Página precedenteIndicePágina siguiente


IV. Cercano Oriente y África del Norte

PANORAMA REGIONAL

Rendimiento económico general105

Durante los dos últimos años la situación económica del Cercano Oriente y África del Norte ha estado determinada por las grandes fluctuaciones de los precios del petróleo. Al comienzo, el colapso de dichos precios en 1998 deprimió gravemente las perspectivas económicas para muchos de los países exportadores de petróleo y el crecimiento económico bajó a sólo el 0,8 por ciento en 1999. Además, la grave sequía padecida en muchos países de Á-frica del Norte y el Cercano Oriente de Asia, junto con el devastador terremoto registrado en Turquía, empeoraron las perspectivas del crecimiento en muchos de los países no productores de petróleo.

Cuadro 32

TASAS ANUALES DE CRECIMIENTO REAL DEL PIB EN EL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE

País/región

1996

1997

1998

1999

2000

20011

 

(Porcentaje)

Argelia

3.8

1,1

5,1

3,3

4,3

4,2

Egipto

4,9

5,5

5,6

6,0

5,0

4,5

República Islámica del Irán

5,5

3,4

2,2

2,5

3,4

4,0

Marruecos

12,2

-2,2

6,8

-0,7

2,4

5,0

Arabia Saudita

1,4

2,7

1,6

-1,0

3,5

2,9

Turquía

6,9

7,6

3,1

-5,0

4,5

4,8

Cercano Oriente y África del Norte2

4,6

5,1

3,1

0,8

4,7

4,1

1Proyecciones.

2 Incluyendo Bahrein, Chipre, Egipto, Iraq, la República Islámica del Irán, Jordania, Kuwait, Líbano, la Jamahiriya Árabe Libia, Malta, Omán, Qatar, Arabia Saudita, la República Árabe Siria, Turquía y Yemen.

Fuente: FMI.

En cambio, la recuperación de los precios de petróleo, desde menos de 12 dólares el barril en el primer trimestre de 1999 hasta casi 30 dólares en el cuarto trimestre de 2000, contribuyó a la recuperación en muchos países de la región. Por ello, dichos países registraron un rendimiento económico generalmente bueno en 2000, ya que el crecimiento real del PIB en la región se estima en un 4,7 por ciento aproximadamente. En varios de los países, la reforma fiscal, la privatización y el aumento de la inversión externa son los principales objetivos de política que tratan de alcanzar los gobiernos. Estas políticas de reforma, si se aplicaran, mejorarían las perspectivas económicas en el futuro próximo.

Los Estados de la península Arábiga y del Golfo son los más afectados por las variaciones de los precios del petróleo. Su relación de intercambio registró un alza considerable en 2000, tras dos años de empeoramiento. Se estima que el crecimiento real del PIB en esta subregión aumentó del 2 por ciento aproximadamente en 1999 a un 4 por ciento en 2000, y se prevé que seguirá creciendo sólidamente en 2001. Según las previsiones, en Arabia Saudita el crecimiento se recuperará desde -1,0 por ciento en 1999 hasta un 3,5 por ciento en 2000, mientras que en la República Islámica del Irán el crecimiento real del PIB ha aumentado del 2,5 por ciento en 1999 al 3,4 por ciento en 2000.

En la región del Mediterráneo oriental el crecimiento se mantuvo constante, alcanzando el 3,9 por ciento en 2000. Según estimaciones, el PIB real de Egipto ha aumentado un 5 por ciento en 2000 tras haber registrado el 6 por ciento en 1999. En Jordania es probable que el crecimiento durante 2000 se haya acelerado al 3 por ciento.

En Turquía disminuyó de forma pronunciada al 3,1 por ciento en 1998, como consecuencia de la influencia de la crisis financiera de Rusia. La recuperación prevista en 1999 se malogró a causa del devastador terremoto que provocó la pérdida de unas 17 000 vidas humanas y desbarató la producción y los servicios. El mal rendimiento de los sectores agrícola y turístico contribuyó también a la reducción del 5 por ciento del PIB. Para el 2000, se calcula una recuperación moderada del 4,5 por ciento.

