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Mundialización, bienes públicos y comercio

1.42

Al incrementarse la mundialización en los últimos años, no sólo se ha prestado más atención al comercio internacional de productos alimenticios y agrícolas, sino que también ha aumentado la conciencia acerca de la importancia de asegurar un suministro suficiente de bienes públicos mundiales para proteger la seguridad alimentaria mundial a largo plazo y la utilización sostenible de los recursos naturales. Por lo que concierne a la agricultura y la alimentación, se reconoce la necesidad añadida de conservar y utilizar de manera más sostenible bienes comunes mundiales como los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura y las poblaciones de peces de los océanos, así como de tener en cuenta la interdependencia entre agricultura y cambio climático.

1.43

Los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura, a pesar de su importancia decisiva para la supervivencia humana, están disminuyendo a un ritmo cada vez más alarmante, lo que reduce drásticamente la capacidad de las generaciones presentes y futuras para afrontar las perturbaciones ambientales imprevistas y las nuevas necesidades de la población mundial. Ningún país es autosuficiente en lo que respecta a los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura. Aunque el mundo industrializado ha creado mecanismos jurídico-económicos, como los derechos de propiedad intelectual, con el fin de proporcionar incentivos para el perfeccionamiento de nuevas biotecnologías y compensar a sus inventores, siguen faltando mecanismos económicos o jurídicos eficaces para compensar o proporcionar incentivos a los agricultores tradicionales de los países en desarrollo, que son quienes desarrollan los recursos genéticos que constituyen la materia prima de esas biotecnologías.

1.44

Desde la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, los gobiernos, a través de la Comisión sobre Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (CRGAA), de la FAO, han dado un gran paso adelante en la gestión de los recursos genéticos, aprobando en noviembre de 2001 el nuevo Tratado internacional vinculante sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Constituye la culminación de varios años de negociaciones para la revisión del compromiso internacional en armonía con el Convenio sobre la Diversidad Biológica.

1.45

Este Tratado incluye todos los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Sirve de marco internacionalmente convenido para su conservación y utilización sostenible, con lo que se pretende asegurar que el capital heredado que representan se conserve y siga prestando la corriente de servicios de que dependen la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. En el Tratado se establece un Sistema multilateral de acceso facilitado y de reparto de beneficios para una serie de cultivos que son esenciales para la seguridad alimentaria y la interdependencia, y que representan más del 80 por ciento de la ingesta calórica del mundo. Se administran de muchas formas como un bien público mundial.

1.46

Es la primera vez que un acuerdo internacional vinculante establece que quienes tengan acceso a recursos administrados en común y que obtienen beneficios comerciales de su utilización, deberán, en las condiciones que se convengan, abonar un canon equitativo a favor de un mecanismo de financiación con el que se aspira a asegurar su conservación y utilización sostenible.

1.47

El Tratado reconoce los Derechos del Agricultor; asimismo reconoce la función que viene desempeñando a la hora de crear y conservar la biodiversidad agrícola a lo largo de las edades del mundo, es decir, sus aportaciones tanto pasadas como presentes y futuras a la conservación, mejora y puesta a disposición de esos recursos. Se prevé que esos Derechos del Agricultor se vuelvan operativos recogiéndolos en la legislación nacional. La importancia de las colecciones ex situ de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura que poseen en fideicomiso los centros internacionales de investigación agrícola del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional está reconocida y se conciertan arreglos para que esas colecciones se pongan a disposición en el ámbito del Sistema multilateral.

1.48

El Tratado redunda en beneficio no sólo de los agricultores, sino también de los consumidores y la sociedad en general, y garantiza un suministro continuado de diversos alimentos y distintas opciones por parte de los consumidores. El sector de las semillas y los productores de alimentos se beneficiarán también de arreglos internacionales convenidos y claros para tener acceso a la materia prima genética que necesitan para responder rápidamente a la situación ambiental y climática cambiante y a la evolución de las necesidades humanas.

