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CEREALES


RESUMEN DE LA SITUACION DE LA OFERTA Y LA DEMANDA

Los últimos indicios sobre las cosechas de cereales de 1996 siguen señalando una recuperación de la producción mundial tras la cosecha marcada-mente menguada del año pasado, pero la situación mundial de la oferta y la demanda seguirá siendo di-fícil. El pronóstico provisional de la FAO relativo a la producción mundial de cereales en 1996, basado so-bre la situación actual de los cultivos ya sembrados y suponiendo un tiempo normal en los próximos meses, es de 1 828 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), volumen superior en un 6,5 por ciento al de 1995 y cercano a la tendencia. El incremento ma-yor se prevé en los cereales secundarios, principal-mente en los países desarrollados, aunque, según los pronósticos, también la producción de trigo aumentará sensiblemente y la producción arrocera podría aumen-tar marginalmente. De concretizarse los pronósticos de la FAO para 1996, el volumen de la producción to-tal de cereales alcanzaría para atender a las necesida-des de consumo previstas para 1996/97 y se podrían reponer un poco las existencias. Sin embargo, la re-cuperación sería muy moderada en comparación con la fuerte reducción registrada este año y las reser-servas de cereales se mantendrían por debajo de los niveles mínimos de seguridad en 1996/97. Por consiguiente, aún suponiendo un tiempo normal en lo que resta de la campaña, los actuales indicios señalan que la seguridad alimentaria mundial seguiría siendo precaria al menos un año más.

PRODUCCION, SUMINISTROS, COMERCIO Y EXISTENCIAS MUNDIALES DE CEREALES

1994/95 1995/96 estim. 1996/97 pronóst.

(. . millones de toneladas . .)
Producción 1/ 1 778 1 717 1 828
Trigo 527 547 571
Cereales


secundarios 890 799 883
Arroz (elabor.) 361 371 374 2/
Suministros 3/ 2 117 2 028 2 088
Utilización 1 802 1 769 1 805
Comercio 4/ 203 201 193
Existencias


finales 311 260 271











FUENTE: FAO
1/ Los datos corresponden al año civil indicado en primer lugar. Incluye el arroz elaborado
2/ Pronóstico provisional.
3/ Producción y existencias iniciales.
4/ Base julio/junio.


Las perspectivas de que la oferta y la demanda de cereales seguirán siendo difíciles tienen consecuencias importantes para muchos países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), particularmente del Africa subsahariana, donde la situación de los suministros alimentarios ya es difícil debido a una notable disminución de la producción unida a una reducción de las disponibilidades mundiales de ayuda alimentaria y al fuerte aumento de los costos de importación de cereales. A pesar de algunas buenas cosechas, en 1996 algunos países del Africa seguirán necesitando asistencia alimentaria de urgencia. (Véase la Crónica especial sobre la situación de los suministros alimentarios en el Africa subsahariana en la página 26). En Asia, la producción interna de alimentos sigue siendo limitada en el Afganistán, debido a la escasez de insumos, a los daños causados a la infraestructura y a la persistente inseguridad que sigue desplazando a la población, la cual, junto con los indigentes y repatriados, seguirá necesitando una asistencia internacional en los meses venideros. En el Iraq, la situación alimentaria y nutricional ha empeorado en los últimos meses, pero se prevé alguna mejora gracias a la reciente firma del acuerdo "petróleo por alimentos" (para mayores detalles véase página 22). En Corea, R.P.D., las grandes inundaciones registradas en 1995, la carestía, y la falta de recursos para importar comercialmente alimentos han creado una situación crítica, y en los próximos meses será necesaria una ayuda internacional importante para evitar posibles muertes por inanición. También en Mongolia, la escasez de insumos y las dificultades económicas siguen limitando la producción de alimentos y las importaciones comerciales, lo que se traduce en una situación difícil de los suministros alimentarios. Unos incendios generalizados producidos recientemente podrían empeorar la situación. En Laos, a raíz de la cosecha de arroz de 1995, muy menguada debido a las inundaciones, hubo una gran escasez de alimentos en algunas provincias, siendo necesaria una asistencia de urgencia. En Bosnia y Herzegovina, aunque la situación de los suministros alimentarios se ha aliviado desde el acuerdo de paz firmado en noviembre de 1995, unos 1,9 millones de refugiados y personas afectadas por la guerra siguen necesitando asistencia alimentaria de urgencia en 1996. En Armenia, se prevé una recuperación de la cosecha de cereales en 1996. Un sector de la población carece de recursos para comprar alimentos y sigue necesitando ayuda, como asimismo los refugiados y las personas internamente desplazadas. En Azerbaiyán y Georgia, aunque en 1996 se prevé una cierta recuperación de la producción de alimentos, la situación de los suministros alimentarios sigue siendo difícil debido a los problemas económicos y a una disminución de las importaciones. En Tayikistán, la situación de los suministros de alimentos es extremadamente grave, y las poblaciones más vulnerables corren el riesgo de morir de inanición si no llega la ayuda internacional.

Como ya se indicó más arriba, la FAO pronostica actualmente que la producción mundial de cereales en 1996 se recuperará a 1 828 millones de toneladas (incluido arroz elaborado), volumen superior en un 6,5 por ciento a la estimación revisada de la escasa producción de 1995. Este año se prevé un aumento de las cosechas mundiales de trigo y cereales secundarios, mientras que el pronóstico relativo a la producción arrocera registra pocos cambios respecto de 1995. La mayor parte del incremento se prevé en los países desarrollados, mientras que en los países en desarrollo el aumento será sólo marginal. Sin embargo, como en el hemisferio norte todavía no ha terminado la siembra de algunos cereales secundarios, del trigo de primavera y el arroz, y en el hemisferio sur las siembras de trigo de invierno todavía se encuentran en la fase inicial, el pronóstico relativo a la producción de 1996 podría estar sujeto a revisiones importantes en el caso de que en los próximos meses imperaran condiciones atmosféricas anormales.

El último pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de trigo de 1996 es de 571 millones de toneladas, frente a la estimación revisada de 547 millones de toneladas del año anterior. Aunque las perspectivas han empeorado considerablemente para la cosecha de invierno de los Estados Unidos, y algo también en Europa, ello se ha visto compensado por una mejora de las perspectivas para Africa del Norte, Asia y América Latina. En los Estados Unidos, la persistencia del mal tiempo hasta finales de mayo en los principales estados productores de trigo de invierno afectó gravemente la situación de las cosechas de invierno y retrasó considerablemente la siembra del trigo de primavera. Asimismo, en Canadá la siembra de la cosecha principal de trigo de primavera se ha retrasado por el mal tiempo. Sin embargo, dado que los fuertes precios internacionales del trigo siguen siendo un incentivo para los productores, si las condiciones del tiempo se normalizan en las próximas semanas se prevé que los productores norteamericanos seguirán sembrando cultivos de primavera aún después de las fechas normales de siembra y podrían llegar a sembrar un volumen cercano a las intenciones originales de siembra. En Europa, la situación de la cosecha de trigo de invierno ha empeorado algo desde principios de abril debido a que las condiciones invernales se prolongaron. Ahora se prevé que los rendimientos medios serán algo inferiores a lo que se había previsto anteriormente. Sin embargo, estas recientes reducciones de los pronósticos para América del Norte y Europa se han visto casi completamente compensadas por los aumentos de los pronósticos en algunas otras partes del globo, particularmente en Africa del Norte y América del Sur.