Se espera que las economías de África del Norte crezcan por término medio un 4,6 por ciento en 2000, tras el aumento del 3,4 por ciento registrado en 1999. El fuerte crecimiento del sector del petróleo y del gas elevará en la Jamahiriya Árabe Libia el crecimiento del producto al 6,5 por ciento en 2000, tras varios años de débil aumento. En Argelia el crecimiento se acelerará al 4,3 por ciento en 2000, pese a que se padeció una grave sequía en el sector agrario.

Cuadro 33

DEPENDENCIA DE LAS EXPORTACIONES Y RELACIÓN DE INTERCAMBIO DE LOS PAÍSES EXPORTADORES DE PETRÓLEO DEL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE

País

Participación en las exportaciones totales

Relación de intercambio

 

Petróleo

Gas natural

1998

1999

2000

 

(Porcentaje)

Jamahiriya Árabe Libia

91

...

-28

-4

37

Omán

90

...

-28

-4

37

Yemen

87

...

-27

-4

36

Kuwait

85

...

-26

-4

35

Arabia Saudita

83

...

-26

-4

34

República Islámica del Irán

78

...

-24

-3

32

República Árabe Siria

64

...

-21

-4

25

Argelia

63

27

-24

-12

30

Qatar

63

...

-20

-3

26

Emiratos Árabes Unidos

45

6

-15

-4

19

Bahrein

27

...

-9

-1

11

Fuente: FMI.

Rendimiento de la agricultura

La sequía es un fenómeno recurrente en la región y provoca grandes fluctuaciones anuales en la producción agrícola y ganadera de muchos países, pero donde más evidente es su impacto es en la producción de cereales (Figura 28). La región registró un notable crecimiento de la producción agrícola en 1998, ya que se contabilizaron notables aumentos en la República Islámica del Irán, la República Árabe Siria y Turquía, y una buena recuperación en los países del Maghreb. En cambio, en 1999 y 2000 el factor dominante en la región volvió a ser la grave sequía.

A nivel regional, la producción agrícola neta disminuyó un 3,9 por ciento en 1999 y mejoró ligeramente en 2000, ya que aumentó sólo el 0,3 por ciento. En esos dos años la producción de cereales disminuyó el 17,1 y 4,6 por ciento, respectivamente. Los países del Maghreb, así como Afganistán, la República Islámica del Irán, Iraq, Jordania, la República Árabe Siria, Turquía y Yemen, experimentaron descensos en la producción de cereales que varían del 16 al 80 por ciento. En términos per cápita, la producción agrícola, y la de cereales en particular, se redujeron sensiblemente en 1999 y 2000.

Afganistán padeció dos años consecutivos de sequía en 1999 y 2000, lo que agravó la situación ya precaria del suministro alimentario debida a los conflictos civiles en curso. Alrededor de la mitad de la población del país padece las consecuencias de ello y más de 3 millones de personas sufren grave escasez de alimentos.

La producción de cereales disminuyó un 16 por ciento en 1999 y se calcula que se ha reducido otro 44 por ciento en 2000. Las pérdidas de animales han sido también graves.

Cuadro 34

TASAS DE CRECIMIENTO NETO DE LA PRODUCCIÓN EN EL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE

Año

Agricultura

Cereales

Cultivos

Alimentos

Ganadería

Productos
no alimentarios

 

(Porcentaje)

1991-1995

1,8

0,4

1,8

1,8

2,2

1,3

1996

9,8

17,1

12,6

10,1

2,9

5,0

1997

-2,7

-11,5

-6,3

-3,3

5,9

8,1

1998

8,4

17,0

10,5

9,4

2,9

-6,6

1999

-3,9

-17,1

-6,7

-4,2

2,3

0,8

20001

0,3

-4,6

0,3

0,3

0,0

0,2

1 Estimaciones.

Fuente: FAOSTAT.

