SON AHORA 37
LOS PAISES CON PROBLEMAS DE SUMINISTROS ALIMENTARIOS DEBIDOS A EL NIÑO
Aunque la producción de cereales de los países
en desarrollo ha disminuido, según las estimaciones, sólo
ligeramente en 1997 respecto al buen nivel del año anterior, el
número de países que hacen frente a emergencias alimentarias
ha pasado de 31 que eran el año pasado a 37, debido principalmente
a los efectos de El Niño.
En Africa, las dificultades en materia de suministros
alimentarios se han debido principalmente a la alternancia de sequías
e inundaciones en la mayor parte del Africa oriental, donde se han producido
pérdidas considerables de cosechas y ganados. En Somalia,
unas lluvias torrenciales relacionadas con El Niño causaron grandes
inundaciones en la segunda quincena de octubre y provocaron pérdidas
de vidas humanas y daños a los sistemas de producción de
alimentos. Catástrofe ésta que se sumó a una serie
de malas cosechas consecutivas que ya habían afectado gravemente
la seguridad alimentaria del país. En Kenya, unas lluvias
fuertes relacionadas con El Niño caídas en las dos primeras
décadas de enero, después de dos meses de lluvias persistentes,
provocaron graves daños a las viviendas y a la infraestructura y
dejaron muchas aldeas aisladas por las inundaciones. El Gobierno ha lanzado
un llamamiento pidiendo ayuda internacional para las zonas inundadas. Según
los informes, el brote de fiebre del Valle de Rift que ha afectado en octubre
al ganado se ha trasmitido al hombre causando víctimas y pérdidas
considerables de animales. En Uganda, unas lluvias torrenciales
caídas desde mediados de noviembre, principalmente en la parte oriental,
provocaron inundaciones, pérdidas de vidas humanas, daños
a las viviendas y a la infraestructura y pérdidas localizadas de
cosechas. En Tanzanía, unas lluvias torrenciales caídas
en la primera quincena de enero en relación con el fenómeno
de El Niño provocaron inundaciones generalizadas, daños a
la infraestructura y el aislamiento de algunas zonas del país, así
como pérdidas localizadas de cosechas. En Etiopía,
la producción se vio afectada por las lluvias irregulares recibidas
durante el período vegetativo, las fuertes lluvias imprevistas caídas
durante la recolección y una utilización menor de fertilizantes.
En Burundi, la inseguridad que impera en todo el país, un
notable retraso de la estación de las lluvias en la mayor parte
del país y unas lluvias fuertes seguidas de inundaciones han perjudicado
la producción de alimentos durante la campaña actual. En
Rwanda, los rendimientos de los cultivos resultaron afectados por
el retraso de un mes de la estación de las lluvias y por problemas
atmosféricos localizados. Los disturbios civiles siguen trastornando
las actividades agrícolas en el noroeste del país. En el
Africa occidental, aunque la situación relativa a los suministros
alimentarios es en general satisfactoria, en Liberia la producción
de alimentos es todavía inferior a los niveles anteriores a los
disturbios civiles, no obstante los aumentos registrados últimamente
gracias a la paz y estabilidad relativas que reinan. En Sierra Leona,
predomina todavía la inseguridad en varias partes del país,
especialmente en el este y el sudeste. Aunque se estima que la producción
agrícola de 1997 superó en un 20 por ciento a la del año
anterior, muchas zonas se han visto afectadas por los desplazamientos de
la población. En algunos países sahelianos, algunas zonas
obtuvieron cosechas malas y hace falta ayuda exterior para la población
afectada. En el Africa austral, las condiciones han sido hasta ahora
favorables para los cultivos de la mayor parte de la subregión,
pese a los temores que había de una posible sequía provocada
por El Niño. Sin embargo, en Angola, las actividades agrícolas
y la situación de los suministros alimentarios continúan
viéndose impedidas por los problemas de seguridad que afectan algunas
partes del país. En Mozambique, entre las zonas que suscitan
preocupación figuran las provincias occidentales de Tete y Manica,
en las que unas rachas secas registradas en noviembre y diciembre pueden
haber afectado a los cultivos tempranos en algunos distritos.
En Asia, tras las inundaciones registradas durante
dos años consecutivos en la R.P.D. de Corea, en el verano
pasado hubo una gran sequía y un tifón de gran fuerza destructiva
que provocaron una situación alimentaria muy grave. En otras partes,
como en Mongolia, persisten problemas de suministros de alimentos,
particularmente entre los sectores vulnerables de la población.
En el Iraq, pese a una mejora de la situación gracias al
acuerdo de petróleo por alimentos, la malnutrición sigue
siendo un problema grave en todo el país. En otras partes de Asia,
las sequías relacionadas con El Niño han afectado la producción
de cereales en Indonesia, China, Filipinas y Tailandia,
así como en Papúa Nueva Guinea, del arco del Pacífico.
En América Central, se están registrando
problemas alimentarios de urgencia en El Salvador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua y Panamá, donde las cosechas
de cereales de la primera temporada se vieron gravemente afectadas por
una racha seca relacionada con El Niño y las de la segunda temporada
no lograron aliviar la situación debido a la persistencia del mal
tiempo. En el Caribe, la situación de los suministro de alimentos
sigue siendo difícil en Haití, debido sobre todo a
la merma de la producción de cereales de la primera temporada causada
por una sequía prolongada, mientras que en la República
Dominicana unas lluvias torrenciales caídas en el oeste y el
noroeste han afectado gravemente muchos cultivos importantes para la seguridad
alimentaria de la zona.
En la CEI, las poblaciones vulnerables, entre las
que se cuentan las personas desplazadas en el interior, los refugiados
y los ancianos de Armenia, Azerbaiyán, Georgia
y, particularmente, Tayikistán, siguen necesitando ayuda
alimentaria selectiva. |