FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 10/11/12, diciembre 1997

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CEREALES



RESUMEN DE LA SITUACION DE LA OFERTA Y LA DEMANDA

Las perspectivas para los suministros mundiales de alimentos han cambiado poco desde el último informe, y las últimas noticias confirman que en 1997/98 la situación de la oferta y la demanda será muy equilibrada. Como la mayor parte de las cosechas mundiales de cereales de 1997 ya se han recogido o están a punto de recogerse, el pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial es ahora más seguro e indica un aumento marginal respecto al año pasado, a un volumen récord de 1 888 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado). En este caso, la producción de cereales estaría cercana al nivel de las necesidades de consumo previstas en 1997/98, mientras que las existencias seguirían descendiendo todavía más. La relación mundial entre las existencias y la utilización en 1997/98, situada en alrededor del 15 por ciento, sería muy inferior al margen del 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial. A medida que 1997 va llegando a su término, es cada vez menos probable que en el pronóstico actual relativo a las perspectivas mundiales de 1997/98 se produzcan cambios importantes, a pesar de que el mal tiempo, causado especialmente por El Niño (véase la crónica especial sobre El Niño), podría afectar algunas de las cosechas de 1997 que todavía deben recogerse. Sin embargo, aún suponiendo que no se producirán cambios en el pronóstico actual, para que se pudieran reponer las existencias de cereales a un nivel que garantizara la seguridad alimentaria mundial se tendría que esperar todavía otro año, siempre y cuando la producción de 1998 registrara un notable incremento. En la mayoría de los países productores del hemisferio norte ya ha comenzado, en condiciones en general favorables, la siembra de las cosechas de trigo de invierno de 1998 y, según los primeros indicios, la superficie sembrada será semejante a la del año anterior. Sin embargo, el fuerte fenómeno atmosférico actual de El Niño, que alcanzará su punto culminante en diciembre, sigue siendo motivo de preocupación en algunas de las importantes zonas productoras del hemisferio sur en las que los extremos meteorológicos conexos podrían afectar gravemente las cosechas de 1998. En la situación actual, dado el margen de seguridad relativamente bajo garantizado por las existencias de reserva, bastaría un leve empeoramiento de las perspectivas relativas a las cosechas de 1998 para provocar un fuerte aumento de los precios. Lo cual acarrearía graves consecuencias para la seguridad alimentaria de muchos países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, en particular los que dependen de las importaciones para satisfacer una gran parte de sus necesidades alimentarias. Según la última evaluación de la FAO, en 31 de esos países sigue habiendo escasez de alimentos de intensidad variada, siendo que en 1996 eran sólo 26 (véase el recuadro de la página 4). Por lo tanto, se impone la necesidad de seguir de cerca la situación en los meses venideros.

PRODUCCION, SUMINISTROS, COMERCIO Y EXISTENCIAS MUNDIALES DE CEREALES

1995/96  1996/97 
estim. 
1997/98 
pronóst.
(. . millones de toneladas . .) 
Producción 1 1 729  1 883  1 888
Trigo  547  590  606
Cereales secundarios  810  912  900
Arroz (elabor.)  371  381  381
Suministros 2 2 049  2 144  2 173
Utilización  1 796  1 852  1 888
Comercio 3 205  198  202
Existencias finales 4 261  285  278
FUENTE: FAO
1/ Los datos corresponden al año civil indicado en primer lugar. Incluye el arroz elaborado
2/ Producción y existencias iniciales.
3/ Base julio/junio para el trigo y cereales secundarios y año civil para el arroz. 4/ No indican la diferencia entre los suministros y la utilización debido a los distintos años comerciales de cada país.