En Irán se padecieron en 1999 y 2000 sequías aún más graves que la de 1964, que han afectado a más de la mitad de la población del país. In 1999, la producción de trigo disminuyó en 3,3 millones de toneladas. Aunque se calcula que en 2000 ha aumentado un 6,7 por ciento, esta cifra es todavía inferior en 2,7 millones de toneladas a la que totalizó la cosecha de 1998. La producción de arroz y la cebada bajaron un 15 y 39 por ciento, respectivamente, entre 1998 y 2000. Las pérdidas de animales se calculan en unas 800 000 cabezas. En Iraq, la sequía causó también un grave descenso de la producción de cereales, ya que la cosecha de 1999 fue un 35 por ciento menor que la de 1998. La producción de 2000 se estima en 795 000 toneladas, lo que representa un descenso ulterior del 52 por ciento y se debe a la persistencia de la sequía y a la escasez de insumos agrícolas esenciales.

Dos años consecutivos de sequía han perjudicado también gravemente a las cosechas de cereales y productos hortícolas en Jordania. La producción de trigo se redujo drásticamente en un 74 por ciento en 1999 y, aunque se estima que se ha recuperado algo en 2000, es todavía inferior en un 20 por ciento a la de 1998.

En la República Árabe Siria, la grave sequía de 1999 redujo la producción de cereales, que fue un 62 por ciento menor que la gran cosecha de 1998. En 1999 el total de la producción de trigo, cebada y maíz disminuyó entre el 35 y 51 por ciento. No obstante, se espera una ligera recuperación en 2000, ya que se prevé que la producción de cereales aumentará un 16 por ciento aproximadamente. La escasez de precipitaciones contribuyó a la reducción del 8,7 por ciento de la producción de cereales de Turquía en 1999, año en que las cosechas de trigo y cebada se redujeron, respectivamente, en un 14 y un 24 por ciento. Para 2000, se espera que se recupere algo la producción de cereales.

También en Argelia, Marruecos y Túnez se sufrieron las consecuencias de la grave sequía de 1999 y el total de la producción de cereales de dichos países disminuyó un 36 por ciento con respecto a 1998, que fue un año normal. La falta de lluvia afectó a los cultivos de invierno de la campaña de 2000 en esos países, cuya producción total de cereales registró un descenso ulterior del 39 por ciento.

En Argelia, la producción de trigo bajó de 2,3 millones de toneladas en 1998 a 1,1 millones en 1999 y al volumen estimado de 0,8 millones en 2000. La de cebada se redujo en un 43 por ciento entre 1998 y 2000. La producción de trigo de Marruecos bajó un 51 por ciento en 1999 y otro 36 por ciento en 2000. La producción de cebada se redujo en un 76 por ciento entre 1998 y 2000.

La producción de trigo y la de cebada de Túnez bajaron un 38 y 20 por ciento, respectivamente, entre 1998 y 2000.

En cambio, la producción de trigo de Egipto durante el período fue un 5 por ciento mayor que la cosecha ya superior a la media recogida en 1999. Se estima que la producción de arroz ha aumentado un 34 por ciento entre 1998 y 2000, mientras que la de maíz y semillas de algodón ha sido sólo marginalmente superior a la de 1998.

Comercio agrícola y reforma de política

La región del Cercano Oriente y África del Norte ha sido durante los dos últimos decenios gran importadora neta de productos agrícolas. El valor de las importaciones agrícolas anuales se ha mantenido en torno a los 30 000 millones de dólares, cifra que representa el triple del valor de las exportaciones de la región.

Cuadro 35

TASAS DE CRECIMIENTO NETO DE LA PRODUCCIÓN EN ALGUNOS PAÍSES DEL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE

Año

Argelia

Egipto

República
Islámica del Irán

Marruecos

República
Árabe Siria

Túnez

Turquía

 

(Porcentaje)

Agricultura

             

1991-1995

5,7

4,1

4,9

-2,0

5,1

-1,5

0,5

1996

17,6

10,5

5,3

54,4

11,7

72,9

4,4

1997

-19,9

5,1

-2,1

-15,0

-6,6

-31,4

-0,8

1998

12,1

-1,2

14,7

14,7

20,7

26,3

6,4

1999

4,6

6,4

-6,1

-11,2

-17,2

4,8

-4,7

20001

-4,1

1,0

3,4

-6,3

9,3

-1,4

-0,1

Cereales

             