1.49

Desde la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, la Comisión ha iniciado también el proceso impulsado por los países de elaborar el primer Informe sobre el estado de los recursos zoogenéticos del mundo para la alimentación y la agricultura. Comprenderá un inventario exhaustivo de los recursos así como un análisis de su situación actual y futura, y se evaluará su contribución al desarrollo sostenible y a la seguridad alimentaria. La revolución ganadera que se avecina, impulsada por el alza de los ingresos y la creciente urbanización en muchos países en desarrollo, donde, por ejemplo, se prevé que la producción de carne por persona se duplique entre 1993 y 2020, ofrece grandes posibilidades para el crecimiento económico. Ahora bien, los grandes cambios en los sistemas de producción pecuaria dependerán de la disponibilidad de recursos zoogenéticos adaptados, y al propio tiempo, pondrán en riesgo esos mismos recursos, a menos que la comunidad internacional y los distintos países potencien y desarrollen aún más su conservación y ordenación sostenible. Se espera que el Informe sobre el estado de los recursos zoogenéticos del mundo sea aprobado por los gobiernos en 2005.

1.50

Otras actividades complementarias de la CRGAA comprenden un Código de conducta para la recolección y transferencia de germoplasma vegetal que fue adoptado por la Conferencia de la FAO en 1993, un Código de conducta sobre biotecnología que aún se está negociando, y la elaboración de una estrategia mundial sobre recursos zoogenéticos. Otro ejemplo de la contribución de la Organización a la conservación y la utilización sostenible de bienes públicos mundiales es el Código de conducta para la pesca responsable, aprobado por la Conferencia de la FAO en 1995.

1.51

Los procesos de mundialización presentan tanto oportunidades como riesgos para los sectores agrícolas de los países en desarrollo. Teniendo en cuenta que la agricultura sigue siendo el sector dominante y la principal fuente de exportación en muchos países en desarrollo, la reducción de los obstáculos al comercio multiplica las oportunidades para aumentar la producción sectorial. Pero la mundialización aumenta el riesgo de marginación para los países que, debido a su dotación de recursos, ubicación, dimensiones o falta de conocimientos especializados e infraestructura, siguen siendo poco competitivos en los mercados mundiales e incapaces de atraer inversiones. La mundia-lización lleva también consigo el riesgo, muy evidente en los años posteriores a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, de que la inestabilidad de los sistemas financieros internacionales y las fluctuaciones en los resultados de las principales economías mundiales repercutan también en los países que han pasado a depender en gran medida del comercio y las inversiones exteriores. Los países con una fuerte dependencia de la exportación de una reducida gama de productos son especialmente vulnerables a esas conmociones, que pueden tener consecuencias importantes para los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de sus poblaciones agrícolas.

1.52

En los seis últimos años se han puesto en práctica los acuerdos de la Ronda Uruguay, que han introducido por vez primera la agricultura en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio/Organización Mundial del Comercio (GATT/OMC). La experiencia ha tenido resultados dispares: si bien el Acuerdo sobre la Agricultura ha contribuido a la nueva aplicación de instrumentos de política interior y comercial, los cambios efectivos en los niveles de ayuda y protección no han sido suficientemente profundos para que el Acuerdo tenga efectos tangibles sobre el comercio y los ingresos mundiales. La ayuda total de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) a sus agricultores ascendió a 327 000 millones de dólares EE.UU. sólo en 200016. Los aranceles agrícolas en los países de la OCDE siguen siendo altos, especialmente para la horticultura de las zonas templadas, el azúcar, los cereales, los productos lácteos y la carne, y la progresividad arancelaria continúa ofreciendo especial protección a los alimentos elaborados, en particular el café, el cacao y las semillas oleaginosas con valor añadido en los países importadores. Además, la complejidad de los regímenes de importación y de acceso a los contingentes arancelarios, así como los costos de cumplimiento de las pautas relativas a las medidas sanitarias y fitosanitarias y los obstáculos técnicos al comercio, siguen constituyendo impedimentos a la expansión de los mercados que pueden ser insuperables, especialmente para las economías en pequeña escala. No cabe duda de que el hecho de que los países desarrollados sigan protegiendo en medida tan grande la agricultura limita las oportunidades de desarrollo agrícola para los países en desarrollo17.