El pronóstico de la FAO relativo a la producción de cereales secundarios en 1996 ha aumentado desde el último informe a 883 millones de toneladas. Ello se debe principalmente a un primer pronóstico oficial más alto sobre la producción de cereales secundarios de los Estados Unidos, y a una recolección de cosechas mejores de lo previsto en el Africa austral. En los Estados Unidos, sin embargo, a finales de mayo la siembra del maíz estaba todavía muy retrasada respecto a lo normal en algunas de las principales zonas productoras del medio oeste, lo cual plantea algunas dudas sobre el pronóstico de la producción. Sin embargo, lo mismo que en el caso del trigo, pese a que ahora queda menos tiempo para el crecimiento de los cultivos que todavía tienen que plantarse, se prevé que los agricultores, frente a unos precios interesantes, seguirán plantando maíz mucho más allá de las fechas normales de siembra y las plantaciones podrían todavía alcanzar los niveles previstos. Por lo que se refiere al arroz, el pronóstico de la FAO relativo a la producción en 1996 es de 374 millones de toneladas de arroz elaborado (arroz cáscara: 557 millones de toneladas), volumen ligeramente superior al del año pasado. Este pronóstico es muy provisional y supone que las condiciones del tiempo durante la campaña serán normales como en 1995. Aunque la siembra del arroz cáscara de la campaña agrícola de 1996 ya ha comenzado en algunos países del hemisferio norte, la mayor parte de la cosecha de 1996 todavía no se ha sembrado en espera de que las lluvias monzónicas lleguen a Asia. Hasta el momento, los informes meteorológicos indican que el monzón está avanzando normalmente hacia la Bahía de Bengal. En el hemisferio sur y en la zona ecuatorial la campaña principal de la producción arrocera de 1996 está a punto de terminar.

El primer pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de cereales en 1996/97 es de 193 millones de toneladas, 8 millones de toneladas menos que el volumen de las importaciones calculado para 1995/96, que se mantiene en 201 millones de toneladas. Se prevé que disminuirá tanto el comercio de trigo como el de cereales secundarios, mientras que en esta fase inicial se supone que el comercio mundial de 1997 se mantendrá sin modificaciones respecto a este año. Se pronostica que las importaciones de trigo y harina de trigo (en equivalente en grano) descenderá en 1996/97 a 91 millones de toneladas, 3 millones de toneladas menos que el año anterior. La mayor parte de esta reducción se producirá en los países desarrollados donde se prevé un aumento de las cosechas en algunos de los grandes importadores, mientras que en los países en desarrollo se prevé que también descenderán ligeramente las importaciones de trigo. Por lo que se refiere a los cereales secundarios, la FAO pronostica el comercio mundial de 1996/97 en 84 millones de toneladas, casi 5 millones de toneladas menos que el volumen comercializado el año anterior. Igual que en el caso del trigo, la disminución mayor se prevé en los países desarrollados aunque también se pronostica que descenderán marginalmente las expediciones a los países en desarrollo. Como se mencionó más arriba, es demasiado pronto para hacer un pronóstico sobre el comercio mundial de arroz en el año civil de 1997, pero la FAO presume que los envíos mundiales de arroz se mantendrán en torno al nivel del año corriente, pronosticado actualmente en 18 millones de toneladas, casi 3 millones de toneladas menos que el nivel récord de 1995.

El pronóstico inicial de la FAO relativo a la utilización mundial de cereales en 1996/97 indica un incremento de 36 millones de toneladas a 1 805 millones de toneladas, o sea un 2 por ciento más que en 1995/96, pero todavía un crecimiento ligeramente inferior a la tendencia en aproximadamente un 1 por ciento. Este incremento se debería principalmente a que se prevé que seguirá siendo fuerte la demanda de cereales destinados al consumo humano entre los países en desarrollo y la de cereales para piensos en América del Norte debido a la previsión de precios relativamente más bajos para los cereales secundarios. Cabe destacar, sin embargo, que el pronóstico relativo a la utilización es muy provisional. Si los supuestos relativos a la producción de cereales en 1996 no se concretizan debido al mal tiempo u otros factores, el pronóstico relativo a la utilización probablemente tendría que revisarse.

Los precios internacionales del trigo se han fortalecido nuevamente desde marzo. Después de alcanzar un nivel récord de 297 dólares EE.UU. por tonelada a finales de abril, debido a un empeoramiento de las perspectivas para la cosecha de trigo de invierno y a los retrasos de la siembra de trigo de primavera en los Estados Unidos y a un comercio activo, el mercado bajó en mayo cuando las condiciones atmosféricas mejoraron algo en los Estados Unidos y empezó la cosecha temprana en algunas partes del hemisferio norte. A finales de mayo el precio del trigo No. 2 (f.o.b.) de los Estados Unidos había bajado a cerca de 235 dólares EE.UU. por tonelada, pero aún así era 16 dólares EE.UU. más por tonelada que a fines de marzo y unos 66 dólares EE.UU. más por tonelada, o sea unos 40 por ciento, que el precio de hace un año. Los precios del maíz han sido muy inestables en las últimas semanas, debido principalmente a las condiciones del tiempo para la nueva cosecha que se está sembrando en los Estados Unidos. Los precios han subido y bajado de forma pronunciada muchas veces a partir de marzo, pero llegaron a un tope el 17 de mayo cuando el precio del maíz No.2 de los Estados Unidos (entregado en los puertos del Golfo) alcanzó los 214 dólares EE.UU. por tonelada. Sin embargo, para finales de mayo, al haber mejorado la siembra en los Estados Unidos, los precios bajaron a 200 dólares EE.UU. por tonelada, todavía 87 dólares EE.UU. más por tonelada que el precio de hace un año. Los precios internacionales del arroz descendieron en gran parte de abril y hasta la primera quincena de mayo pero volvieron a aumentar a finales de mayo. El índice de la FAO para los precios de exportación del arroz (1982 = 100) fue, por término medio, de 136 puntos en mayo, poco diferente al valor de abril pero 5 puntos menos que en marzo. En los Estados Unidos los precios se vieron sostenidos por los indicios que señalaban una producción menguada para el próximo año, mientras que en la India el aumento de los precios de compra para los exportadores fortalecieron los precios de exportación del arroz.

