FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 1/2, febrero 1998

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PERSPECTIVAS ACTUALES DE LA PRODUCCION Y LAS COSECHAS



ASIA

La última estimación de la FAO de la producción de trigo de 1997 en Asia se ha revisado ligeramente al alza a 249 millones de toneladas, alrededor de 8 por ciento más que en 1996 y 12 por ciento más que la media de los últimos cinco años. Las perspectivas para la cosecha de trigo de invierno de 1998, que se recogerá a partir de abril, son variadas. En China, se prevé una merma de la producción debido a una disminución de la superficie sembrada como consecuencia de la insuficiencia de lluvias. Se han señalado condiciones secas en seis de las principales provincias productoras de trigo, y se pronostica que continuarán hasta la primavera. Se informa asimismo que la nieve y las temperaturas bajas registradas en la primera quincena de enero han causado daños al trigo en algunas partes del sur del país. En cambio, en la India se prevé una cosecha buena de trigo en la mayor parte del país, pese al desarrollo lento de los cultivos debido a unas temperaturas bajas relacionadas con unas precipitaciones superiores a lo normal. En Rajastán, Gujarat, Punjab y Haryana se señalan condiciones buenas y abundante abastecimiento de agua. En el Pakistán, sin embargo, la superficie sembrada con trigo ha disminuido de forma pronunciada debido al mal tiempo durante la siembra. En Turquía, la situación es favorable hasta ahora y se prevé una producción semejante a la del año pasado.

La producción de cereales secundarios de 1997 en Asia se estima en 198 millones de toneladas, alrededor de 13 por ciento menos que la producción récord de 225 millones de toneladas del año pasado y 2 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. La producción de maíz descendió bruscamente en China a un nivel inferior a la media de 105 millones de toneladas, alrededor de 22 millones de toneladas, o sea 21 por ciento, menos que la cosecha abundante de 1996, debido a la grave sequía que afectó la parte septentrional del país. La producción total de cereales secundarios de China en 1997 se calcula en 122,6 millones de toneladas, alrededor de 23 millones de to-neladas menos que en 1996. En la India, pese a un li-gero aumento de la superficie plantada, la producción de cereales secundarios se estima en 31,4 millones de toneladas, casi 3 millones de toneladas menos que en 1996. En la RPD de Corea la situación de la seguridad alimentaria empeoró debido a la sequía prolongada del año pasado, que afectó gravemente la producción de maíz. La producción de maíz de 1997 se estima en 1 140 000 toneladas, el nivel más bajo registrado hasta el momento.

La estimación de la FAO sobre la producción de arroz de la región en 1997 se ha aumentado en 2 millones de toneladas respecto al pronóstico anterior a un nivel récord de 520 millones de toneladas. La mayor parte del incremento se ha producido en China (Continental) donde la estimación de la producción ha aumentado en 1,5 millones de toneladas respecto al pronóstico anterior a 196,5 millones de toneladas debido a un aumento de los rendimientos. También en la India se ha aumentado la estimación de la producción arrocera respecto del pronóstico anterior, en 1,2 millones de toneladas a 123 millones de toneladas. La mayor parte del país recibió lluvias monzónicas oportunamente y en cantidad suficiente por décimo año consecutivo. En Bangladesh, la recolección de la cosecha Aman prácticamente ha terminado y la estimación de la producción de 1997 se ha revisado al alza en 500 000 toneladas respecto al pronóstico anterior, a 28,5 millones de toneladas, debido a los buenos rendimientos obtenidos gracias a las condiciones favorables del tiempo y a un suminis-tro suficiente de insumos. En Viet Nam, donde se ha terminado de recoger la cosecha del décimo mes, o está a punto de terminarse, la producción de arroz se calcula en 27,5 millones de toneladas, 500 000 to-neladas más que el pronóstico anterior y un volumen ligeramente superior a la producción de 1996. La recolección de la cosecha de la temporada principal (invierno-primavera) comenzará en febrero/marzo.

En Indonesia, donde se ha terminado de recoger la cosecha de arroz de la segunda temporada, se señala que más de 400 000 hectáreas resultaron perjudicadas por el calor y la sequía atribuidos al fenómeno meteorológico de El Niño y, en consecuencia, la estimación de la producción de 1997 se ha rebajado en más de 1,3 millones de toneladas respecto a las previsiones anteriores, a 49,1 millones de toneladas. La siembra de la cosecha de la temporada principal de 1998, que normalmente comienza en octubre/noviembre, se retrasó por la falta de humedad, lo cual podría reducir los rendimientos en 1998. La recolección de la cosecha de arroz de la temporada principal está llegando a su término en Tailandia, pero se prevé una merma de los rendimientos debido al retraso de la siembra atribuido a la insuficiente humedad de principios de temporada. La estimación de la producción de 1997 se ha rebajado en 360 000 toneladas a 20,6 millones de toneladas. Ha comenzado la siembra de la cosecha de la segunda temporada, que depende de riego, pero la superficie debería disminuir significativamente debido a la insuficiencia de reservas de agua. La esti-mación de la producción arrocera de 1997 en la Re-pública Democrática de Corea ha disminuido respecto al informe anterior en 100 000 toneladas a 1,7 millo-nes de toneladas, debido a una sequía prolongada que afectó los cultivos en las fases críticas de desa-rrollo.
 

