Los precios internacionales de la carne fueron variados
en 1997: los de la carne de vaca repuntaron respecto a los bajos niveles
a los que habían descendido a raíz de la alarma suscitada
por la EEB en 1996, pero no lograron recuperar totalmente las pérdidas.
Los precios de la carne vacuna de alta calidad permanecieron, sin embargo,
bajos. Los precios de la carne de oveja, que habían alcanzado un
nivel récord en 1996 a causa de su escasez combinada con una demanda
fuerte, empezaron a debilitarse en el segundo semestre de 1997 para mantenerse,
por término medio, cercanos o ligeramente superiores al nivel del
año anterior. Asimismo, los precios internacionales de los productos
de carne de cerdo estuvieron sometidos a una moderada presión a
la baja en 1997 pues la disminución de los suministros exportables
coincidió con una demanda lenta de importaciones. En cambio, los
precios de los productos de carne de ave descendieron, debido a un crecimiento
lento de los mercados de importación y a una sostenida compe-tencia
entre los exportadores, y los precios de las patas de pollo descendieron
a su nivel más bajo des-de 1993. Aunque, en general, hubo poca presión
al alza en los precios internacionales de la carne en 1997, el fortalecimiento
del dólar Estados Unidos hizo que en muchos países aumentaran
los precios co-merciales al convertirse en monedas internas.
1995 | 1996 | 1997 estim. | |
( . . millones de toneladas . . ) | |||
TOTAL MUNDIAL | 208,5 | 217,0 | 223,4 |
Carne de ave | 54,9 | 58,1 | 62,3 |
Carne de cerdo | 83,2 | 87,1 | 88,6 |
Carne bovina | 56,0 | 56,8 | 57,1 |
Carne ovina | |||
y caprina | 10,6 | 11,0 | 11,4 |
Otras carnes | 3,9 | 4,0 | 3,9 |
PAISES EN DESARROLLO | 107,8 | 116,1 | 122,9 |
Carne de ave | 26,9 | 29,2 | 32,6 |
Carne de cerdo | 47,0 | 51,2 | 53,3 |
Carne bovina | 24,6 | 25,8 | 26,6 |
Carne ovina | |||
y caprina | 7,0 | 7,5 | 8,0 |
Otras carnes | 2,3 | 2,4 | 2,4 |
PAISES DESARROLLADOS | 100,7 | 100,9 | 100,5 |
Carne de ave | 28,0 | 28,9 | 29,7 |
Carne de cerdo | 36,2 | 35,9 | 35,4 |
Carne bovina | 31,4 | 31,0 | 30,5 |
Carne ovina | |||
y caprina | 3,6 | 3,5 | 3,4 |
Otras carnes | 1,6 | 1,6 | 1,6 |
La producción y el consumo mundiales de carne aumentaron en un 3 por ciento en 1997, a 223 millones de toneladas. La producción de los países desarrollados disminuyó marginalmente, y la considerable contracción del sector ganadero de la CEI no se vio compensada totalmente con los aumentos registrados en la producción de América del Norte y Oceanía. En los países en desarrollo, la producción de carne aumentó en todas las regiones, aunque hubo un notable debilitamiento del ritmo de expansión en Asia, particularmente en China.
El comercio internacional de carne (excluido el comercio
de animales vivos y el comercio entre la CE y los países miembros
de la CEI) aumentó en un cuatro por ciento a 14 millones de toneladas
en equi-valente de peso en canal, debido totalmente a las car-nes de ave
y de bovino. La CEI se confirmó como el destino más importante
para los comerciantes de car-ne, posición que había conquistado
en 1996 tras des-plazar al Japón como principal importador. Los
Esta-dos Unidos expidieron más de una cuarta parte de las exportaciones
mundiales de carne en 1997, mucho más que la CE que ha experimentado
una merma de su participación en el mercado internacional de carne
desde 1995.
