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5. PROCEDIMIENTOS OPERATIVOS DEL SCV

El objetivo de esta sección es considerar algunos de los procesos reales y puntos fundamentales que deberán incluirse en las operaciones de SCV y que han sido ya aplicados con cierto éxito en varias partes del mundo. Se tratarán temas como la recopilación de datos y los componentes del sistema oportuno, los procedimientos de visita e inspección, la verificación de las capturas, la determinación de la posición en el mar, los procedimientos de inspección en el puerto y en el mar, la comprobación de los transbordos, la planificación de patrullas, la recogida y manipulación de las muestras y los procedimientos judiciales.

5.1 Recopilación de datos

En el caso de la recopilación de datos, elemento importante del seguimiento, hay dos actividades preliminares y una complementaria en las que pueden participar los oficiales de pesca. Se trata de la información sobre las licencias de los pescadores, el sistema de registro de embarcaciones y el de supervisión de las capturas o esfuerzo. Las bases de datos sobre pescadores y embarcaciones, tanto manuales como informatizadas, requieren un censo inicial de pescadores del país e información específica sobre los pescadores internacionales. En el censo nacional inicial se suelen incluir varias informaciones útiles para la planificación de las pesquerías y del SCV. La información sobre el pescador contiene el nombre del mismo, su dirección, edad, experiencia (en años y tipo de pesca), grado de dependencia de la actividad pesquera, cargo que ocupa (propietario, agente o miembro de la tripulación) e ingresos medios generales obtenidos de la pesca. La información posterior sobre las distintas expediciones de pesca, si se incluye, tiene como objetivo registrar y comprobar las capturas, desglosadas por especies y peso, lugar y momento de la captura y, finalmente, los ingresos obtenidos de las actividades pesqueras, que se pueden utilizar para calcular la eficiencia de dicha actividad.

El objetivo de los procedimientos de registro es recopilar datos que se puedan luego intercruzar con los del sistema de licencias, por ejemplo, la descripción y tamaño de la embarcación, puerto de matrícula, distintivo de llamada, lugar de desembarque, capacidad de capturas de acuerdo con las posibilidades de almacenamiento y el tipo de arte, experiencia y eficiencia en cuanto unidad de pesca, equipo — incluido el de navegaciones —, material de navegación y de pesca y capacidades de elaboración, en su caso. Ya se ha señalado la posibilidad de cooperación regional e internacional en lo que respecta al establscimiento y aplicación de normas para el registro de embarcaciones.

El censo de pescadores y de embarcaciones en activo en la flota pesquera nacional debe actualizarse periódicamente, tarea que se puede facilitar mediante la adopción de trámites anuales de concesión de licencias y los oportunos procedimientos de presentación de informes durante la temporada de pesca.

Toda esta información se utiliza en buena medida para comprobar que los pescadores y las unidades de pesca actúan en conformidad con el plan establecido, pero también puede ser usada por los biólogos especializados en pesca para sus actividades de evaluación de poblaciones. Los economistas y sociólogos pueden también servirse de ella para determinar la importancia de la pesquería con respecto a la economía del país y de la comunidad. El perfil sociológico de los pescadores y sus comunidades puede ayudar también a mejorar su posición en la escala social y económica y a suministrar instalaciones de apoyo en caso necesario. Como complemento de estas actividades de recopilación de datos se requieren infraestructuras, comunicaciones y redes de información.

5.2 Patrullas

Las patrullas pueden resultar más eficaces si se planifican previamente con el fin de integrar los recursos de vigilancia y conseguir los mejores resultados posibles. Todas las patrullas deben comenzar con una planificación previa, a la que seguirán sesiones de información a los principales participantes para evitar sorpresas, la patrulla propiamente dicha y sesiones posteriores informativas sobre los resultados obtenidos, con la documentación adecuada para los archivos o acciones complementarias en caso necesario.

Las patrullas terrestres a lo largo de los ríos, lagos y costas pueden ser eficaces si se centran en la actividad de pesca, áreas de actividad ilegal o zonas donde los recursos pesqueros son especialmente vulnerables a la sobreexplotación por parte de pescadores con y sin licencia. Las zonas costeras, donde las flotas domésticas suelen concentrar sus actividades y es posible detectar su presencia desde tierra, pueden ser también objeto de supervisión para detectar las incursiones de grandes barcos no autorizados en el lugar. Esta información puede luego transmitirse a las instancias responsables de los recursos de los mares costeros para que adopten las medidas oportunas.

Las patrullas aéreas son especialmente eficaces si se conocen de antemano las áreas de pesca, desglosadas por temporada y especies. La capacidad de vigilancia aérea debe tenerse en cuenta al determinar las áreas prioritarias, ya que la autonomía de los aviones determinará el número de prioridades que se pueden atender en una sola patrulla. La tripulación deberá recibir información sobre la zona patrullada y la actividad prevista en ella, así como sobre las actividades que deberán ser objeto de supervisión prioritaria. Deberá además recibir un resumen de los buques que van a encontrar en la zona de patrulla, junto con sus marcas y actividades autorizadas. Entre los ejemplos de prioridades de patrulla cabría citar en primer lugar las áreas cerradas de desove; en tal caso, los aviones podrían tomar altura, para ahorrar combustible, y dirigirse inmediatamente a esos lugares, para comenzar sus actividades de patrulla a menor altura desde ese punto. Esa planificación previa reduce el consumo de combustible y permite patrullar durante más tiempo la zona deseada. Las patrullas efectuadas de forma aleatoria son menos eficientes en función de los costos que las patrullas orientadas a un fin específico. Otra prioridad podría ser una zona de concentración de pesca, donde los pescadores locales han observado incursiones de buques de altura que penetran en sus zonas durante la noche y provocan una gran destrucción de los artes de pesca. También podrían ser prioritarios los lugares de fuerte concentración pesquera donde los buques sin licencia se pueden ocultar durante las operaciones de pesca. Si las poblaciones pasan en sus migraciones junto al límite o más allá de la zona de pesca de un país, algunos buques de altura podrían tener la tentación de seguir a los peces y penetrar en la zona si creen que el riesgo es pequeño y no van a ser detenidos. La vigilancia aérea representa una primera línea informativa para el despliegue de otros recursos más costosos, como las embarcaciones patrulleras de altura.

Las patrullas costeras en el mar son más eficaces si existe la posibilidad de desplegar previamente embarcaciones patrulleras de menor tamaño en las zonas de concentración de pesca y operar desde una base en esa zona para responder oportunamente a las necesidades de conservación de las pesquerías. De esa manera, las embarcaciones patrulleras pueden seguir a los buques que pescan en la costa para obtener datos y realizar actividades de comprobación y vigilancia. La presencia de un buque patrullero puede contribuir también a la seguridad de los pescadores, aunque a veces se pueden cometer abusos en este sentido. Se han dado casos en que los pescadores, so pretexto de problemas de seguridad, piden al buque patrulla que los remolque, con lo que consiguen alejarlo de su zona de supervisión durante un cierto tiempo, que los restantes pescadores aprovechan para pescar en una zona de desove.

Los buques patrulleros de altura, en los casos en que se decide su utilización, deberían destinarse a las zonas de concentración de pesca de altura. La vigilancia aérea es el instrumento primario para detectar las violaciones de la zona y actividades de pesca sin licencia. Luego, en caso necesario, se puede solicitar la presencia del buque patrulla. Más eficaz en función de los costos es el aprovechamiento de los cauces diplomáticos para traer el buque a puerto, pero ello no siempre es posible sin mayor presión internacional de la que puede ejercer un solo Estado.

Es evidente que cada buque patrullero debe tener el equipo necesario para llevar a cabo las funciones asignadas, por ejemplo copias de los reglamentos y equipo de comunicación.

5.3 Visitas

La decisión de si es posible visitar un buque con garantías de seguridad en determinadas condiciones atmosféricas es competencia del capitán de la embarcación. El oficial de pesca es el jefe del equipo encargado de la visita y como tal es él quien debe decidir si dicho equipo efectúa o no la visita de un determinado buque. En las patrullas de las zonas de pesca debe quedar bien claro que la finalidad es apoyar la actividad pesquera, y por lo tanto, el oficial de pesca es quien tiene el mando operativo de la patrulla.

