FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 10/11/12, diciembre 1997

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PERSPECTIVAS ACTUALES DE LA PRODUCCION Y LAS COSECHAS


SITUACION POR REGIONES


ASIA

En Asia, la recolección de la cosecha de trigo de 1997 está casi terminada, y la última estimación de la producción regional hecha por la FAO se ha revisado ligeramente al alza a 246 millones de toneladas. La producción de este año es superior en un 7 por ciento a la de 1996 y 23 millones de toneladas, o sea el 10 por ciento, más que la media de los últimos cinco años. El incremento de la producción de trigo se atribuye principalmente a las cosechas sin precedentes obtenidas en China y la India, donde la producción de 1997 fue superior a la de 1996 en un 9 y 10 por ciento, respectivamente. En cambio, la producción de la República Islámica del Irán y del Pakistán descendió en 1997 en un 2 y 3 por ciento, respectivamente, con respecto al año pasado. En ambos países, se prevé una gran cantidad de importaciones en 1997/98 para satisfacer la demanda y reponer las existencias.

En general, las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de 1997 en la región son menos favorables que el año pasado debido a una mengua de las cosechas prevista en varios países. La producción se pronostica ahora en alrededor de 200 millones de toneladas, 20 millones de toneladas, o sea el 9 por ciento, menos que la excelente cosecha del año pasado, pero aún así en torno a la media. La producción de maíz descendió de forma pronunciada en China donde grandes extensiones de las principales regiones productoras del nordeste se vieron afectadas por una grave sequía. En consecuencia, se prevé que la producción de maíz descenderá a un nivel inferior a la media de 105 millones de toneladas, alrededor de 10 millones de toneladas menos de lo que se había previsto anteriormente y 22 millones de toneladas, o sea el 18 por ciento, menos que la abundante cosecha de 1996. La producción total de cereales secundarios de 1997 en China se estima en 123,4 millones de toneladas, alrededor de 18 millones de toneladas menos que el año pasado. Aunque en general el monzón fue normal en la India, la sequía perjudicó la producción de cereales en algunos estados del sur, particularmente en Karnataka y Andra Pradesh. Pese a un ligero incremento de la superficie plantada, el país debería producir este año 31,4 millones de toneladas de cereales secundarios, volumen ligeramente inferior a la media y casi 3 millones de toneladas, o sea el 8 por ciento, menos que en 1996. En la República Popular Democrática de Corea, la situación de la seguridad alimentaria ha empeorado este año a raíz de una prolongada sequía que ha afectado gravemente la producción de maíz. Se está realizando actualmente una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA.

En el Afganistán, una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA realizada en julio estimó la cosecha de cereales de 1997 en 3,7 millones de toneladas, 18 por ciento más que el año anterior y la mayor desde 1978, gracias a unas condiciones favorables del tiempo y a los relativamente pocos daños causados por las plagas. La FAO estima la producción de cereales de 1997 en el Iraq en sólo 2,2 millones de toneladas, el nivel más bajo desde 1991 debido a una escasa utilización de insumos y a la constante degradación de las tierras y de la maquinaria agrícola.

PRODUCCION MUNDIAL DE CEREALES - PRONOSTICO PARA 1997


Trigo Cereales
secundarios
Arroz
(cáscara)
Total 1/

1996 1997 1996 1997 1996 1997 1996 1997

(. . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . )
Asia 230,4 246,1 220,6 199,8 519,0 518,1 970,0 964,0
Africa 22,8 15,4 87,2 81,7 15,7 16,2 125,6 113,4
América Central 3,4 3,7 27,0 28,3 2,0 2,1 32,4 34,0
América del Sur 22,0 19,8 54,3 61,4 18,2 18,2 94,5 99,5
América del Norte 92,0 92,3 296,3 289,6 7,8 8,1 396,0 390,0
Europa 128,3 132,8 159,8 167,9 2,9 2,6 291,0 303,3
CEI 67,4 78,3 55,3 62,1 1,3 1,5 123,9 141,9
Oceanía 24,0 17,9 11,4 9,4 1,0 1,4 36,3 28,8
TOTAL MUNDIAL 590,2 606,4 911,8 900,1 567,8 568,3 2 069,8 2 074,8
Países en desarrollo 275,3 281,7 378,0 361,3 542,0 541,7 1 195,3 1 184,7
Países desarrollados 314,9 324,7 533,8 538,8 25,8 26,6 874,5 890,1
FUENTE: FAO 1/ El total de cereales incluye el arroz cáscara.

En algunas partes de Asia ha comenzado la recolección de la cosecha principal de arroz. El pronóstico relativo a la producción arrocera de la región se mantiene inalterado en alrededor de 518 millones de toneladas. En China (Continental) ha terminado la recolección de la cosecha de verano, y la producción se calcula en 45,8 millones de toneladas, alrededor de 2 millones de toneladas más que en 1996. El aumento se atribuye a un incremento de los rendimientos determinados por la utilización mayor de insumos. En el sur de China las condiciones de crecimiento para los cultivos de otoño han sido favorables y la recolección debería comenzar en octubre. Ha comenzado la recolección de la única cosecha de arroz (verano-otoño), pero los cultivos se vieron afectados por algunas rachas calurosas y secas registradas en agosto. En base a estas observaciones, el pronóstico relativo a la producción total de arroz en China, incluida la provincia de Taiwán, se ha aumentado en 2 millones de toneladas respecto al pronóstico anterior, a 197 millones de toneladas.

