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COMERCIO


EXAMEN DE LA CAMPAÑA 1995/96

La última estimación de la FAO sobre las importaciones mundiales de cereales en 1995/96 se mantiene en 201 millones de toneladas, casi 2 millones de toneladas menos que en 1994/95. Esta disminución se debe principalmente a la previsión de un decrecimiento del comercio arrocero tras las importaciones récord de 1995. En cambio, se calcula que en 1995/96 las importaciones de trigo y cereales secundarios se mantendrán cercanas al volumen del año anterior. Se estima que el fuerte aumento de los precios de los cereales en la presente campaña ha tenido pocas repercusiones en el volumen total del comercio. Sin embargo, la diferencia de precios entre los distintos cereales, especialmente maíz y trigo, hizo que el comercio se desplazara en cierto sentido de los cereales más caros a los más baratos. Las subvenciones a las exportaciones, parte integrante del mercado de cereales desde mediados de los años ochenta, estuvieron prácticamente ausentes en la presente campaña debido a una disminución de las existencias exportables y al aumento de los precios internacionales.

Las importaciones mundiales de trigo y harina de trigo (en equivalente en grano) en 1995/96 (julio/junio) se cifran en 94 millones de toneladas, casi el mismo volumen que en 1994/95. En los países desarrollados las compras totales de trigo se calculan en 20 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al de 1994/95. Se calcula que las importaciones de Europa serán mayores que el año anterior ya que el aumento de las compras de trigo por parte de la CE y la República Eslovaca se vio compensada con creces por la disminución de las importaciones de Polonia y Rumania, mientras que los envíos totales de trigo a la CEI podrían mantenerse en el nivel del año anterior, en torno a los 5 millones de toneladas.

Las importaciones totales de los países en desarrollo podrían alcanzar los 74 millones de toneladas, o sea casi un 80 por ciento del comercio mundial de trigo. Ese volumen sería ligeramente mayor que el del año anterior, debido principalmente a las importaciones algo mayores de Africa y Asia. En Africa, se estima que las importaciones de Marruecos, país afectado por la sequía, han triplicado las de 1994/95, alcanzando los 3 millones de toneladas. Por otra parte, es probable que las importaciones de casi todos los otros países deficitarios de trigo de Africa hayan descendido respecto al año anterior, debido principalmente al mayor volumen de cosechas obte-nido en 1995, particularmente en Argelia, Egipto y Etiopía. En Asia, se calcula que las compras de China, el mayor importador mundial de trigo, aumen-tarán al final de la campaña en 2 millones de tonela-das a 13 millones de toneladas. En cambio, las impor-taciones totales de trigo de América Latina y el Caribe se calculan en casi 15 millones de toneladas, 900 000 menos que en 1994/95, debido principalmente a una disminución de las importaciones de Brasil.

Las existencias exportables de trigo en 1995/96 se vieron fuertemente condicionadas por la disminución de la producción en los principales países exportadores, y el déficit sólo pudo cubrirse recu-rriendo a las existencias. Sin embargo, en los Estados Unidos, pese a una disminución de la producción de 1995 y a la fuerte demanda interna, las exportaciones mantuvieron un ritmo extraordinariamente rápido en el primer semestre de la campaña (julio-diciembre). Con objeto de reafirmar su condición de proveedor seguro, las existencias se redujeron a niveles funcionales y se han cumplido los compromisos, aunque a precios mucho más altos. En cambio, pese a una cosecha mayor, los envíos del Canadá descendieron respecto al año pasado, debido a una fuerte demanda interna y a una disminución de los remanentes de la campaña anterior. En la CE, la preocupación por el abasteci-miento interno determinó un ajuste de las exportacio-nes mediante la imposición de derechos de exporta-ción. Este hecho, combinado con una menor produc-ción en Argentina, que recogió la cosecha en noviem-bre, provocó un aumento ulterior de los precios de exportación en el segundo semestre de la campaña. Sin embargo, la recuperación de la producción de trigo de Australia y las disponibilidades exportables de algunos de los exportadores menores, como Hungría, la India, Rumania, Bulgaria, Turquía y Polonia, mitiga-ron en alguna medida los fuertes movimientos al alza de los precios internacionales.