PRODUCCION MUNDIAL DE CEREALES - ESTIMACIONES PARA 1997
 
Trigo  Cereales 
secundarios 
Arroz (cáscara)  Total 1/ 
1996  1997  1996  1997  1996  1997  1996  1997
(. . . . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . ) 
Asia  231,5  249,0  224,7  198,6  519,9  520,2  976,1  967,8
Africa  22,8  15,5  87,6  78,4  15,7  16,8  126,0  110,6
América Central  3,4  3,4  27,0  28,7  2,0  2,1  32,4  34,2
América del Sur  22,0  18,8  54,3  61,2  18,2  18,0  94,5  98,0
América del Norte  92,0  93,0  296,3  291,0  7,8  8,1  396,0  392,1
Europa  128,7  132,6  160,2  172,6  2,9  2,6  291,7  307,8
CEI  67,4  80,1  55,3  67,6  1,3  1,4  123,9  149,0
Oceanía  24,0  18,2  11,7  9,6  1,0  1,4  36,7  29,3
TOTAL MUNDIAL  591,7  610,6  917,0  907,6  568,7  570,6  2 077,4  2 088,8
Países en desarrollo  276,4  283,6  382,5  357,0  542,9  544,1  1 201,8  1 184,8
Países desarrollados  315,3  327,0  534,5  550,6  25,8  26,5  875,6  904,1

En el Pakistán, la estimación de la producción arrocera se ha revisado ligeramente a la baja a 6,4 millones de toneladas, debido al granizo y las lluvias fuertes caídos en la región de Sindh en octubre que, según se informa, han afectado los rendimientos.

En otras partes, se ha terminado de recoger la cosecha de arroz de la temporada principal en Filipinas y la producción total de 1997 se calcula en 11,2 millones de toneladas. La siembra de la cosecha de la segunda temporada está llegando a su término, pero la superficie debería descender de forma pro-nunciada debido a la falta de agua para riego. En la República de Corea está casi terminada la recolec-ción del arroz y se prevé un ligero aumento de la pro-ducción gracias a unas condiciones atmosféricas favorables registradas durante el período vegetativo y a los esfuerzos realizados por el gobierno y los agri-cultores para cultivar variedades de calidad superior. En Sri Lanka, está a punto de terminarse la recolec-ción del arroz y la producción de 1997 se estima ofi-cialmente en 2,6 millones de toneladas. En el Japón, el gobierno adoptó medidas especiales encaminadas a reducir las existencias arroceras que han ido aumentando constantemente desde 1994 debido a una serie de cosechas abundantes, a las importacio-nes obligatorias de arroz efectuadas en virtud de los compromisos de la Ronda Uruguay, y al estanca-miento del consumo interno per cápita. Las medidas son las siguientes: a) un aumento del objetivo de de-tracción de tierras sembradas con arroz en 176 000 hectáreas a 963 000 hectáreas, lo que representa alrededor del 36 por ciento de su superficie total de arroz, y b) una disminución del 2,5 por ciento de los precios al productor con respecto a 1997.


AFRICA

AFRICA SEPTENTRIONAL: La producción de trigo en 1997 se estima en 9,9 millones de toneladas, 40 por ciento menos que la producción superior a la media de 1996 (16,6 millones de toneladas), debido principalmente a unas condiciones de crecimiento desfavorables. La mayoría de los países de la subregión obtuvieron cosechas inferiores a lo normal. La producción disminuyó en tres cuartas partes a 750 000 toneladas en Argelia y en un 61 por ciento en Túnez a 903 000 toneladas, mientras que en Marruecos es inferior en un 60 por ciento a la del año anterior. La producción de los cultivos de Egipto, casi totalmente de regadío, se estima en 5,8 millones de toneladas, volumen marginalmente superior al del año pasado. También se ha visto afectada por el tiempo desfavorable la cosecha de cereales secundarios de 1997, cuya producción total se calcula en 9,2 millones de toneladas, alrededor de 4,3 millones de toneladas menos que el año pasado.

Las condiciones de crecimiento para los cultivos de 1998 son en general satisfactorias en la mayoría de los países de la subregión, salvo en Argelia. Unas precipitaciones superiores a lo normal recibidas en las últimas semanas en la mayor parte de Marruecos han favorecido el desarrollo de los cultivos. En Túnez, unas buenas precipitaciones caídas desde septiembre han permitido la siembra de la cosecha de invierno en la mayor parte del país y están favoreciendo el desarrollo de los cultivos. En Argelia, sin embargo, las condiciones secas que predominan desde diciembre, particularmente en las partes occidental y central, han agotado las reservas de humedad del suelo y aumentado el estrés de los cultivos. Por lo tanto, hacen falta lluvias oportunas en lo que resta del período vegetativo para asegurar una cosecha satisfactoria.