El último pronóstico de la FAO relativo a las existencias mundiales de cereales al final de las campañas de 1995/96 se ha rebajado en 5 millones de toneladas desde el informe anterior, a 260 millones de toneladas, es decir 51 millones de toneladas, o sea un 16 por ciento, menos que su nivel de apertura. La mayor parte de la disminución se debe a una pronunciada reducción de los inventarios de cereales secundarios de los grandes exportadores aunque también se pronostica que disminuirán las existencias de trigo y arroz. Ahora se pronostica que al final de las campañas de 1995/96 las existencias mundiales de trigo descenderán a 101 millones de toneladas, 9 millones de toneladas, o sea un 8 por ciento, menos que su nivel de apertura, mientras que para los cereales secundarios el pronóstico relativo a las existencias de cierre se ha rebajado a 105 millones de toneladas, 41 millones de toneladas, o sea un 28 por ciento, menos que el nivel alto del año anterior. Según los pronósticos, las existencias mundiales de arroz se mantendrán cercanas a su nivel de apertura, en alrededor de 54 millones de toneladas. Sobre esta base, las existencias mundiales totales de remanentes de cereales al final de la actual campaña de 1995/96 representarían sólo un 14 por ciento de la utilización tendencial en 1996/97, margen muy inferior al del 17-18 por ciento que la secretaría de la FAO considera el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial.

Como se indicó anteriormente, de concreti-zarse los pronósticos actuales relativos a la pro-ducción de 1996, la producción de cereales alcanzaría para atender al consumo previsto para 1996/97 y consentiría una moderada reposición de las existencias, tras la marcada reducción sufrida durante la presente campaña. Sin embargo, el incremento previsto en unos 11 millones de toneladas podría aumentar sólo marginalmente la relación entre las existencias y el consumo, a 14-15 por ciento, lo que sería todavía muy inferior al nivel mínimo de seguri-dad. La situación seguiría siendo particularmente difícil en el caso del trigo, ya que se prevé que las existencias totales de los grandes exportadores aumentarán poco debido principalmente a una notable merma de la cosecha de trigo de los Estados Unidos. Por consiguiente, aún suponiendo un período vegetativo normal desde ahora hasta que las cosechas terminen a finales de 1996, los indicios actuales señalan que la seguridad alimentaria mundial seguiría siendo muy inestable, ya que las reservas de cereales estarían por debajo de los niveles mínimos de seguridad al menos por un año más. La suposición de un tiempo "normal" es clave para la actual evaluación y es la única suposición que se puede hacer en esta fase de la cosecha de primavera. Cualquier problema importante relacionado con el tiempo que pudiera afectar a las siembras y al desarrollo de los cultivos en América del Norte, o el fracaso del monzón en Asia, podrían alterar drásticamente las perspectivas para la seguridad alimentaria mundial respecto al pronóstico actual de la FAO. Por consiguiente, la situación exige un seguimiento cercano en los próximos meses.

PERSPECTIVAS ACTUALES DE LA PRODUCCION Y LAS COSECHAS
SITUACION POR REGIONES



ASIA

Las perspectivas de 1996 para la cosecha de trigo de la región, que se está recogiendo o a punto de recoger, siguen siendo favorables. La producción se pronostica provisionalmente en 232 millones de toneladas, volumen marginalmente superior a la cosecha superior a la media del año pasado. En China, el aumento de los precios de compra y un pequeño aumento de la superficie sembrada deberían traducirse en una cosecha superior a la media, semejante a los 105 millones de toneladas del año pasado. La siembra de la cosecha de trigo de primavera, que representa aproxima-damente un 12 por ciento de la producción total, se vio favorecida en las últimas semanas por un tiempo más seco registrado en la planicie del norte, que también favoreció la siembra de otros cultivos de verano. En la India, donde las actividades de recolección están a punto de terminar, se prevé una cosecha excepcionalmente buena, superior a la producción récord de 65 millones de toneladas del año pasado. También se prevé una cosecha extraordinaria en el Pakistán, superior en un 6 por ciento a la cosecha récord de 17 millones de toneladas del año pasado, debido a unas precipitaciones favorables y al aumento de los precios de sostenimiento, mientras que en la República Islámica del Irán y Bangladesh la producción será superior a la media aunque algo menor que el año pasado. En el Afganistán la producción debería de ser otra vez limitada debido a la escasez de insumos agrícolas y a la inseguridad.

PRODUCCION MUNDIAL DE CEREALES - PRONOSTICO PARA 1996

Trigo Cereales secundarios Arroz (cáscara) Total

1995 1996 1995 1996 1995 1996 1995 1996

(. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . )
Asia 231,2 232,3 195,4 196,2 504,1 509,5 930,8 938,0
Africa 13,9 20,1 71,2 85,2 14,7 15,0 99,9 120,3
América Central 3,6 3,3 24,6 27,2 1,8 1,8 29,9 32,2
América del Sur 12,6 17,7 58,6 53,8 19,1 18,1 90,3 89,6
América del Norte 84,9 84,9 233,9 292,8 7,9 7,8 326,7 385,5
Europa 125,0 125,1 146,4 149,0 2,3 2,3 273,6 276,4
CEI 58,0 69,7 59,6 69,4 1,5 1,6 119,2 140,7
Oceanía 18,0 18,2 9,4 9,5 1,2 1,3 27,4 28,0
TOTAL MUNDIAL 547,3 571,4 799,1 883,0 552,5 557,3 1/ 1 898,9 2 011,7
Países en desarrollo 258,5 270,4 344,3 351,2 526,3 531,4 1 129,1 1 153,0
Países desarrollados 288,7 301,0 454,8 531,8 26,2 25,9 769,7 858,7

FUENTE: FAO
1/ Pronóstico provisional.

Una grave escasez de piezas de repuestos para la maquinaria agrícola y de otros insumos agrícolas limitarán la producción de cereales en el Iraq. En Arabia Saudita se calcula que la superficie sembrada con trigo ha disminuido marcadamente debido a las medidas adoptadas por el Gobierno para limitar la producción subvencionada. Tanto en Siria como en Turquía es probable que la producción sea superior a la media.

En 1996 la producción de cereales secun-darios de la región se pronostica provisionalmente en 196 millones de toneladas, volumen ligeramente superior a la cosecha del año pasado. En algunas partes ha comenzado la siembra de las cosechas principales de cereales secundarios, aunque la mayor parte se plantará cuando comience el monzón sudoccidental en junio. Aunque las perspectivas iniciales son favorables, los rendimientos dependerán en último término del comportamiento general del monzón sudoccidental durante la campaña. En China, se prevé este año una cosecha sin precedentes de cereales secundarios debido a un aumento de la superficie sembrada y de los precios de compra. En la India, el objetivo de cereales secundarios para 1996 se ha fijado en 35,6 millones de toneladas, semejante al del año pasado. En el Pakistán, es probable que la superficie sembrada este año con cereales secundarios esté en torno a la media y sea semejante a la de 1995, mientras que en Tailandia se prevé una ligera disminución de la superficie sembrada.