El oficial de pesca debe comprobar que el capitán y el equipo de visita reciban la información necesaria sobre los procedimientos correspondientes, el apoyo y las comunicaciones con las que pueden contar al respecto. Deberá comprobar además que el equipo esté al tanto de los últimos datos sobre la embarcación que se va a visitar, su licencia y capacidad de pesca, diseño de la embarcación y, si se conoce, el camino de acceso al puente del buque. Deberá disponer también de los datos más reciente sobre capturas y los últimos informes del buque para compararlos con los registros efectuados a bordo. Por otra parte, deberá comprobar que el equipo disponga de la documentación necesaria así como de material de inspección, por ejemplo dispositivos para medir los artes, y de seguridad y de comunicación.

El oficial se cerciorará también de que, desde el momento del avistamiento, se tome nota de todas las actividades observadas a bordo de la embarcación que se desea visitar así como de las respuestas a las comunicaciones. Estas notas pueden ser muy útiles en caso de supuesta infracción y pueden ayudar al querellante a preparar su argumentación. Por ello, los cuadernos de notas de todas las partes implicadas son instrumentos útiles para registrar los acontecimientos y observaciones y deberán utilizarse según convenga. Todos los oficiales de pesca y el personal de patrulla de la embarcación y del equipo de visita deberán anotar fielmente la fecha y hora así como lo ocurrido.

Muchos oficiales de pesca utilizan su propio material, además del recibido, para efectuar más fácilmente la inspección. Algunos países han aprovechado esos materiales dándoles además carácter oficial, mediante la publicación de manuales de referencia para los oficiales. Algunos de ellos contienen información sobre los reglamentos de pesca, identificación de las especies comerciales, artes de pesca, traducción de las frases más utilizadas para poderlas utilizar al interrogar al capitán de una embarcación, marcas especiales de identificación de los buques de cada uno de los países que actúan en la zona, listas de comprobación, información sobre comunicaciones y señales para su uso en situaciones especiales, gráficos para la conversión de unidades de medida, etc. El oficial de pesca deberá estar informado de si hay a bordo otros funcionarios del departamento de pesca y cuáles son sus funciones.

En las instrucciones sobre las visitas se debe especificar la delegación de actividades de cada uno de los miembros del equipo mientras duren aquellas así como las posibles instrucciones especiales en el caso de hostilidades o resistencia. Si se producen hostilidades durante la visita, cada miembro del equipo deberá saber cuáles son los procedimientos de desembarque. Cuando existe la posibilidad de que la recepción de la tripulación no sea del todo amistosa, es fundamental garantizar las comunicaciones con la embarcación patrullera. En algunos casos el equipo de visita está integrado por el oficial de pesca y un ayudante, pero ello sólo ocurre en casos excepcionales. Por lo general, el equipo debería contar con un mínimo de cuatro personas. Si se prevé una acogida poco favorable, se recomienda un equipo completo (mínimo de seis personas) y bien pertrechado. Sus integrantes serían el oficial de pesca, un oficial de navegación y un maquinista con dos o tres miembros de la tripulación, si es posible. En algunas ocasiones el número representa una forma de protección.

El buque patrullero y el encargado de efectuar la visita deberán tener una identificación que revele claramente que están efectuando una actividad de supervisión según lo dispuesto en la Convención sobre el Derecho del Mar. Los procedimientos para detener a la embarcación y la obligación del capitán del buque de pesca de recibir al equipo encargado de la visita deberán estar claramente especificados en la legislación pesquera, que el capitán de un buque con licencia deberá conocer con todo detalle. El código internacional de señales para comunicaciones visuales y radiofónicas contiene indicaciones claras para hacer saber al barco que debe prepararse a recibir la visita. La bandera alfanumérica Sierra- Quebec-Tres (SQ3) es la señal internacional que indica “detenerse o ponerse al pairo: voy a visitar el barco” y puede utilizarse para transmitir al buque de pesca la intención del equipo de visita. El capitán del buque de pesca puede responder que terminará de izar la red o de efectuar otras operaciones de pesca antes de la visita. Si ésta significara una posible pérdida de capturas o artes, el oficial de pesca debería atender esa solicitud. El capitán del buque deberá seguir un rumbo que permita al equipo de visita colocarse a sotavento para subir sin peligro la escalera de embarque. El buque de pesca puede detenerse, pero la experiencia ha demostrado que es más fácil que la embarcación y el equipo de visita suban al barco si se mantiene una velocidad de algunos nudos. En esas condiciones se puede hacer cómodamente la operación, pero cuando la velocidad pasa de 10 nudos las cosas resultan más complicadas, incluso para un equipo con experiencia.

Una vez a bordo del buque de pesca, el equipo de visita deberá dirigirse rápidamente a la zona del puente. Si la acogida no es del todo favorable, un miembro de la tripulación deberá permanecer en la escalera de embarque. Una vez en el puente, el oficial de pesca deberá preguntar por el capitán de la embarcación y presentar una identificación en la que se señale claramente que es un oficial de pesca autorizado por el gobierno. Solicitará asistencia del capitán para proceder a la inspección del buque. A esa altura, debería haber alguna señal de si va a haber problemas de cooperación o no. Si nada hace suponer que puedan encontrarse dificultades, el oficial de pesca procederá a la inspección.

Si hay algún síntoma de dificultades o de hostilidad, el equipo deberá recurrir al procedimiento operativo descrito durante las sesiones previas de información. Dichos procedimientos varían considerablemente de unos casos a otros, según el equipo y capacitación del personal. Pueden ir desde el abandono del buque y la iniciación de negociaciones diplomáticas hasta la incautación del puente y el buque y su traslado a puerto. Naturalmente, es mucho mejor si se puede convencer a la tripulación para que coopere. En caso de amenazas, el equipo de visita debe tener la autoridad para adoptar cualquier medida que considere necesaria para su propia protección. La conclusión de la visita es el procedimiento inverso al embarque, siendo normalmente el oficial de pesca el último en abandonar la embarcación.

Las diferencias lingüísticas suelen ser inicialmente motivo de preocupación tanto para los oficiales de pesca como para el capitán del buque. Las soluciones más habituales a este problema son dos. Una consiste en exigir la utilización de informes, cuadernos de anotaciones y otros materiales en el idioma del país donde tiene lugar la operación. En ese caso, es el interlocutor internacional quien debe encargarse de traducir la información. Como complemento de este primer paso, o en algunas ocasiones con carácter exclusivo, algunos países y organizaciones regionales obtienen también copias de los correspondientes informes, cuadernos y documentos del interlocutor internacional y los traducen para que puedan ser comprendidos por los oficiales del país. Otro instrumento útil es un pequeño manual de preguntas en varios idiomas con un sistema de numeración común, de manera que se pueda indicar la pregunta haciendo referencia al número. Este procedimiento ha sido utilizado con eficacia por numerosas organizaciones pesqueras internacionales. La mayor parte de éstas pueden prestar ayuda en la preparación de tales materiales. Es conveniente que uno de los miembros del equipo de visita tenga capacidad de comprender el idioma de la tripulación del buque.

5.4 Procedimientos de inspección

En esta sección se describe lo que constituye propiamente la inspección en el mar de una embarcación. Una vez realizados los trámites previos de presentación e identificación del oficial de pesca ante el capitán de la embarcación, normalmente se solicitan los documentos de licencia y cuadernos con anotaciones relacionadas con la pesca, el transbordo, la elaboración y el almacenamiento del pescado. Se utilizan también los libros de navegación y de máquinas para poder comprobar la información sobre la posición y el uso de maquinaria mecánica. Si se encuentran a bordo otros funcionarios o representantes del departamento de pesca convendría localizarlos para poder presentarse ante ellos. Si es posible, convendría hablar en privado con estas personas antes de la inspección para comprobar si hay algunos problemas que justifiquen un examen más detenido. La inspección trata de obtener datos con un doble fin. El primero es la vigilancia de las operaciones de pesca para determinar el cumplimiento con las condiciones establecidas en la licencia y en la legislación; el segundo, recopilar datos que puedan ser de utilidad para el componente de seguimiento del SCV y para la ordenación de las pesquerías. La comprobación de los diarios de operaciones debería bastar para reconstruir las actividades de pesca del buque desde su ingreso en aguas sometidas a la jurisdicción del país.

La mayor parte de los países tienen sus propios formularios de inspección, que permiten cubrir sus necesidades de datos, facilitar su ingreso en las computadoras y comparar los resultados con los de otros informes. Casi todos los modelos tienen una sección en la que se introducen los datos sobre la identidad del buque, su licencia, nombre del capitán y las actividades realizadas desde el ingreso en aguas del país o desde la última inspección. En este último caso, debería acompañarse el informe de inspección. El informe relativo a la visita tienen normalmente una sección en la que se incluye un resumen de las capturas desglosadas por especies, esfuerzo y zonas de pesca. Normalmente se incluye también, para fines informativos, una sección sobre las actividades de producción, almacenamiento y transbordo.