1991-1995

30,7

4,4

4,5

25,6

15,1

-8,4

-1,0

1996

129,1

2,8

-5,6

466,6

-1,7

361,2

4,3

1997

-82,3

9,2

1,7

-59,4

-27,9

-63,2

1,4

1998

247,8

-0,6

20,0

61,8

22,0

57,9

11,6

1999

-49,1

7,9

-27,7

-41,8

-37,9

9,1

-15,4

20001

-20,4

3,4

4,2

-46,1

6,9

-39,8

0,0

Raíces y tubérculos

             

1991-95

13,5

13,8

4,4

1,1

4,5

1,7

2,2

1996

-4,2

1,3

2,1

39,8

-6,8

15,9

4,2

1997

-17,6

-28,6

4,6

-4,5

-39,5

7,0

3,0

1998

16,1

9,6

4,5

-6,0

85,4

2,1

4,2

1999

-9,4

-9,2

0,1

1,6

0,9

8,5

0,0

20001

-4,6

-0,3

0,5

-6,2

-9,4

-9,4

0,0

Hortalizas

             

1991-1995

11,0

2,2

-0,3

-5,1

2,9

1,1

4,0

1996

-5,0

14,2

28,2

43,1

-7,8

13,4

1,5

1997

-0,5

5,1

3,6

-2,0

-6,7

-8,5

-5,5

1998

8,1

-0,9

12,3

15,0

24,3

10,2

3,9

1999

8,6

10,9

3,0

-8,8

-10,7

17,0

0,0

20001

-9,2

0,3

3,8

6,7

3,4

0,4

0,0

1 Estimaciones.

Fuente: FAOSTAT.

La proporción de las importaciones agrícolas en el total de las importaciones se ha mantenido relativamente estable en torno al 16 por ciento, pero se han registrado variaciones considerables entre los países. La región depende cada vez más de las importaciones de alimentos, especialmente los cereales, seguidos de productos lácteos, azúcar y aceites vegetales.

En 1999, se importaron alrededor de 55 millones de toneladas de cereales, lo que representa la quinta parta de las importaciones mundiales de estos productos e indica que la región es vulnerable a cualquier aumento pronunciado de los precios internacionales de los mismos.

Las reformas de política que muchos gobiernos han aplicado recientemente siguen influyendo en el rendimiento agropecuario de la región, inclusive en su dependencia de las importaciones de cereales. En 1998, Turquía redujo del 35 al 20 por ciento el impuesto de importación aplicado al maíz y siguió concediendo entrada gratuita para determinados volúmenes de cereales procedentes de la Comunidad Europea (CE) especificados anualmente. En Egipto, ha comenzado la privatización de los insumos agrícolas y las agroindustrias. En 1997, se suprimió la prohibición vigente desde hacía nueve años de importar aves de corral, si bien se aplicó un impuesto del 80 por ciento para proteger la industria avícola local. Se ha fortalecido la eficiencia de la intermediación financiera y se han eliminado algunas restricciones y subvenciones. En la República Islámica del Irán, se está procediendo a suprimir las subvenciones para fertilizantes y plaguicidas, mientras que en Iraq se han suavizado las restricciones para la compra de cereales.

La República Árabe Siria está aplicando una serie de reformas de política, que incluyen el establecimiento de precios y de normas de mercadeo y comercio para los productos agrícolas. Con el fin de fomentar la producción y las exportaciones, el Gobierno suprimió el impuesto del 21 por ciento que aplicaba al algodón y a los tejidos de algodón. En Marruecos, se han eliminado las restricciones cuantitativas al comercio exterior, que se han sustituido por una protección arancelaria que, a su vez, se va a reducir en un 2,4 por ciento cada año, en cumplimiento del Acuerdo sobre Agricultura de la OMC. En Túnez, el Acuerdo de Asociación con la CE preveía una notable liberalización del comercio para el año 2000.

Cuadro 36

IMPORTACIONES TOTALES DE CEREALES DEL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE

 

Importaciones

Año

Volumen

Valor

 

(Miles de toneladas)

(Millones de $EE.UU.)

1990

41 888

7 790

1991

37 177

6 004

1992

39 090

7 005

1993

39 784

7 129

1994

40 232

6 686

1995

44 365

9 214

1996

42 868

10 118

1997

53 695

10 359

1998

49 769

8 331

1999

54 860

7 856

Fuente: FAOSTAT.