La producción de arroz de la región en 1997 se estima nuevamente en un nivel máximo de 5,6 millones de toneladas, 500 000 toneladas más que el pronóstico anterior. Todo el aumento corresponde a Egipto, el principal productor de arroz de la región, donde una combinación de factores tales como el aumento de la superficie, la suficiente disponibilidad y distribución de insumos, y unas condiciones de crecimiento favorables contribuyó a aumentar la producción. Según los primeros informes sobre las in-tenciones de siembra de los agricultores para 1998, la superficie plantada será incluso mayor que en 1997.

AFRICA OCCIDENTAL: El resultado de las cosechas de cereales de 1997 en los países sahelianos ha sido un tanto variado. Tras un comienzo temprano de las lluvias, especialmente en el oeste del Sahel, que permitió la siembra temprana, desde mediados de julio hasta mediados de agosto una larga racha seca afectó gravemente los cultivos en el Senegal, Gambia y Mauritania. Las condiciones de crecimiento fueron en general más favorables en los otros países, salvo en el centro y este de Burkina Faso y en ciertas zonas de Nigeria. La producción total de cereales de los nueve países del CILSS en 1997 ha sido estimada por las misiones conjuntas de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS en 9,1 millones de toneladas, 1,1 por ciento menos que en 1996, 0,6 por ciento menos que la media de los últimos cinco años, y 8,9 por ciento menos que la producción récord de 1994. En Guinea-Bissau, Malí, el Níger y el Chad se obtuvo una producción superior a la media, mientras que en Burkina Faso, Cabo Verde, Gambia, Mauritania y el Senegal la producción fue inferior a la media. En los países del Golfo de Guinea las condiciones de crecimiento para los cultivos de cereales de 1997 fueron en general favorables. La producción total de cereales de los nueve países costeros en 1997 se estima en 30 millones de toneladas. Se registran cosechas de cereales récord en Benin, el Togo y Nigeria, mientras que en Guinea las cosechas se estiman inferiores a la media. En Liberia, la ejecución del proceso de paz y unas condiciones climáticas favorables permitieron una producción buena de cereales, superior en un 75 por ciento a la del año pasado. En Sierra Leona, pese a una situación de seguridad inestable en las ciudades principales, se estima que la producción de cereales supera en un 20 por ciento a la de 1996 debido a unas condiciones climáticas buenas y una seguridad suficiente en las principales zonas productoras durante el segundo semestre de 1997.

En la mayor parte del Africa occidental las cosechas de arroz oscilaron entre medias y superio-res a la media, y la producción total de la subregión en 1997 se estima en una cifra récord de 7 millones de toneladas. La estimación oficial de la producción arrocera de Nigeria, el mayor productor de arroz de la subregión, es de 3,3 millones de toneladas, cifra inalterada respecto al informe anterior pero ligeramen-te superior a la de 1996. El incremento se atribuye a un aumento del 15 por ciento de la superficie cultiva-da, lo que compensa con creces la disminución de los rendimientos a 1,6 toneladas por hectárea. En Malí, la producción se estima ahora en 664 000 toneladas, 11 por ciento menos de lo que se había previsto anterior-mente debido a una disminución de los rendimientos causada por las inundaciones. En Liberia, el fin de los disturbios civiles y la disponibilidad y distribución de insumos agrícolas redundaron en un aumento de la producción arrocera de 1997, estimada en 168 000 to-neladas, frente a 94 000 toneladas en 1996. También se produjo una ligera mejora de los rendimientos en el Senegal, Guinea y Guinea-Bissau debido al tiempo favorable registrado en agosto y septiembre.

AFRICA CENTRAL: En el norte del Camerún y en la República Centroafricana se han recogido el mijo y el sorgo, y en el Congo y el Gabón se está desarrollan-do satisfactoriamente la cosecha principal de maíz. En la República Democrática del Congo, unas lluvias torrenciales causaron inundaciones en algunas regiones y los precios están subiendo debido a la dificultad para transportar los productos.

AFRICA ORIENTAL: La recolección de la cosecha de trigo de 1997 ya ha terminado. La producción total de la subregión se estima provisionalmente en 2,7 millones de toneladas, 9 por ciento menos que la excelente cosecha del año anterior pero todavía superior a la media. En Etiopía, la producción de trigo se estima en 1,6 millones de toneladas, 16 por ciento menos que el año anterior, debido al tiempo irregular imperante durante la campaña. En el Sudán, la producción de trigo aumentó en un 16 por ciento a 640 000 toneladas, la segunda cosecha más grande registrada hasta el momento. En Kenya, unas lluvias intensas recibidas durante la recolección redujeron el potencial de rendimiento de la cosecha de trigo, estimada ahora en 320 000 toneladas, 9 por ciento menos que la buena cosecha de 1996.