En el Japón, el Ministerio de Agricultura sigue alentando a los agricultores, a través de un plan de detracción de tierras, a reducir la producción de arroz, como un medio para detener el aumento de las existencias arroceras causado por las abundantes cosechas obtenidas desde 1994, por las importaciones obligatorias realizadas en virtud de los compromisos asumidos en el marco de la Ronda Uruguay, y por el estancamiento del consumo interno per cápita. En el norte del Japón las condiciones de crecimiento mejoraron en agosto y septiembre, lo que alentó la esperanza de una cosecha mejor de lo que se había previsto anteriormente. En consecuencia, el pronóstico relativo a la producción arrocera del Japón se ha aumentado en 800 000 toneladas a 13 millones de toneladas, nivel semejante al del año pasado. La recolección del arroz está terminando en la República de Corea, y se espera una cosecha excelente por segundo año consecutivo, debido a las condiciones propicias del tiempo imperante durante el período vegetativo y a los esfuerzos realizados por el Gobierno y los agricultores para cultivar arroces de calidad superior. En cambio, la República Popular Democrática de Corea experimentó una prolongada sequía entre junio y agosto que afectó a los cultivos en sus fases críticas de desarrollo. En consecuencia, el pronóstico relativo a la producción arrocera ha disminuido a 1,8 millones de toneladas respecto a los 2 millones de toneladas previstos anteriormente.

En Filipinas, recién está comenzando la recolección de la cosecha de la temporada principal. El pronóstico relativo a la producción de arroz de 1997 se ha rebajado en 500 000 toneladas a 11,2 millones de toneladas debido a problemas relacionados con la sequía atribuida al fenómeno meteorológico de El Niño. En Indonesia, ya se ha recogido la mayor parte de la producción. Pero la recolección de la cosecha de la segunda temporada recién está comenzando y se prevé que la producción se verá perjudicada por el prolongado tiempo seco registrado en la mayor parte del país, sobre todo en la isla de Java, en la que se produce la mayor parte del arroz. Según los informes, la sequía atribuida a El Niño, afectó alrededor de 400 000 hectáreas de arroz, y las previsiones sobre la producción arrocera del país han pasado de los 52 millones de toneladas del pronóstico anterior a 50,4 millones de toneladas.

En otras partes de la región, por ejemplo en Myanmar, se prevé que la cosecha de la temporada principal comenzará en octubre. El pronóstico anterior relativo a la producción arrocera de 1997 se ha reducido en 300 000 toneladas a 16,7 millones de toneladas debido a que se prevé una disminución de los rendimientos atribuido a un empleo menor de insumos y a los daños causados por las inundacio-nes. En Viet Nam, se ha sembrado la mayor parte de la cosecha del décimo mes, y ha comenzado la recolección de la cosecha del verano-otoño. El país ha experimentado también daños por inundaciones en agosto y septiembre, y ello podría influir sobre la producción del veraño-otoño. En Camboya, se informa que la distribución irregular de las lluvias ha influido sobre el desarrollo de los cultivos de arroz. En consecuencia, la producción arrocera prevista se ha rebajado en 300 000 toneladas respecto al pronóstico anterior, a 3,3 millones de toneladas. En algunas partes de la India ha comenzado la recolección del arroz de la temporada Kharif. Se prevé que en el estado meridional de Andhra Pradesh la producción de arroz se resentirá por la falta de lluvias monzónicas. Pero como las zonas productoras de arroz de otras partes del país recibieron lluvias monzónicas oportunas y suficientes, el aumento de su producción debería compensar con creces la dismi-nución de la producción prevista en Andhra Pradesh. En total, la producción arrocera de la India en 1997 se pronostica en 122 millones de toneladas, frente a los 121 millones de toneladas de 1996. En Bangladesh, ha terminado la recolección de la cosecha Aus, y la de la cosecha Aman debería comenzar en octubre. La combinación de unas condiciones atmosféricas bue-nas y un suministro suficiente de insumos esenciales ha dado lugar a dos abundantes cosechas consecu-tivas de arroz en este país.


AFRICA

AFRICA SEPTENTRIONAL: La producción de trigo en 1997 se estima en 9,2 millones de toneladas, 44 por ciento menos que la producción superior a la media del año pasado (16,4 millones de toneladas), debido principalmente a las condiciones desfavora-bles del tiempo. La mayoría de los países de la sub-región obtuvo cosechas inferiores a lo normal. En Argelia la producción disminuyó en casi tres cuartas partes a 750 000 toneladas y en Túnez en dos terceras partes, a 660 000 toneladas, mientras que en Marruecos disminuyó en un 60 por ciento con respecto al año anterior. La producción de la cosecha casi totalmente de regadío de Egipto se calcula en 5,5 millones de toneladas, nivel marginalmente inferior al del año pasado. También resultó afectada por un tiempo desfavorable la producción de cereales secundarios de 1997 en la subregión. La producción total se estima en 8,9 millones de toneladas, alrededor de 4,4 millones de toneladas menos que el año pasado.

La producción de arroz de la región en 1997 se sigue pronosticando en un nivel sin precedentes de 5,1 millones de toneladas, 4 por ciento más que el récord establecido el año pasado. En Egipto, el mayor productor de arroz de la región, ha comenzado la recolección de la cosecha de 1997. Las condiciones de crecimiento han sido favorables en los últimos meses y, según los informes, la disponibilidad y distribución de insumos fueron normales.