1.53

El grado en que los países en desarrollo están en condiciones de aprovechar las nuevas oportunidades del mercado derivadas de la mundialización depende en última instancia de su competitividad y su capacidad para aumentar la producción de bienes de los que existe demanda. Esto puede exigir inversiones considerables en infraestructura, tecnología y comunicaciones, con objeto de reducir los costos y acelerar el transporte. Pero también exige un fortalecimiento de la capacidad institucional para establecer y aplicar normas y para capacitar a los agricultores en la obtención de productos comercializables de alta calidad. El aumento del suministro y la garantía de un flujo constante de productos dependerán de una actuación colectiva de los agricultores, asociada por lo general a un reforzamiento de los vínculos con el sector privado, por ejemplo mediante planes de cultivo por contrato.

1.54

En previsión de los problemas transitorios que la liberalización del comercio crearía a algunos países en desarrollo importadores de alimentos, la Decisión de Marrakech sobre medidas relativas a los posibles efectos negativos del programa de reforma en los países menos adelantados y en los países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios contemplaba medidas compensatorias. Debido a la imposibilidad de hacer efectiva la Decisión de Marrakech se corre el riesgo de socavar la confianza en la equidad del sistema internacional por parte de los países en desarrollo que han adoptado medidas para liberalizar sus regímenes comerciales. La FAO ha propuesto recientemente medidas para poner en práctica la Decisión18.

1.55

La importante contribución que el aumento de las oportunidades comerciales puede aportar al desarrollo económico de los países menos adelantados ha sido objeto de atención prioritaria por parte de la Unión Europea (UE)19, que acogió la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados en Bruselas, en mayo de 200120. Como parte de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados, la FAO organizó el Período extraordinario de sesiones de carácter temático sobre «el sector agrícola y la seguridad alimentaria». La reciente decisión de la UE de ampliar el acceso sin derechos ni cupos a todos los productos procedentes de países menos adelantados, excepto las armas y municiones, es un paso evidente hacia la aplicación de la nueva política de desarrollo de la UE. Nueva Zelandia, Canadá y Noruega han anunciado también medidas análogas en favor de los países menos adelantados21.En la cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en Doha, Qatar, del 9 al 14 de noviembre de 2001, los miembros de la OMC contrajeron también un compromiso cara al objetivo de un acceso al mercado, libre de aranceles y de cupos, para productos procedentes de países menos adelantados.

1.56

El problema principal en lo que concierne a la mundialización y la liberalización es la distribución de los beneficios globales que se generarán. La reducción de los subsidios agrícolas y de la protección de los mercados por parte de los países desarrollados, así como de las restricciones a la circulación internacional de la mano de obra, unida a la distribución selectiva de los avances en las tecnologías de la información y la comunicación, podría ser un factor importante para asegurar la contribución de la mundialización al mundo más equitativo que se preveía en la Declaración del Milenio22 y a la consecución, en particular, del objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

1.57

En la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, sus miembros acordaron acometer una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales, que deberá concluirse para el 1 de enero de 2005. Además de las conversaciones sobre agricultura y servicios, que han estado en marcha desde principios de 2000, la nueva ronda se extenderá a otros sectores de la economía mundial así como a toda una serie de cuestiones de aplicación. La ronda tendrá importantes repercusiones para la agricultura, la pesca y la silvicultura. Los Ministros se comprometieron a dar un trato especial y diferencial a los países en desarrollo, en particular un acceso al mercado con exención de aranceles y de cupos por parte de los países menos adelantados como ya se señaló más arriba. Se reconocieron asimismo las necesidades de cooperación técnica y de creación de capacidad de las pequeñas economías en transición, vulnerables y de bajos ingresos, y se subrayó la necesidad de la prestación de asistencia técnica. Para el 31 de marzo de 2003 habrán de establecerse modalidades para los ulteriores compromisos de reforma comercial en la agricultura, y la quinta Conferencia Ministerial de la OMC, que habrá de celebrarse antes de finales de 2003, presentará un borrador completo de módulos de aplicación.