Estas reformas de política ejercerán ciertamente un impacto positivo en la economía regional, pero pueden tener repercusiones negativas en la seguridad alimentaria de los distintos países a corto plazo. Varios países están tratando de concertar acuerdos de grupo en forma de áreas comerciales o mercados comunes106. Chipre y Turquía han firmado un acuerdo de unión arancelaria con la CE y están preparando su adhesión como miembros. Se están intensificando los esfuerzos para establecer una asociación euromediterránea con vistas a la creación de un área de comercio libre para el 2010. La CE ha concertado acuerdos con Marruecos, Túnez, Israel, y Jordania, y continúan las negociaciones con Egipto, Argelia, Líbano, la Autoridad Palestina y la República Árabe Siria. Otra novedad prometedora es el establecimiento de una zona árabe de comercio libre.

Gestión de los recursos hídricos

La región del Cercano Oriente y África del Norte tiene el 6,2 por ciento de la población mundial, el 8,6 por ciento de la tierra cultivable y el 11 por ciento de las tierras de regadío, pero cuenta solamente con el 1,5 por ciento de los recursos renovables de agua dulce. La región depende decisivamente del agua de superficie y freática. La agricultura es el principal usuario del agua dulce: actualmente, de los 18 países de los que se tienen datos, nueve utilizan para la agricultura más del 90 por ciento de sus recursos renovables de agua dulce, cuatro utilizan del 80 al 90 por ciento y sólo cinco utilizan el 80 por ciento o menos.

Instalación de una red de riego
El riego tiene una función fundamental en la ordenación de los escasos recursos de agua dulce renovables de la región.

- FAO/20844/R. MESSORI

La disponibilidad de agua dulce para la agricultura es extremadamente baja en la región. En el conjunto de ella, el total de los recursos renovables de agua dulce se estima en 698 000 millones de m3. En el Cuadro 37 se indica su distribución por agrupaciones de países.

Varios países de la región dependen totalmente de fuentes internas para obtener agua dulce renovable (Marruecos, Emiratos Árabes Unidos y Yemen). La relación de dependencia es muy elevada en los países árabes que son los productores de alimentos más importantes (Egipto, Iraq, Sudán y la República Árabe Siria) y muy baja en los países no árabes productores de alimentos, como la República Islámica del Irán y Turquía. En los tres países del Maghreb, donde se practica la agricultura de secano (Argelia, Marruecos y Túnez), la relación de tierras de regadío a tierras cultivables es relativamente baja.

Si el volumen de 1 500 m3 de recursos de agua dulce renovable per cápita al año se considera el umbral, 15 de los 21 países de la región no llegaban al umbral en 1995 y seis lo superaban. Seis países tenían menos de 200 m3 de agua dulce renovable per cápita al año, lo que puede ser suficiente para uso como agua potable y en los hogares, pero deja muy poca cantidad para la agricultura.

Cuadro 37

DISPONIBILIDAD Y EXTRACCIÓN DE RECURSOS RENOVABLES ANUALES DE AGUA DULCE EN EL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE

 

Agrupaciones de países

 

Países del
Maghreb1

Países del
del CCG

Cercano
Oriente árabe

Cercano
Oriente no árabe

Recursos renovables de agua dulce (millones de m3)

49 020

3 724

258 867

387 172

Población en 1998 (millones)

72,3

28,9

155,4

151,3

Recursos renovables de agua dulce per cápita (m3)

678

129

1 659

2 559

Extracción anual de agua dulce renovable (millones de m3)

23 220

21 410

135 309

127 955

Extracción en porcentaje de los recursos
renovables de agua dulce

47,4

574,9

52,3

33,0

Tierras de regadío (miles de ha)

2 661

1 777

10 820

14 305

1 Los países del Maghreb son Argelia, la Jamahiriya Árabe Libia, Marruecos y Túnez.

Fuente: FAO. 1997. Irrigation en the Near East Region in figures, p. 27-28. Water Reports No. 9. Roma.

