Los Alcaldes, Administradores de ciudades y Planificadores
urbanos usualmente se preocupan por la vulnerabilidad y la sostenibilidad del
desarrollo de sus ciudades, así como por el nivel de segregación y
equidad urbana, mas no por la seguridad alimentaria.
Ellos piensan en sus ciudades más en términos de
vivienda, transporte, infraestructura y espacios sociales, sin considerar
adecuadamente los sistemas de mercadeo de alimentos. Sin embargo:
- una ciudad será menos vulnerable cuando sus habitantes sean capaces
de alimentarse adecuadamente;
- el desarrollo urbano será más sostenible cuando las inversiones
públicas en infraestructura de mercado brinden una contribución
real a la economía local y al desarrollo social;
- la tendencia hacia la segregación dentro de la ciudad se fortalecerá
si las necesidades alimenticias de los distritos de bajos ingresos no son
adecuadamente satisfechas, en términos de infraestructura y servicios
de mercado bien administrados y eficientes;
- el logro de la equidad en una ciudad también requiere que quienes
adoptan decisiones estén adecuadamente informados y hagan el mejor
uso de los instrumentos y recursos disponibles para apoyar el desarrollo de
sistemas alimentarios complejos, compuestos por individuos con diferentes
poderes y objetivos económicos, sociales y políticos.
Aún así, muchas decisiones que ellos toman
afectan, directa o indirectamente, la seguridad alimentaria de los consumidores
urbanos y, por lo tanto, la calidad de vida urbana así como el futuro de
su ciudad.
Existe inseguridad alimentaria cuando los consumidores no
tienen acceso a los alimentos o cuando no pueden satisfacer adecuadamente sus
necesidades alimentarias y nutricionales.
|