En China, la plantación del arroz temprano de 1996 está adelantada. La humedad del suelo en las provincias del sur es suficiente para la siembra de esta cosecha, pero un tiempo excepcionalmente frío registrado en abril ha afectado algunas zonas del sur. En esta fase del desarrollo de los cultivos, y especialmente como la mayor parte de la producción arrocera de China proviene de la temporada interme-dia y tardía, solamente se puede hacer un pronóstico muy provisional sobre la producción total de arroz en el país. Pero el Gobierno sigue haciendo grandes es-fuerzos para aumentar la producción. En muchas pro-vincias los precios de sostenimiento del arroz aumen-taron mucho, aunque en algunas escasearon los fertilizantes químicos. En Indonesia, la recolección de la cosecha de arroz de la estación de las lluvias está adelantada en Java y las condiciones son favorables. Pese a los daños causados por las inundaciones al comienzo del año, los indicios oficiales señalan una cosecha de casi 50 millones de toneladas de arroz, 1,4 millones de toneladas más que el año anterior. Sin embargo, el porcentaje de humedad de la cosecha de arroz es excepcionalmente alto, lo cual podría afectar su vida en almacén. En Malasia, las perspectivas para la producción de 1996 son relativamente estables. En los últimos años, la producción arrocera del país ha sido del orden de los 2,1 millones de toneladas. En Sri Lanka la sequía registrada desde octubre ha afectado una gran parte del país. En consecuencia, no se pu-dieron plantar casi 50 000 hectáreas de tierra arrocera y la producción del arroz Maha (principal) debería de disminuir en un 23 por ciento a menos de 1,4 millones de toneladas. También es probable que el drástico déficit de lluvias afecte a la cosecha de arroz Yala (segunda), ya que el nivel del agua en los embalses de riego es extremadamente bajo.

En Bangladesh se está sembrando actual-mente la cosecha Aus, la primera de las tres cosechas de arroz. Aunque a mediados de mayo el país se vio azotado por tornados que causaron daños a la in-fraestructura y pérdidas de vidas humanas, todavía no se conocen sus repercusiones en la situación de las cosechas. En el Japón y en la República de Corea, la siembra del arroz comenzó en abril. Para 1996 se ha establecido un objetivo de producción de 6,6 millones de toneladas de arroz, un 3 por ciento más que la mala cosecha recogida el año pasado. En el Japón, donde las condiciones atmosféricas son normales, se sustituirán alrededor de 790 000 hectáreas de super-ficie arrocera en el marco del programa de sustitución parcial de tierras, lo que representa una superficie ligeramente mayor que la de 1995. En otras partes de Asia, la campaña arrocera de 1996 aguarda la llegada de las lluvias monzónicas.


AFRICA

AFRICA SEPTENTRIONAL: La cosecha de trigo de 1996, que se está recogiendo actualmente en la sub-región, se calcula en casi 15 millones de toneladas, frente a sólo 9 millones de toneladas del año pasado. En Argelia, un tiempo favorable registrado desde ene-ro ha beneficiado a la cosecha, que debería de ser mayor que la cosecha superior a la media del año pasado, de 1,6 millones de toneladas. Gracias a unas lluvias superiores a lo normal y al aumento de la su-perficie sembrada, la producción de Marruecos debe-ría de alcanzar un nivel normal de 5,5 millones de to-neladas, superior a la cosecha afectada por la sequía de 1995 que fue de sólo 1,1 millones de toneladas. En Túnez, unas lluvias buenas y bien distribuidas recibi-das desde el comienzo del período vegetativo, unidas a una disponibilidad suficiente de fertilizantes, se tra-ducirá en una marcada recuperación de la producción de trigo tras dos años de cosechas muy menguadas. La producción podría alcanzar el nivel récord de 1,8 millones de toneladas de 1991. En Egipto, pese a una pequeña disminución de la superficie sembrada con trigo, la producción debería de ser marginalmente superior a la del año pasado y superior a la media. Se prevé que en 1996 la producción total de cereales secundarios de la subregión será de unos 13 millones de toneladas, volumen marcadamente superior a la cosecha afectada por la sequía del año pasado, de 8,4 millones de toneladas. Los aumentos más importantes deberían producirse en Marruecos y Túnez. En Egipto, el principal productor de arroz de la subregión, se ha empezado a sembrar. Las condiciones atmosféricas hasta el momento no han sido favorables a causa de precipitaciones excepcionalmente escasas y de temperaturas altas.

AFRICA OCCIDENTAL: La estación de las lluvias ha comenzado en el sur de algunos países sahelianos, lo cual ha permitido empezar la siembra de cereales secundarios. A mediados de mayo se han recibido unas lluvias abundantes en el sur de Malí y en el extremo sur del Níger. Las lluvias comenzaron en abril en Burkina Faso y en mayo llegaron a ser superiores a lo normal en el sur y en el centro. En el Chad, las lluvias comenzaron en abril en el extremo sur, aumentaron a comienzos de mayo pero decrecieron a mediados del mes. En el Senegal y Mauritania todavía predominan las condiciones secas estacionales. Las plantaciones irán avanzando hacia el norte a medida que empiecen las lluvias.

En el sur de los países costeros, desde Guinea a Nigeria, unas lluvias copiosas recibidas a finales de marzo y en abril permitieron la siembra de la primera cosecha de maíz. En el norte, tras unas lluvias generalizadas recibidas a mediados de mayo, la plantación del mijo y el sorgo están muy adelantadas. En Liberia, la reciente intensificación de los disturbios civiles afectará gravemente el período vegetativo de 1996 y la situación ya difícil de los suministros alimentarios. En Sierra Leona, los desplazamientos de la población y la inseguridad también han trastornado gravemente la producción agrícola. En 1995 la producción de cereales fue muy escasa y este año no se prevén mejoras.

La plantación del arroz cáscara de la campaña de 1996 todavía no ha comenzado en la mayoría de los países en espera de las lluvias estacionales. Nigeria, el mayor productor de la subregión, ha establecido un objetivo provisional de 3,25 millones de toneladas de arroz para 1996. Sin embargo, la escasez de fertilizantes, semillas, plaguicidas y otros insumos agrícolas podría afectar a la producción.

AFRICA CENTRAL: En el sur del Zaire el maíz está madurando y en algunos lugares se ha empezado a cosechar. En el norte se ha comenzado a preparar la tierra para la siembra del arroz. La situación de seguridad es todavía inestable en las zonas de Masisi y Kivu. En el Camerún, gracias a unas lluvias abundantes, se está comenzando a sembrar el mijo y el sorgo en el norte, y la primera cosecha de maíz está creciendo satisfactoriamente.

AFRICA ORIENTAL: En el Sudán se ha recogido la cosecha de trigo de 1996. Las estimaciones provisionales indican una producción de 560 000 toneladas, superior en una cuarta parte a la del año pasado, como consecuencia del aumento de la superficie sembrada, unas temperaturas favorables y la ausencia de plagas. En Kenya, la siembra de trigo ha terminado en condiciones atmosféricas normales. Se calcula provisionalmente que la superficie sembrada ha sido cercana o marginalmente superior al buen nivel del año pasado debido a una sustitución parcial de las tierras de maíz. En Etiopía, la siembra de la cosecha de trigo de 1996 ha comenzado en condiciones de crecimiento favorables.