Los oficiales de pesca normalmente inician su inspección comprobando las actividades autorizadas en la licencia y verificando las posiciones y operaciones de los diarios de a bordo y de navegación para confirmar que el rumbo del barco corresponde al previsto en la licencia de pesca. Se anotan las informaciones enviadas desde el buque hasta el departamento de pesca, comprobando además su fuente. Algunas veces conviene que, cuando el oficial de pesca resume en su impreso las informaciones sobre las actividades de pesca y las capturas, éstas aparezcan desglosadas en los mismos períodos previstos por el departamento de pesca para la presentación de informes sobre las embarcaciones. De esa manera se facilita la comprobación cruzada a la llegada al puerto. Entre las indicaciones figura el transbordo de peces, por especie y fecha, así como el nombre del buque que lo recibe. Una vez equipado de esta documentación, el oficial de pesca trata de comprobar las figuras presentadas en los registros de pesca, producción y transbordo mediante una inspección de las dependencias de elaboración y almacenamiento. Son varios los factores de conversión utilizados para determinar la producción y almacenamiento de cada tipo de pescado, y los oficiales de pesca deberfan familiarizarse con ellos con el pasar del tiempo. En las fases iniciales de la inspección de los buques, los factores utilizados por el capitán pueden ser los mismos empleados para convertir el pescado elaborado en peso total en redondo. Los informes de inspección suelen contener un espacio donde el capitán del buque puede hacer observaciones sobre el informe, que luego es firmado tanto por el capitán como por el oficial de pesca, quien dejará una copia en la embarcación.

Ya se ha señalado la diferencia entre las inspecciones en el mar y las inspecciones en el puerto. Estas últimas no ofrecen la posibilidad de observar en acción el equipo de navegación, pesca y elaboración. Por otra parte, tienen la ventaja de que permiten comprobar el pescado que se encuentra a bordo del buque en condiciones estables y seguras, lo que permite mayor precisión.

5.5 Verificación de las capturas

Uno de los problemas de las inspecciones cuando la estrategia de inspección se basa en las capturas y contingentes es la verificación de las capturas. Este proceso implica muchos aspectos diferentes. El primero de ellos sería el tipo de captura y su elaboración, es decir, la forma del producto en su almacenamiento final. A veces ello se resuelve con un procedimiento tan sencillo como el de contar las cajas, pero en una gran bodega con capacidad de 500 a 700 toneladas de productos de diversas especies, la tarea resulta mucho más complicada. En la mayor parte de los casos, la verificación de las capturas se convierte en un problema matemático.

La estimación independiente y precisa del total de capturas desglosadas por especies en cada uno de los lances constituye la función más básica e importante de los oficiales y observadores de pesquerías. En muchos casos, la información basada en estas estimaciones sobre la composición de las capturas constituye la única estimación fiable de extracciones en determinados caladeros, ya que los métodos tradicionales de registro, como los diarios de navegación, contienen por lo general datos incompletos.

Las estimaciones de las capturas deben ser, por un lado, independientes de las efectuadas por el capitán de la embarcación y, por el otro, lo más representativas que sea posible de lo que ocurre en una pesquería específica. Los buques nacionales, cuyas capturas se descargan en puertos del propio país, son mucho más fáciles de verificar que cuando se trata por ejemplo de un gran arrastrero internacional de altura. Para determinar las técnicas de cuantificación más adecuadas para cada país se pueden utilizar varios métodos de muestreo en los buques nacionales y comparar los resultados con el peso real desembarcado. A continuación se exponen algunos métodos generales actualmente utilizados que pueden resultar útiles y adaptarse a las condiciones locales.

Estimación del total de capturas de los arrastreros

Aunque el mejor método de verificación de las capturas efectuadas es el pesaje directo, éste resulta impracticable en la mayor parte de las pesquerías, debido al gran volumen de las capturas. Para salvar esta deficiencia, se han elaborado distintos procedimientos de estimación. Los dos métodos básicos normalmente utilizados en los arrastreros son los siguientes:

  1. Observación de las capturas en el copo.
  2. Cálculo volumétrico del depósito para el almacenamiento del pescado antes de la elaboración.

    Hay otros dos métodos que permiten formular estimaciones del peso total y verificar las estimaciones anteriormente hechas sobre el total de las capturas:

  3. Cálculo volumétrico de las bodegas para almacenamiento del pescado y uso de las cifras de producción.

A continuación se explican con mayor detalle estos métodos:

  1. Observación de las capturas del copo: Una manera de estimar el total de las capturas es determinar la capacidad del copo y calcular qué porcentaje del mismo está lleno de peces, efectuando una medida volumétrica de las capturas del copo o descomponiendo éste en volúmenes más pequeños para estimar dichas secciones. La estimación aproximada se basa en un cálculo visual. Los capitanes de las embarcaciones normalmente colocan los cabos de refuerzo laterales de sus arrastres en los puntos de mayor desgaste del copo. Según una fórmula muy aproximativa, se puede calcular entre tonelada y media y dos toneladas de peces por cada brida de sujeción cuando el copo está lleno. De esta manera, el oficial de pesca puede hacer un cálculo visual antes de pedir al capitán una estimación. Conviene recordar que los capitanes suelen tener gran experiencia en este tipo de cálculos, por lo que su estimación será probablemente mucho más precisa. El método visual es el más aproximativo e impreciso de los utilizados para estimar las capturas. Normalmente se consiguen mejores resultados mediante procedimientos de muestreo de secciones menores del copo.

    Para tomar muestras de las capturas que se encuentran en el copo se debe utilizar una cesta de volumen y peso conocidos. Los refuerzos verticales dividen el copo en varias secciones. Se descompone cada una de éstas para obtener una estimación del número de cestas (de volumen y peso conocido) de las capturas en cada una de ellas. La densidad de las capturas suele ser mayor en la parte de popa del copo, por lo que convendría tratar a cada sección por separado. Cuando el volumen de capturas es menor, debería estimarse el número de cestas de muestreo para obtener el volumen total de las capturas en el copo. El número estimado de cestas debería multiplicarse por el peso medio de pescado por cesta, teniendo en cuenta las diferencias de densidad.

  2. Cálculo volumétrico del depósito para el almacenamiento del pescado antes de la elaboración: Las capturas se almacenan normalmente en depósitos antes de la elaboración. Ello ofrece una oportunidad magnífica para comprobar la estimación inicial obtenida mediante el examen visual del copo.

    Para ello se determina el volumen del depósito y se multiplica por la densidad de pescado para calcular la capacidad (la densidad se puede calcular fácilmente utilizando una cesta de muestreo o un pequeño envase). Una vez conocida la capacidad total, se puede deducir el volumen de pescado estimando el porcentaje del depósito ocupado por las capturas.

  3. Capacidad de almacenamiento de pescado y uso de las cifras de producción: Para confirmar las estimaciones iniciales se puede utilizar también la capacidad de almacenamiento. Para obtener este dato, se puede entrevistar al capitán o consultar los planos del buque y los resultados de inspecciones anteriores.

Las técnicas de estimación varían considerablemente, según que el pescado se almacene en húmedo o en seco. Si se almacena en seco y el oficial de pesca puede tener acceso a la bodega, bastaría hacer un muestreo del pescado, probablemente congelado, colocado en las cajas para determinar la forma del producto y los pesos medios de éste en cada caja. Este procedimiento debería repetirse varias veces con cada especie, pesando por separado la caja para deducir luego su peso. Si es posible, deberá contarse el número de cajas y calcularse el peso utilizando el promedio de cada especie. Si no es posible contar materialmente las cajas, los planos del buque deberán ofrecer información suficiente para que el oficial estime el número de cajas en la bodega de pesca utilizando una fórmula matemática que tenga en cuenta la forma del barco.

