No. 3/4, 1996 - Roma, marzo/abril 1996
Perspectivas alimentarias
No. 3/4, 1996 - Roma, marzo/abril 1996
Este año se prevé una recuperación de la producción de cereales. De concretizarse los pronósticos actuales, la producción de cereales de 1996 sería suficiente para las necesidades de consumo en 1996/97. El aumento previsto de la producción no permitiría, sin embargo, una reposición significativa de las reservas de cereales y la seguridad alimentaria mundial seguiría inestable.
El primer pronóstico de la FAO cifra la producción mundial de cereales de 1996 en 1 990 millones de toneladas, un 5 por ciento más que la producción menguada de 1995. Si las condiciones hasta la recolección son favorables, la producción de trigo debería aumentar en casi un 5 por ciento a 570 millones de toneladas, la de cereales secundarios en aproximadamente un 9 por ciento a 860 millones de toneladas, mientras que según pronósticos provisionales la de arroz cambiará poco respecto a 1995.
Persiste la inseguridad alimentaria en varios países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, como consecuencia de cosechas internas de cereales escasas, combinadas con el alto costo de las importaciones de cereales y una disminución de la ayuda alimentaria disponible. En algunos países la situación se ha visto agravada por la persistencia de disturbios civiles.
Según los pronósticos, en 1995/96 la utilización mundial de cereales disminuirá en un 2 por ciento. La mayor parte de la disminución se prevé en el empleo de cereales forrajeros por parte de los países desarrollados, que contrarrestaría con creces el aumento del empleo de cereales para consumo humano en los países en desarrollo.
Las disponibilidades totales de ayuda alimentaria en cereales en 1995/96 se pronostican en 7,6 millones de toneladas, 1,6 millones de toneladas menos que el año anterior. Los envíos de ayuda alimentaria a los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos descenderían en casi un 20 por ciento a 6,6 millones de toneladas, lo que cubriría sólo un 8 por ciento de sus importaciones totales de cereales, frente a un 11 por ciento en 1994/95.
Los precios de exportación del trigo y los cereales secundarios han seguido subiendo. En el caso del trigo, ello se debe principalmente a la preocupación por las perspectivas de la cosecha de los Estados Unidos, y en el caso de los cereales secundarios a la demanda de importaciones y a la escasez de existencias. Los precios del arroz cambiaron poco en marzo tras la ligera disminución experimentada el mes anterior.
La producción mundial de yuca debería aumentar nuevamente en 1996, tras el ligero incremento registrado en 1995. Se prevé una cierta recuperación del comercio mundial de productos de la yuca en 1996, tras la contracción experimentada en 1995 debido a la escasez de suministros y a los altos precios internos de los principales países exportadores.
Según los pronósticos, en 1995/96 disminuirá la producción mundial de semillas oleaginosas, aceites y harinas oleaginosas. La escasez debería mantener bajo presión los precios de las harinas oleaginosas y de la mayor parte de los aceites hasta el final de la campaña. En consecuencia, se prevé que disminuirá el consumo y el comercio de aceites/grasas y harinas oleaginosas.