AFRICA OCCIDENTAL: En la zona saheliana del Africa occidental ha terminado la estación de las lluvias. En la parte occidental del Sahel, las perspec-tivas para las cosechas de cereales secundarios han mejorado tras las lluvias abundantes y genera-lizadas caídas en septiembre, que en parte compen-saron las condiciones secas anteriores. En la parte central del Sahel, las perspectivas para la cosecha son en general favorables en Malí y en el oeste y el norte de Burkina Faso, gracias a unas condiciones de crecimiento en general favorables, pero desfavorables en el este de Burkina Faso. En la parte oriental del Sahel, las perspectivas son variadas en el Níger, y en algunas partes se prevén malas cosechas. En el Chad, unas lluvias en general regulares y generalizadas beneficiaron el desarrollo de los cultivos, pero en el noroeste las langostas migratorias africanas constituyen una amenaza para los cultivos. En la mayoría de los países se señala la presencia de saltones que podrían afectar la producción de la cosecha. Una serie de misiones de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS visitó todos los países del Sahel en octubre para preparar las primeras estimaciones de la producción de cereales de 1997. Se prevén cosechas inferiores a la media en Burkina Faso, Cabo Verde, Gambia y el Senegal. En Mauritania y el Níger la producción está en torno a la media, mientras que en el Chad, Guinea-Bissau y Malí es superior a la media.

En los países costeros del golfo de Guinea se están recogiendo actualmente las cosechas princi-pales de cereales secundarios. Gracias a unas bue-nas condiciones atmosféricas, las perspectivas para los cultivos son favorables en la mayoría de los países, salvo en Côte d'Ivoire y Ghana, donde una racha seca registrada en julio y principios de agosto pudo haber afectado a los cultivos, y en Sierra Leona, donde los disturbios civiles siguen entorpeciendo las actividades agrícolas. En 1998 Sierra Leona y Liberia seguirán dependiendo de la ayuda alimentaria para satisfacer sus necesidades de consumo.

Las perspectivas generales para la producción de arroz en la subregión siguen siendo favorables. Ha comenzado la recolección, y la producción se pronostica en alrededor de 7 millones de toneladas, frente a los 6,6 millones de toneladas de 1996. En Malí, unas lluvias oportunas contribu-yeron a que los cultivos se recuperaran de la racha seca de junio, y se prevén rendimientos sin precedentes de 2,5 toneladas por hectárea. También se esperan rendimientos mayores en Côte d'Ivoire, Ghana, el Senegal, Guinea, y Guinea-Bissau, gracias al tiempo favorable que reinó durenta agosto y septiembre.

AFRICA CENTRAL: Ha comenzado la estación de las lluvias en el Gabón, la República del Congo y la República Democrática del Congo, donde se están plantando las cosechas principales de cereales secundarios después que comenzaron las lluvias en agosto/septiembre. En el Camerún y la República Centroafricana se está recogiendo el mijo y el sorgo, mientras que la segunda cosecha de maíz y arroz se está desarrollando satisfactoriamente. La situación de los suministros alimentarios y las perspectivas para las cosechas son desfavorables en la parte oriental de la República Democrática del Congo y en el Congo, debido a los recientes disturbios civiles.

AFRICA ORIENTAL: Las perspectivas para la cosecha de trigo de 1997 han empeorado en Etiopía debido al tiempo seco registrado el mes pasado en algunas partes, y a unas lluvias excepcionalmente intensas caídas al final de octubre en otras. Se prevé una disminución de la producción respecto al buen nivel de 1996. En cambio, en Kenya, donde ha comenzado la cosecha, se prevé un aumento de la producción gracias al incremento de la superficie plantada y a un tiempo en general favorable. En el Sudán, al principio del año se recogió una cosecha abundante, considerablemente superior al volumen del año pasado.

Los pronósticos provisionales indican una dis-minución de la producción total de cereales secun-darios de la subregión en 1997 respecto al buen nivel de 1996. En Tanzanía, debido a la sequía imperante durante la temporada de "lluvias cortas" de principios de año, y a las lluvias tardías e irregulares caídas du-rante la estación de "lluvias largas", se estima que la producción total de cereales secundarios de 1997, si-tuada en 3 millones de toneladas, es inferior en una tercera parte a la del año pasado. En Uganda, las pri-meras cosechas de cereales secundarios de la se-gunda temporada recién recogidas resultaron afecta-das por la irregularidad de las lluvias, y se estima que la producción total será muy inferior a la cosecha nor-mal del año pasado. Las perspectivas para las cose-chas de la primera temporada de 1998, que se reco-gerán a partir de enero, son inciertas debido a las llu-vias tardías e insuficientes que, probablemente, han determinado una disminución de las plantaciones y de los rendimientos. En Rwanda y Burundi, la producción de cereales secundarios de 1997 aumentó con res-pecto al año anterior, pero fue inferior a los niveles an-teriores a la guerra. Las perspectivas para las cose-chas de la primera temporada de 1998 también se han visto perjudicadas por el retraso de la estación de las lluvias. En Somalia, la producción de cereales se-cundarios de la temporada principal de 1997 se man-tuvo cercana al bajo nivel de 1996 debido a una dismi-nución de la superficie plantada y a las rachas secas registradas durante el período vegetativo. Las pers-pectivas para la cosecha secundaria de 1997/98 han empeorado debido a las lluvias torrenciales e inunda-ciones de la segunda quincena de octubre. En Kenya, las perspectivas para la cosecha de maíz, que se está recogiendo ahora, han empeorado debido a las lluvias torrenciales recibidas últimamente, pero de todos mo-dos se pronostica que la producción aumentará res-pecto al bajo nivel de 1996. En Etiopía, las perspecti-vas para la cosecha principal que está por comenzar han empeorado a raíz del tiempo seco desfavorable que imperó en algunas zonas en los últimos meses y a las fuertes lluvias e inundaciones de finales de octu-bre en otras. Se prevé que la producción disminuirá respecto a la excelente cosecha del año pasado. En Eritrea, unas rachas secas registradas en algunas partes han provocado también un empeoramiento de las perspectivas para la cosecha de cereales secun-darios de este año que, según los pronósticos, se mantendrá en los niveles bajos de 1996. En el Sudán, unas precipitaciones inferiores a la media recibidas en septiembre y unas lluvias irregulares caídas en la pri-mera década de octubre han afectado los cultivos de cereales secundarios en desarrollo. Hacen falta más lluvias para evitar que disminuyan los rendimientos.