Como se señaló anteriormente, el último pronóstico de la FAO relativo a la producción en 1997 se cifra ahora en un volumen récord de 1 888 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), 19 millones de toneladas más que el pronóstico señalado en el informe anterior y un volumen marginalmente superior a la estimación revisada de la producción de 1996. Habiéndose recogido la mayoría de las cosechas de trigo de 1997 del hemisferio norte, que representan la mayor parte de la producción mundial de trigo, las últimas informaciones señalan una producción mundial de trigo sin precedentes de 606 millones de toneladas en 1997, 16 millones de toneladas más que la cosecha buena del año pasado. En algunos países del hemisferio norte, particularmente en la CEI, se han obtenido cosechas mayores de lo previsto. En el hemisferio sur, pese a las preocupaciones iniciales por los posibles efectos de El Niño, ahora se prevé una buena cosecha en Australia. Pero en América del Sur, donde todavía no se ha levantado la cosecha de trigo de 1997, las posibles precipitaciones relacionadas con El Niño podrían tener repercusiones importantes sobre los resultados de las cosechas. Por lo que se refiere a los cereales secundarios, el pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de 1997 ha aumentado en 12 millones de toneladas desde el último informe a 900 millones de toneladas, volumen marginalmente inferior a la producción de 1996 pero aún así superior a la tendencia. La última revisión se debe principalmente a los ajustes al alza de las estimaciones correspondientes a Europa, la CEI y Australia. La producción mundial de arroz en 1997 se pronostica ahora en 568 millones de toneladas (381 millones de toneladas de arroz elaborado), 1 millón de toneladas más que el pronóstico anterior y un volumen prácticamente idéntico al de la producción récord del año pasado. La última revisión se debe principalmente a un aumento previsto en la producción de China. Las principales cosechas de arroz del hemisferio norte se encuentran en una fase avanzada de desarrollo, y en algunos países se han empezado a recoger.

Las estimaciones de la producción de cereales de 1997 son ahora más seguras respecto al último informe, ya que la recolección ha avanzado mucho en los últimos dos meses en varios países, aunque las principales cosechas de trigo del hemisferio sur y la mayor parte de la cosecha principal de arroz de Asia todavía no se han recogida. Por consiguiente, los pronósticos anteriores siguen sujetos a revisiones. Como ya se mencionó, el fenómeno de El Niño que se ha observado desde marzo de este año y, según las últimas informaciones, se está desarrollando conforme a las previsiones y alcanzará su punto máximo en diciembre, suscita una cierta preocupación en algunas partes del mundo. Ahora bien, como el impacto mayor se prevé entre diciembre de este año y marzo de 1998, las cosechas de cereales de 1998 de algunos países del hemisferio sur que se están sembrando actualmente o se sembrarán dentro de poco son las que corren mayor riesgo.

El pronóstico de la FAO relativo a las importaciones mundiales de cereales en 1997/98 (julio/junio) ha aumentado desde septiembre en 1 millón de toneladas, a alrededor de 200 millones de toneladas, lo que representa un aumento de alrededor de 4 millones de toneladas, o sea el 2 por ciento, respecto a la estimación revisada del volumen reducido del año anterior. La última revisión se debe al aumento de los pronósticos relativos a las importaciones de cereales secundarios y arroz que, en conjunto, compensaría con creces un importante ajuste a la baja de las de trigo. El pronóstico de las importaciones mundiales de trigo en 1997/98 se ha reducido en 1 millón de toneladas desde septiembre a 93 millones de toneladas, volumen cercano a la estimación revisada correspondiente a 1996/97. Aunque la última reducción se debe a los ajustes a la baja de las importaciones previstas en algunos de los países en desarrollo de Asia, todavía se prevé que las importaciones totales de los países en desarrollo como grupo aumentarán en 3 millones de toneladas respecto al año anterior a alrededor de 76 millones de toneladas. En compensación, las importaciones totales de los países desarrollados deberían descender en 3 millones de toneladas a 17 millones de toneladas. Las importaciones mundiales de cereales secundarios en 1997/98 (julio/junio) se pronostican ahora en 90 millones de toneladas, 1 millón de toneladas más que el pronóstico de septiembre y alrededor de 3 millones de toneladas más que el volumen del año pasado. El aumento de las importaciones de los países en desarrollo, que se pronostican en un nivel cercano al de 1995/96 de alrededor de 59 millones de toneladas, representa toda la expansión prevista para este año. El incremento previsto en estos países compensaría sobradamente la disminución, por sexto año consecutivo, del pronóstico relativo a las importaciones de cereales secundarios de los países desarrollados. Con respecto al arroz, se pronostica provisionalmente que las importaciones mundiales aumentarán en 1998 a alrededor de 19 millones de toneladas respecto a la última estimación de 18 millones de toneladas comercializadas en 1997. Muchos de los grandes países importadores deberían comenzar el año 1998 con menores existencias que el año anterior, aunque se pronostica un aumento del consumo.

