Perspectivas alimentarias No.3/4 1996

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SEMILLAS OLEAGINOSAS, ACEITES
Y HARINAS OLEAGINOSAS


La producción mundial de semillas oleaginosas, aceites y harinas oleaginosas descenderá en la campaña de 1995/96

La producción de las siete principales semillas oleaginosas en la campaña de 1995/96 debería alcanzar los 255 millones de toneladas, un 3,8 por ciento menos que la cosecha récord de 1994/95 (Cuadro A.16). Se prevé un descenso drástico de casi un 11 por ciento (14,7 millones de toneladas) en la producción mundial de soja, causado por las condiciones desfavorables del tiempo que perjudicaron los rendimientos y la producción en los Estados Unidos, China, el Brasil y el Paraguay. También se estima que disminuirá la producción de maní, coco y aceitunas. Sin embargo, es probable que dicha disminución se vea ampliamente compensada por una importante expansión de la producción de semillas oleaginosas de alto contenido oleícola (de casi un 4 por ciento en la semilla de algodón, un 7 por ciento en el girasol y un 13 por ciento en la colza).

La producción mundial de soja se pronostica en 123,4 millones de toneladas, la segunda cosecha mayor que se haya registrado, pero inferior en casi 6 millones de toneladas a las necesidades de consumo previstas en 1995/96. En consecuencia, es probable que las existencias finales sean inferiores en alrededor de 6 millones de toneladas a las de la campaña pasada, lo que determina la relación más baja entre existencias y consumo desde 1979.

La producción de soja de 1995/96 en los Estados Unidos (recolectada entre septiembre y noviembre de 1995) se calcula en 58,6 millones de toneladas, volumen inferior a los 68,5 millones de toneladas de la campaña anterior, debido en gran medida a los daños causados por el calor que afectó a los rendimientos. La cosecha brasileña, que comenzó en marzo de 1996, se pronostica en 23 millones de toneladas, casi 3 millones de toneladas menos que el año pasado a causa de la disminución de los rendimientos debida en parte a la sequía de fines de 1995 y al empleo limitado de insumos por parte de los agricultores. También se estima que la producción de China (cosechada entre agosto y noviembre de 1995) ha descendido en 3 millones de toneladas a unos 13 millones de toneladas debido a problemas del tiempo. Esta disminución de la producción de soja también se ha visto en parte compensada por la producción sin precedentes de la India, donde se calcula que la cosecha ha aumentado en un 25 por ciento hasta alcanzar los 4,6 millones de toneladas, debido a un incremento muy grande de la superficie plantada y a unas excelentes condiciones de crecimiento.

Según los pronósticos, en 1995/96 la produc-ción mundial de semilla de algodón aumentará en un 3,6 por ciento respecto a la campaña anterior a 34,8 millones de toneladas, registrándose los aumentos principalmente en la India, el Pakistán, Turquía y Australia debido al incremento de la superficie planta-da y a unos buenos rendimientos obtenidos gracias a las condiciones favorables del tiempo. En cambio, en la CEI y en China la producción se estancó, pese a un aumento muy grande de la superficie plantada.

La producción mundial de colza se calcula en 34 millones de toneladas, un 13 por ciento más que en la campaña anterior. Las excelentes condiciones de crecimiento y unos rendimientos muy buenos determinaron un aumento de la producción del orden del 25 por ciento respecto de la campaña pasada en China, del 22 por ciento en la CE (debido en parte al aumento de la superficie plantada) y de más del 3 por ciento en la India. En cambio, la producción del Canadá descendió en un 11 por ciento, debido a una disminución de la superficie sembrada y a unos rendimientos ligeramente inferiores.

Se prevé que la cosecha de girasol superará en un 7,5 por ciento a la de la campaña anterior, al-canzando cerca de 26 millones de toneladas en 1995/96, debido sobre todo al aumento del 62 por ciento de la producción de la CEI tanto por la mayor superficie sembrada como por los mejores rendi-mientos obtenidos. Según las estimaciones, las cose-chas de los otros tres principales productores de gira-sol, la Argentina, la CE y los Estados Unidos descen-derán considerablemente debido principalmente al tiempo desfavorable, mientras que la producción de China probablemente se mantendrá en el volumen de la campaña anterior.