AFRICA AUSTRAL: La recolección de las cosechas de cereales secundarios de 1997 (principalmente maíz) terminó al final de agosto. La producción total de 1997 se estima en 17,0 millones de toneladas, alrededor del 13 por ciento más que la media pero 13 por ciento menos que la excelente cosecha del año pasado. Se prevé que la producción será inferior a la del año pasado en Angola, Botswana, Lesotho, Malawi, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe, debido al tiempo desfavorable. En Malawi, la producción dis-minuyó en un 13 por ciento, lo que dio lugar a una si-tuación difícil en cuanto a los suministros alimentarios. En Mozambique, la producción de cereales se calcula en 1 350 000 toneladas, alrededor de 9 por ciento más que el año pasado. Este quinto incremento con-secutivo de la producción de cereales secundarios en Mozambique se debe principalmente al aumento de la superficie sembrada, al tiempo favorable y al aumento de los rendimientos en algunas provincias. La producción de maíz de 1997 en Sudáfrica, el mayor productor de la subregión, se estima en 9,0 millones de toneladas, alrededor de un millón de toneladas menos que la cosecha superior a la media de 1996, debido a unas lluvias irregulares que mermaron los rendimientos en muchas zonas. Gracias a unas buenas precipitaciones caídas en la campaña de 1996/97 y a la abundancia de agua para riego en la mayoría de los grandes embalses, las perspectivas para la producción de trigo de la subregión son favorables. En Zimbabwe se está recogiendo una cosecha récord, y se pronostica que en Sudáfrica la producción de trigo será ligeramente inferior a la producción superior a la media del año pasado.

La reaparición del fenómeno de El Niño en el océano Pacífico ecuatorial desde marzo de este año hace prever la posibilidad de una escasez de precipi-taciones en la subregión durante la campaña agrícola de 1997/98, lo que podría tener repercusiones negativas en la producción de alimentos del próximo año. Las precipitaciones de septiembre y principios de octubre han sido algo irregulares pero en general en torno a la media, y las condiciones de humedad del suelo deberían ser favorables para la siembra de algunos cultivos de maíz de temporada larga que suele comenzar en noviembre. Sin embargo, las perspectivas para las precipitaciones de finales de la campaña de 1997/98 son todavía muy inciertas ya que el impacto mayor de El Niño debería producirse recién a principios de 1998, por lo que es probable que resulte afectado el principal período de precipitaciones de la subregión que es en enero.

La producción de arroz de Madagascar, que representa más del 90 por ciento de la producción arrocera de la región, se estima en alrededor de 2,5 millones de toneladas, volumen cercano a la buena cosecha del año pasado. Las repercusiones de las langostas migratorias en los cultivos alimentarios del sur del país fueron mínimas.


AMERICA CENTRAL Y EL CARIBE

Desde agosto hasta mediados de octubre se siguieron produciendo efectos negativos en la agricultura relacionados con el fuerte fenómeno meteorológico actual de El Niño. La situación preocu-pa en particular en algunas zonas centroamericanas que ya antes habían experimentado algunos efectos relacionados con dicho fenómeno. En la mayoría de los países se están adoptando medidas para contin-gencias en previsión de que se pudieran producir repercusiones más graves hacia finales de año, como ocurrió en 1982/83.

Las tormentas que se produjeron en octubre en las extensas zonas productoras de trigo de rega-dío del noroeste de México, donde se produce la ma-yor parte de la producción de la subregión, contri-buyeron a reconstituir los embalses de agua para la siembra de la cosecha de 1997/98. Se pronostica que la superficie plantada aumentará ligeramente con respecto al nivel superior a la media del año pasado.

La siembra de las cosechas de cereales se-cundarios de la segunda temporada de 1997 está muy avanzada en la mayoría de los países. Las pers-pectivas son inciertas ya que algunas partes de la subregión se vieron afectadas por las excesivas llu-vias caídas entre septiembre y mediados de octubre y, desde entonces, por unas condiciones secas no es-tacionales. En México, sin embargo, tras varias sema-nas de tiempo seco unas lluvias abundantes benefi-ciaron los cultivos en desarrollo del maíz de primave-ra/verano en la zona occidental, aunque causaron al-gunos daños localizados. En el resto de las extensas zonas productoras del centro, el sudeste, y la penín-sula de Yucatán, la humedad del suelo es suficiente. En algunas zonas ha comenzado la recolección tem-prana y se pronostica provisionalmente una cosecha abundante. En los estados nordorientales, particular-mente en las extensas zonas productoras de sorgo de Tamaulipas y Diego León, unas precipitaciones lige-ras y algunas tormentas ocasionales registradas en septiembre han aportado alivio a los suelos anterior-mente afectados por una grave sequía. También se prevé provisionalmente una excelente cosecha, pero dependerá mucho de la intensidad y duración de las lluvias. En los estados del centro-norte unas precipita-ciones aisladas entre normales y abundantes han favorecido mucho a los cultivos y, en particular, a los pastizales.