La recolección de los cereales secundarios de la temporada principal de 1997/98 ya ha terminado en la subregión, mientras que las cosechas de la temporada secundaria se están recogiendo ahora, salvo en Etiopía donde se está a punto de sembrar. La producción total de los cereales secundarios de 1997/98 se pronostica provisionalmente en 19 millones de toneladas, 12 por ciento menos que la cosecha récord de 1996 pero todavía superior a la media. En Etiopía, unas lluvias tardías e irregulares caídas durante la temporada, unidas a las precipitaciones torrenciales recibidas durante la recolección, determinaron un descenso del 25 por ciento de la producción de cereales secundarios con respecto al volumen récord de 6,7 millones de toneladas de 1996/97, pero aun así fue superior a la media. En el Sudán, la producción de cereales secundarios disminuyó en un 15 por ciento respecto al año anterior pero se mantuvo en un volumen superior a la media de 4 millones de toneladas. En algunas partes, particularmente en el sur, la producción se vio perjudicada por precipitaciones inferiores a la media. En Eritrea, los cereales secundarios resultaron afectados por el cese temprano de la estación de las lluvias; la producción se calcula en torno al bajo nivel del año anterior. En Kenya, la producción de maíz de 1997/98 se pronostica en 2,2 millones de toneladas, algo inferior a lo que se había previsto anteriormente pero todavía ligeramente superior al bajo nivel de 1996/97. Una racha seca registrada durante la temporada principal y unas lluvias torrenciales caídas durante la recolección de las temporadas principal y secundaria afectaron el potencial de rendimiento. En Tanzanía, la producción de cereales secundarios de 1997 resultó menguada a causa del tiempo seco. Las perspectivas para la cosecha secundaria de 1998, que se está recogiendo ahora, han empeorado tras las lluvias excesivas caídas desde diciembre y las grandes inundaciones ocurridas en la primera quincena de enero. En Uganda, la cosecha de cereales secundarios de la primera temporada de 1997 también resultó menguada como consecuencia del tiempo seco pero las perspectivas para la segunda cosecha, que se está recogiendo ahora, son favorables no obstante algunas inundaciones localizadas. En Somalia, la producción de cereales secundarios de 1997/98 se pronostica en torno al bajo nivel del año anterior. La producción de la temporada principal se vio afectada por la irregularidad de las precipitaciones y en la temporada secundaria resultó muy escasa debido a las lluvias torrenciales y las inundaciones. En Rwanda y Burundi, la producción de cereales secundarios de 1997 se recuperó de los bajos niveles de los últimos años pero fue inferior a la media. Las perspectivas para las cosechas de la primera temporada de 1998, que se están recogiendo ahora, son inciertas como consecuencia del retraso de la estación de las lluvias y de las lluvias intensas recibidas últimamente.

AFRICA AUSTRAL: Tras unas buenas precipitaciones recibidas en la campaña de 1996/97, que dieron lugar a una abundancia de agua para riego en la mayor parte de los principales embalses, la producción total de trigo de 1997 se estima en alrededor de 2,7 millones de toneladas, volumen superior a la media pero ligeramente inferior a la cosecha abundante de 1996. En Zimbabwe, se calcula una producción sin precedentes de 300 000 toneladas, mientras que en Zambia fue también superior a la media. En Sudáfrica, la producción se estima en un volumen superior a la media de 2,3 millones de toneladas pero muy inferior a la cosecha excelente del año anterior.

La producción total de cereales secundarios (principalmente maíz) de la subregión en 1997 se calcula en 17,0 millones de toneladas, alrededor de 13 por ciento más que la media pero 13 por ciento menos que el nivel excelente alcanzado el año pasado. Asimismo, en Angola, Malawi, Sudáfrica y Zimbabwe la producción fue superior a la media pero menor que en 1996. Se calculan cosechas récord en Mozambique y Namibia, mientras que en Botswana, Lesotho, Swazilandia y Zambia la producción es inferior a la media, debido al tiempo desfavorable.

Las perspectivas para la producción de cereales secundarios de 1998 siguen siendo una incógnita, aunque hasta ahora los efectos de El Niño han sido menores de lo previsto. En algunos países, como Sudáfrica, los agricultores limitaron la superficie sembrada a causa de la preocupación por la posibilidad de una sequía relacionada con El Niño. Sin embargo, aunque las precipitaciones recibidas entre septiembre y enero han sido algo irregulares, los totales registrados se han mantenido en general en torno a la media. Tras unas lluvias tempranas caídas en muchas zonas y una racha seca registrada en diciembre, las lluvias generalizadas y abundantes recibidas en enero proporcionaron suficiente humedad del suelo para el desarrollo favorable de los cultivos. Sin embargo, las perspectivas de precipitaciones al final de la campaña de 1997/98 son todavía muy inciertas ya que se prevé que El Niño seguirá activo hasta marzo. Gran parte del resultado de la campaña dependerá de las precipitaciones que se reciban durante las próximas semanas.