La utilización mundial de cereales en 1997/98 se pronostica en 1 888 millones de toneladas, cerca del 2 por ciento, o sea 36 millones de toneladas, más que el año anterior, y un volumen superior a la tendencia a largo plazo (1984/85 - 1996/97) por segundo año consecutivo. Se pronostica que el consumo humano mundial de cereales aumentará en 1997/98 en 1,5 por ciento a 950 millones de toneladas, y se prevé que la mayor parte del aumento se producirá en los países en desarrollo. Dicho aumento sería suficiente para mantener el consumo de alimentos per cápita en torno al nivel del año anterior. La utilización mundial de piensos debería aumentar significativamente, en alrededor del 3 por ciento, a 667 millones de toneladas. El aumento, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, se debe a unas buenas cosechas de cereales secundarios y a una disminución de los precios respecto a los de la campaña anterior.

En base a los primeros indicios, se pronostica que los envíos de ayuda alimentaria en cereales en 1997/98 (julio/junio) se mantendrán cerca del nivel reducido de 1996/97 que ahora se estima en alrededor de 5 millones de toneladas. Los envíos de cereales del año pasado descendieron, por cuarto año consecutivo, en unos 2,8 millones de toneladas, o sea el 37 por ciento, respecto al nivel de 1995/96. De los envíos totales de cereales realizados en 1996/97, los PBIDA recibieron alrededor de 4 millones de toneladas, 2,6 millones de toneladas, o sea el 39 por ciento, menos que en 1995/96, lo cual cubrió sólo el 6,5 por ciento de las importaciones totales estimadas para esos países, frente a alrededor del 13 por ciento en 1993/94. También descendieron en 1996 (enero/diciembre) los envíos de ayuda alimentaria en productos no cereales que, según los primeros indicios, seguirán disminuyendo en 1997. Además, por lo que se refiere a la obligación impuesta en el marco del Convenio sobre la ayuda alimentaria de 1995, los envíos totales de cereales (incluidos legumbres y productos derivados) realizados en 1996/97 estuvieron cerca de los compromisos mínimos de 5 350 000 toneladas (en equivalente de trigo).

Los precios internacionales de exportación de la mayoría de los cereales se mantuvieron firmes o se fortalecieron algo en septiembre y principios de octubre, debido principalmente a un comercio activo. En la tercera semana de octubre, el trigo No.2 de los Estados Unidos (rojo duro de invierno, fob) se cotizó en 158 dólares EE.UU. por tonelada, alrededor de 8 dólares EE.UU. más por tonelada que en septiembre, pero todavía unos 22 dólares EE.UU. menos por tonelada que hace un año. Los precios internacionales del maíz han seguido fortaleciéndose, debido a una situación fundamentalmente difícil de los suministros a largo plazo, a la demanda fuerte de importaciones registrada últimamente, y a las preocupaciones por las perspectivas de la producción de 1998 en algunos países productores del hemisferio sur en los que la producción podría verse perjudicada por El Niño. Al final de octubre, los precios del maíz de los Estados Unidos se cotizaron en alrededor de 123 dólares EE.UU. por tonelada, alrededor de 11 dólares EE.UU. más por tonelada que en septiembre. En cambio, los precios internacionales del arroz siguieron deprimidos en las últimas semanas debido a la llegada de las nuevas cosechas en algunos países asiáticos y a una demanda limitada. El índice de la FAO para los precios de exportación del arroz (1982-84=100) promedió en 121 puntos durante las tres primeras semanas de octubre, un punto menos que el mes anterior. En el mismo período, las cotizaciones del arroz Thai 100B promediaron en 281 dólares EE.UU. por tonelada, 2 dólares EE.UU. menos por tonelada que el mes anterior, y alrededor de 40 dólares EE.UU. menos por tonelada que el año anterior.

El pronóstico de la FAO relativo a las existencias de cereales para las campañas agrícolas que terminan en 1998 se ha rebajado en 2 millones de toneladas desde el último informe a alrededor de 278 millones de toneladas, es decir alrededor del 2 por ciento menos que sus niveles de apertura, debido a una revisión al alza de las existencias finales del año pasado. La mayor parte de la disminución de las existencias mundiales de cereales de este año debería producirse en los cereales secundarios y el arroz. Aunque se pronostica que los inventarios de trigo aumentarán por segundo año consecutivo, principalmente en los países importadores, los inventarios mundiales serán muy inferiores a los niveles registrados al comienzo de los años 90. A nivel mundial, la relación entre las existencias de fin de temporada de 1998 y la utilización tendencial en 1998/99 se pronostica en poco menos del 15 por ciento, lo que representa un nivel muy inferior al margen del 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera el mínimo necesario para salva-guardar la seguridad alimentaria mundial.