Luego, se podrá comparar esta estimación con el número de cajas indicadas en el sobordo. Será muy diffícil obtener el contenido real desglosado por especies sin una comprobación material; por ello, el sobordo puede ser la única documentación disponible para resolver este problema. Conviene recordar que el objetivo de las estimaciones de las capturas y de los muestreos aleatorios es que el oficial pueda comprobar que los documentos corresponden a la realidad. En toda estimación se observará una diferencia entre la documentación disponible y el número real de cajas almacenadas, pero en general las cifras no deberían variar demasiado. El oficial de pesca deberá sopesar las circunstancias antes de tomar la decisión de ordenar al buque que se dirija hacia el puerto para descargar la mercancía, debido al gasto y consecuencias de tal medida. Cuando no hay coincidencia entre las distintas fuentes, el oficial, antes de tomar una decisión y para determinar la fiabilidad de los documentos presentados, podría utilizar la estimación del capitán y comparar las capturas y los registros de producción.

Si las especies aparecen anotadas erróneamente en los registros, será difícil aclarar la situación, pero si el oficial efectúa un muestreo aleatorio de las etiquetas de las cajas y, si es posible, de su contenido, podría determinarse si la falsificación de los datos sobre el contingente de especies de más alto valor es práctica común. La existencia de falsificaciones en los datos sobre las capturas es motivo suficiente para obligar al barco a dirigirse hacia el puerto para ulteriores investigaciones.

Por otra parte, suponiendo que sea posible determinar las dimensiones de la bodega y tener acceso a ella, los registros sobre producción y almacenamiento ofrecen también una posibilidad de confirmar las estimaciones efectuadas. En los buques factoría se pueden determinar el número de unidades de producción (por ejemplo, cajas) de una operación específica que luego se multiplicaría por el peso neto unitario y se transformaría en peso en redondo para determinar la exactitud de las estimaciones iniciales. En el registro de producción se debe indicar el pescado elaborado hasta la fecha presente y en el de almacenamiento el pescado envasado y almacenado en cada bodega. Luego, habría que calcular los totales diarios correspondientes al período y comparar éstos entre sí y con las estimaciones sobre las bodegas para determinar si los datos de los registros son razonablemente exactos. Conviene tener en cuenta que, con este método, las cifras sobre producción/peso elaborado se utilizan para comprobar las estimaciones iniciales de la parte retenida de las capturas. No se incluye el peso de las vísceras y peces desechados.

Estimación de las capturas en otras pesquerías y para otros productos

En otras pesquerías, basadas en la utilización de artes de pesca diferentes, quizá haya que recurrir a un planteamiento totalmente distinto de estimación de las capturas. A continuación se describen brevemente los métodos utilizados para estimar las capturas en la pesca con palangre y con red de cerco.

  1. Pescado fresco o salado: Las estimaciones sobre el pescado fresco o seco, por ejemplo el pescado salado, presentan grandes dificultades, debido a los diferentes tipos de salazón. En estas estimaciones se deben tener en cuenta el tiempo que se tiene el pescado en sal, la densidad de ésta y la capacidad de las bodegas de pesca. Algunos países han probado diferentes sistemas utilizando métodos basados en el volumen, la densidad de la sal y los factores de conversión de las bodegas. Los oficiales de pesca del Canadá han elaborado un programa informático para estimar el pescado salado existente en la bodega de un buque, pero no siempre se puede acceder a un ordenador. No obstante, el hecho de que se haya formulado un programa semejante revela las dificultades que presenta la realización de estimaciones sobre las capturas.
  2. Pesca con palangre: La naturaleza misma de esta operación no permite ver de una vez la totalidad de las capturas. El pescado se cura individualmente. Es fácil contar el número de ejemplares y multiplicarlo por su peso medio (determinado mediante muestreo) para obtener una estimación del total de capturas de una especie. Algunas veces, el pescado se almacena en un recipiente o depósito, en cubierta, antes de la elaboración. En tales casos podría efectuarse un cálculo volumétrico.

    En algunas pesquerías con palangre (por ejemplo, las de túnidos o tiburones) existe la posibilidad de pesar todo el pescado capturado, siempre que se tengan a bordo básculas adecuadas. En su ausencia, se pueden obtener otros datos importantes, por ejemplo las tallas de los peces, para convertirlos en los pesos correspondientes mediante unas tablas.

    Es muy difícil estimar el peso de los grandes peces que se congelan enteros, por ejemplo los túnidos. debido a las grandes diferencias en las tallas y en la forma de almacenamiento. Un sistema de muestreo permitiría hacer una estimación por extrapolación, pero se trata siempre de cálculos muy aproximativos. Las informaciones más fiables son las obtenidas en el momento del pesaje en el puerto de desembarque o mediante comprobaciones cruzadas entre los registros de pesca y almacenamiento.

  3. Pesca con redes de cerco: En el caso de almacenamiento del pescado en vivo, por ejemplo cuando se utilizan sistemas de agua de mar refrigerada y en circulación para el arenque, se ha recurrido a varios métodos. El arenque, y quizá otros peces, tiende a desplazarse hacia el fondo del tanque cuando se utilizan esos sistemas. Lo que se puede hacer es vaciar el tanque hasta que el agua cubra justamente los arenques y medir el espacio que ocupan éstos. De todas las maneras, esta operación requiere mucho tiempo. Además, habrá que reponer el agua para facilitar la descarga y evitar daños a los peces cuando se depositen mediante bombas en tierra.

Otro método consiste en pesar los arenques cuando se descargan del buque una vez retirada el agua, pero ello no siempre es posible si la inspección se efectúa en el mar o en un puerto distinto del designado para la descarga.

El tercer método, elaborado en cooperación con los capitanes de los buques que capturan arenques con redes de cerco, es el más frecuentemente utilizado. Como primera medida, antes de la temporada, se debe determinar la cabida de la bodega con el buque en posición recta y estable. Luego se colocan marcas en los mamparos de la bodega para poder determinar el nivel del agua. Mediante cálculos volumétricos preestablecidos basados en la densidad de pescado normal se elabora una ficha de calibración que permite transformar la información sobre las marcas en una estimación del volumen de pescado almacenado. Este método requiere que el oficial de pesca compruebe el calado de popa y de proa de la embarcación así como su eslora. Luego, el capitán del buque intenta adrizar el buque en la medida de lo posible, por ejemplo basculando un botalón o vaciando o llenando los tanques. El oficial toma entonces una cinta lastrada sujeta a una gran criba, que se sumerge en el agua hasta tocar los arenques. Los números de la cinta y la tabla de calibración de la bodega permiten luego llegar a una estimación. Esta operación se realiza al menos cuatro veces en cada bodega y luego se obtiene el promedio. Este procedimiento de inmersión es más sencillo que otros métodos utilizados, por lo que ha merecido el apoyo de la industria pesquera, ya que puede realizarse con facilidad y sin demasiada colaboración del capitán o de la tripulación.

Estimación de la composición de las capturas

La estimación del total de las capturas no es tarea fácil, pero todavía es más complicado determinar con precisión la composición de las mismas. Para efectuar un desglose de las capturas por especies se han utilizado cuatro métodos básicos:

  1. Pesaje efectivo de las capturas por especies: Este método se puede utilizar cuando el volumen total de capturas es pequeño cuando en el total de las especies capturadas incidentalmente representa sólo una pequeña proporción.
  2. Extrapolación a partir de la superficie ocupada: Este sistema supone la estimación del porcentaje de la superficie conocida (normalmente, superficie de los peces depositados en la bodega) ocupada por cada una de las especies que componen la captura. Estos porcentajes se aplican al total estimado de capturas para obtener el peso de cada especie. Se trata de un sistema que debe utilizarse con precaución, ya que algunas especies no aparecen en la superficie, debido a las diferencias de densidad.
  3. Extrapolación de una muestra aleatoria: Se efectúa una muestra aleatoria de las capturas y luego se estima el peso porcentual de cada especie. Después se extrapola este desglose porcentual a la totalidad de las capturas. Este método ha resultado eficaz con capturas integradas por peces de talla uniforme.
  4. Examen de las capturas que salen de la bodega de pesca: Para aplicar este sistema se debe determinar el peso estimado de las especies capturadas incidentalmente que salen de la bodega de pesca. Estas cifras se deducen del total estimado de las capturas para obtener un total estimado de las especies principales.

Estimación por categoría de producción

Una vez realizada la estimación del total de las capturas y de su composición por especies, se procede a la estimación final, por categoría de producción. Para ello hay que determinar el peso en redondo de las especies retenidas para su ulterior elaboración y el peso en redondo de las especies desechadas. Los descartes deben estimarse siempre, y si es posible pesarse. Las cifras obtenidas se deducen luego del peso total de las especies para determinar el peso retenido.

