2.1 La lógica de la planificación
El esquema para planificar las intervenciones de educación en nutrición se basa en una estructura teórico-metodológica y consta de cuatro fases:
i. concepción; ii. formulación; iii. implementación y iv. evaluación.
i. Concepción
La primera fase del proceso de planificación consiste en el estudio y análisis de los problemas alimentario nutricionales de la comunidad sobre la cual pretendemos actuar, identificando los factores causales a ser abordados con la intervención.
En esta Guía se desarrolla el «método de análisis causal», el cual ha demostrado su utilidad para realizar el diagnóstico nutricional. Este método consiste en construir un esquema que muestre la red de factores que afectan el estado nutricional en un contexto determinado. Es un modelo hipotético que ayuda al equipo responsable de la implementación del proyecto a elegir mejor los objetivos de la intervención.
En este modelo invariablemente se identifican conductas humanas, sobre las cuales puede focalizarse la intervención en nutrición. En tal caso, la intervención podrá ser considerada educativa, y será por tanto necesario estudiar cuidadosamente los factores que influyen sobre tales conductas y las prácticas o hábitos que se desea modificar.
Esta es la etapa identificada por Green como diagnóstico educativo. Ella muestra claramente los factores sobre los cuales actuar para modificar las conductas en cuestión.
Finalmente, al concluir esta fase de concepción, será necesario identificar los canales y medios de comunicación existentes, los grupos de referencia y de apoyo y por último las redes a través de las cuales se diseminarán los mensajes para la educación en nutrición.
ii. Formulación
Para planificar una estrategia, es necesario ante todo definir claramente los objetivos generales (objetivos de desarrollo) y los objetivos específicos. El desarrollo de objetivos es tratado en detalle en el documento «Manejo de proyectos de alimentación y nutrición en comunidades. Guía didáctica» (Ver referencias). Esta es una etapa fundamental en todo proyecto.
Estos objetivos deben ser definidos para cada grupo objetivo; e incluso, para segmentos específicos de población dentro de cada grupo objetivo.
La fase de concepción y la determinación de los factores que afectan las conductas a ser modificadas, facilitan enormemente el diseño de los mensajes y materiales de apoyo. Estos mensajes y materiales deberán ser probados en el terreno, empleando métodos que consideren la participación activa de la comunidad.
Los materiales de apoyo no pueden ser diseñados hasta que se hayan seleccionado los diversos medios a emplear. La selección de los medios es otro paso crucial en el proceso de planificación, ésta se basa en los resultados del análisis de los canales potenciales para la comunicación realizado durante la fase de concepción, con el objeto de establecer una óptima coordinación entre ellos. Se debe también recalcar la importancia de elegir con un criterio lógico aquellos medios que estén alalcance permanente de la población a la que se dirige el mensaje.
Con los resultados del análisis de los potenciales canales para la comunicación realizado, se procede a una cuidadosa formulación de un plan de multimedios. En este plan, todas las actividades de comunicación deben integrarse en un conjunto coherente para optimizar sus resultados.
iii. Implementación
En esta fase los materiales de apoyo, diseñados durante la fase de formulación, deberán ser producidos en pequeña o gran escala, de acuerdo con la extensión y alcance del proyecto. La mayor dificultad en esta etapa consistirá en asegurar un óptimo balance entre calidad y precio.
Esos medios serán de vital importancia para el desarrollo del programa, cualquiera sea el enfoque del proyecto, ya que será siempre necesario y beneficioso emplear materiales de apoyo, con los cuales se podrá reforzar la comunicación interpersonal de forma mucho más efectiva.
La capacitación o adiestramiento de los «agentes de desarrollo» es otra etapa esencial. Es necesario establecer un sistema de adiestramiento continuo, para asegurar que todas las personas involucradas en las diversas actividades de comunicación, representando diferentes sectores, desempeñen las funciones asignadas en forma adecuada.
Los agentes de desarrollo, sean trabajadores de salud, maestros, extensionistas agrícolas o personas de otros sectores, deberán estar familiarizados tanto con el contenido de los mensajes, como con las técnicas a emplear para comunicarlos efectivamente. Ellos deben estar también informados acerca de sus responsabilidades individuales dentro de la estrategia global. Estos aspectos serán importantes para la comunicación con la población, de acuerdo con las modalidades definidas en las etapas precedentes.
iv. Evaluación
La evaluación es un instrumento indispensable para asegurar y reestructurar las actividades de comunicación. Evaluar significa efectuar un análisis crítico, objetivo y sistemático de las realizaciones y resultados de un proyecto o de una actividad, en relación con los objetivos propuestos, las estrategias utilizadas y los recursos asignados (Ver Guía Didáctica Manejo de Proyectos de Alimentación y Nutrición en Comunidades).
La evaluación debe tener un carácter participativo, es decir, se realizará con la activa participación de los principales involucrados en la intervención: los promotores de la intervención (reunidos a través del Comité de Planificación); los comunicadores; los organismos patrocinadores y la propia población (a través de los representantes de la comunidad).
La evaluación deberá responder a dos preguntas fundamentales:
¿Se han alcanzado los objetivos?
¿La implementación del proceso, logró satisfacer las expectativas de las diversas personas involucradasy, por sobre todo, las de la población afectada?
2.2 Esquema general de planificación
2.3 ¿Cómo se organiza el proceso de planificación?
La primera actividad debería ser la constitución de un Comité de Planificación que reúna a los representantes de todas las partes involucradas.
¿Cuáles serían las funciones del Comité de Planificación?
Supervisar todas las etapas de la planificación del programa.
Asegurar la realización de todas las actividades programadas, desde la concepción hasta la evaluación de la intervención.
Reclutar a los técnicos para la realización de las actividades.
Asegurar una buena integración de la intervención en comunicación con los programas de desarrollo del país, región o localidad involucrados.
¿Quiénes deberían formar parte del Comité de Planificación?
La composición del Comité será variada, dependiendo de si la intervención va a ser realizada a nivel nacional, regional o local. Cualquiera que sea el nivel, sin embargo, la composición sectorial será la misma.
A nivel nacional, puede pensarse en un Comité compuesto por un representante del Ministerio de Planificación; técnicos que representen a los ministerios que están desarrollando actividades de educación en nutrición; organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en el país; ciertas empresas privadas (por ejemplo: compañías relacionadas con la producción o comercialización de productos alimenticios); los patrocinadores y representantes reconocidos de la población.
La selección de los miembros de los comités debe resultar en un equipo interdisciplinario: éste debe incluir por lo menos un nutricionista y un especialista en comunicación. Es también recomendable que al menos uno de los participantes haya sido entrenado en comunicación social en nutrición. Donde esté disponible este técnico será el recurso humano principal en todo el proceso de planificación.
A nivel local, la representación intersectorial e interdisciplinaria podrá ser asegurada por la presencia del maestro, el funcionario de salud, el extensionista agrícola, representantes de asociaciones de trabajadores y grupos femeninos locales, de las ONG y otras. La presencia de representantes reconocidos de la población garantizará la participación de ésta en el proceso de toma de decisiones. También en este nivel es recomendable contar al menos con una persona entrenada en comunicación social en nutrición para facilitar el proceso.
El nivel regional es intermedio. Aquí existe la posibilidad de constituir un Comité de Planificación basado en el mismo modelo descrito anteriormente.
Una intervención puede tener lugar a diferentes niveles al mismo tiempo. Por lo tanto, será oportuno hacer funcionar los comités de planificación a esos diferentes niveles, asegurando la coordinación entre ellos.