En otras partes de la subregión se señalan daños localizados a los cultivos como consecuencia de los huracanes estacionales, tras un período de tiempo extremadamente seco, atribuido a El Niño, que causó daños a algunos cultivos de la primera temporada. En Guatemala, donde se perdieron alrededor de 140 000 toneladas de maíz durante la primera temporada, unas lluvias torrenciales seguidas de inundaciones caídas en la provincia centro-sur de Scuintla a principios de octubre afectaron el desarrollo del maíz y otros cultivos de la segunda temporada. Por el momento no se han señalado daños a los importantes cultivos de café. En El Salvador, se pronostica provisionalmente que la producción de maíz disminuirá con respecto al volumen superior a la media de 630 000 toneladas del año pasado, a un nivel bajo de 510 000 toneladas, principalmente como consecuencia de las pérdidas de cosechas de la primera temporada. Los otros cultivos, como los del café que producen grandes ingresos de exportación, sufrieron tan sólo daños menores, mientras que los cultivos de caña de azúcar que se habían previsto de un nivel sin precedentes acusaron daños considerables. Las lluvias excesivas caídas en septiembre afectaron los cultivos de la segunda temporada en diversas partes del país. En cambio, en Honduras, las condiciones del tiempo han favorecido a los cultivos en las principales zonas productoras del país, lo que contribuirá a compensar los daños causados a los cultivos de maíz de la primera temporada en las zonas deprimidas del sur. En Nicaragua, un tiempo seco anormal sigue afectando particularmente las zonas costeras del Pacífico, donde se está prestando actualmente asistencia internacional. Pese a los daños causados por la sequía a los cultivos de la primera temporada, la producción de maíz de 1997/98 debería estar cercana al nivel récord del año pasado, ya que las principales zonas productoras del norte y algunas partes de la costa atlántica, tradicionalmente afectadas por las excesivas lluvias estacionales, se beneficiaron del tiempo seco y, en consecuencia, del aumento de la superficie sembrada. En Costa Rica, los cultivos de la primera temporada, particularmente los frijoles, así como los pastizales, sufrieron daños en las zonas costeras septentrionales y centrales del Pacífico, y en el centro del país. Según los informes, también ha quedado afectado el sector pesquero. El tiempo seco afectó los cultivos de café en desarrollo y las perspectivas siguen siendo inciertas a menos que se reanuden las lluvias. Las autoridades de los países centroamericanos están en alerta por la posibilidad de nuevos daños a los cultivos, y en todos los países se ha ejecutado un plan para situaciones imprevistas en colaboración con la comunidad internacional.

En el Caribe, las lluvias se reanudaron a principios de octubre en algunas partes de la República Dominicana, lo que benefició a los cultivos de secano afectados por la sequía y contribuyó a reponer los embalses de agua para los cultivos de regadío. El número y la intensidad de las depresiones tropicales habían disminuido significativamente, pese a que se estaba en plena temporada de huracanes, probablemente como consecuencia de El Niño. Para las próximas semanas se pronostican tormentas estacionales. En Cuba y Haití, se señalan lluvias irregulares y mal distribuidas, pero sin efecto en los cultivos. En el último país, sin embargo, la producción de cereales debería ser escasa debido a la grave sequía registrada en el primer semestre.


AMERICA DEL SUR

Las anomalías en materia de precipitaciones y temperaturas atribuidas al fenómeno de El Niño han continuado en la mayoría de los países de la subregión, particularmente los que están sobre la costa del Pacífico. Las temperaturas de la superficie del océano han llegado a niveles casi sin precedentes en muchas partes de las costas del Ecuador y del norte del Perú. Pero hasta ahora las repercusiones negativas sobre los cultivos han sido localizadas. Los últimos pronósticos relativos a El Niño siguen indicando que el efecto potencialmente más fuerte debería producirse hacia fines de año, en coincidencia con la siembra de las cosechas de cereales de la temporada principal y la recolección de la cosecha de trigo de 1997 en las zonas australes.

En cuanto a las zonas australes, en Argentina, donde la siembra de la cosecha de trigo de 1997 terminó en septiembre, unas lluvias normales caídas a principios de octubre aportaron humedad a las plantaciones de Santa Fe, Córdoba y el oeste de La Pampa, mientras que un tiempo relativamente seco y unas temperaturas altas favorecieron el trigo en fase de germinación y contribuyeron a contener los brotes de hongos en las principales zonas productoras de la Provincia de Buenos Aires, en las que la superficie plantada se había visto afectada por una humedad excesiva debida a un invierno más húmedo de lo normal atribuido a El Niño. Las estima-ciones oficiales iniciales cifran la superficie plantada entre 6 millones y 6 250 000 hectáreas, frente a la ci-fra récord de 7 millones de hectáreas del año pasado. En Chile, unas lluvias superiores a lo normal recibidas desde junio, tras una prolongada racha seca, han be-neficiado a los cultivos de trigo en desarrollo que se recogerán a partir de diciembre. Se señalan actual-mente algunas inundaciones localizadas, y consi-guientes daños a los cultivos. En el Brasil, ha comenzado la recolección de la cosecha de trigo de 1997. La superficie plantada ha disminuido considerablemente con respecto al año pasado, pero ello debería verse compensado por el aumento de los rendimientos, y se prevé una producción superior a la media. Sin embargo, se señalan daños causados a los cultivos en desarrollo en el principal estado productor de Paraná a causa de las intensas lluvias caídas en octubre debidas, posiblemente, a El Niño. Los rendimientos de la cosecha de trigo de estos países dependerá mucho de la intensidad de las lluvias relacionadas con El Niño que se reciban en los meses venideros. Con respecto a los países andinos, en Bolivia prácticamente ha terminado la recolección de la cosecha de trigo de la segunda temporada (invierno) de 1997, y está a punto de comenzar la siembra de la de la temporada principal de 1997/98. Se ha obtenido una producción de trigo ligeramente inferior a la media. En el Ecuador, la siembra de la cosecha de la segunda temporada (invierno), que se produce principalmente en el altiplano, ha terminado en condiciones secas, pero se pronostica provisionalmente una producción media. En el Perú prosiguen los trabajos de campo para la siembra de la cosecha de 1997/98 que comenzará en noviembre.