Una última variable en el cálculo de los registros sobre las pesquerías consiste en reconvertir la forma del producto en peso en redondo de las capturas, ya que ésta es la cifra que se va a utilizar para determinar el total de capturas retenidas. El factor utilizado para la conversión del pescado en redondo en forma del producto depende de la eficiencia del equipo de elaboración. Si éste es de buena calidad y está bien mantenido o si el personal encargado de la elaboración manual es experimentado, el factor de conversión puede ser muy superior.

El mantenimiento de la maquinaria de elaboración puede aumentar la producción en forma significativa y, por ello, el factor de conversión del peso elaborado en peso en redondo reflejará considerables diferencias en la estimación del pescado que se encuentra a bordo de la embarcación. Si, en el caso de los filetes, el factor se estima en 1,4,20 toneladas de producto se convertirían en 28 toneladas de pescado entero. Si, por el contrario, la eficiencia real de la instalación es de 1,6 en el caso de los filetes, esas mismas 20 toneladas de producto se transforman en 32 toneladas de peso en redondo, lo que representa una diferencia significativa. Estos cálculos son necesarios para determinar la eficiencia de captura del buque y calcular las capturas y esfuerzo de pesca y la parte del contingente capturada por el buque.

En los métodos aproximativos de estimación deben tenerse en cuenta distintas variables. Algunas de ellas se refieren al espacio ocupado por los accesorios de la bodega, el espacio entre las cajas, la forma del fondo del buque y las estimaciones de la capacidad de almacenamiento de cajas, especialmente si éstas son de divérsos tamaños y pesos. Otro aspecto que debe tenerse también en consideración es el peso de las cajas propiamente dichas. También existen problemas para determinar el tipo de pescado de que se trata, una vez ya elaborado, por ejemplo cuando se ha convertido en filetes. Con todo ello lo que se quiere poner de manifiesto es que si no se descargan las capturas será difícil hacer una estimación precisa. Por esta razón, el oficial de pesca debe utilizar su propio criterio al hacer estimaciones, calcular esas variables y considerar las cifras finales con detenimiento antes de ordenar al buque que se dirija hacia el puerto por una supuesta falsificación de las informaciones. Ello significaría una considerable pérdida de tiempo de pesca y enormes costos para un gran buque pesquero y, si la decisión no está realmente justificada, puede representar un grave deterioro para la credibilidad del departamento, que posteriormente tendrá más dificultades para el desempeño de sus cometidos. En otras palabras, lo que hace falta es tolerancia. Esta puede variar según las circunstancias del momento, el volumen de las capturas a bordo, el valor de la pesquería, la ubicación del buque, el comportamiento anterior de éste y de su capitán, etc.

5.6 Verificación de la posición

La verificación de la posición del buque es requisito fundamental para toda actividad de avistamiento, inspección o procesamiento judicial en relación con las pesquerías. Los aviones de reconocimiento suelen estar equipados con sistemas muy precisos para determinar la posición, muchos de ellos basados en la utilización de equipo fotográfico automático que revela la posición del avión o del objetivo en el momento en que se tomó la fotografía. Los tribunales de muchos países han aceptado estos documentos como prueba de la posición y actividades de un buque, siempre que haya continuidad entre las pruebas. En caso de las inspecciones en el mar, un procedimiento habitual es tomar la posición del buque que se visita inmediatamente antes de proceder a esa actividad. El oficial de pesca deberá preguntar al capitán cuál es la posición del buque y, si observara alguna discrepancia, el oficial pedirá al capitán que determine de nuevo la posición. Si el oficial no queda satisfecho y no dispone de los documentos adecuados de navegación, se recomienda que un oficial de cubierta debidamente autorizado del buque patrulla determine la posición del barco sometido a inspección. Para evitar cargos, algunos capitanes lo que hacen es quitar un fusible y alegar que el equipo está averiado. Un oficial de navegación bien preparado normalmente es capaz de determinar si el capitán está intentando evitar responsabilidades por posibles actividades ilegales. Otro truco bastante utilizado es la recalibración deliberada del equipo para que presente datos falsos. Por estas razones, se recomienda que un oficial de cubierta del buque patrulla, debidamente titulado, determine la posición del buque inspeccionado si hay alguna discrepancia entre los datos sobre la posición indicados inmediatamente antes de la visita. Dicho oficial será un testigo fidedigno ante los tribunales, en caso de que hubiera que recurrir a ellos.

Lo mejor sería que tanto el buque patrulla como el barco inspeccionado tuvieran sistemas de posicionamiento global que pudieran ser objeto de verificaciones cruzadas. Esta tecnología de navegación basada en la utilización de satélites es muy precisa y el costo de tales sistemas ha descendido a niveles razonables cuando se utiliza para fines de vigilancia; el precio medio se sitúa aproximadamente en unos 4 000 dólares EE.UU. El sistema de seguimiento de embarcaciones del FFA permitirá conectarse a través de este sistema y no sólo ofrecerá información periódica sobre la posición, tal como se requiere en las licencias, sino que además hará posible que la estación de tierra interrogue al sistema sobre una embarcación en cualquier momento para obtener comprobaciones periódicas e imprevistas. Con ello, se reducirá en gran manera la necesidad de vigilancia aérea para determinar la posición de los buques con licencia y resultará más fácil determinar la posición para efectuar las visitas de inspección o cualquier otra actividad en que se requiera saber la situación. La vigilancia aérea, como ya se ha indicado, continuará siendo todavía necesaria para identificar las actividades de los buques sin respondedores, pero podría hacerse de manera más eficaz en función de los costos debido a la fácil identificación de los contactos por radar sin respuestas. Como no todos los buques tienen esta tecnología, el oficial de pesca deberá tener conocimientos prácticos de los sistemas y técnicas comunes de navegación marina para determinar la posición de un buque. El oficial debe ser capaz también de enumerar los procedimientos utilizados para obtener la posición y la verificación de la misma y establecer con precisión el tiempo en que se tomó. Ello representará la base para la verificación de todas las actividades del buque mientras se encuentre en la zona, sobre, todo en el caso de una supuesta infracción de la legislación pesquera.

Los grandes buques suelen llevar distintos tipos de brújulas - magnéticas y giroscópicas -, radares, mecanismos para navegación por observaciones de satélites, equipo electrónico de posicionamiento OMEGA, sextantes, radiogoniómetros, ecosondas, detectores de cardúmenes y sonares, así como publicaciones sobre navegación relativas a la zona. Puede verse una descripción general en el Manual del FFA sobre procedimientos judiciales relacionados con las pesquerías, que se reproduce en el Anexo H. Los datos obtenidos con este tipo de navegación y las observaciones sobre su utilización y estado a bordo del buque pueden ser de gran utilidad en los tribunales. En el manual arriba mencionado se incluyen también ejemplos de las pruebas que se pueden obtener por ese medio. Por ejemplo, se puede anotar el curso que se sigue la primera vez que se divisa un buque de pesca y comprobar si es el mismo transmitido al timonel; éste último suele escribirse en un tablero junto al timón. Cuando el radar está instalado de manera que detecte la presencia de objetos situados a muypoca distancia, una milla o menos (cuando la distancia de seguridad es de 10 ó 12 millas), es posible que se esté intentando localizar la presencia de un respondedor colocado en una boya de pesca. Muchas veces, los navegadores por satélite permiten obtener una relación impresa con las distintas posiciones durante un cierto período de tiempo e indicar los lugares donde se ha encontrado el buque. Los resultados obtenidos por los radiogoniómetros deberán compararse con las frecuencias correspondientes a las boyas de pesca de la embarcación y confrontarse con el rumbo que se está siguiendo. Los ecosondas y localizadores de peces podrían indicar la presencia de los peces que se están capturando y las marcas visibles podrían ayudar a determinar el rumbo de un buque durante cierto tiempo. Los gráficos y cuadernos indican las posiciones, el tiempo en que se han utilizado los congeladores o han funcionado los motores, y cuáles han sido las velocidades y temperaturas, etc. Todas estas observaciones pueden ayudar a incoar un caso y preparar las pruebas, cuando se ha producido una supuesta infracción. Las observaciones sobre la temperatura de los artes de pesca a la llegada (la temperatura suele ser superior cuando se han utilizado recientemente) o sobre el funcionamiento de los motores y del equipo de navegación podrían ayudar a refutar las alegaciones de que el equipo electrónico no ha funcionado debidamente o de que el capitán no sabía donde se encontraba exactamente.