Un decrecimiento considerable de la cosecha de maní en los Estados Unidos (casi un 16 por ciento menos que en la campaña anterior) y la India (un 15 por ciento menos que la producción de la campaña anterior) debido a los daños causados a los rendimien-tos han determinado una disminución de la producción mundial de maní a 27,2 millones de toneladas en 1995/96, casi un 6 por ciento menos que la producción récord de la campaña pasada.

La producción mundial de copra en 1995/96 podría descender en alrededor de un 6 por ciento res-pecto al año anterior a 4,9 millones de toneladas en el año civil de 1996, debido a la pronunciada disminución de la producción prevista en Filipinas. El descenso de la producción de copra de Filipinas es el resultado combinado de la tendencia descendente del ciclo bio-lógico del rendimiento de los cocoteros y el efecto re-tardado de la sequía registrada desde junio de 1994 a junio de 1995.

La producción mundial de pepitas de palma podría aumentar ligeramente a 4,8 millones de tone-ladas en el año civil de 1996, debido al incremento de la producción de Malasia.

Como consecuencia de la situación de la pro-ducción descrita anteriormente, en la campaña de 1995/96 la producción de grasas y aceites comesti-bles/saponificables debería descender ligeramente a 93,7 millones de toneladas respecto a los 94,1 millo-nes de toneladas de la campaña pasada (Cuadro A.15). Para atender a las necesidades mundiales de consumo en 1995/96, que se prevén algo mayores que la producción de la nueva cosecha, se tendrá que recurrir en parte a las reservas.

La producción mundial de harinas oleagi-nosas, previstas en 61,6 millones de toneladas equi-valentes en proteínas en 1995/96, sería inferior en un 5 por ciento a la producción récord del año pasado. La mayor parte de la disminución se debe a la menor pro-ducción de harina de soja y harina de pescado. La dis-minución debería compensarse sólo en parte por la mayor producción de harina de colza y una cierta ex-pansión de la producción de harina de algodón y de gi-rasol. La cantidad de existencias a principios de tem-porada debería, sin embargo, asegurar suficientes su-ministros mundiales de harinas protéicas para atender las necesidades previstas para la presente campaña.


Los altos precios de la soja afectan a los precios de los otros aceites y harinas oleaginosas

Debido a su elevado contenido de harina, los precios de la soja se determinan principalmente por el precio de la harina de soja. La creciente demanda de dicho producto, principalmente por parte de los países asiáticos, unida al descenso de las cosechas de soja en los Estados Unidos, China y el Brasil, aumentó los precios de la soja a una media de 248 dólares EE.UU. por tonelada durante la campaña de 1994/95 y a 292 dólares EE.UU. por tonelada durante el primer semestre de la campaña de 1995/96. En los mismos períodos los precios de la harina de soja fueron, por término medio, de 184 y 242 dólares EE.UU. por tonelada, respectivamente. Ahora bien, el aumento de molturación de soja en 1994/95, principalmente para satisfacer la demanda de harina, ha hado lugar a una gran cantidad de existencias de aceites, lo cual provocó al final de la campaña pasada un descenso notable de los precios del aceite de soja, ya bajo presión por la abundancia de suministros de aceite de colza, de girasol, de semilla de algodón y de palma.

Los precios de los aceites y grasas comesti-bles/saponificables en el mercado internacional en el primer semestre de la campaña actual (octubre de 1995 a marzo de 1996), según el índice de precios in-ternacionales de la FAO, fueron un 8 por ciento más bajos que en el primer semestre de la campaña ante-rior y un 5 por ciento inferior que la media de 1994/95.