En las zonas australes de la subregión ha comenzado la plantación de las cosechas de cereales secundarios de 1997/98. En la Argentina y el Brasil, los principales productores, los últimos pronósticos oficiales señalan que la superficie plantada podría disminuir entre el 1 y el 5 por ciento, respectivamente, con respecto a los niveles casi sin precedentes del año pasado. El resultado definitivo dependerá mucho de la intensidad y duración de las lluvias relacionadas con El Niño pronosticadas actualmente para los meses venideros. En los países andinos de Bolivia, Ecuador y Perú, ha comenzado la siembra de la cosecha de cereales secundarios de la temporada principal de 1997/98. Las perspectivas son inciertas ya que los peores efectos de El Niño se prevén para fines de año. Los vientos y las lluvias torrenciales seguidas de grandes inundaciones han seguido afectando las zonas del litoral del norte del Perú, y las del Ecuador desde Esmeraldas, al norte, hasta Guayaquil, en el sur. Se señalan daños importantes causados a las viviendas y a la infraestructura, y, en menor medida, al sector agrícola, ya que se estaba preparando la tierra para la siembra. Pero si continúan las lluvias intensas podría disminuir la superficie plantada y podrían perjudicarse los rendimientos. Las altas temperaturas de la superficie del océano han influido considerablemente sobre los ecosistemas marinos y, en consecuencia, han afectado al sector pesquero. En Bolivia, el Ecuador, y el Perú se ha declarado un estado de emergencia. En la mayor parte de Venezuela y en el norte de Colombia se recibieron en septiembre y principios de octubre algunas lluvias moderadas, pero en la mayor parte fueron insuficientes para aliviar los déficit de agua debidos a las condiciones secas anteriores.


AMERICA DEL NORTE

En los Estados Unidos, el informe del USDA de octubre sobre los cultivos cifra la producción total de trigo de 1997 (invierno y primavera) en 68,8 millones de toneladas, alrededor del 10 por ciento más que la cosecha de 1996. La mayor parte del incremento se debe a una fuerte recuperación de la producción del trigo de invierno tras la mala cosecha del año pasado, en tanto que la cosecha del trigo de primavera se mantuvo prácticamente sin modificaciones con respecto al año anterior. La siembra del trigo de invierno que se recogerá el año próximo está muy avanzada y, según los primeros indicios, la superficie sembrada aumentará marginalmente. Si bien las condiciones secas están impidiendo algo los trabajos de campo en algunas partes de las praderas meridionales, en general la siembra y el despunte de los cultivos están marchando a un ritmo normal. Al 12 de octubre se había sembrado aproximadamente el 76 por ciento de todo el trigo de invierno, incluido el rojo blando, en comparación con el 70 por ciento del año pasado y una media de 71 por ciento en los últimos cinco años, mientras que el 47 por ciento había despuntado, poco antes de lo normal y que el año pasado. En el Canadá, la cosecha principal de trigo está prácticamente terminada, y aunque las condiciones de sequía del comienzo del verano redujeron en parte los rendimientos, se señala que la calidad de los cultivos es buena. Salvo en Alberta septentrional donde el exceso de lluvias ha retrasado la recolección y la calidad de los cereales ha resultado afectada. El último pronóstico oficial de principios de octubre cifra la producción de trigo de 1997 en alrededor de 23,5 millones de toneladas, 21 por ciento menos que el año pasado, debido a una disminución de la superficie sembrada (del 8 por ciento) y de los rendimientos.

Las perspectivas para la producción de cereales secundarios de los Estados Unidos en 1997, principalmente maíz, siguen siendo en general satisfactorias. Tras el empeoramiento de las perspectivas de los rendimientos al comienzo del verano causado por el tiempo seco, en las últimas semanas la situación de los cultivos se ha estabilizado. El pronóstico del USDA de octubre cifra la producción total de cereales secundarios en 264,6 millones de toneladas, marginalmente menos que la producción del año pasado. La producción de maíz se pronostica ahora en 236,5 millones de toneladas, cifra prácticamente igual a la de 1996. Pero la recolección se encuentra todavía en las primeras fases. Al 12 de octubre, se señalaba que se había recogido el 27 por ciento de la cosecha de los 17 principales estados productores, lo que es algo normal para esta fase de la campaña. El resultado definitivo de la producción de 1997 seguirá dependiendo mucho del tiempo que haga en las próximas semanas para terminar la recolección. En el Canadá, la producción total de cereales secundarios debería disminuir en 1997 tras la reducción de la superficie sembrada y las condiciones secas registradas al principio del verano que limitaron los rendimientos. Los últimos pronósticos oficiales cifran la producción total de cereales secundarios del país en 25 millones de toneladas, alrededor del 12 por ciento menos que el año anterior, pero aún así más que la media de los últimos siete años.