5.7 Transbordo

El transbordo de pescado en el mar es una de las actividades cuya supervisión representa más peligro y dificultad. No se puede realizar en forma eficaz sin un mínimo de dos personas, una en el barco que entrega el pescado y otra en el que lo recibe. La misma cercanía de los dos buques en el mar representa un peligro, por lo que los capitanes de ambos barcos deberán realizar la operación lo más rápidamente posible. Por otro lado, el oficial de pesca lo que querrá es que se contabilice con precisión el pescado que se encuentra a bordo del buque receptor antes de la transferencia y registrar con fidelidad el total de pescado transferido. Para ello se requerirá una inspección del barco receptor antes de que comiencen las operaciones y una supervisión muy estricta del pescado transbordado, para lo cual se requiere la colaboración de los dos capitanes. La dificultad de comprobar las especies y el peso del pescado que se traspasa de un buque a otro es enorme, ya que a veces es necesaria la presencia del oficial en la bodega del buque, lo que imposibilitaría por completo la observación de los movimientos desde cubierta.

Si un país se niega a permitir el transbordo de pescado dentro de sus aguas de pesca, los buques efectuarán el transbordo, con toda probabilidad, fuera de esa zona y luego solicitarán autorización para volver a entrar y continuar pescando. El resultado es la pérdida de continuidad de datos fundamentales sobre la extracción de peces de la zona. Esta deficiencia se puede superar algunas veces mediante cálculos a partir de otras informaciones, pero en tal caso sería difícil efectuar comprobaciones y, de todas las maneras, esta alternativa no siempre es posible. Se recomienda que los administradores de pesquerías, al diseñar su estrategia de SCV, prevean el uso de negociaciones para alentar a los buques a efectuar el transbordo del pescado en sus puertos. Para ello, se podría ofrecer un incentivo, por ejemplo la reducción de los trámites o de los costos de administración portuaria. De esa manera, sería posible inspeccionar ambos barcos en un entorno estable y controlado, donde la transferencia se puede supervisar con mayor facilidad y rigor.

Otro problema internacional que se puede resolver en parte favoreciendo el transbordo en puerto es el de la obtención de información sobre los buques de apoyo que participan en el transbordo. Estos buques quedan muchas veces excluidos de las diversas convenciones internacionales de seguridad, ya que en ellas no se incluyen las “embarcaciones de pesca”. Por otra parte, estas embarcaciones tampoco se incluyen muchas veces entre los mecanismos de control de la pesca, por lo que no están sometidas a ninguna regulación. La adopción de licencias, basada en una legislación adecuada que incluya a los buques de apoyo en la definición de los barcos de pesca, podría ser un paso positivo hacia la aprobación de normas y controles internacionales de estas embarcaciones.

Podría examinarse también la posibilidad de obligar a estas embarcaciones a solicitar una licencia o al menos a registrarse en las flotas internacionales de pesca. Los Estados ribereños podrían estudiar también la obligatoriedad de las licencias para estas embarcaciones de terceras partes y, de esa manera, exigir el cumplimiento de las leyes vigentes como requisito previo para operar en su zona. Todo ello podría llegar a convertirse en uno de los componentes de control del Estado del puerto en relación con los buques de pesca. Con la entrada en vigor del Protocolo del Convenio de Torremolinos, estas embarcaciones deberían reunir los requisitos de seguridad tanto para la navegación regular como para la pesca.

5.8 Control del Estado del puerto y “acuerdo de abanderamiento” de la FAO

Las infracciones se producen cuando los beneficios económicos conseguidos con ellas son superiores a las posibilidades de detección y a la cuantía de las sanciones. Si hubiera un sistema en el que el riesgo de detención fuera muy elevado y se impusieran sanciones lo bastante cuantiosas como para constituir una fuerte disuasión, las oportunidades y las infracciones reales de la ley pesquera se reducirían al mínimo.

El concepto de acuerdos de control del Estado del puerto en lo que respecta a la ordenación de las zonas pesqueras, la protección del medio ambiente y las pesquerías está recibiendo cada vez mayor atención en numerosos sectores. Actualmente, en todos los acuerdos de este tipo se excluyen los buques de pesca, pero cuando entre en vigor el Protocolo de Torremolinos, los buques de pesca deberán reunir los requisitos de seguridad del Estado del puerto. Este instrumento jurídico podría resultar muy atractivo en algunas subregiones, regiones o incluso en casos de relación bilateral cuando los Estados pueden llegar a un acuerdo sobre los beneficios que pueden derivarse de esta cooperación. Actualmente, la Organización Marítima Internacional y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación están estudiando varias iniciativas que resaltarán el papel de los Estados ribereños y aumentarán sus posibles beneficios como consecuencia del control del Estado del puerto. En un documento de Fernando Plaza, de la OMI, sobre este tema se señalan los aspectos positivos y los problemas del control del Estado del puerto. En definitiva, el Estado del pabellón tiene la responsabilidad de aplicar los acuerdos marítimos internacionales para promover la seguridad y la protección del medio ambiente marítimo, pero los controles del Estado del puerto son también medios adecuados que permiten a los países mantener y supervisar la situación actual y asegurar que los Estados del pabellón dispongan de información adecuada para el desempeño de sus obligaciones.

En la actualidad, hay una red considerable de sistemas de control de los Estados del puerto en Europa, América Latina y la región de Asia y el Pacífico. Se han puesto en marcha algunas iniciativas en el Caribe, Mediterráneo meridional y oriental, Cercano Oriente, Africa occidental y central, Africa oriental y el Océano Indico. Las actividades actuales son de alcance regional y tratan de aumentar los beneficios y la eficacia en función de los costos. Su objetivo es la seguridad de las embarcaciones y la lucha contra la contaminación marina, en cumplimiento de lo establecido por la Convención de la OIT y los acuerdos aprobados en el marco de la MARPOL y SOLAS. Se ha detectado cierta necesidad de estandarización en la capacitación y en la aplicación de controles así como de un código de conducta para los oficiales de control, pero con este sistema se ha observado una clara mejoría en el control y cumplimiento de las normas por parte de los buques que visitan los puertos.

Existe ciertamente la posibilidad de que los mecanismos de control del Estado del puerto tengan en cuenta los intereses de las pesquerías en lo que respecta a las inspecciones portuarias, certificados de seguridad, intercambios de información y normas regionales y cooperación en lo que respecta al control de las pesquerías, y el aprovechamiento de esa posibilidad podría representar una medida muy oportuna y muy eficaz en función de los costos. Si la posibilidad de ser detenidos en puertos regionales sirviera como medio de disuasión de prácticas nocivas como la utilización de pabellones de conveniencia, desaparecería el incentivo a la utilización de esos métodos. El establecimiento de un organismo central con autoridad moral y preocupado por los problemas de la seguridad podría representar una gran ayuda en la aplicación de los controles del Estado del puerto en relación con el SCV en el sector pesquero.

La FAO trabaja desde hace años en el establecimiento de normas sobre pesquerías en todo el mundo. Los ejemplos más visibles son los del marcado de las embarcaciones, la identificación y marcado de los artes de pesca y, más recientemente, el abanderamiento de los buques que pescan en alta mar y la responsabilidad del Estado del pabellón. Al mismo tiempo, se han emprendido iniciativas regionales para promover niveles mayores de cumplimiento de las normas por parte de todas las embarcaciones de la región. El registro regional del FFA y los acuerdos sobre intercambio de información y utilización mutua de la infraestructura de aplicación son otras tantas iniciativas emprendidas en esta dirección.

El reciente acuerdo de la FAO sobre abanderamiento, el ACUERDO SOBRE EL ABANDERAMIENTO DE LOS BUQUES QUE PESCAN EN ALTA MAR, PARA PROMOVER EL CUMPLIMIENTO DE LAS MEDIDAS INTERNACIONALES APROBADAS DE CONSERVACION Y ORDENACION, ayudará, cuando entre en vigor, a promover las prácticas de conservación en alta mar. Los Estados del pabellón deberán registrar todos los buques autorizados a enarbolar sus pabellones y transmitir esta información a la FAO, responsabilizarse del control de dichos buques y de sus nacionales a bordo de ellos para garantizar que pesquen de forma responsable, compartan con la comunidad internacional la información sobre esas embarcaciones y actúen teniendo en cuenta la información relativa a las actividades de los buques con su pabellón que atenten contra la eficacia de las prácticas internacionales de conservación. Los países que sean parte de este acuerdo harán un compromiso en pro de la conservación internacional de las pesquerías en alta mar. La FAO dispondrá de una base de datos con información sobre todos los buques autorizados por los Estados miembros a pescar en aguas de alta mar de todo el mundo. Esta información será de considerable utilidad para los países en desarrollo cuando deban decidir la concesión de licencias a buques extranjeros para que faenen en sus propias aguas. Además, la cooperación regional e internacional sobre las matrículas de embarcaciones y los informes de actividad aumentarán las posibilidades de detección e intervención en caso de prácticas pesqueras que violen los principios internacionales de conservación. Esta iniciativa de la FAO constituye un progreso hacia la cooperación internacional y el establecimiento de normas internacionales de cooperación y conservación y de un código de conducta para la pesca responsable.