1.58

La FAO tiene un largo historial de participación en cuestiones relacionadas con el comercio de productos e insumos agrícolas, sobre las que informa al Comité de Problemas de Productos Básicos (CPPB) y a sus grupos intergubernamentales auxiliares. Sin embargo, de conformidad con el Compromiso cuarto del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, la Organización ha intensificado su asistencia para ayudar a los países en desarrollo a «prepararse para las negociaciones comerciales multilaterales, incluidas aquellas sobre la agricultura, la pesca y la silvicultura, entre otras cosas mediante estudios, análisis y capacitación». La Organización ha publicado diversas evaluaciones de los efectos de la Ronda Uruguay sobre los mercados agrícolas y la seguridad alimentaria, así como un volumen en el que se recogen las experiencias de países en desarrollo en la aplicación del Acuerdo de la OMC sobre la Agricultura. Sigue proporcionando foros intergubernamentales para el examen de los instrumentos pertinentes, especialmente en relación con el establecimiento de normas, entre los que se incluyen la Comisión del Codex Alimentarius (normas sobre calidad e inocuidad de los alimentos) y la Convención internacional de protección fitosanitaria (CIPF) (normas fitosanitarias). Con respecto a la CIPF, la Organización ha establecido un foro intergubernamental y un mecanismo y procedimiento de fijación de normas en respuesta a la elaboración del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) de la OMC. Además, la Organización ha creado un programa ampliado de asistencia técnica y capacitación destinado a fortalecer la capacidad de sus Estados Miembros para hacer frente a sus obligaciones hacia la OMC y para participar en las negociaciones sobre comercio agrícola con conocimiento de causa y en igualdad de condiciones. Las estrategias regionales para la seguridad alimentaria preparadas por la FAO conjuntamente con las secretarías de las agrupaciones económicas regionales se han centrado en la creación de un marco jurídico y reglamentario y en el fortalecimiento de las instituciones y de la capacidad científica para aprobar y aplicar las normas del Codex Alimentarius y de la CIPF de conformidad con el Acuerdo MSF.

Inocuidad de los alimentos

1.59

La inocuidad de los alimentos es inherente al concepto de seguridad alimentaria. Está relacionada con muchos aspectos de las tecnologías de producción agrícola, la manipulación y elaboración de alimentos, su comercio y distribución, y la nutrición humana. Las causas y categorías de peligros para la inocuidad de los alimentos son numerosas. Entre ellas se incluyen las de origen microbiológico, los contaminantes que se introducen en la cadena alimentaria y los residuos de insumos utilizados en los sistemas de producción y elaboración agrícola. Especial preocupación suscitan las enfermedades de origen microbiológico transmitidas por los alimentos, debido a su elevada prevalencia y su incidencia tal vez en aumento: aparecen en todas las fases de la cadena alimentaria y es necesario mejorar los métodos para evaluar y afrontar los riesgos consiguientes.

1.60

En los cinco años transcurridos desde la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, la sensibilización de la opinión pública respecto de las cuestiones relacionadas con la inocuidad de los alimentos ha aumentado de manera espectacular, especialmente en los países desarrollados. Dicha sensibilización ha sido estimulada por la preocupación acerca de la EEB, los informes sobre la presencia en los alimentos de microorganismos resistentes a los antibióticos, la crisis de las dioxinas de 1999, los numerosos brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos como consecuencia de la contaminación microbiana de éstos y la aparición en alimentos destinados al consumo humano de un tipo de maíz modificado genéticamente que había sido aprobado sólo para la alimentación animal. La característica común de muchas de esas crisis ha sido la impresión del público de que las medidas establecidas han resultado ineficaces o no se han aplicado eficazmente, o bien se han aplicado sólo con el fin de aumentar el comercio o los beneficios para los productores o la industria, y no necesariamente en interés de los consumidores.