En los Estados Unidos, la recolección del arroz está casi terminando y la producción debería ser ligeramente inferior al pronóstico anterior, situándose en 8,1 millones de toneladas, lo que representaría todavía un volumen superior en alrededor del 5 por ciento a la producción del año pasado. El aumento previsto se atribuye a una expansión del 9 por ciento de la superficie en 1997, a 1 230 000 hectáreas. La mayor parte del aumento de la superficie se asignó a la siembra de arroz de grano largo, cuya superficie creció en alrededor del 15 por ciento a poco más de 800 000 hectáreas. Al mismo tiempo, la superficie sembrada con arroz de grano mediano disminuyó en un 7,5 por ciento a alrededor de 330 000 hectáreas, habiéndose registrado toda la disminución en los estados meridionales.


EUROPA

La producción total de cereales de la región en 1997 se estima ahora en 302,5 millones de toneladas, unos 6 millones de toneladas más que el pronóstico de agosto, y 12 millones de toneladas más que en 1996. La estimación de la producción de trigo sigue prácticamente invariada respecto al pronóstico anterior, en 132,7 millones de toneladas, alrededor del 3 por ciento más que en 1996, mientras que la de cereales secundarios se cifra ahora en 167,2 millones de toneladas, 6 millones de toneladas más que el pronóstico del informe anterior y 5 por ciento más que el año pasado.

En la CE, la recolección de la mayor parte de las cosechas de cereales de 1997, salvo el maíz, está prácticamente terminada. La FAO estima ahora la producción total de cereales de la Comunidad en 205 millones de toneladas, sólo 2,7 millones de toneladas menos que la cosecha récord del año pasado. Los retrasos de la recolección causados por la lluvia afectaron los rendimientos del trigo en varios países, cuya producción total se estima en 95,3 millones de toneladas, casi 5 millones de toneladas menos que el año pasado pese a un aumento de la superficie plantada. En compensación, sin embargo, la producción de cereales secundarios se calcula ahora en unos 107 millones de toneladas, volumen ligeramente superior a las previsiones anteriores y alrededor del 2 por ciento más que el año pasado.

En la parte oriental de la región, las últimas informaciones señalan cosechas en general mayores que el año pasado y de lo que se había previsto anteriormente, pese a las condiciones húmedas imperantes al comienzo del verano. En Bulgaria, la última estimación oficial cifra la producción de trigo de 1997 en 3,8 millones de toneladas, más del doble de la cosecha reducida por la sequía del año pasado. También se recuperó de forma pronunciada la producción de cereales secundarios, a alrededor de 2,4 millones de toneladas con respecto a los 1,6 millones de toneladas estimados en 1996. Sin embargo, según los primeros indicios relativos a la producción de trigo de 1997, la supeficie plantada en el otoño de este año ha descendido algo con respecto al nivel del año pasado. En la República Checa, la cosecha de cereales de 1997 se estima oficialmente en alrededor de 6,9 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior a las previsiones anteriores debido a algunos daños causados por las precipitaciones excesivas caídas en el verano de este año, pero aún así superior en alrededor del 4,5 por ciento a la producción del año pasado. En Hungría, las últimas estimaciones oficiales señalan una cosecha de cereales de 14 millones de toneladas, mayor de lo previsto y superior en un 23 por ciento a la de 1996. Según las estimaciones, la producción de trigo ha aumentado a 5,3 millones de toneladas, pero se señala que la proporción de trigo de mala calidad es superior a lo normal. En Polonia, pese a algunas pérdidas de cosechas localizadas debidas a las inundaciones del verano, este año se ha obtenido otra buena producción de cereales de alrededor de 25 millones de toneladas. Del total, se estima que al trigo corresponden 8,3 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior a la producción de 1996, mientras que la producción de cereales secundarios ha aumentado ligeramente a 16,7 millones de toneladas. En Rumania, la producción de cereales de 1997 se ha recuperado de forma pronunciada con respecto al nivel reducido por la sequía del año pasado, pero aún así fue inferior a su potencial anterior debido al mal tiempo imperante durante el verano que trastornó la recolección. La producción de trigo se calcula en 7 millones de toneladas, frente a 3,1 millones de toneladas en 1996, mientras que la de cereales secundarios aumentó a 12,4 millones de toneladas, 1,4 millones de toneladas más que el año anterior. La siembra de la cosecha de trigo de invierno de 1998 se ha visto perturbada por el mal tiempo, la escasez de maquinaria en buen estado, y los limitados fondos de los agricultores para insumos. En la República Eslovaca, la cosecha de cereales de 1997 se estima en 3,8 millones de toneladas, lo que representa un resultado mejor de lo previsto y superior en un 15 por ciento a la mala cosecha del año pasado. Del total, 1,9 millones de toneladas corresponden al trigo, el principal cultivo alimentario.

La recolección de la cosecha de arroz de 1997 está muy avanzada en la mayor parte de Europa, y el pronóstico relativo a la producción total de la CE se ha rebajado en 100 000 toneladas respecto al informe anterior a alrededor de 2,5 millones de toneladas. La merma se atribuye a una disminución de los rendimientos y de la superficie sembrada en algunos países con respecto a lo que se había previsto.


COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES 1/

Según las estimaciones, la superficie total sembrada con cereales (cereales y legumbres) que se recogerán en 1997 ha disminuido en menos de 1 millón de hectáreas a alrededor de 90 millones de hectáreas, debido exclusivamente a la marcada disminución de la superficie sembrada en Kazajstán. En todos los otros países, la superficie sembrada con cereales se mantuvo estable o aumentó. La superficie recolectada podría ser algo menor debido a la cosecha tardía del maíz y a unas condiciones húmedas y frías imperantes en algunas de las importantes zonas productoras, así como a los precios muy altos del combustible en los momentos críticos de la cosecha. La superficie total sembrada con trigo se mantuvo estable en poco menos de 48 millones de hectáreas, pese a una disminución de 1,3 millones de hectáreas en Kazajstán. La superficie sembrada con cereales secundarios también se

mantuvo en general sin modificaciones en alrededor de 40 millones de hectáreas, con un aumento de la superficie de maíz que compensó la disminución de la superficie de avena, centeno y mijo. Disminuyó la superficie sembrada con arroz y legumbres, en este último caso debido al mal tiempo imperante durante la siembra.