La plantación de los cereales secundarios de la temporada principal de 1996 ha comenzado en los países septentrionales de la subregión, mientras que en el sur está por comenzar la recolección. En Eritrea, la plantación de los cereales secundarios de la temporada principal de 1996 está muy adelantada. Las perspectivas iniciales son halagüeñas, gracias a unas lluvias oportunas y abundantes recibidas hasta ahora. En Etiopía, se prevé una cosecha secundaria "belg" en general buena. Pese al retraso de la esta-ción de las lluvias, unas precipitaciones abundantes recibidas a partir de la segunda quincena de marzo han beneficiado el desarrollo de los cultivos. Unas buenas lluvias "belg" también permitieron sembrar a tiempo las principales cosechas de maíz y sorgo de ciclo largo de 1996 en el sur del país. En Kenya, a pe-sar de unas lluvias favorables hasta ahora, las pers-pectivas para la cosecha de maíz recientemente plan-tada no son halagüeñas. Ello se debe a la disminución de la superficie sembrada en reacción a los bajos pre-cios del mercado interno y al aumento de los costos de los insumos agrícolas. En Somalia, las perspec-tivas para las cosechas de sorgo y maíz "Gu" recientemente plantadas son favorables gracias a unas lluvias entre normales y superiores a lo normal recibidas desde el comienzo de la temporada. En el Sudán, las lluvias de los últimos meses han proporcionado suficiente humedad del suelo para la preparación de la tierra y la plantación de los principales cereales secundarios de 1996 que está por comenzar.

En Burundi, el resultado de las cosechas de cereales secundarios de la segunda temporada de 1996, que está a punto de recogerse, es una incógnita. El empeoramiento de las condiciones de seguridad en los últimos meses, que se tradujo en un desplazamiento masivo de la población, probablemente ha entorpecido las actividades agrícolas. Las perspectivas para las cosechas de cereales secundarios de la segunda temporada de 1996 son mejores en Rwanda gracias a la mejora de la situación de seguridad y al tiempo favorable registrado durante la campaña. En Tanzanía ha comenzado la recolección de los cereales secundarios de la temporada principal en las zonas unimodales. Se prevé una producción buena gracias a unas lluvias abundantes caídas durante la campaña. Unas lluvias favorables beneficiaron también a los cultivos en las zonas productoras bimodales del norte. En Uganda, se pronostica que la cosecha de cereales secundarios de la primera temporada, a punto de recogerse, estará en torno a los niveles récord del año pasado gracias a unas precipitaciones entre normales y superiores a lo normal.

AFRICA AUSTRAL: Se está recogiendo en la subregión la cosecha de cereales secundarios de 1996, y las estimaciones iniciales apuntan a una cosecha excelente de 19,6 millones de toneladas, volumen superior en un 38 por ciento a la media y casi el doble del nivel reducido por la sequía del año pasado. Ello se debe en gran medida a las lluvias favorables recibidas en la mayoría de los países, el aumento general de la superficie sembrada, y las expectativas de unos rendimientos superiores a la media, especialmente de la cosecha de maíz que constituye la mayor parte de la producción. En cuanto a Angola y Mozambique, una misión FAO/PMA de evaluación de cultivos y suministros de alimentos, concluida recientemente, ha pronosticado la producción de cereales secundarios de Angola en 500 000 toneladas, un 84 por ciento más que el año pasado, debido a una recuperación de la producción estimulada por la situación en general pacífica que reina en todo el país, el suministro de aperos y semillas por parte del Gobierno, un buen régimen de precipitaciones, y la ausencia de brotes graves de plagas o enfermedades. En Mozambique, la misión señaló que pese a unas lluvias excesivas caídas en algunas regiones, que causaron inundaciones a lo largo de los ríos o en las tierras bajas, la cosecha de cereales secundarios de 1996, calculada en 1,2 millones de toneladas, sería superior en un 22 por ciento a la del año anterior y más del doble de la media de los últimos cinco años. Ello se debe al nivel superior a la media de las precipitaciones recibidas y a un aumento de los rendimientos medios que compensarán sobradamente la disminución de la superficie cosechada.

En Sudáfrica, aunque unas lluvias torrenciales causaron daños a las cosechas en algunas zonas, la producción de cereales secundarios se calcula en 10,9 millones de toneladas, es decir el doble de la producción afectada por la sequía de 1995. Se prevé un triplicación de la producción de cereales secundarios del año pasado en Zimbabwe, el segundo productor de la subregión, donde para 1996 se calcula una producción de unos 2,9 millones de toneladas. En la mayoría de los otros países de la subregión, los pronósticos iniciales relativos a la producción de cereales secundarios señalan también unas cosechas superiores a lo normal.

Las perspectivas para la cosecha de trigo de 1996 son también muy favorables en la subregión. Dada la mayor disponibilidad de agua de riego, particularmente en Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe, la producción de la subregión debería de aumentar considerablemente de 2,3 a 2,7 millones de toneladas, es decir un 25 por ciento más que la media.

En Madagascar, el principal país productor de arroz de la subregión, las repercusiones de los ciclo-nes de principios de año fueron mínimas y las pers-pectivas para la cosecha de arroz de 1995/96 son fa-vorables. Se prevé que la producción será cercana a la cosecha relativamente buena del año pasado. En Mozambique, se ha comenzado a trasplantar el arroz y ha habido una ligera expansión de la superficie sem-brada. La cosecha arrocera se pronostica provisional-mente en 139 000 toneladas, un 23 por ciento más que la producción del año pasado.


AMERICA CENTRAL Y EL CARIBE

La recolección de la cosecha de trigo de 1996 está casi terminada. La producción se calcula provisionalmente en alrededor de 3,3 millones de to-neladas, un 10 por ciento menos que el nivel bajo de 1995. Ello se debe principalmente a una ulterior dismi-nución de la superficie sembrada en México, práctica-mente el único productor de la subregión. La disminu-ción es consecuencia principalmente del aumento de los costos de producción y de la escasez de créditos, causados en gran medida por la devaluación de la moneda así como por el mal tiempo reinante en las principales zonas productoras durante la siembra.

La siembra de las cosechas de cereales se-cundarios de la temporada principal de 1996 ha em-pezado en la mayoría de los países en condiciones en general favorables, salvo en México, afectado actual-mente por una racha de tiempo seco. Los pronósticos iniciales señalan una notable expansión de la superfi-cie sembrada, debido principalmente a los esfuerzos realizados por el Gobierno de México para aumentar la producción respecto al nivel afectado por la sequía del año pasado. La superficie sembrada con maíz y sorgo en México debería de pasar de 7,5 y 1,4 millo-nes de hectáreas a 8 y 2 millones de hectáreas, res-pectivamente, suponiendo que las condiciones del tiempo se normalicen pronto. También se pronostica una superficie entre media y superior a la media en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. En cambio, en Costa Rica, afectada recientemente por al-gunas lluvias intensas e inundaciones, la superficie sembrada debería de mantenerse cercana al nivel in-ferior a la media de 1995. En cuanto al Caribe, en la República Dominicana, unas lluvias normales conti-núan beneficiando la siembra de cereales y cultivos alimentarios secundarios de la primera temporada de 1996. Se prevén plantaciones de maíz y sorgo supe-riores a la media. En Cuba y Haití, se pronostica que la superficie sembrada con maíz decrecerá ligeramen-te respecto al nivel medio del año anterior.