1.61

En los países en desarrollo los grupos de presión de los consumidores suelen ser menos escuchados y los sistemas reglamentarios menos eficaces. Cuando la higiene es deficiente, a menudo por falta de acceso a agua limpia, la contaminación microbiana de los alimentos y bebidas es frecuente y constituye un factor importante de enfermedad y de mortalidad, especialmente entre los niños. La utilización incorrecta de los plaguicidas da lugar a residuos que no son aceptables con arreglo a las normas del Codex Alimentarius y a la mayoría de las legislaciones nacionales. Las reuniones conjuntas FAO/OMS sobre residuos de plaguicidas evalúan de manera continuada los plaguicidas que propone la industria y formulan recomendaciones a los Estados Miembros y a la Comisión del Codex Alimentarius sobre los límites máximos de residuos en los alimentos. De manera análoga, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios evalúa en forma continuada los aditivos alimentarios, los medicamentos veterinarios y los contaminantes del medio ambiente y formula recomendaciones sobre el nivel inocuo de esas sustancias en los alimentos.

1.62

Se están aplicando procedimientos mejorados de gestión de la inocuidad de los alimentos, basados en los principios elaborados por la Comisión del Codex Alimentarius, para reducir los peligros microbiológicos. Varios cuadros de expertos FAO/OMS han proporcionado asesoramiento científico que ha mejorado las perspectivas de la lucha contra determinados contaminantes del medio ambiente presentes en los alimentos, especialmente las aflatoxinas. Procedimientos eficaces de retirada redujeron al mínimo los efectos y la duración de la crisis de las dioxinas y se están aplicando también en el caso del maíz modificado genéticamente para la alimentación animal. La Comisión ha alcanzado un acuerdo casi unánime sobre los principios generales que han de aplicarse para asegurar la inocuidad de los alimentos en relación con las aplicaciones de la biotec-nología en la agricultura y la industria alimentaria, y se está prestando especial atención a la cuestión de la posible transferencia de alergenicidad a variedades de plantas modificadas genéticamente.

1.63

No obstante, se hacen llamamientos para que las medidas relativas a la inocuidad de los alimentos se basen en una variedad de factores más amplia que la simple evaluación científica de los riesgos para la salud humana. Dado que existe la impresión de que los sistemas de control de los alimentos no son capaces de proporcionar garantías suficientes respecto de la inocuidad, se están proponiendo medidas suplementarias para asegurar una cadena continua de documentación sobre el origen y la naturaleza de cada producto e ingrediente alimentario. Esas medidas podrían elevar los costos de las transacciones en alimentos y tener repercusiones en el comercio internacional, excluyendo a los países que no están en condiciones de establecer los sistemas de rastreo necesarios.

1.64

En el plano internacional, se están realizando esfuerzos para dar una orientación más precisa a las cuestiones relativas a la inocuidad de los alimentos, haciendo hincapié en la base científica de la adopción de decisiones y en la actuación con cautela cuando la base científica es insuficiente. La FAO, junto con la OMS y la Organización Internacional de Epizootias (OIE), está organizando una consulta internacional de expertos sobre «EEB y sus riesgos: salud de los animales y pública, comercio internacional». En colaboración con la OMS, la FAO ha organizado el Primer Foro Mundial sobre Autoridades encargadas de reglamentar la inocuidad alimentaria (Marrakesh, enero de 2002) y la Conferencia Paneuropea sobre Inocuidad y Calidad Alimentaria (Budapest, febrero de 2002). Estas conferencias intergubernamentales debatieron los problemas de la adopción de decisiones basadas en criterios científicos y promover el intercambio de información sobre la gestión de los riesgos para la inocuidad de los alimentos. Se han creado o se están creando sistemas regionales e internacionales de alerta rápida para contener y reducir al mínimo en el futuro los efectos de las crisis relacionadas con la inocuidad de los alimentos.

Derecho a la alimentación

1.65

Todas las cuestiones que se han examinado anteriormente tienen una importancia fundamental en relación con la capacidad del mundo para satisfacer las necesidades de alimentos de su población y mantener en buen estado sus recursos naturales para las generaciones futuras. El hecho de que más de 800 millones de personas en todo el mundo desarrollado sigan padeciendo hambre crónica, a pesar de que los agricultores producen alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de todos, y de que existan pruebas generalizadas de una degradación de las tierras agrícolas, quiere decir que hay graves defectos en el modo en que se están asumiendo las responsabilidades y administrando los recursos mundiales. La desigualdad en el acceso a los alimentos y a la tecnología, los daños a los recursos naturales asociados con algunos métodos de cultivo y avances científicos, la pérdida de diversidad biológica, las amenazas a la sostenibilidad de la pesca oceánica y las restricciones comerciales que impiden a los países ejercer sus ventajas comparativas y beneficiarse de ellas son factores que presentan, en todos los casos, importantes aspectos éticos. Un examen de estas cuestiones desde el punto de vista de la ética y de los derechos humanos puede contribuir a crear un consenso sobre el modo de abordarlas mejor en interés común de la humanidad, prestando atención a consideraciones importantes a las que tal vez no se concede suficiente importancia cuando las decisiones se toman sobre todo por motivos científicos, técnicos o económicos o se confían únicamente a las fuerzas del mercado.