5.9 Procesamientos judiciales

Una de las tareas más arduas e importantes de los oficiales y administradores de pesquerías es la preparación y ejecución acertada de un procedimiento judicial. Muchas infracciones consiguen una sentencia absolutoria en los tribunales debido a unos preparativos inadecuados o a la falta de capacitación del personal responsable de estas actividades. De esa manera resultan inútiles los gastos y esfuerzos realizados en actividades de SCV, lo que representa una considerable pérdida de tiempo y dinero. Recientemente, tanto el Organismo de Pesca del Foro para el Pacífico Sur como los países de la ASEAN han preparado manuales sobre los procedimientos judiciales para sus respectivas regiones. Una referencia válida es el manual recientemente publicado por el FFA sobre estos temas, que puede servir de guía para los oficiales de pesca que tienen que ocuparse de un caso pero no tienen demasiada experiencia en ese sentido.

El éxito de una acción judicial se basa en la capacitación y preparación adecuada de todas las personas implicadas en el caso. Ello supone en primer lugar que el acusador y el poder judicial tengan conocimiento de la pesca, su entorno, el plan de ordenación y su importancia para la economía del país y las actividades de SCV necesarias para la conservación de los recursos. El oficial de pesca es a veces quien se encarga del caso pero en otras ocasiones éste se confía a otro departamento no familiarizado con las actividades de pesca. Para conseguir mayores niveles de preparación y capacitación, estas personas deben haber tenido experiencias reales de pesca y haber participado en cursillos y simulacros de juicios. Este proceso educativo debería tener lugar, como se indica en el manual del FFA, antes de que ocurran los hechos.

Como se indica en la obra citada, `la mejor manera de prepararse para un caso sobre problemas relacionados con la pesca es tener una experiencia práctica”10. Los abogados, jueces, oficiales de pesca, intérpretes, tripulaciones de los buques de patrulla y los oficiales de otros departamentos podrán prepararse mejor si visitan un buque pesquero y participan en un simulacro en el que se visite, inspeccione, detenga, envíe a puerto y acuse a una embarcación. La utilización de un falso tribunal puede servir también de preparación a todas la partes para que conozcan el tipo de preguntas y explicaciones y definiciones que el querellante deberá ser capaz de presentar al juez para que se llegue a comprender lo que representa la supuesta infracción. Durante el simulacro se puede someter también a prueba la organización existente así como su eficacia para resolver los problemas relacionados con un buque detenido, su carga y tripulación, ya que todo ello puede influir considerablemente en el proceso.

Los administradores de pesquerías deberán comprobar que todo el personal encargado de las patrullas esté debidamente preparado para observar y tomar nota de todos los detalles desde el momento en que se divisa una embarcación hasta cuando se decide ordenar al buque que se dirija a puerto o se le permite continuar sus actividades. Las observaciones sobre la actividad que tiene lugar en la cubierta del barco cuando es divisado por el buque patrulla son muy importantes. Los movimientos precipitados en cubierta, los intentos de hacer desaparecer artes o peces, la presencia de vísceras frescas en el mar, aves marinas que se alimentan de restos de peces, cabos o artes en el costado del buque son otros tantos indicios de que se está pescando. En estos casos son útiles las fotografías con indicación del lugar y la hora. Si el buque está actuando debidamente, las fotografías pueden utilizarse para la capacitación de futuros oficiales. Cuanto más observadores sean los oficiales de pesca y más precisas sus indicaciones, más fácil será reconstruir los acontecimientos para decidir si se van a formular acusaciones, cuáles serán éstas y cómo se va a actuar judicialmente.

El oficial de pesca deberá tener siempre presente que los jueces no han estado presentes en el lugar de los hechos y por lo tanto querrán comprender lo que ha ocurrido en orden cronológico mediante la explicación del oficial que actúa ante los tribunales. Por ello, éste deberá preguntarse en todo momento “ ¿Qué es lo que va a preguntar el juez?” o “¿Cómo podré describir esto? ”. Para poder comprender cuales son algunas de las observaciones habituales en la preparación de un caso podría ser útil examinar un ejemplo hipotético.

El buque patrulla PROTECTOR DEL MAR, debidamente identificado como buque encargado de la aplicación de las leyes de pesca de un país ficticio, que llamaremos NUESTRO PAIS, ha recibido un mensaje de una patrulla aérea en el que se le comunica que, al parecer, hay varios buques sin licencia pescando 20 millas adentro de la zona de pesca de NUESTRO PAIS. Al parecer, los buques han entrado en la zona para pescar durante la noche y alejarse a primeras horas de la mañana. El cielo cubierto y las nubes han impedido a la patrulla aérea identificar las embarcaciones, pero por su velocidad cabe deducir que están realizando operaciones de pesca.

El capitán del buque patrulla y el oficial de pesca deciden rodear la zona indicada y aproximarse a las embarcaciones a primeras horas de la mañana desde el este. De esa manera, el buque patrulla se encontrará en la dirección del sol mientras no sea necesaria una identificación más precisa y si se acerca a la velocidad normal en las actividades de pesca los buques quizá no se perciban hasta que el primero esté a una distancia que permita la identificación de los buques y de sus actividades. El sol sale a las 5:17 y el buque patrulla dispone las cosas de manera que el encuentro con los buques de pesca tenga lugar a las cinco de la mañana. El equipo de inspección se monta, comprueba y prepara durante la tarde anterior. Si se van a utilizar armas de fuego, éstas se entregan inmediatamente antes de que comience la visita, por la mañana. El equipo de visita y los oficiales de la tripulación reciben la información necesaria sobre la operación que se va a montar y se asigna a cada uno su tarea. El equipo se monta media hora antes de la salida del sol, se comprueba si está en buen estado y se pide a cada miembro que repita cuál es la tarea que debe realizar. Se encarga a un oficial que desde el puente del buque patrulla anote todas las actividades durante la aproximación a los buques y mientras dura la operación. Entre las observaciones que el oficial podría registrar en el cuaderno de anotaciones figuran las siguientes:

10 Coventry, R.J. (1991)

  1. Hora, condiciones atmosféricas, estado de la mar, temperatura y dirección del viento y de las olas.
  2. Rumbo seguido por las embarcaciones al aparecer el buque patrulla, velocidad de las mismas y posibles cambios al comprobar la presencia del buque patrulla.
  3. ¿Está el mar menos agitado en las proximidades del buque de pesca, quizá como consecuencia de la presencia de petróleo en el agua? ¿Hay peces muertos o vísceras de peces en el agua? ¿Hay artes de pesca, boyas o pequeñas embarcaciones visibles en el agua o sobre el buque? ¿Hay cables en el costado del buque, agua ensangrentada o vísceras en los imbornales de los buques? ¿Hay bandadas de aves marinas que intentan alimentarse de restos de peces? ¿Se observa en las proximidades del barco actividades de peces que puedan indicar el uso de cebos?
  4. ¿Avanza el barco por el agua, está funcionando su sístema de reducción, se están utilizando los chigres, funciona algún radar, se oye alguna comunicación por la radio? ¿Captan los sonares del buque patrulla algún ecosonda en funcionamiento?
  5. ¿Qué hace la tripulación cuando se avista el barco por primera vez? ¿Se aprecia algún cambio en el ritmo de actividad y, en caso positivo, en qué consiste: estibamiento de los artes, vertido de peces, etc.?
  6. Cuál es la reacción del buque de pesca cuando se pone en comunicación con el buque patrulla y recibe la orden de prepararse para una visita?
  7. ¿Qué actividades se observan en cubierta mientras el personal de visita se aproxima al buque? Si se observa una reacción hostil, adviértase de ello a dicho personal. ¿Qué actividades se desarrollan en cubierta durante la inspección? ¿Se ha desconectado algún dispositivo durante la inspección?