 

AUMENTAN LOS PAÍSES AFECTADOS POR SITUACIONES DE EMERGENCIA EN 1997

Aunque se pronostica que la producción de cereales de 1997 disminuirá sólo ligeramente en los países en desarrollo con respecto al buen nivel del año pasado, el número de países que afrontan emergencias alimentarias ha pasado de 25 en 1996 a 31 en 1997 (20 de África, 5 de Asia, 5 de Europa oriental/CEI y 1 de América Latina). 

En África, las dificultades relativas al suministro de alimentos se han debido principalmente al mal tiempo registrado en el África oriental, aunque los disturbios civiles siguen jugando una parte importante. En Etiopía, debido a la escasez de las lluvias cortas en algunas zonas, la cosecha "belg" fue reducida, y las perspectivas para las cosechas principales "meher" son desfavorables. En Uganda, se está recogiendo una cosecha menor que la del año pasado y los precios del maíz y el frijol han aumentado considerablemente. La situación es particularmente difícil en la parte oriental y nordoriental, la más castigada por la grave sequía registrada a principios del año, y en las partes septentrional y occidental afectadas por disturbios civiles. En Somalia, la cosecha "Gu" recién recogida resultó escasa por tercer año consecutivo, mientras que en Tanzanía la cosecha de cereales de 1997 disminuyó en un tercio respecto al año pasado, de manera que en muchos distritos se necesita ayuda alimentaria. En Rwanda y Burundi, la producción se recuperó algo pero sigue siendo muy inferior a los niveles anteriores a la crisis. En el sur del Sudán, zona desgarrada por la guerra, la cosecha de la primera temporada fue escasa y la situación alimentaria sigue siendo inestable. En el África occidental, las perspectivas para la cosecha son variadas. En Burkina Faso, Gambia y el Senegal se prevén cosechas inferiores a la media y escasez de alimentos en algunos lugares debido a un tiempo desfavorable registrado a mitad de temporada. También se prevé una mala cosecha en Cabo Verde. En el Chad, Guinea Bissau y Malí se prevén cosechas superiores a la media, mientras que en Mauritania y el Níger se prevé una producción de cereales cercana a la media. En otras partes del África occidental, por ejemplo en Sierra Leona, la situación alimentaria se ha ido haciendo cada vez más inestable, y es probable que siga empeorando a raíz del embargo impuesto últimamente. En Liberia, se observa una cierta recuperación en la producción pero el país seguirá necesitando ayuda alimentaria durante algún tiempo. En la República del Congo, los recientes disturbios civiles han provocado un desplazamiento masivo de la población urbana y trastornado el sistema del suministro de alimentos. En el África austral, aunque en general la situación de los suministros alimentarios es satisfactoria, ha habido escasez en Malawi debido a una cosecha reducida. También existe una preocupación general por la posibilidad de que durante la campaña agrícola que recién ha comenzado se produzca una sequía como consecuencia de El Niño. 

En Asia, tras una grave sequía registrada en la República Democrática Popular de Corea en el verano pasado, unida a la fuerza destructiva de un tifón, ambos después de dos años consecutivos de inundaciones en 1995 y 1996, la situación alimentaria es sumamente desesperada. En otras partes, sigue habiendo graves problemas con los suministros alimentarios también en Mongolia, que afectan particularmente a los sectores vulnerables de la población. En el Iraq, aunque la situación de los suministros de alimentos se ha aliviado con la aplicación del acuerdo de petróleo por alimentos (RCS 986), la malnutrición sigue siendo un problema grave en todo el país. Una reciente misión FAO/PMA observó que aunque las raciones alimentarias entregadas en el marco de la RCS 986 cubren una parte importante de las necesidades totales de calorías y proteínas, el nivel de los suministros de otros nutrientes esenciales que sólo pueden obtenerse mediante una alimentación más equilibrada en la que se incluyan frutas y hortalizas así como productos pecuarios, es escaso o deficiente. 

En el Caribe, la situación de los suministros de alimentos sigue siendo difícil en Haití, debido a una producción de cereales de la temporada principal considerablemente menguada a causa de una sequía prolongada. 

En la CEI, se sigue necesitando ayuda alimentaria selectiva para las poblaciones vulnerables de Armenia, Azerbaiyán, Georgia, y particularmente Tayikistán, donde más del 16 por ciento de la población necesita esa ayuda para sobrevivir.


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