1.66

Una de las consecuencias de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación es que en los últimos años ha habido un intenso debate sobre las repercusiones del derecho a la alimentación, que es un derecho humano reconocido en el derecho internacional, según consta en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El derecho a la alimentación implica el derecho de toda persona a medios para producir o adquirir alimentos en cantidad y calidad suficientes, libres de sustancias nocivas y culturalmente aceptables23. La elucidación del contenido de este derecho y el estudio del mejor modo en que puede ser puesto en práctica se han abordado en una serie de consultas realizadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con la participación de la FAO, que han propiciado un creciente reconocimiento de las funciones respectivas de las personas, sus familias y sus comunidades y los diversos niveles de intervención del Estado para realizar el derecho a la alimentación24. Varios países han adoptado medidas para poner en práctica el derecho a la alimentación en sus políticas y programas agrícolas y alimentarios, adquiriendo experiencias que tal vez otros países deseen emular en sus intentos de conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. En el plano internacional, las ONG están solicitando de la FAO que inicie negociaciones para un código de conducta, o directrices voluntarias sobre el derecho a la alimentación.

1.67

Con el fin de mejorar su capacidad para abordar las cuestiones éticas, la FAO creó en el año 2000 un Cuadro de Expertos Eminentes sobre la Ética en la Alimentación y la Agricultura, integrado por ocho miembros reconocidos a nivel internacional. El Cuadro de Expertos ha empezado a analizar una serie de cuestiones éticas que plantean las prácticas de producción y consumo de alimentos y el desarrollo de la agricultura, incluidas la silvicultura y la pesca, en el marco de la seguridad alimentaria y el desarrollo rural sostenible y en un entorno de rápido cambio mundial. Como parte de este proceso, en el año 2001 la Organización inició a publicar la colección de Estudios FAO sobre cuestiones éticas con los títulos Cuestiones éticas en los sectores de la alimentación y la agricultura y Los organismos modificados genéticamente, los consumidores, la inocuidad de los alimentos y el medio ambiente25. El propósito general es contribuir a un debate público informado y un proceso decisorio transparente y objetivo, así como servir de foro para el debate de cuestiones complejas y a menudo controvertidas26.

Observaciones finales

1.68

Esta exposición ofrece numerosas pruebas de que, tanto a nivel local como mundial, la agricultura y la seguridad alimentaria están sujetas a riesgos enormes y con frecuencia imprevisibles. Los riesgos percibidos se amplifican probablemente a medida que la agricultura se intensifica para atender la demanda creciente, que los sistemas alimentarios se adaptan para responder a la rápida urbanización y que las regiones están cada vez más interrelacionadas al aumentar el ritmo de la mundialización. Sin embargo, al mismo tiempo, la mundialización y los rápidos avances de la tecnología y las comunicaciones, siempre que se manejen de forma responsable, pueden abrir nuevas oportunidades para el desarrollo económico y para la construcción de un mundo más equitativo.

1.69

Muchos de los desafíos con que se enfrentan la agricultura, la silvicultura y la pesca tienen dimensiones mundiales. Las plagas y las enfermedades atraviesan con facilidad las fronteras nacionales y los océanos; los sistemas ganaderos muy intensivos de un país o la deforestación en gran escala de otro contribuyen al cambio climático mundial, y el comportamiento de una corriente oceánica en el Pacífico influye en el comienzo y la intensidad del monzón en el Asia meridional y de las lluvias en el África oriental; el incumplimiento de los códigos internacionales de conducta puede perjudicar la sostenibilidad de la pesca; y la subvención de la agricultura en un país puede determinar que los agricultores de otro tengan o no un mercado rentable para sus productos. El carácter y la magnitud de esas interacciones y el modo en que es posible controlarlas y utilizarlas en pro del bien común se están sólo empezando a comprender.