AMERICA DEL SUR

En las zonas australes de la subregión, la siembra de la cosecha de trigo de 1996/97 está a punto de comenzar en condiciones de humedad del suelo buenas gracias a las lluvias normales caídas desde febrero. En la Argentina, la superficie sembrada debería de aumentar considerablemente respecto a la cosecha afectada por la sequía del año pasado, principalmente como consecuencia de unos precios al productor muy interesantes. Las plantaciones se pronostican en alrededor de 6 millones de hectáreas frente a 4,4 millones de hectáreas en 1995. En Brasil también se prevé que las plantaciones pasarán de 1 millón de hectáreas a un nivel superior a la media de 1,7 millones de hectáreas, y la producción debería de recuperarse respecto a la del año pasado. En el Uruguay se prevén plantaciones superiores a la media principalmente en reacción al aumento de las exportaciones. En cuanto a los países andinos, en Bolivia unas lluvias normales caídas en abril han conservado la humedad del suelo para la siembra de la cosecha de trigo de la segunda temporada de 1996 que recién ha comenzado. Se pronostica, sin embargo, que la producción de todo el año será inferior a la media, principalmente como consecuencia de la cosecha menguada obtenida en la campaña principal de resultas del tiempo seco registrado durante la época de la siembra. En el Perú la recolección temprana de la cosecha de trigo de 1996 ha comenzado en algunas de las principales zonas productoras de las sierras sudorientales y centrales. Los pronósticos indican que la producción debería ser superior a la media, siempre y cuando el tiempo se mantenga bueno. En el Ecuador, las condiciones de crecimiento son buenas para la cosecha de la campaña principal de 1996 gracias a unas precipitaciones entre normales y abundantes recibidas durante abril en la sierra, principal zona productora. Se pronostica provisionalmente que la producción estará en torno a la media. En Colombia, unas lluvias suficientes recibidas a principios de abril han beneficiado la siembra de la cosecha de trigo de la temporada principal de 1996 y se prevé que la superficie sembrada aumentará ligeramente respecto al nivel inferior a la media del año pasado.

La recolección de las cosechas de cereales secundarios de 1996 está muy adelantada en las zonas australes de la subregión. La producción total de maíz de 1996 en esas partes se calcula provisionalmente en 43,1 millones de toneladas, frente a 49,2 millones de toneladas en 1995. La disminución se debe a una menor producción en Argentina y Brasil, donde los cultivos se vieron afectados por un tiempo muy seco en la época de la siembra. En la Argentina, la producción de maíz debería de pasar de un nivel alto de 11,4 millones de toneladas en 1995 a 10,7 millones de toneladas, mientras que en Brasil, donde la recolección está casi terminada, la producción se calcula en alrededor de 31,3 millones de toneladas, volumen inferior al nivel récord de 36,7 millones de toneladas alcanzado el año pasado. No obstante, en ambos países la producción es superior a la media de los últimos cinco años. La producción de maíz en el Uruguay y Chile es cercana a los niveles medio y superior a la media, respectivamente, de 1995. En los países andinos, en Bolivia ha comenzado la recolección de la cosecha de maíz de la temporada principal de 1996. Las perspectivas son buenas y se prevé una producción superior a la media. En el Perú, las condiciones del tiempo siguen favoreciendo el desarrollo y las actividades de recolección de la cosecha de maíz de 1996. Los pronósticos iniciales señalan un ligero incremento respecto a la producción superior a la media del año pasado. En el Ecuador se pronostica provisionalmente que la producción total de maíz decrecerá respecto al nivel récord del año pasado, pero debería de mantenerse por encima de la media. En Colombia ha comenzado la siembra de las primeras cosechas de maíz y sorgo de 1996. En Venezuela las perspectivas para la siembra de las cosechas de maíz y sorgo de 1996 son inciertas ya que el sector agrícola continúa viéndose afectado por graves limitaciones financieras y administrativas.

La campaña arrocera de 1996 está muy adelantada en la región. La mayoría de los países ha terminado la recolección de las cosechas de arroz de la campaña principal. En Brasil, el mayor productor y consumidor de la región, la producción arrocera debería de descender en 1,2 millones de toneladas a 10 millones de toneladas. Una disminución de la superficie sembrada en Rio Grande do Sul, causada por un descenso del precio de sostenimiento a la producción de arroz, y el considerable aumento de los precios de los fertilizantes figuran entre las razones principales que explican la mala cosecha del país. En Argentina, la sequía ha perjudicado la cosecha de arroz y se calcula que de las 200 000 hectáreas sembradas se han cosechado 160 000 hectáreas. En consecuencia, es probable que la producción de 1996 esté en torno a las 700 000 toneladas, un 24 por ciento menos que el año pasado. En cambio, la producción arrocera del Uruguay en 1996, calculada en 804 000 toneladas, sería mayor que la del año anterior a causa de unos rendimientos mejores. En el Perú, los altos precios internos del arroz han estimulado a los agricultores a aumentar las siembras en 1996. También se calcula una producción mayor en Chile, Ecuador y Venezuela.


AMERICA DEL NORTE

Las perspectivas para la cosecha de trigo de 1996 en los Estados Unidos han empeorado debido al mal tiempo imperante en los principales estados productores de trigo de invierno. La primera estimación oficial de la producción de trigo de invierno hecha sobre la base de la situación al 1º de mayo es de 37,1 millones de toneladas, frente a 42,1 millones de toneladas del año pasado, pese a un incremento considerable de la superficie sembrada. En este nivel, la cosecha de trigo de invierno sería la más baja en 18 años. El pronóstico oficial para la producción total de trigo en los Estados Unidos (invierno y primavera) se cifró en 56,4 millones de toneladas, frente a 59,5 millones de toneladas en 1995. Se prevé que sólo una parte de la disminución de la producción de trigo de invierno podrá compensarse con el aumento de la producción de trigo de primavera. Pero la siembra de trigo de primavera también se ha visto algo afectada por el mal tiempo. El 20 de mayo, los informes sobre la cosecha indicaban que tras un comienzo lento la siembra y el despunte de la cosecha de trigo de pri-mavera de 1996 en los principales estados se habían acercado al ritmo de 1995 pero todavía estaban retrasados respecto a la media. El resultado final de la siembra de primavera y del desarrollo de los cultivos de primavera e invierno dependerá decisivamente de las condiciones del tiempo en las semanas venideras.

En Canadá, el informe oficial de marzo sobre las intenciones de siembra (publicado el 30 de abril) indicaba que las siembras de trigo aumentarían a unos 13 millones de hectáreas, un 16 por ciento más que en 1995. Aunque el mal tiempo que reinó en mayo se tradujo en un gran retraso de la siembra, todavía se prevé que los agricultores se mantendrán en su intención original, aún corriendo el riesgo de que la siembra se retrase respecto a lo normal a causa de los precios exorbitantes de los cereales de este año. Por consiguiente, si las condiciones del tiempo son favorables en las semanas venideras, e incluso si los rendimientos disminuyeran respecto al nivel del año pasado a causa de la abreviación del período vegetativo, la producción total de trigo de 1996 debería de aumentar notablemente a 28,5 millones de toneladas, respecto a la cosecha de 25 millones de toneladas del año pasado.