En general, las condiciones de crecimiento para las cosechas de 1996/97 fueron muy favorables durante la primera parte de la campaña, pero la persistencia de las lluvias a partir de junio y durante una gran parte del período de recolección echó a perder una cosecha en pie que se prometía mayor que la del año pasado. Un tiempo mejor que en la campaña agrícola anterior fue la razón principal del aumento del 10 por ciento de los rendimientos totales de los cereales, pero también contribuyó el empleo mayor de fertilizantes y plaguicidas, particularmente en Ucrania y la Federación de Rusia. No obstante, este año los rendimientos medios, aunque cercanos a la media de 1992-96, serán inferiores en alrededor del 10 por ciento a los de 1986-90 y la calidad de los cereales es deficiente debido a las malas condiciones del tiempo durante el verano y a una utilización insuficiente de insumos.

En base a los resultados de la cosecha y a la situación de los cultivos a mediados de octubre, la producción total de cereales y legumbres de 1997 en la CEI se calcula provisionalmente en 145 millones de toneladas (peso limpio), 14 por ciento más que la producción del año pasado, estimada ahora por la FAO en 127 millones de toneladas. Se prevé que todos los países de la CEI obtendrán cosechas mayores o semejantes a las del año pasado. La mayor parte del aumento de la producción, estimado en 17 millones de toneladas, se debe a la recuperación registrada en la Federación de Rusia, Ucrania y Moldova con respecto a las cosechas menguadas por la sequía del año pasado. Pero también debería aumentar de forma pronunciada la producción de Georgia, Tayikistán, Turkmenistán, como respuesta a una disponibilidad algo mejor de insumos y de incentivos para los agricultores. Aumentos menores se prevén en Azerbaiyán (afectada por las inundaciones) y Kirguistán, donde un tiempo cálido redujo el potencial de rendimiento en las principales zonas productoras. Pese a una mejora del tiempo, la producción de Kazajstán debería aumentar sólo marginalmente.

La FAO estima que la producción de trigo de la CEI podría aumentar este año en 11 millones de toneladas (16 por ciento) a 78 millones de toneladas, debido a un aumento de los rendimientos. Según los pronósticos, la producción de trigo de la Federación de Rusia y Ucrania aumentará en 4,5 millones de toneladas y 4 millones de toneladas, respectivamente, mientras que todos los demás países están esperando también una cosecha mayor, y se pronostica un aumento pronunciado en Kazajstán y Moldova. Se prevé que la producción total de cereales secundarios crecerá en 7 millones de toneladas (12 por ciento) a 62 millones de toneladas, debido principalmente a un aumento de los rendimientos. Este año la superficie sembrada con maíz aumentó en los tres principales países productores. La superficie sembrada con legumbres ha ido disminuyendo constantemente desde 1991, y es probable que en 1997 la producción descienda a 3,1 millones de toneladas respecto a los 3,3 millones de toneladas, aproximadamente, de 1996.
___________________ 1/ La Comunidad de Estados Independientes (CEI) comprende los 12 Estados Miembros (Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldova, la Federa-ción de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán).


OCEANIA

Las perspectivas para las cosechas de trigo y cereales secundarios de 1997 han mejorado en Australia gracias a unas lluvias oportunas y abundantes caídas en septiembre y principios de octubre. Ahora se prevé que los rendimientos medios serán algo mejores de lo previsto, particularmente en Nuevo Gales del Sur, donde al comienzo de la temporada reinaron condiciones excepcionalmente secas, atribuidas a El Niño. Pero los rendimientos serán de todos modos inferiores a los niveles sin precedentes del año pasado, y se estima que la superficie total sembrada con cereales de invierno ha disminuido en alrededor del 4 por ciento. Laa cosecha de trigo se pronostica ahora en 17,6 millones de toneladas frente a la producción récord de 23,6 millones de toneladas del año pasado. La producción total de cereales secundarios de 1997 (incluida la producción secundaria de verano de la mayor parte del sorgo y maíz recogida al principio del año) se pronostica ahora en alrededor de 8,7 millones de toneladas, frente a unos 10,5 millones de toneladas en 1996. Las recientes precipitaciones han mejorado también mucho las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de verano que se plantará dentro de poco y se recogerá en 1998.

La producción de arroz de 1997 en Australia, que representa más del 95 por ciento de la producción regional, se estima en alrededor de 1,4 millones de toneladas, frente a las 951 000 toneladas producidas el año pasado y a una media de alrededor de 900 000 toneladas de los últimos diez años. El aumento espectacular de la producción se debe a un incremento del 10 por ciento de la superficie sembrada con arroz, a 166 000 hectáreas, y a una mejora notable de los abastecimientos de agua en Nuevo Gales del Sur, donde se produce la mayor parte del arroz de Australia. Según los primeros indicios sobre la campaña de 1998, la superficie sembrada disminuirá en un 16 por ciento a 140 000 hectáreas, debido a una baja de los precios mundiales y a unas asignaciones de agua considerablemente menores previstas en Nuevo Gales del Sur.


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