La estimación de las importaciones mundia-les de cereales secundarios en 1995/96 (julio/junio) se ha aumentado este mes en 1 millón de toneladas a casi 89 millones de toneladas. Mientras las im-portaciones totales de cereales secundarios se acercan al volumen del año anterior, se estima que las compras de cebada disminuirán por quinto año consecutivo, reduciéndose a sólo 13 millones de toneladas, más de 1 millón de toneladas menos que el año pasado y el volumen más bajo en más de un decenio. Las importaciones de sorgo se calculan en poco más de 6 millones de toneladas, volumen también inferior al del año anterior en más de 500 000 toneladas. Sin embar-go, estas disminuciones se han visto compensadas en gran medida por los aumentos de las importaciones de maíz, que se estiman en 67 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que en 1994/95.

Las importaciones totales de los países desarrollados se calculan actualmente en alrededor de 33 millones de toneladas, unas 500 000 toneladas menos que en 1994/95, debido principalmente a una disminución de las compras de maíz por parte del Japón. Pero las importaciones totales de cereales secundarios de los países desarrollados han ido descendiendo continuamente desde 1989/90, como consecuencia principalmente de la disminución de las compras de la CEI, que en 1995/96 se calculan iguales a las del año anterior (500 000 toneladas), frente a más de 15 millones de toneladas importadas anualmente durante los años ochenta.

En cambio, se estima que las importaciones totales de cereales secundarios de los países en desarrollo aumentarán por quinto año consecutivo a más de 55 millones de toneladas, aproximadamente 1 millón de toneladas más que el volumen del año anterior. Lo que se explica por el aumento de la demanda del Lejano Oriente. Las importaciones totales de los países en desarrollo de Asia en 1995/96 se calculan en 34 millones de toneladas, es decir 2 millones de toneladas, o sea un 7 por ciento, más que las importaciones del año anterior. Ello se debe principalmente al aumento de las compras de China, estimadas actualmente en más de 11,5 millones de toneladas. Asimismo, se estima que en 1995/96 los envíos a la República de Corea alcanzarán el nivel máximo de 9,5 millones de toneladas, 700 000 toneladas más que en 1994/95. A expensas principalmente de una disminución de las compras de trigo forrajero, más caro que el maíz.

En Africa, las importaciones totales de los países en desarrollo se calculan en casi 9 millones de toneladas, unas 500 000 toneladas menos que en 1994/95. Gran parte de esta disminución correspondería a una disminución de las compras de Argelia debido a una pequeña recuperación de su producción de cebada. En cuanto a América Latina y el Caribe, se estima que solamente Brasil importará en 1995/96 un volumen sensiblemente menor de cereales secundarios debido a una cosecha extraordinaria de maíz, mientras que, según las estimaciones, México, el mayor importador de cereales de la región, comprará casi el mismo volumen del año anterior.

Por lo que se refiere a las exportaciones, el drástico descenso de la producción de cereales secundarios de los Estados Unidos en 1995, combinado con una imprevista demanda fuerte de piensos en casi todos los principales países exportadores provocó una gran escasez, particularmente en el segundo semestre de la campaña comercial. El ritmo muy rápido de los envíos del segundo semestre de 1995, especialmente de los Estados Unidos, indica que muchos países en desarrollo entraron en el mercado mucho antes de lo

SITUACION GENERAL DE LAS IMPORTACIONES MUNDIALES DE CEREALES

Trigo Cereales secundarios Arroz (elaborado) Total

1995/ 96 1996/ 97 1995/ 96 1996/ 97 1996 1997 1995/ 96 1996/ 97

( . . . . . . . . . . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . . . . . . . . )
Asia 46,2 46,3 55,4 53,7 9,0
110,7
Africa 19,9 17,0 9,9 7,2 3,7
33,5
América Central 4,4 4,8 7,7 7,1 1,4
13,6
América del Sur 10,7 10,9 4,7 5,3 1,6
17,1
América del Norte 1,8 2,4 3,7 2,9 0,5
6,0
Europa 5,2 4,7 6,4 5,0 1,2
12,8
CEI 5,1 2,4 0,5 0,3 0,2
5,9
Oceanía 0,5 0,5 0,3 0,1 0,3
1,1
TOTAL MUNDIAL 93,9 91,0 88,7 84,0 18,0 18,0 1/ 200,7 193,0
Países en desarrollo 74,1 73,5 55,4 53,6 14,9 15,0 144,4 142,0
Países desarrollados 19.9 17,4 33,4 30,4 3,1 3,0 56,3 51,0

FUENTE: FAO
1/ Muy provisional; se ha supuesto que las importaciones de arroz se mantengan al mismo nivel que en 1996.

habitual, en previsión fundamentalmente de que los precios aumentaran en el resto de la campaña. No obstante, pese a la carestía y al aumento de los precios, el comercio siguió activo durante el primer semestre de 1996 al contarse con suministros adicionales de Argentina y Australia, así como de otros exportadores más pequeños, como Rumania, Polonia y Turquía.