1.70

Para hacer frente a las incertidumbres y los riesgos, adoptar medidas preventivas y actuar con cautela son en general las líneas de acción preferibles, aunque con frecuencia no se siguen, a pesar de que se ha demostrado que los costos económicos -y los sufrimientos humanos- resultantes son inmensos. Si fuera posible evitar un conflicto mediante la negociación, alertar de antemano a las poblaciones vulnerables de la inminencia de un ciclón o prevenir la difusión de una enfermedad que puede ser mortal combatiéndola en el lugar de origen, podrían ahorrarse vidas, sufrimientos y costos.

1.71

Con sus capacidades actuales, los gobiernos y la comunidad internacional, incluida la FAO, están haciendo mucho para cumplir los compromisos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación que guardan la mayor relación con los nuevos desafíos. Sin embargo, queda amplio espacio y existe una sólida justificación social y económica para mejorar la capacidad de respuesta. Si todo fuera bien, no se verían ingentes poblaciones al borde del hambre en el Cuerno de África, enormes pérdidas de vidas y bienes como consecuencia del huracán Mitch en América Central, millones de cabezas de ganado ardiendo en hogueras en Europa, o las dificultades económicas de los productores de cacao del África occidental, que son los principales perjudicados por el hundimiento de los precios internacionales de ese producto.

1.72

Es necesario examinar cuidadosamente la idoneidad de los mecanismos institucionales vigentes para la cooperación internacional, a fin de afrontar los principales desafíos mundiales para la seguridad alimentaria. En particular, se debe tomar en cuenta su capacidad para predecir las crisis, reaccionar con la rapidez y amplitud necesarias para limitar los posibles daños y, cuando se produce un desastre, ayudar a las poblaciones afectadas a restablecer sus medios de sustento. Existe también una cuestión de oportunidad a más largo plazo que está relacionada con la necesidad de asegurar que las actividades actuales de investigación y generación de conocimientos sean suficientes -y estén debidamente orientadas- para satisfacer en el futuro la demanda mundial de alimentos de manera sostenible, y que no estén guiadas únicamente por las fuerzas del mercado a corto plazo, que son insensibles a las necesidades de las nuevas generaciones.

1.73

Los adelantos en la tecnología de la vigilancia, información y comunicación están ofreciendo nuevas y notables oportunidades para recopilar, intercambiar, analizar e interpretar información, así como para acelerar la adopción de decisiones. La base científica para justificar medidas mundiales -como las aplicadas para hacer frente al calentamiento del planeta o a la disminución de la capa de ozono- es cada vez más firme, y existe un conjunto creciente de leyes e instrumentos en los que pueden basarse medidas internacionales y nacionales que se refuercen mutuamente para abordar las amenazas mundiales. Sin embargo, al mismo tiempo se observa una disminución progresiva de los recursos puestos a disposición internacionalmente para poder dar una respuesta oportuna a las nuevas amenazas y oportunidades.

1.74

El suministro insuficiente de bienes públicos mundiales es un problema al que se ha prestado una atención considerable en relación con la ordenación del medio ambiente mundial a través del Programa 21 y que ha dado lugar a la creación de nuevos instrumentos, como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial. En la actualidad, los bienes públicos mundiales son objeto de amplios debates públicos en la esfera de la salud, especialmente en relación con la falta de inversiones en el perfeccionamiento de tecnologías asequibles para reducir la incidencia creciente que tienen y la mortalidad que provocan el VIH/SIDA, el paludismo y la tuberculosis en los países en desarrollo, donde las instituciones benéficas privadas se han visto obligadas a acudir en ayuda de los programas internacionales sin recursos suficientes. El problema del suministro de bienes públicos mundiales exige también un cuidadoso análisis por lo que respecta a la garantía de la seguridad alimentaria mundial (incluida la inocuidad de los alimentos) y la sostenibilidad a largo plazo de la agricultura, y reviste gran importancia para el cumplimiento de cada uno de los siete compromisos del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Por consiguiente, es un problema al que la Organización prestará mayor atención en las consultas con los gobiernos de sus Estados Miembros y con los demás organismos internacionales cuyo mandato prevé el suministro de bienes públicos mundiales.