Las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de los Estados Unidos son algo inciertas debido a los continuos retrasos de la siembra a causa del mal tiempo imperante en algunas de las principa-les zonas productoras. El informe oficial de marzo so-bre las intenciones de siembra indicaba que la superfi-cie sembrada este año con maíz aumentaría en alre-dedor de un 12 por ciento debido a que las restric-ciones de la superficie son menores y los precios inte-resantes. Sobre la base de esto, y suponiendo un tiempo normal, el primer pronóstico oficial relativo a la producción de los Estados Unidos preveía una pro-ducción total de cereales secundarios en 1996 de 266 millones de toneladas, frente a sólo 210 millones de toneladas del año pasado. A mediados de mayo, se informaba que la siembra de maíz estaba retrasada en un 10 por ciento respecto a lo normal en los princi-pales estados productores. En Ohio, donde las condi-ciones del tiempo han sido particularmente desfavora-bles, la siembra se retrasó en un 90 por ciento respecto a la media. Sin embargo, a causa de unos precios atrayentes, los agricultores deberían de seguir plantando maíz mucho después de la fecha normal en que suele terminarse la siembra. Por consiguiente, la superficie sembrada podría alcanzar todavía los nive-les previstos si las condiciones del tiempo mejoran pronto en las zonas anegadas, y se podrían obtener rendimientos buenos si las condiciones se man-tuvieran favorables durante el resto de la campaña.

En Canadá ha comenzado la siembra de la cosecha de cereales secundarios de 1996. Según el informe oficial de marzo sobre las intenciones de siembra, la superficie total de cereales secundarios debería de aumentar en un 16 por ciento respecto a 1995, a 8,2 millones de hectáreas. El mayor aumento en porcentaje se prevé en la superficie sembrada con avena, pero también debería de aumentar considera-blemente la superficie sembrada con cebada, el prin-cipal cereal secundario. Como en el caso del trigo, la siembra se ha visto algo impedida por el mal tiempo, pero si las condiciones mejoran pronto para terminar las operaciones de la siembra, y el tiempo se mantie-ne bueno en lo que falta de la campaña, la producción debería de aumentar notablemente a casi 27 millones de toneladas, respecto a los 24 millones de 1995.

En los Estados Unidos la siembra de la cose-cha de arroz de 1996 está muy adelantada. Los infor-mes del USDA sobre la siembra de arroz señalan que la superficie total plantada con este producto sería in-ferior en alrededor de un 2 por ciento a la del año pa-sado. La producción total de arroz en 1996 se pronos-tica en 7,8 millones de toneladas, volumen sólo ligera-mente inferior al del año pasado. La producción del arroz de grano largo debería de descender en un 9 por ciento, compensado en parte por un incremento del 16 por ciento de la producción de arroz de grano me-diano. La mayor parte de los estados productores de arroz deberían de reducir las plantaciones, salvo en California, debido en parte a la reacción de los agricul-tores a la nueva ley agrícola, en virtud de la cual se han eliminado el programa de reducción de la super-ficie, los precios indicativos de sostenimiento del arroz y las primas complementarias. Se han eliminado to-dos los vínculos entre pagos mínimos garantizados y precios al productor y en su lugar habrá un sistema de "pagos por contratación de superficie con flexibilidad de producción" que dará a los agricultores la libertad de sembrar cualquier cultivo en las superficies contra-tadas. Esto supone una mayor sensibilidad a los pre-cios de mercado y una probable preferencia por otros cereales, especialmente después del pronunciado aumento de los precios del año pasado.


EUROPA

Las perspectivas para las cosechas de trigo y cereales secundarios de la región en 1996 siguen siendo en general satisfactorias. Tras unas condiciones invernales en general prolongadas, en abril se difundió en la mayor parte de la región un tiempo tendencialmente caluroso en dirección al este, favoreciendo el desarrollo de los cereales de invierno y aumentando las temperaturas del suelo a niveles propicios para la siembra de los cereales de primavera y de los cultivos de verano. En mayo, unas lluvias beneficiosas cayeron oportunamente en el norte de Francia y el sur de Alemania, pero una sequía desfavorable continuó en algunas partes del norte, en particular en el sur del Reino Unido y el norte de Alemania, limitando la humedad para los cultivos de invierno y el despunte de los cereales de primavera. En la parte oriental de la región, unas precipitaciones generalizadas recibidas en mayo desde el sur de Polonia hacia el sur de Bulgaria beneficiaron el desarrollo de los cereales de invierno pero interrumpieron la siembra de los cultivos de verano.

En la CE, el potencial inicial de las cosechas de cereales de 1996 ha disminuido algo en los últimos dos meses debido a unas condiciones atmosféricas no comunes. No obstante, todavía se espera que la producción de trigo y cereales secundarios aumente en alrededor de un 5 y 6 por ciento respectivamente con respecto al año anterior, debido al aumento de la superficie sembrada gracias a una disminución de las restricciones. En Francia, la primera estimación oficial de las plantaciones de cereales de 1996 cifra la superficie total de cereales para la cosecha de 1996 en 8,7 millones de hectáreas, frente a 8,3 millones de hectáreas en 1995. Tanto las plantaciones de trigo como de cebada han aumentado en alrededor de un 6 por ciento. En Alemania, la superficie de trigo también aumentó respecto al año anterior y los cultivos no sufrieron daños por las rigurosas condiciones del invierno. En cambio la cosecha de cebada de invierno sufrió daños considerables. Sin embargo, todavía se prevé que la producción aumentará a causa del incremento de la superficie plantada. En el Reino Unido, la sequía ya ha reducido notablemente el potencial de los cereales de invierno en algunas de las principales zonas productoras. Hacen falta pronto unas buenas precipitaciones para evitar ulteriores pérdidas de rendimiento. En cambio, en España y Portugal, tras algunos años de sequía, unas precipitaciones extraordinarias han favorecido a los cultivos pero ahora se necesita un tiempo más seco para la maduración de los cereales.

En la parte oriental de la región, las condiciones del tiempo mejoraron en general en mayo tras un invierno particularmente riguroso y prolongado en algunas partes. En Polonia, pese a un aumento de las siembras de cereales de invierno, las últimas indicaciones señalan ahora una cosecha de cereales notablemente menguada en 1996 debido a las condiciones adversas del invierno y al retraso de la primavera. En Hungría, a pesar de un invierno también riguroso, la cosecha de trigo de invierno se ha recuperado bien en mayo con la llegada de un tiempo más caluroso y la producción debería de aumentar marginalmente respecto a la cosecha superior a la media del año pasado. Según los primeros indicios con respecto a los cereales de primavera, aumentará la superficie plantada con maíz y trigo de primavera. También las cosechas de cereales de Rumania se vieron afectadas por el prolongado invierno de este año, particularmente en el sur. Ello podría traducirse en pérdidas de más de 1 millón de toneladas en la cosecha de trigo de 1996, que ya se preveía inferior al buen nivel de 1995 a causa de la disminución de la superficie plantada. Las malas condiciones del tiempo han impedido también la siembra de primavera. En Bulgaria, las perspectivas para la cosecha de cereales de 1996 son algo desfavorables. La superficie sembrada con cereales de invierno fue menor y el mal tiempo imperante en primavera ha limitado la siembra. En la República Federal Yugoslava (Serbia y Montenegro) y en Croacia, pese a unas condiciones atmosféricas favorables, se pronostica que la producción de trigo descenderá este año debido a una disminución de la superficie plantada. En cambio, se estima que la superficie plantada con maíz de primavera aumentará en ambos países con respecto al año pasado. En Bosnia y Herzegovina se pronostica que la cosecha de cereales de 1996 se recuperará gracias a un aumento de las plantaciones y de los rendimientos en respuesta a una mayor disponibilidad de insumos agrícolas y a un tiempo en general favorable. Una reciente misión FAO/PMA/OACNUR que visitó el país pronosticó la producción de trigo en 361 000 toneladas, un 15 por ciento más que el nivel del año pasado, y la de maíz en 882 000 toneladas, un 65 por ciento más que la mala cosecha de 1995. En Eslovenia y la ex República Yugoslava de Macedonia se prevén cosechas normales de cereales gracias al tiempo favorable que ha reinado hasta ahora.

