971 5511 616
Consumo, g MS3 6994 0364 0204 090
Conversión, en MS2,452,732,642,54
Cuadro 2: Peso vivo, consumo y conversión en broilers alimentados con dietas Liquidas basadas en miel rica o mezcla de miel final y azúcar1
Azúcar % de MSPeso vivo, gConsumo, de MSConversion, en MS
01 1063 9453,57
9,51 3214 3953,33
18,31 3914 4173,17
27,31 4124 6093,26
37,41 4144 3103,05
44,11 4884 3072,89
52,21 4174 8363,10
54,0 (m. rica)1 5494 6863,02

1 Pérez y Preston (1970)

Cuadro 3: Efecto de sustituir el grano por miel rica y un suplemento proteico en pavos 1
  Miel rica y suplemento proteico:
 Maizofrecido por
separado
mezclado con
12% agua
mezclado con
24% agua
Peso inicial, kg5,885,815,825,83
Aumento total, kg2,982,792,822,95
Consumo MS, kg17,817,812,412,7
Conversión en MS6,487,144,984,74

1 Valarezo yPérez (1970)

Cuadro 4: Sobre el comportamiento de patos Pekin Blanco, 9 semanas
  Tipo de miel
 MaizRicaAFinal
Peso vivo, g2 0351 8441 7071 530
Consumo, kg MS10,459,1710,1210,72
Conversión en MS5,025,005,936,99

Cuedro 5: Sustitución de cereal por miel en dietas para cerdos en ceba
Dieta% MS en dietaPeso vivo, kgGanancia, g/diaConversión, kg MS/kg aumento
Cereal7338 – 717973,941
M.final63"5364,95
Cereal8960 – 907913,962
M. Rica80"6934,04
M.Final82"5405.00

1 Castro y Elias (1978)
2 Ly y Castro (1984)

Cuedro 6: Ganancia, consumo y conversión alimenticia en cerdos 1
Miel rica,
% MS Miel final, "
75
0
60
15
45
30
30
45
15
60
Ganancia, g/d655559532507519
Consumo, kg MS/d2,662,412,672,542,56
Conversión en MS4,094,325,125,064,99

1 Marrero y Ly 1976

Cuadro 7: Comportamiento de cerdos alimentados con dietas en distintos tipos de mieles
Tipo de miel% MS en dietaEtapa del crecimientoGanancia diaria, gConversión en MS
Rica7130–806093,801
 7430–906443,602
 7532–916554,093
A7030–606713,904
 6925–906385,205
 6925–905584,106
B6925–907154,505
 7025–855304,406
Final6230–905205,302
 6032–905194,993
 7025–714145,606
 3525–854505,507

1 Velázquez y Preston (1970)
2 Velázquez et al (1972)
3 Marrero y Ly (1976)
4 Pérez (1975)
5 Figueroa et al 1983
6 Cervantes et al 1984
7 Experiencia personal de La autora entre1971–1979; 80 mil cerdos de ceba.


Cuadro 8: Composición promedio de La dieta nacional de ceba porcina, 25–90 kg
 Kg BH-1/dia% MSKG MS% MS en dieta
Desperdicios4,5200,937
Miel final1,0800,833
Pienso seco0,8900,730
   2,4100

1 BH (base húmedo)

Cuadro 9: La sustitución de La Miel C por Miel B en La ceba comercial de cerdos1
 Miel BMiel C
Peso inicial, kg47,546.4
Peso final, kg99,886,8
Aumento, kg52,340,4
Ganancia diaria, kg562434

1 Pérez et al (1982)

Cuadro 10: Análisis de la conversión de alimentos por toneLada de aumento de ceba con Las variantes de la Miel final o Miel B
Componentes de la dieta, % MSTipo de mielConversiónt de pienso por t de aumento
MSBH
Miel, 33%Final5,31,752,19
 B4,51,481,85
Desperdicios 37%Final5,31,969,80
 B4,51,668,30
Pienso seco, 30%Final5,31,591,77
 B4,51,351,50
Cuadro 11: Comparación de los costos de las dietas con miel C o con miel B, USD/t
AñosMiel CMiel BDiferencia a favor de la miel B
1981599634(35)1
1982440440-
198349848810
198447543441
198540036436

1 Azúcar 353 USD/t

Cuadro 12: Costo de alimentos por t de peso vivo de aumento de ceba, US$/t
 Dieta de ceba con miel BDieta de ceba con miel C
 Miel
B
DesperdiciosPiensoTotalMiel
C
DesperdiciosPiensoTotal
19812768327563417798324599
1982139832184408598257440
1983150832554889998301498
1984111832404349498283475
198593831883648198221400

Cuadro 13: Costo de los alimentos utilizados, USD/t
 19811982198319841985
Azúcar crudo35318418811389
Miel C8139454337
Maiz1164124154148115
Soya1241209216195156
Pienso2183145170160125
Miel B314975816050
Desperdicios41010101010

1 Conversión a CIF
2 Un pienso 75–25 (Maiz-Soya) con aproximadamente 16% de proteina
3 Se calculó 250 kg azúcar cruda/t Miel B
4 Pesos cubanos

THE USE OF MOLASSES FOR MONOGASTRICS
by
R. Perez

The research made in the last 20 years in Cuba, on the use of all kinds of molasses (Final, A, B, High-test) in feeding systems to fatten pigs, broilers, ducks, geese or turkeys, has proven that it is possible to substitute all cereal grains by these by-products of the sugar industry.

The results were worse with final molasses. Substituting this final molasses in liquid feeds for monogastrics by B or high-test molasses gave an improvement of performance of 15 and 25% respectively.

Recent studies have concluded that it could be economically advantageous, both for the Cuban sugar industry as for its livestock production, to sacrifice some crude sugar in order to produce molasses with characteristics which permit taking maximum advantage of the genetical potential for growth of the animals.

It is suggested for raw sugar producing countries to develop liquid feeding systems based on B molasses as an energy source for fattening pigs and ducks and geese.


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