En Madagascar, que representa más del 90 por ciento de la producción arrocera de la subregión, la producción de arroz de 1997 se estima en alrededor de 2,5 millones de toneladas, cercana a la producción buena de 1996. En Mozambique, alcanzó un nivel muy superior a la media de 180 000 toneladas. En ambos países la campaña de 1998 comenzó con condiciones atmosféricas normales y las precipitaciones generalizadas caídas desde enero han atenuado la amenaza de sequías provocadas por El Niño. En Madagascar, sin embargo, hay una gran preocupación por la aparición de langostas en las principales zonas productoras de arroz del país.


AMERICA CENTRAL Y EL CARIBE

Las excepcionales condiciones secas y tem-peraturas cálidas relacionadas con el actual fenó-meno meteorológico de El Niño que, según los pro-nósticos, debía alcanzar su nivel máximo hacia finales de 1997, se han mantenido en enero en la mayor parte de la subregión. En diversos lugares de América Central y el sur del Caribe se señalan significativos déficit de humedad acumulados durante varias semanas. Según los últimos pronósticos meteoro-lógicos, en las semanas venideras las condiciones serán más secas de lo normal, por lo cual es difícil que en la mayoría de los países la siembra de los cultivos de 1997/98 pueda comenzar en abril.

Ha terminado hace poco la siembra de la cosecha de trigo de 1998 en las grandes zonas productoras de regadío del noroeste de México. Los niveles de los embalses son suficientes gracias a las copiosas lluvias recibidas principalmente en octubre. Pero las perspectivas son inciertas y dependerán en gran parte de las condiciones atmosféricas de las semanas venideras. Se pronostican en la subregión lluvias excepcionalmente fuertes relacionadas con El Niño.

En la mayoría de los países ha terminado la recolección de las cosechas de cereales secundarios de la segunda temporada de 1997. Pese a las pérdidas provocadas por la sequía y por los efectos de El Niño en los cultivos de la primera temporada, particularmente en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá, la producción total de maíz para la subregión se estima en un nivel superior a la media, debido principalmente a la producción casi sin precedentes de México, el principal productor de la subregión. La producción de sorgo de la subregión se estima en un nivel récord, debido también principalmente a la producción buena de México que compensa las pérdidas provocadas por la sequía en otras partes. En el Caribe, en cambio, se obtuvo una escasa producción de maíz en 1997, particularmente en Haití y la República Dominicana, a causa principalmente de la sequía. En Cuba, la producción fue de nivel medio.


AMERICA DEL SUR

Las fuertes repercusiones de El Niño registra-das a finales de 1997 prosiguieron hasta enero. En la parte nordoccidental de la subregión han continuado las condiciones excepcionalmente cálidas y secas, mientras que en las costas del Ecuador y el norte del Perú se señalan lluvias fuertes e inundaciones. En las partes centrales de la subregión, desde los Andes hasta la costa atlántica, predominan situaciones anó-malas de temperaturas calurosas que en algunos lu-gares llegan a niveles nunca alcanzados. En las zo-nas australes, se recibieron lluvias torrenciales generalizadas durante la mayor parte de enero. Las perspectivas para las cosechas de cereales de 1998 son inciertas en la mayor parte de la subregión, ya que las fuertes repercusiones actuales del fenómeno deberían continuar en las semanas venideras.

La recolección de la cosecha de trigo de 1997 en la Argentina se ha retrasado en algunas zonas productoras del norte por un exceso de lluvias. En cambio, prácticamente ha terminado en algunas de las otras zonas productoras importantes que no han recibido lluvias fuertes. A mediados de enero, se había recogido alrededor del 93 por ciento del total de la superficie plantada, frente al 97 por ciento en el mismo período de hace un año. Se señalan brotes de enfermedades micóticas en algunas de las zonas afectadas por las lluvias, que repercutieron negativa-mente en la calidad y los rendimientos de los cultivos. El último pronóstico oficial cifra la producción en 13,9 millones de toneladas, 13 por ciento menos que el volumen récord del año pasado pero todavía muy superior a la media de los últimos cinco años. En el Brasil, ha terminado la recolección, y la producción de trigo se estima en 2,7 millones de toneladas, frente a los 3,3 millones de toneladas del año pasado, pero de todas formas un volumen superior a la media. La disminución se debe a las lluvias intensas caídas en los principales estados productores de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, que provocaron pérdidas de cosechas y enfermedades micóticas que afectaron la calidad y los rendimientos de los cultivos. Tanto en el Uruguay como en el Paraguay ha terminado la recolección y se estima una producción récord de 650 000 toneladas y 550 000 toneladas, respectivamente, no obstante las lluvias intensas recibidas en las principales zonas productoras del Uruguay. El incremento de la producción se debe en gran medida al aumento de la superficie sembrada para aprovechar las buenas posibilidades de expor-tación a los países vecinos. En Chile ha comenzado la recolección y, pese a los daños causados a los cultivos por las fuertes lluvias relacionadas con El Niño, se prevé una producción media. En los países andinos, han comenzado los trabajos de campo en Bolivia, el Ecuador y el Perú en preparación para la siembra del trigo de 1998, que se produce principal-mente en las tierras altas y en los valles de dichos países. En algunas partes se han adoptado medidas para situaciones imprevistas con objeto de hacer fren-te a las posibles repercusiones de El Niño que debe-rían manifestarse en forma de una gran sequía en el altiplano.