PRECIOS INTERNACIONALES DE LOS PRODUCTOS DE SEMILLAS OLEAGINOSAS, 1990-1996

Indices de la FAO de precios
del mercado internacional
Promedio de precios
del mercado internacional
Aceites/grasas,
comest./sapon.
Tortas y harinas
oleaginosas
Soja
Aceite
de soja
Aceite
de palma
Tortas
de soja
( . . . . 1984-87=100 . . . . )
(. . . . . . . dólares EE.UU./tonelada . . . . . . .)
1990
1991
1992
83
87
89
109
109
114
247
239
236
447
454
430
289
339
394
200
197
205
1993/94 - oct.-marzo
- abril-sept.
106
116
114
106
271
247
566
598
382
520
211
193
1994/95 - oct.-marzo
- abril-sept.
1995/96 - oct.-marzo
135
127
122
100
106
135
239
256
292
670
611
580
671
620
564
179
189
242

FUENTE: FAO

La difícil situación de las existencias de soja debería limitar toda ulterior disminución de los precios del aceite de soja hasta el final de la campaña, y hasta podría dar lugar a un aumento en caso de que el consumo excediera las previsiones o se perdieran las cosechas. Los precios de los aceites de maní, de oliva y marinos también deberían subir ulteriormente debido a la escasez, mientras que el aumento de los precios de los aceites de palma y de colza probablemente se verá mitigado por la gran cantidad de existencias. Como consecuencia de esta evolución de los precios, las primas del aceite de soja deberían aumentar ulteriormente respecto a otros aceites, en particular con respecto a los aceites de palma y de colza.

Desde el comienzo de la campaña han aumentado de forma pronunciada los precios de las harinas oleaginosas, sostenidos firmemente por los altos precios de los cereales, la demanda sostenida de piensos compuestos y una cosecha menor de soja, factores que se combinaron con unas cosechas menguadas de maní y copra. Durante el primer semestre de la actual campaña los precios internacionales de la harina de soja aumentaron en más de un 32 por ciento respecto al período correspondiente de la campaña pasada y en alrededor de un 24 por ciento respecto al precio medio de 1994/95.


El consumo de aceites y harinas oleaginosas decrecerá en 1995/96 a causa de la escasez y los precios altos

El consumo mundial aparente de aceites y grasas en 1995/96 debería aumentar en un 3,5 por ciento (frente a un 4 por ciento en 1994/95) hasta al-canzar cerca de 94 millones de toneladas, sostenido por el crecimiento de la población mundial y de los in-gresos, así como por la continua subvención de los usos no alimentarios de los aceites de colza y de gira-sol en la CE. Es probable que la demanda aumente más rápidamente en los países en desarrollo, en parti-cular de Asia y América Latina, que en los países de-sarrollados, mientras que en 1995/96 podría detenerse la disminución de la demanda de aceites y grasas re-gistrada en los países de Europa oriental y, en particu-lar, en la CEI. Según las previsiones, el aumento más pronunciado se producirá en el consumo de aceites de colza y de palma, es decir, aquéllos cuyos precios se-rán más atractivos. Se pronostican incrementos mode-rados en el consumo de la mayor parte de los otros aceites, salvo los de soja, coco, oliva y pescado. En general, se prevé que en 1995/96 los aceites de palma y de colza recuperarán la parte de mercado conquis-tada anteriormente por otros aceites, particularmente el aceite de soja. Por lo que se refiere a las grasas y aceites animales, continúa la tendencia descendente de la parte del consumo total que les corresponde.

Según los pronósticos, en 1995/96 aumentará sólo en un 2 por ciento el consumo mundial de harinas oleaginosas, frente a un 8,7 en 1994/95. La limitación prevista se debe a los efectos combinados de la disminución de las existencias de harinas oleaginosas y el alza de los precios causado por el aumento de los precios de los cereales. Se prevé que la mayor parte de la expansión del consumo corresponderá a los países de Asia y América Latina, y en cuanto a los productos el incremento del consumo respecto a la campaña anterior será más pronunciado en el caso de la harina de colza que en el de la harina de soja.