El equipo encargado de la inspección debe estar integrado, como mínimo, por cuatro personas, aunque sería mejor que fueran seis, entre ellas el oficial de pesca, un miembro del servicio técnico y un oficial del barco. Debería también contarse con una persona encargada de llevar al equipo hasta el buque de pesca y esperar junto a éste, dispuesta a recogerlos cuando sea necesario. Al aproximarse al buque, el equipo deberá observar lo que ocurre en él y observar si se intensifica el ritmo de actividad, si hay peces frescos, sangre o vísceras, artes en posición de pesca o quizá almacenados apresuradamente, chingres con los artes de pesca todavía prendidos, equipo de sumersión o pequeñas embarcaciones en cubierta y todavía húmedas como consecuencia de una utilización reciente.

Al llegar al buque de pesca, el equipo deberá continuar observando la cubierta y las actividades de la tripulación. Si no se observa ningún síntoma de resistencia, el oficial de pesca y el equipo de inspección, con excepción de una persona que deberá permanecer junto a la escalera de embarque, se dirigirán al capitán y se identificarán ante él. Solicitarán la licencia de pesca, el cuaderno de anotaciones del buque, todos los registros sobre actividades de pesca, elaboración y congelación y el libro de máquinas. Dos miembros del equipo acompañarán a la tripulación del buque para retirar dichos registros, si es posible. Deberá tómarse nota de la actividad desarrollada en el puente del buque en el momento de acceder a él para comprobar si hay actividades injustificadas en las proximidades de los cuadernos de anotaciones o la carta de navegación. Se tomará nota de los datos que aparecen en ese momento en los distintos instrumentos de navegación. Luego se procederá a la inspección, de acuerdo con los trámites previamente establecidos durante la sesión informativa, y se observará si el equipo de pesca está todavía caliente debido a un uso reciente, si hay peces frescos en los congeladores, si el equipo de pesca está todavía mojado o si hay sangre en las zonas de producción. La fotografía es un método rápido para registrar la situación del buque y del equipo en el momento de la llegada. El capitán deberá indicar la posición del buque y responder a las preguntas relativas a las actividades del mismo.

Si de la inspección del buque y de los documentos se deduce que el capitán puede estar pescando en una zona vedada sin la debida autorización, se le dará orden de que lleve el buque a puerto para una investigación más detenida. Son varias las opiniones sobre el momento en que debe informarse al capitán de que al parecer se ha cometido una infracción y de sus correspondientes derechos jurídicos en virtud de la ley. Si el oficial de pesca tiene la intención de preguntar directamente al capitán si sabía que estaba pescando en una zona vedada, o en la que no tenía licencia para pescar, y la respuesta del mismo podrá utilizarse como prueba ante el tribunal, es prudente informar al capitán de sus derechos antes de formular la pregunta. Por el contrario, si el oficial está intentando determinar la posición del buque y pregunta al capitán cuál es ésta, quizá no sea preciso leer los derechos a éste mientras no se compruebe más tarde que se puede formular una acusación. Ello reviste gran importancia desde el punto de vista jurídico, por lo que sería conveniente comprobar cuál es la práctica jurídica normal en cada lugar, para saber en cada caso si se deben leer los derechos al capitán. Técnicamente, cabría argumentar que mientras no se decide formular una acusación, la vista constituye sólo una inspección y se supone que el capitán es inocente mientras no se proceda a un examen más detenido de las circunstancias que rodean a los acontecimientos. En tal caso, no es necesario leer los derechos al capitán ni indicarle que podría haber una supuesta infracción de la ley.

Es muy importante para la seguridad del equipo que efectúa la visita observar cuál es la reacción del capitán y de la tripulación en el momento en que se le da orden de dirigirse

hacia el puerto. Debe anotarse convenientemente la cooperación o falta de cooperación del capitán, así como el comportamiento de la tripulación y los datos de su equipo de navegación y maquinaria. Se informará a la Central de Operaciones de SCV y a las autoridades portuarias competentes de la marcha del barco hacia el puerto y del tiempo previsto de llegada, para que se adopten los preparativos necesarios para alojar a la tripulación y garantizar la seguridad del buque y de las capturas. La documentación previa para la comparecencia ante los tribunales se podrá redactar en tierra, desde donde se informará también a las autoridades que representan al buque sobre la llegada de éste al puerto.

En el trayecto hacia el puerto el oficial de pesca podría comenzar a preparar el caso. Este aspecto aparece claramente explicado en el citado manual del FFA (véanse las partes pertinentes del Anexo H), pero quizá sea útil recopilar aquí algunas de las reflexiones que podría hacerse el oficial de pesca:

  1. ¿Es preciso que uno o varios testigos expertos e independientes comprueben la situación del equipo de navegación, los congeladores o las máquinas?
  2. ¿Qué pruebas se han reunido y qué valor tienen? Se han contrastado y verificado a través de fuentes diferentes?
  3. ¿Qué certificados se necesitan para utilizar debidamente las pruebas en el proceso? ¿Se han tomado todas las declaraciones y se han leído las advertencias a cada uno de los testigos cuando se ha decidido actuar de esa manera?
  4. ¿Qué testigos serán necesarios para el caso? ¿Cuándo convendría entrevistarlos? Después de desembarcar? ¿En presencia de quién? ¿Se necesitarán intérpretes?
  5. ¿Qué acusación o acusaciones deberán formularse y contra quién? ¿Se trata de una falta perseguida en procedimiento sumario o de una infracción que puede dar lugar a un procesamiento?
  6. ¿Se encuentran en lugar seguro todas las pruebas y el resto de la documentación? ¿Hace falta más documentación? ¿Se necesitan más fotografías?
  7. ¿Cuál es el valor del buque y de las capturas? ¿Qué sanción se puede prever razonablemente? Deberá recurrirse a los servicios de un experto en tasación? Si se va a imponer una fianza, la respuesta es afirmativa.
  8. ¿Se puede llegar a una conciliación mediante un procedimiento administrativo o es preciso recurrir a los tribunales? ¿Qué puede ocurrir si la multa es demasiado elevada - por ejemplo, el abandono del buque - y qué procedimientos complementarios serían entonces necesarios?
  9. ¿Cuáles son los trámites para exigir una fianza al acusado y cuál sería el monto razonable? ¿Dónde se puede alojar a la tripulación y al capitán?
  10. ¿Se han efectuado debidamente todas las anotaciones de interés para que puedan ser utilizadas por la acusación?

Cuando tenga las respuestas a estas preguntas, el oficial de pesca estará ya en condiciones de ver e informar al fiscal y al administrador de pesquerías cuando desembarque en el puerto. Su exposición informativa debe ser en orden cronológico y completa y, una vez terminada, el oficial de pesca deberá tener una lista de recomendaciones de actuación, si se acepta proseguir el caso. Se acusará oficialmente al capitán, se tomarán y certificarán las declaraciones de los testigos, si no se ha hecho ya, y se dará alojamiento a la tripulación y al capitán. Se fijará una fecha de comparecencia ante los tribunales, que deberá ser lo antes posible, y el buque, los artes de pesca y las capturas deberán guardarse en lugar seguro y evitando que se estropee el pescado. Se obtendrán y certificarán las pruebas obtenidas por la patrulla aérea y las declaraciones de la tripulación encargada de la misma. El fiscal deberá entonces examinar las pruebas, documentos y declaraciones y preparar el caso para la comparecencia ante los tribunales.

En los anexos se explican con detalle estos trámites y actividades, pero en este contexto bastaría con recordar al oficial de pesca, que la acusación formula las imputaciones y el tribunal escucha la contestación del acusado a las mismas. Luego, el tribunal escucha un resumen del caso y decide, en el supuesto de admisión de la propia culpabilidad, la cuantía de la sanción o, si no se admite la culpabilidad, si hay pruebas para entablar un juicio. Este comenzará con la exposición de los argumentos de la oposición, seguida de un contrainterrogatorio de los testigos por parte de la defensa, la exposición de la defensa y las declaraciones finales. El proceso puede ser largo. De ahí la enorme importancia de las anotaciones para poder recordar con fidelidad los acontecimientos que han llevado a la formulación de las acusaciones. El conocimiento del derecho internacional y nacional, las dotes de observación, la calidad de las anotaciones y la preparación son los mejores medios para que los administradores de pesca consigan sus objetivos en los casos por infracciones graves de la ley de pesca.

Las condiciones para el exito son, éntre otras, la práctica, la experiencia, una buena legislación de pesca, una estrategia acertada de SCV y un equipo profesional de oficiales. Ojalá que este documento ayude a todos los administradores de pesca a formular estrategias eficaces de SCV o a mejorar las ya existentes.


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