La estimación de la FAO sobre el comercio mundial de arroz en 1996 se ha aumentado ligeramente a 18,0 millones de toneladas, todavía 2,7 millones de toneladas menos que la cuantía sin precedentes comercializada en 1995. La disminución debería de producirse por la menor demanda de importaciones de Bangladesh, China e Indonesia, debido a una mejora de las perspectivas para las cosechas de esos tres países. Sin embargo, el alcance de la disminución todavía es incierto y dependerá de las perspectivas para las cosechas a lo largo del año. En el caso de Bangladesh, aunque las perspectivas para la cosecha Boro parecen haber mejorado respecto al año pasado, unos informes más recientes señalan que en algunas zonas las precipitaciones han sido deficientes. Según los primeros indicios, en el primer semestre se han contratado importaciones por unos 0,5 millones de toneladas de arroz. Por lo que se refiere a Indonesia, los datos provisionales sobre las importaciones señalan que en el primer trimestre se han recibido más de 0,7 millones de toneladas de arroz, casi en su totalidad compras arrastradas del año anterior. Aunque se han efectuado otras compras de arroz en forma de trueque, es probable que las cantidades totales que se comprarán en 1996 sean muy inferiores a los 3 157 000 toneladas importados en 1995. La incógnita mayor se refiere a la demanda de importaciones del Iraq, donde las importaciones de arroz en 1996 podrían recuperarse a causa del reciente acuerdo sobre ventas limitadas de petróleo (para mayores detalles véase la página 22). Todavía no se sabe en qué medida Iraq podrá cubrir su gran déficit de alimentos con importaciones de arroz. En el pasado, las compras anuales de arroz hechas por Iraq oscilaban entre 0.7 y 0,8 millones de toneladas, pero como últimamente han subido los precios de otros cereales las compras de arroz podrían aumentar.

La disminución de la demanda internacional de importaciones a principios de 1996 ya ha tenido repercusiones importantes en las exportaciones de muchos países. Las exportaciones de arroz de Tailandia han descendido de forma pronunciada respecto a las cuantías expedidas en el período correspondiente del año anterior. Al 19 de mayo, los envíos del país totalizaban 2,2 millones de toneladas, frente a 2,6 millones de toneladas en el mismo período de 1995. También se han visto afectadas las exportaciones de la India, los Estados Unidos y Viet Nam. Según los pronósticos, la India, que en 1995 fue el segundo exportador mundial de arroz, exportará alrededor de 2,5 millones de toneladas de arroz en 1996, frente a 4,2 millones de toneladas el año anterior. Los problemas logísticos siguen siendo una limitación importante a las actividades exportadoras del país. Aunque los suministros de arroz siguen siendo abundantes en el país, han disminuido algo respecto al año anterior a causa de una ligera merma de la producción y un descenso de las reservas. Hasta finales de marzo, la compra del gobierno totalizaba 8,05 millones de toneladas de arroz, frente a 11,55 millones de toneladas del año anterior. Tanto Punjab como Haryana, los estados productores excedentarios y exportadores de arroz del norte, han obtenido cosechas menguadas en 1995.

PERSPECTIVAS DEL COMERCIO EN 1996/97

Estimado en 193 millones de toneladas, el primer pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de cereales en 1996/97 señala una contracción del orden de los 8 millones de toneladas, o sea de un 4 por ciento, respecto al volumen de importaciones calculado para la presente campaña. Debería de disminuir tanto el comercio de trigo como de cereales secundarios, particularmente maíz, mientras que para 1997 se pronostica provisionalmente un comercio mundial de arroz sin variaciones. La mayor parte del decrecimiento de las importaciones se debería a una disminución de las compras previstas en los países desarrollados, aunque también se pronostica que disminuirán ligeramente las importaciones totales de los países en desarrollo. El descenso de las importaciones se debería al aumento de las cosechas previsto actualmente en algunas regiones, en particular la CE, la CEI y Africa del Norte.