En 1995/96 se prevé que disminuirán más drásticamente las existencias de aceites que las de harinas oleaginosas

Para finales de la campaña de 1994/95, las existencias mundiales de aceites y grasas se habían recuperado totalmente del bajo nivel de la campaña anterior, ya que los suministros totales superaron por lejos el consumo mundial. En 1995/96, sin embargo, es probable que la producción de aceites y grasas de la nueva cosecha sea insuficiente para cubrir el aumento del consumo previsto. Por consiguiente, se prevé que se reducirán las existencias de aceites y grasas y disminuirá la relación entre existencias y consumo.

Para el otoño de 1996, las existencias mundiales de harinas oleaginosas deberían reducirse a unas dos terceras partes de su nivel al final de la campaña anterior, ya que la producción de harina de soja en particular sería inferior a las necesidades de consumo previstas.


El comercio de aceites/grasas y harinas oleaginosas disminuirá en 1995/96

Tras la considerable expansión registrada en 1994 y 1995, en 1996 el comercio mundial de aceites y grasas podría disminuir a 32,6 millones de toneladas. La disminución de las exportaciones mundiales netas se debería principalmente al decrecimiento de las disponibilidades exportables de aceite de soja de la Argentina, el Brasil, el Paraguay y los Estados Unidos, previsto en unos 3,5 millones de toneladas. Según las previsiones, las exportaciones de aceites de palma y de colza aumentarán debido a la gran cantidad de existencias y a los crecientes descuentos en los precios, mientras que los envíos de aceites de soja y maní se verían limitados por la escasa disponibilidad y la previsión de un aumento de precios. En algunos países es probable que

disminuyan las necesidades de importación como con-secuencia de las abundantes cosechas internas y las considerables existencias remanentes a raíz de la gran cantidad de importaciones efectuadas en las dos últi-mas campañas, situación que se aplica principalmente a los países asiáticos. Si se reanudan en 1996 las exportaciones de petróleo de Iraq, ello podría dar lugar a importaciones adicionales de 250 000 a 300 000 toneladas de aceites vegetales por parte de ese país para atender a las necesidades de consumo previstas.

Según las previsiones, en 1996 la exportación neta de harinas oleaginosas disminuirá ligeramente respecto al volumen récord de 34,5 millones de toneladas de la campaña anterior, debido a las menores disponibilidades exportables de harinas de soja, de pescado, de maní y de copra en los principales países exportadores.


Perspectivas para el mercado de semillas oleaginosas en 1996/97

Las plantaciones mundiales de semillas oleaginosas podría estancarse en la campaña de 1996/97, en particular en los Estados Unidos, el Canadá y, posiblemente, China, ya que los altos precios de los cereales deberían determinar una expansión de las plantaciones de cereales competitivos a expensas de las semillas oleaginosas. A menos que los precios de la soja mejoren en relación con los del maíz, o que el mal tiempo retrase la siembra del maíz, lo que a la larga determinaría una vuelta al cultivo de la soja, las plantaciones de soja de la próxima campaña en los Estados Unidos podría disminuir en hasta 1 millón de hectáreas (3 por ciento) respecto al año pasado. Asimismo, las plantaciones de semillas oleaginosas en el Canadá podrían decrecer en cerca de un 15 por ciento en favor de los cereales.

La disminución de la producción de semillas oleaginosas y el continuo aumento de la demanda de harinas oleaginosas y aceites, incluso a un ritmo menor que en los últimos años, podrían dar lugar nuevamente a una escasez de existencias. Por lo tanto, las perspectivas del mercado mundial de soja en 1996/97 apuntan a precios firmes, lo que también sostendría los precios de la mayoría de los cultivos oleaginosos. En dichas circunstancias, los mercados serán extremadamente sensibles a las condiciones del tiempo de la próxima campaña, así como a las fluctuaciones del dólar EE.UU., y estos dos factores podrían contribuir a una gran inestabilidad de los precios de todos los productos derivados de las semillas oleaginosas.


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