En la CE, ha empezado la siembra de la cosecha de arroz de 1996. En España unas lluvias intensas han puesto término a tres años consecutivos de sequía y deberían de consentir una notable recuperación de la producción arrocera en 1996. Sin embargo, en Andalucía, unas lluvias continuas han retrasado la siembra. En Italia, se han sembrado unas 239 000 hectáreas de arroz, prácticamente como el año anterior, pero ha disminuido la siembra del arroz Indica. En Francia, la superficie plantada con arroz probablemente será de alrededor de 25 000 hectáreas, es decir, en torno a nivel del año anterior. La campaña agrícola de 1996/97 señala el comienzo del nuevo programa de reforma de la CE. El precio de intervención para el arroz de 1996/97 se ha fijado en 351 ecu por tonelada, un 6 por ciento menos que el año anterior.


COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES 1/

Los indicios actuales señalan una recupera-ción de la producción en la CEI. Se pronostica pro-visionalmente que en 1996 la cosecha de cereales y legumbres de la CEI se recuperará a unos 144 millones de toneladas respecto a los 122 millones de toneladas de 1995. La producción de trigo debería de aumentar de forma pronunciada a 70 millones de toneladas (1995: 58 millones de toneladas) en reacción a unos precios altos, el aumento de la superficie y una mejora de los rendimientos. Es probable que la producción de cereales secundarios se recupere a 69 millones de toneladas ya que se pro-nostica que unos rendimientos mejores compensarán la disminución de la superficie sembrada. La producción arrocera debería de mantenerse cercana al nivel de 1,5 millones de toneladas del año pasado. La cosecha de cereales de invierno podría aumentar hasta 10 millones de toneladas respecto a la de 1995, en respuesta al alza de los precios de los cereales y al incremento de la superficie sembrada unidos a una destrucción invernal de los cultivos notablemente inferior a la de los dos años anteriores. Asimismo, las reservas de humedad del suelo para el desarrollo de los cereales de primavera son marcadamente mejores que en 1995. Sin embargo, la siembra ha procedido lentamente debido en parte al retraso de la primavera. La escasez de créditos, fertilizantes y maquinarias probablemente hará que los rendimientos estén por debajo de su potencial.

En la Federación de Rusia, unos 13 millones de hectáreas (1995: 10,4 millones de hectáreas) de cereales de invierno han sobrevivido al invierno en condiciones entre buenas y satisfactorias y la cosecha de cereales de invierno se calcula oficialmente en 25-26 millones de toneladas (1995: 20 millones de toneladas), incluidos unos 20 millones de toneladas de trigo. La siembra de cereales de invierno se demoró por el retraso de la primavera y por la escasez de ma-quinaria, combustible y créditos; no obstante, los ren-dimientos deberían de recuperarse respecto al nivel afectado por la sequía del año pasado, aun cuando el uso de fertilizantes se mantuviera bajo. Las condicio-nes de crecimiento y los factores económicos determi-narán el resultado final, pero los indicios actuales se-ñalan que el objetivo de producción de cereales de 77 millones de toneladas, peso limpio, fijado para 1996

fijado para 1996 podría alcanzarse. En Ucrania, se señala que las perspectivas son buenas y que el objetivo oficial para la cosecha de cereales se ha elevado en 1 millón de toneladas a 39 millones de toneladas, incluidos 18 millones de toneladas de trigo. En Kazajstán, cabe esperar alguna recuperación de los rendimientos menguados por la sequía de 1995, pese a la persistencia de graves problemas económicos a nivel de la explotación agrícola. En Belarús también se pronostica que la producción aumentará en un 10 por ciento. En todos los otros estados, salvo Armenia y Kirguistán, es probable que las cosechas sean mejores que los niveles del año pasado o cercanas a esos valores.

1/ La Comunidad de Estados Independientes (CEI) comprende los 12 Estados Miembros (Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldova, la Federación de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán).


OCEANIA

En Australia, las perspectivas para la cosecha de trigo de invierno de 1996 son favorables. Unas condiciones ideales y unos precios internacionales fuertes están favoreciendo la siembra en la mayor parte de las principales zonas productoras. En particular, la situación ha mejorado mucho este año en Queensland donde unas precipitaciones torrenciales caídas a principios de mayo deberían de garantizar el aumento de la superficie plantada y una recuperación de la producción respecto a las cosechas menguadas por la sequía de los últimos cinco años, aún cuando las en adelante las precipitaciones sean inferiores a la media. Los últimos pronósticos oficiales cifran la superficie de trigo de invierno de 1996 en alrededor de 11 millones de hectáreas, un 11 por ciento más que el año anterior. Por consiguiente, suponiendo unas condiciones atmosféricas normales e incluso si los rendimientos disminuyeran respecto a los niveles superiores a la media obtenidos en 1995, la producción debería de aumentar respecto a la cosecha extraordinaria de 1995, calculada actualmente en 17,8 millones de toneladas. Por lo que se refiere a los cereales secundarios, la recolección de la cosecha secundaria de verano de 1996, principalmente sorgo, prácti-camente está terminada. A pesar de las inundaciones de principios de mayo que perjudicaron gravemente hasta un 20 por ciento de los cultivos en algunas de las zonas más afectadas, se prevé una producción extraordinaria de sorgo de alrededor de 1,5 millones de toneladas. Todavía no ha comenzado la siembra de la mayor parte de las cosechas de cereales secundarios de invierno, principalmente cebada, ya que los agricultores están aprovechando las lluvias para sembrar trigo y otros cultivos tempranos que requieren un período vegetativo más largo. Pese a unas perspectivas de precios fuertes también para la cebada, la superficie sembrada con este cultivo debería de decrecer marginalmente a causa de una considerable preferencia por el trigo. Sin embargo, si se retrasara la siembra de las cosechas tempranas de cereales podría aumentar la superficie de cebada. La recolección de la cosecha de arroz está casi terminada. La producción de 1996 se pronostica en 1,3 millones de toneladas, un 13 por ciento más que el año anterior.

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