El riego desempeña una función fundamental en la ordenación de los recursos de agua dulce renovable. Actualmente, aproximadamente el 25 por ciento de la tierra cultivable de la región es de regadío, incluyendo tanto los sistemas modernos como tradicionales de riego (Cuadro 38). La proporción es relativamente elevada en los países del Consejo para la Cooperación en el Golfo (CCG)107, donde el agua es más escasa y la agricultura de secano menos viable.

Cuadro 38

RECURSOS RENOVABLES DE AGUA DULCE POR PAÍSES EN EL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE, 1995 Y 2025

 

1995

 

2025 (proyección)

 

Cantidad

Relación
de dependencia1

 

Cantidad

Países con más de 1 500 m3
per cápita

(m3)

(Porcentaje)

Países con más de 1 500 m3

(m3)

Iraq

3 688

53,3

Turquía

2 090

Afganistán

3 227

15,4

Iraq

1 840

Sudán

3 150

77,3

   

Turquía

2 967

1,8

   

República Islámica del Irán

2 044

6,6

   

República Árabe Siria

1 791

80,3

   

Países con menos de 1 500 m3 per cápita

   

Países con menos de 1 500 m3

Líbano

1 465

0,8

República Islámica del Irán

1 455

Chipre

1 213

0

Afganistán

1 448

Marruecos

1 110

0

Líbano

1 022

Egipto

926

96,9

Chipre

1 000

Argelia

512

2,8

República Árabe Siria

999

Túnez

463

14,6

Marruecos

775

Omán

455

0

Egipto

610

Yemen

283

0

Túnez

322

Bahrein

206

96,6

Argelia

307

Jordania

161

22,7

Omán

182

Arabia Saudita

134

0

Bahrein

134

Jamahiriya Árabe Libia

111

0

Yemen

105

Qatar

96

3,8

Jordania

73

Emiratos Árabes Unidos

79

0

Jamahiriya Árabe Libia

70

Kuwait

13

100,0

Qatar

68

     

Arabia Saudita

60

     

Emiratos Árabes Unidos

45

     

Kuwait

7

1 La relación de dependencia es el porcentaje de agua dulce renovable recibida de fuentes externas al país.

Fuente: Los datos para 1995 están tomados de FAO. 1997. Irrigation in the Near East Region in figures. Water Reports No. 9. Roma.

La inversión en riego continúa recibiendo prioridad entre los países de la región. Egipto sigue realizando su proyecto del Valle del Sur, y utilizando más para el riego el agua de drenaje en el delta oriental y norte del Sinaí. El fomento hídrico en la cuenca alta del Nilo depende de un acuerdo con los países situados aguas arriba y el plan de acción de la cuenca del Nilo es un avance prometedor a este respecto. Egipto tiene que prestar también mayor atención a los peligros ambientales causados por el agua de drenaje. Turquía, por medio del Proyecto de Anatolia sudoriental, está invirtiendo intensamente en regadíos. Este proyecto, cuyo costo estimado es de 32 000 millones de dólares, incluye la construcción de trece estructuras importantes, siete en la cuenca del Éufrates y seis en la del Tigris. Cuando se complete, se espera regar 1,7 millones de ha para 2015. Sin embargo, el efecto aguas abajo del proyecto es objeto de grave preocupación para la República Árabe Siria e Iraq y no se ha llegado todavía a ningún acuerdo formal al respecto.

La República Islámica del Irán está prestando mayor atención al aprovechamiento del agua en las explotaciones mediante la sustitución del riego de superficie por el presurizado. Ha firmado también un acuerdo con Turkmenistán para el desarrollo del río Tedzhen. Iraq ha completado el proyecto denominado Tercer Río que tiene una longitud de 565 km y recoge aguas de drenaje para la recuperación de nuevas tierras. En la Jamahiriya Árabe Libia, el proyecto del gran río artificial transferirá agua fósil a la costa del Mediterráneo para regar 200 000 ha y satisfacer necesidades urbanas. En los otros tres países del Maghreb se están construyendo presas y canales grandes y pequeños para ampliar el riego. En Afganistán, la rehabilitación de las instalaciones de riego damnificadas por la guerra será la más alta prioridad para los próximos años.