Según los primeros indicios, en 1996/97 (julio/junio) el comercio mundial de trigo descendería en alrededor de 3 millones de toneladas respecto al calculado para la actual campaña 1995/96, reduciéndose a 91 millones de toneladas. Según los actuales indicios, se prevé que las importaciones de trigo descenderán tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Las compras totales de los países desarrollados en 1996/97 se pronostican en alrededor de 17 millones de toneladas, 2,5 millones de toneladas menos que el año anterior, en previsión principalmente de una mejora de las cosechas en muchos países. Se pronostica provisionalmente que las importaciones de la CEI descenderán en un 50 por ciento aproximadamente a 2,4 millones de toneladas, mientras que en Europa la disminución de las importaciones de la CE compensará con creces el probable aumento de las compras de Polonia.

También se prevé una moderada disminución de las importaciones de trigo de los países en desarrollo. Situado en unos 73,5 millones de toneladas, el pronóstico actual de sus importaciones totales sería inferior en sólo 600 000 toneladas a la cuantía calculada para 1995/96. En Asia, pese a una disminución prevista de los envíos de China y el Pakistán, debido principalmente a unas perspectivas favorables para las cosechas, se pronostica que las importaciones totales se mantendrán cercanas al volumen de este año. Ello se debe principalmente a un probable incremento de las expediciones al Iraq tras el reciente acuerdo sobre ventas limitadas de petróleo. Las importaciones de trigo del Iraq se cifran provisionalmente en 1,5 millones de toneladas, menos de lo que hace falta pero más del doble del volumen que se calcula ha sido importado en 1995/96 y todavía inferior a los 2 millones de toneladas importados anualmente durante los años ochenta. Mientras los envíos a América Latina y el Caribe deberían de mantenerse cercanos a los niveles de 1995/96, se pronostica que las importaciones totales de Africa descenderán de forma pronunciada en 1996/97. Ello se debería principalmente a una recuperación de las cosechas de 1996 en Africa del Norte que deberían de redundar en compras mucho menores.

Pese a un incremento previsto de la producción, se prevé que en 1996/97 las existencias totales de trigo de los principales exportadores se mantendrán cercanas al nivel reducido del año anterior a causa del bajo nivel de las existencias de apertura. No obstante, suponiendo sólo un pequeño aumento del consumo interno, sus disponibilidades exportables combinadas deberían de ser suficientes para cubrir el escaso volumen de importaciones previsto actualmente. Además, las perspectivas favorables para las cosechas de algunos de los países exportadores menores, como Turquía, Hungría, Rumania y la India, indican que en esos países aumentarán las existencias de exportación.

El pronóstico inicial de la FAO relativo al comercio mundial de cereales secundarios en 1996/97 (julio/junio), cifrado actualmente en 84 millones de toneladas, señala una disminución de casi 5 millones de toneladas, o sea un 5 por ciento, respecto al año anterior. Ahora bien, este cálculo depende mucho de los pronósticos actuales de producción, que todavía son provisionales ya que en algunos países las cosechas de 1996 recién se han plantado o no se han plantado todavía.

En comparación con el año anterior, se prevé que en 1996/97 las importaciones de los países desarrollados son las que más descenderán, en 3 millones de toneladas, a casi 30,4 millones de toneladas. La disminución mayor se prevé en Europa donde se pronostica que una fuerte contracción de las importaciones compensará sobradamente las compras mayores que deberían de efectuar Polonia y Rumania. También es probable que sigan decreciendo en 1996/97 las importaciones de cereales secundarios de la CEI y el Japón. Las importaciones totales de los países en desarrollo en 1996/97 se pro-nostican en alrededor de 53,6 millones de toneladas, unos 2 millones de toneladas menos de lo calculado para este año. Ello se debería principalmente a una disminución de las compras previstas en algunos paí-ses de Asia, especialmente China y Arabia Saudita, así como en Africa, especialmente en la subregión austral donde la cosecha de cereales secundarios de 1996 se ha recuperado.

A pesar del bajo nivel de las existencias de apertura, se pronostica provisionalmente que el sumi-nistro total de cereales secundarios de los grandes ex-portadores se recuperará notablemente en 1996/97 ya que actualmente se prevé que aumentará la produc-ción de casi todos los principales exportadores. Ade-más, como en el caso del trigo y contrariamente a la situación de 1995/96, se prevé un aumento de las existencias de algunos de los exportadores menores, entre ellos Hungría y Sudáfrica. Ello, sumado a la con-tracción prevista del comercio mundial de cereales se-cundarios, debería de traducirse en alguna mejora de los remanentes de los grandes exportadores en 1996/97, mientras que la presión sobre los precios po-dría también aflojar una vez terminadas las cosechas principales, particularmente en los Estados Unidos.

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