La campaña de cereales secundarios de 1997/98 está muy avanzada en las zonas australes de la subregión. En la Argentina, hay perspectivas buenas para el maíz pese a un cierto retraso de la siembra debido a las fuertes precipitaciones recibidas. Aunque se calcula que la superficie es inferior en un 9 por ciento a la del año pasado, los primeros pronósticos oficiales señalan una cosecha récord de 16,5 millones de toneladas, siempre y cuando se mantengan los niveles satisfactorios de humedad aportados por El Niño. La superficie de sorgo aumentó en un 13 por ciento, y se prevé una producción récord. En el Brasil, está a punto de comenzar la recolección de la cosecha de maíz en las principales zonas productoras del centro y sur del país en las que las condiciones son más húmedas de lo normal. En el nordeste, en cambio, predominan unas temperaturas excepcionalmente altas y condiciones secas atribuidas a El Niño que comprometen la siembra de la cosecha de maíz de 1998, que comenzará en marzo. La producción total de cereales secundarios del Brasil en 1998 se pronostica provisionalmente en 32,5 millones de toneladas, volumen superior a la media, frente a los 34 millones de toneladas del año pasado. En el Uruguay está a punto de comenzar la recolección, y los pronósticos iniciales indican una disminución respecto de la producción sin precedentes del año pasado. En el Paraguay, se prevé una cosecha excelente. En los países andinos, ha comenzado en el Ecuador la siembra de la cosecha de maíz de la temporada principal. Las fuertes lluvias e inundaciones causadas por El Niño continúan afectando todas las provincias del litoral y algunas del interior, causando graves daños a la infraestructura y a la mayor parte de los sectores de la economía. Se señalan daños localizados a los cultivos de maíz y otros cereales. En el Perú, ha comenzado la siembra de las cosechas de cereales secundarios de 1998, y en algunas partes se señalan lluvias fuertes e inundaciones relacionadas con El Niño. En algunos casos se habla de daños localizados a los cultivos, mientras que en otros las lluvias intensas han sido beneficiosas para los cultivos de secano y contribuyeron a llenar los embalses para los cultivos de regadío. En Bolivia, la siembra de las cosechas de cereales secundarios de la temporada principal de 1998 prosigue en condiciones en general secas. Pero se señalan precipitaciones intensas en algunas partes y se prevé una disminución de la superficie plantada como consecuencia del régimen anormal de lluvias. En Colombia, los efectos de El Niño se siguen sintiendo fuertemente en forma de lluvias intensas e inundaciones en la costa sur del Pacífico, mientras que en la parte septentrional y centrooccidental predominan unas condiciones calurosas y secas fuera de lo común. Han comenzado los trabajos de campo en preparación para la siembra de las cosechas de cereales de la primera temporada de 1998, y en algunas zonas del país se han adoptado medidas para situaciones imprevistas con objeto de contribuir a mitigar las repercusiones del fenómeno. En Venezuela, se está preparando la tierra para sembrar en marzo los cereales secundarios y otros cultivos ali-mentarios de 1998. Se señalan temperaturas calu-rosas y condiciones secas fuera de lo común en todo el país, salvo en el noroeste donde unas lluvias ligeras recibidas últimamente contribuyeron a reponer la humedad del suelo.

Ha terminado la recolección de la cosecha de arroz de 1997 y la producción arrocera de la región en 1997 se calcula ahora en 18 millones de toneladas, algo menos de lo que se había previsto anteriormente debido a las revisiones a la baja de los rendimientos estimados en algunos países y a la disminución de la superficie cultivada en otros. La superficie sembrada en el Brasil, el mayor productor de arroz de la región, descendió en 1997 en un 10 por ciento a 3,5 millones de hectáreas, la cifra más baja en 10 años, debido en gran medida a las restricciones crediticias. En consecuencia, se estima que la producción, situada en 9,6 millones de toneladas, es muy inferior a la del año anterior. En el Uruguay, la producción arrocera se estima oficialmente en un millón de toneladas, debido a unos rendimientos muy buenos y a un aumento de la superficie. La siembra de la cosecha de arroz de 1998 prácticamente ha ter-minado en la mayoría de los países pero el exceso de lluvias y las inundaciones, atribuidos al fenómeno me-teorológico de El Niño, han causado retrasos en algu-nos países.


AMERICA DEL NORTE

En los Estados Unidos, la estimación oficial definitiva de la producción de trigo de 1997 es de 68,8 millones de toneladas, alrededor de 10 por ciento más que la de 1996 y un volumen superior a la media de los últimos cinco años. Las perspectivas para la producción de trigo de 1998 son satisfactorias. Las condiciones atmosféricas han sido en general favo-rables para los cultivos de invierno en fase de dormi-ción y los suministros de humedad son suficientes en la mayoría de las zonas. Contrariamente a lo que se preveía anteriormente en cuanto a que en 1998 no se producirían cambios en la superficie sembrada con trigo de invierno o que, a lo más, se produciría un incremento moderado, el USDA estimó en enero la superficie sembrada en 18,9 millones de hectáreas, 4 por ciento menos que el año anterior y la menor desde 1973. Esta disminución indica muy probablemente que este año los agricultores están sembrando menos trigo porque prevén precios menos interesantes que los de algunos otros cultivos. Según los primeros indicios, también disminuirá la superficie sembrada con trigo de primavera.