1.75

La variedad, la escala y el costo de los problemas fundamentales que afectan actualmente a la agricultura, la seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos son abrumadores y compiten entre sí por atraer la atención política tanto en el plano internacional como en los distintos países. El hecho de que los asuntos de actualidad sean tan numerosos y que haya habido una serie de situaciones de urgencia que han exigido intervenciones inmediatas puede explicar en parte por qué son pocos los países -ya sea desarrollados o en desarrollo- que han abordado la cuestión del hambre crónica con la determinación y el compromiso necesarios para alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Es precisamente porque hay signos de indiferencia de la opinión pública y de vacilación en el compromiso, evidenciados por la reducción progresiva de los recursos nacionales e internacionales asignados al desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria, por lo que se ha convocado la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después.

1.76

Los más de 800 millones de personas que sufren desnutrición crónica no ocupan los titulares de los periódicos. Carecen de voz y en gran parte se encuentran encubiertos en sus propios países, y más aún en la comunidad internacional. Son los más pobres de los pobres. Pero en 1996, casi todas las naciones del mundo se comprometieron a alcanzar el objetivo de reducir a la mitad el número de personas desnutridas para el año 2015. Ese compromiso sigue en pie y debe ser respetado. El desafío con que nos enfrentamos actualmente es decidir, a pesar de las exigencias acuciantes y de todos los demás problemas críticos que tiene ante sí la agricultura en todo el mundo, cómo podemos hacer realidad ese compromiso.

1.77

Para contribuir a fortalecer la resolución de adoptar medidas decididas, la FAO ha tratado de centrar la atención en los dos desafíos principales: fomentar la voluntad política y movilizar los recursos necesarios para luchar contra el hambre.


NOTAS

16 OCDE. 2001. Agricultural policies in OECD countries: monitoring and evaluation. París.

17 Véase: IMF Survey, Vol. 30, No. 8, abril de 2001, que contiene una declaración del Director Gerente del FMI ante el Bundestag en Berlín: «Los países de la OCDE cometen un acto de demencia política y económica al gastar 360 000 millones de dólares al año en subsidios a la agricultura cuando la pobreza hace estragos en los países en desarrollo, en especial en las regiones rurales y agrícolas».

18  FAO. 2001. Towards making the Marrakech Decision more operationally effective. Roma.

19  Unión Europea. 2000. La Politique de développement de la Communauté Européenne. Bruselas.

20  Para un examen detallado de las cuestiones que la mundialización y la liberalización plantean a los países menos adelantados, véase: UNCTAD. 2000. Los países menos adelantados, Informe de 2000. Nueva York y Ginebra.

21  Se hace referencia a la iniciativa de los Estados Unidos para el crecimiento y la recuperación de África, que forma parte de la Ley de Comercio y Desarrollo de 2000 de los Estados Unidos, de la cual también se beneficiarían los países menos adelantados africanos.

22  Naciones Unidas. 2000. Declaración del Milenio de las Naciones Unidas. Resolución 55/2, adoptada por la Asamblea General en 2000. Nueva York.

23  Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (20º período de sesiones). Observación general 12 (E/C.12/1999/5), El derecho a una alimentación adecuada (art. 11), 12 de mayo de 1999, en particular párrs. 6 y 8.

24  Para un examen más amplio de las cuestiones relacionadas con el derecho a la alimentación, véase el Capítulo 2 de esta publicación: «Reforzar la voluntad política para combatir el hambre».

25  FAO. 2001. Estudios FAO: Cuestiones de Ética, Nos 1 y 2. Roma.

26  FAO. 2001. Informe del Cuadro de Expertos Eminentes sobre la Ética en la Alimentación y la Agricultura, primera reunión, 26-28 de septiembre de 2000, Roma.


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