Los sistemas de riego de la región se hallan en dificultad. En casi todos los países, la agricultura de regadío padece los efectos adversos de la salinidad y el encharcamiento. Se estima que el 50 por ciento de los regadíos de Iraq, el 37 por ciento de los de Egipto y el 29 por ciento de los de Irán adolecen de cierto grado de salinidad. El entarquinamiento de las presas y canales es también un fenómeno común. Otro problema grave es la explotación excesiva de aguas freáticas, especialmente en los países del CCG, así como en la República Árabe Siria, Jordania, Marruecos, la República Islámica del Irán y Afganistán.

Cuadro 39

TIERRA DE CULTIVO DE REGADÍO EN EL CERCANO ORIENTE Y ÁFRICA DEL NORTE

Agrupación de países

Tierra cultivable
total

Tierra cultivable
regada

Tierra regada en
porcentaje del total

 

(Miles ha)

 

Países del Maghreb

20 989

2 661

12,7

Países del CCG

3 779

1 777

47,0

Cercano Oriente árabe

41 392

10 820

26,1

Cercano Oriente no árabe

52 336

14 305

27,3

Total

118 496

29 563

24,9

Fuente: FAOSTAT.

Los países de la región no afrontan debidamente la cuestión del uso eficiente del agua, pese a que este elemento es un factor escaso en la producción agrícola. También se halla en peligro la sostenibilidad de los sistemas de riego: actualmente, el agua de riego es prácticamente gratuita en la mayoría de los países, principalmente porque los agricultores no pueden pagar cánones que siquiera cubran los costos de funcionamiento y mantenimiento. Existen también obstáculos sociales para cobrar un derecho por el agua de riego e incluso por otros usos.

El bajo precio del agua no incentiva a los agricultores a invertir en tecnologías que la ahorren, tales como el riego por goteo, sino que les alienta a utilizarla en exceso, acentuando con ello los problemas de encharcamiento y salinidad. Por esta razón, las comunidades locales no tienen el incentivo necesario para participar en decisiones sobre gestión responsable del agua.

La escasez de agua en la región se aprecia con la mayor evidencia considerando la cantidad de compras de «agua virtual». Esta expresión se refiere al volumen de agua que requiere la producción de los artículos importados, tanto alimenticios como no alimenticios. Como para producir 1 tonelada de trigo se necesitan aproximadamente 1 000 m3 de agua, la importación de 1 millón de toneladas de trigo equivaldría a la compra de 1 000 millones de m3 de agua del extranjero. Se calcula que el flujo de agua virtual a la región equivale al flujo anual del Nilo a Egipto108. Según un estudio, en 1994 los alimentos importados por la región equivalían a 83 000 millones de m3 de agua virtual, o el 11,9 por ciento de los recursos anuales de agua renovable109. El porcentaje era muy superior en algunos países: Egipto (31 por ciento), Argelia (87 por ciento), Jordania (398 por ciento), Jamahiriya Árabe Libia (530 por ciento) y Arabia Saudita (580 por ciento). Como las importaciones de alimentos a la región están aumentando en hasta un 5 por ciento al año, la función del agua virtual para afrontar el problema de la escasez de agua es importante para las autoridades nacionales.

La capacidad de comprar agua virtual está determinada en gran medida por los ingresos de exportación, sobre todo los derivados del petróleo, que muchas veces son imprevisibles. En cambio, la alternativa de depender menos de este factor es costosa y probablemente insostenible. El bombeo y la distribución de agua fósil y/o desalinizada a largas distancias para la producción de cereales y forrajes, como se ha intentado en la Jamahiriya Árabe Libia, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, es algo excepcional e insostenible a largo plazo.

La región es la que tiene mayor escasez de agua del mundo y en muchos países se están haciendo notables esfuerzos para mejorar la ordenación de los recursos hídricos. Aunque hay todavía margen para progresos ulteriores, especialmente en lo relativo a la eficiencia del riego, la región parece estructuralmente incapaz de alimentar a su creciente población y probablemente necesitará recurrir cada vez más al agua virtual y a la producción externa de alimentos.


Página precedenteInicěo de páginaPágina siguiente