En el Canadá, las últimas estimaciones cifran la cosecha de trigo de 1997 en 24,3 millones de toneladas, alrededor de 20 por ciento menos que el año anterior y un volumen inferior a la media de los últimos cinco años. La disminución se debe princi-palmente a un cambio de trigo por semillas oleagi-nosas, pero también a una merma de los rendi-mientos medios. Ya se ha plantado una superficie pequeña de trigo duro de invierno pero la mayor parte de la cosecha de 1998 se sembrará recién en mayo-junio. Las precipitaciones de invierno fueron inferiores a lo normal en la mayoría de las zonas productoras, por lo que harán falta unas precipitaciones abun-dantes en la primavera de este año para asegurar condiciones propicias para la siembra.

La estimación oficial definitiva de la producción de cereales secundarios de 1997 en los Estados Unidos es de 265,6 millones de toneladas, casi inalterada respecto a la del año pasado y superior a la media de los últimos cinco años. Según las estimaciones, al maíz corresponden de dicho total 238 millones de toneladas. Por lo que se refiere la cosecha de maíz de 1998 que se sembrará en primavera, se prevé provisionalmente que aumentará la superficie sembrada debido a que las señales del mercado son más favorables para los cereales forra-jeros que para el trigo. En el Canadá, la producción total de cereales secundarios en 1997 se calcula en alrededor de 25 millones de toneladas, alrededor de 11 por ciento menos que el año anterior, pero todavía más que la media de los últimos cinco años.

En los Estados Unidos, ya ha terminado la re-colección del arroz y la producción arrocera de 1997 se estima en 8,1 millones de toneladas, sin cambios respecto al informe anterior y superior en un 4 por ciento a la producción de 1996. El crecimiento se atribuye a un aumento del 9 por ciento de la superficie a 1 230 000 hectáreas. Sin embargo, el rendimiento de 1997, estimado en 6,6 toneladas por hectárea, es inferior en un 4 por ciento al rendimiento récord de 1996, como consecuencia principalmente de las condiciones atmosféricas adversas que predominaron durante la siembra en los estados arroceros del sur.


EUROPA

La última estimación de la producción total de cereales de la región en 1997 hecha por la FAO es de 308 millones de toneladas, 4,5 millones de toneladas más que el pronóstico de octubre y 16 millones de toneladas más que en 1996. La producción de trigo aumentó en 4 millones de toneladas a 133 millones de toneladas. Aunque la producción de trigo descendió en algunos países de la CE, debido principalmente a una disminución del rendimiento relacionada con las condiciones atmosféricas, ello se vio compensado por una fuerte recuperación de la producción en Bulgaria, Hungría y Rumania con respecto a las escasas cosechas obtenidas el año pasado. La producción de cereales secundarios en la región aumentó en alrededor de 12 millones de toneladas a cerca de 173 millones de toneladas en 1997. La mayor parte del aumento se debió a un incremento de las cosechas de maíz, mientras que también aumentó la producción de cebada, pero principalmente en los países del este. Por lo que se refiere al arroz, que en su mayor parte se produce en la CE, se estima que la pro-ducción ha descendido de 2,8 millones de toneladas en 1996 a 2,5 millones de toneladas en 1997.

Las perspectivas iniciales para las cosechas de cereales de 1998 son satisfactorias. Las precipita-ciones han sido en general superiores a la media en toda la CE, lo que contribuyó a mantener la humedad del suelo en niveles favorables. En Portugal, sin em-bargo, y en el sur de España y el sur de Italia han sido particularmente fuertes y han causado inundaciones y retrasos en la siembra de los cereales de invierno. En la Comunidad, se estima que las siembras totales de cereales de invierno han aumentado ligeramente. Se-gún las últimas informaciones, ha aumentado la su-perficie sembrada con trigo, centeno y triticales, pero la de cebada ha disminuido. Como el porcentaje de detracción de tierras para 1997/98 sigue siendo el 5 por ciento, es probable que disminuyan algo las siem-bras de primavera. En los países orientales de la re-gión, un tiempo templado fuera de estación registrado en diciembre y principios de enero ha disminuido la cubierta protectora de nieve y puede haber provocado el desarrollo precoz de algunos cultivos de invierno, lo que sería preocupante si las temperaturas descendie-ran en las semanas venideras. Según las últimas in-formaciones sobre las plantaciones de cereales de in-vierno, la superficie sembrada será semejante o me-nor en todos esos países. La sequía impidió los traba-jos de campo en Hungría, mientras que unas lluvias intensas afectaron la siembra en Bulgaria y Rumania y, en consecuencia, se supone que las plantaciones de cereales de invierno han disminuido algo en los tres países. En Polonia y la República Checa la siem-bra de invierno procedió sin contratiempos y en condi-ciones atmosféricas en general favorables durante el otoño, y se estima que la superficie sembrada es se-mejante a la del año pasado. En la República Eslova-ca, los últimos informes señalan que las siembras de invierno pueden haber aumentado ligeramente. En Albania se estima que la superficie sembrada con cereales de invierno volverá a repuntar.


COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES 1/

Los últimos pronósticos de la FAO relativos a la producción de cereales y legumbres de 1997 en la CEI son de 155 millones de toneladas, alrededor de 20 por ciento más que en 1996 (127 millones de toneladas) como respuesta a unos rendimientos mejores y al hecho de han disminuido los informes incompletos sobre la producción con respecto a años anteriores. En la Federación de Rusia, la cosecha de cereales de 1997 se estima oficialmente en 88,5 millones de toneladas, frente a 69,3 millones de toneladas del año anterior. En Ucrania, la producción se estima oficialmente en 35,4 millones de toneladas, cerca de 11 millones de toneladas más que la estimación oficial correspondiente a 1996 (24,5 millones de toneladas). En Kazajstán, unos rendimientos mejores compensaron una disminución ulterior de la superficie sembrada y la producción aumentó algo, a 12,3 millones de toneladas.

Con respecto a 1998, los primeros indicios señalan un cierto descenso de la producción de cereales. Se indica provisionalmente que la superficie total sembrada con cereales de invierno en los estados principales ha disminuido algo como consecuencia de una reducción de las plantaciones en Ucrania; la superficie sembrada en la Federación de Rusia se mantiene cerca del nivel del año pasado (casi 13,5 millones de hectáreas), pero la sembrada en la importante región del Cáucaso norte ha disminuido. Además, una racha de tiempo extremadamente frío registrada en diciembre y una insuficiente cubierta de nieve en algunas partes han causado algunos daños a los cultivos, y la destrucción invernal podría ser mayor que el año pasado. Además, en 1997/98 los precios de los cereales han descendido de forma pronunciada en la región impulsados por el aumento de la producción de 1997 y la mayor proporción de cereales forrajeros, lo que ha limitado el capital de explotación de los agricultores y reducido los incentivos para plantar cereales en primavera. En consecuencia, la superficie arada y lista para la siembra en primavera ha descendido de forma pronunciada. En algunos de los estados más pequeños, como Kirguistán, es probable que la expansión de la superficie sembrada con cereales reduzca su ritmo rápido ya que otros cultivos resultan más rentables. En Uzbekistán, ha disminuido la superficie objetivo sembrada con cereales de invierno, lo que podría tener un efecto beneficioso en los rendimientos medios. En Turkmenistán, la superficie sembrada podría aumentar marginalmente.

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1/ La Comunidad de Estados Independientes (CEI) comprende los 12 Estados Miembros (Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldova, la Federación de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán). 


OCEANIA

La recolección de la cosecha de trigo de in-vierno de 1997 en Australia está llegando a su térmi-no. El último pronóstico oficial de finales de noviembre cifra la producción en cerca de 18 millones de tonela-das, frente a la producción récord de 23,7 millones de toneladas del año pasado. Además de la disminución del 4 por ciento de la superficie, los rendimientos de los cultivos se vieron afectados por unas condiciones atmosféricas irregulares registradas en algunas par-tes. Sin embargo, el enérgico fenómeno meteoroló-gico actual de El Niño no afectó la producción de los cereales de invierno de 1997 tanto como se había previsto. La producción total de cereales secunda-rios en 1997 (incluida la cosecha secundaria de vera-no, principalmente sorgo y maíz, recogida a principios de 1997) se pronostica ahora en 8,9 millones de toneladas, 2,2 millones de toneladas menos que en 1996. Las perspectivas para la cosecha de verano de 1998, que se está sembrando o está ya en fase de desarrollo en algunas partes, son en general favorables gracias a unas lluvias suficientes caídas en las principales zonas productoras. Se pronostica que la producción de sorgo aumentará en alrededor de 15 por ciento con respecto a la de 1997, a cerca de 1,6 millones de toneladas.

La producción de arroz de 1997 en Australia, que representa más del 95 por ciento del total regio-nal, se estima en alrededor de 1,4 millones de tone-ladas, frente a 951 000 toneladas producidas en 1996. Este aumento espectacular se debe a un incre-mento del 10 por ciento de la superficie a 166 000 hectáreas y al abastecimiento de agua notablemente mejorado en Nueva Gales del Sur, donde se produce la mayor parte del arroz australiano. Para la campaña de 1998, la superficie sembrada con arroz se estima en 140 000 hectáreas, 16 por ciento menos que en 1997 debido a una significativa disminución de las asignaciones de agua en Nueva Gales del Sur. En consecuencia, el pronóstico oficial de la producción arrocera de Australia en 1998 es de 1,2 millones de toneladas, un 14 por ciento menos que en 1997.


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