1995 | 1996 | 1997
estim. |
|
( . . miles de toneladas . . ) | |||
TOTAL MUNDIAL | 12 493 | 13 482 | 13 957 |
Carne de ave | 4 539 | 5 390 | 5 807 |
Carne de cerdo | 2 311 | 2 558 | 2 395 |
Carne bovina | 4 743 | 4 628 | 4 843 |
Carne ovina y caprina | 654 | 660 | 667 |
Otras carnes | 246 | 246 | 246 |
El comercio internacional de productos de carne de ave
alcanzó los 5,8 millones de toneladas, 8 por ciento más que
en 1996. La destinación principal fue la CEI donde se efectuaron
mayores importacio-nes para enjugar los déficit de producción
y satisfacer la dinámica demanda interna. También aumentaron
las compras de China, que en su mayor parte consistieron en cortes de ave
baratos. Otros de los mercados de mayor crecimiento en 1997 fueron Argentina,
Canadá y México. En cambio, las importaciones del Japón
se mantuvieron estancadas, mientras que las de Arabia Saudita descendieron
paralelamente al aumento de la producción interna. En cuanto a las
exportaciones, Brasil, China, Tailandia y los Estados Unidos aumentaron
las ventas mientras que las exportaciones de la CE a terceros países
disminuyeron, debido principalmente a una contracción de las ventas
no subvencionadas,
1995 | 1996 | 1997 | |
( .dólares EE.UU./tonelada. ) | |||
Pollo en trozos 1/ | 922 | 978 | 858 5/ |
Carne de cerdo fresca congel. 1/ | 2 470 | 2 733 | 2 864 5/ |
Carne de vaca, manufacturada 2/ | 1 947 | 1 741 | 1 860 |
Carnero congel. 5/ | 1 371 | 1 457 | 1 490 6/ |
Cordero entero en canal, congel. 4/ | 2 621 | 3 295 | 3 399 7/ |
El comercio mundial de carne de cerdo se contrajo en cerca
del 6 por ciento en 1997 a 2,4 millones de toneladas, debido a una limitación
de los suministros en los principales países exportadores, que coincidió
con una depresión de la demanda de importaciones. A raíz
del brote de fiebre aftosa en la provincia china de Taiwán, en particular,
se prohibie-ron inmediatamente las exportaciones. Asimismo, la incidencia
de peste bovina en diversos países miem-bros de la CE elevó
los precios internos y redujo la capacidad de la Comunidad para vender
sin subven-ciones a terceros mercados. La disminución de las im-portaciones
mundiales de carne de cerdo se debió principalmente a una fuerte
contracción de las com-pras del Japón, pese a la disminución
del precio míni-mo de importación en julio, y la CEI. Dicha
disminu-ción se vio compensada sólo en parte por el aumento
de las importaciones de México, la República de Corea y Bulgaria.
El comercio internacional de carne bovina aumentó
en más del 5 por ciento a 4,8 millones de toneladas, tras la disminución
registrada en 1996 cuando la alarma sanitaria deprimió la demanda.
Las importaciones de los Estados Unidos aumentaron, estimuladas por el
aumento de los precios internos. Las compras del Japón repuntaron
respecto al nivel deprimido de 1996, mientras que las entregas a los países
de la CEI aumentaron para compensar la mengua de la producción.
En América Latina y el Caribe, una fuerte demanda interna impulsó
las importaciones, especialmente en el Brasil, Chile y México. El
aumento del comercio mundial se vio sostenido por el incremento de las
exportaciones de Australia, Canadá, Nueva Zelandia y el Uruguay.
En cambio, las ventas de la Argentina y el Brasil disminu-yeron en consonancia
con la producción.
El comercio mundial de carne de oveja, situada en 630
000 toneladas, aumentó marginal-mente en 1997. Crecieron las importaciones
de los Estados Unidos, para compensar la disminución de la producción,
y las de la CEI. También en la CEI se re-gistró un pequeño
incremento. En cambio, disminu-yeron las compras del Japón y de
Arabia Saudita. Las exportaciones de Australia repuntaron tras varios años
de contracción, lo que compensó con creces el descenso de
las entregas efectuadas por Nueva Zelandia.
Según los pronósticos, el comercio interna-cional de carne aumentará en un 4-5 por ciento este año, debido al aumento de la carne de ave y, en parti-cular, de cerdo. En cambio, el comercio tanto de la carne ovina como de la carne bovina podría man-tenerse constante en torno al nivel de 1997, con-dicionado por la limitada disponibilidad exportable. Se pronostica que las compras de la CEI, que han llegado a ser de decisiva importancia para los mercados internacionales de carne, registrarán otro fuerte incremento para compensar la disminución de la producción y satisfacer la creciente demanda. Las importaciones de carne de los países del Lejano Oriente se han revisado a la baja debido a la fuerte devaluación de la moneda y a una disminución de las perspectivas de crecimiento de los ingresos en algunos países de la región. En el nuevo escenario económico, se prevé que las compras de carne, especialmente de vacuno, por parte de la República de Corea, el Japón y Filipinas, se contraerán respecto al año pasado. Sin embargo, dado que es probable que los suministros se desvíen a otros mercados, por ejemplo del Cercano Oriente, América del Norte y la CEI, el impacto global de la crisis financiera asiática sobre el comercio mundial de carne debería ser más bien limitado. La expansión de las exportaciones mundiales de carne en 1998 debería verse sostenida por el aumento de las expediciones de América del Norte, América del Sur y Asia. En la última región, se pronostica que la devaluación de la moneda dará un nuevo impulso a las ventas a mercados extranjeros, especialmente de ave de Tailandia.
La crisis asiática también ha modificado
las previsiones originales sobre los precios internaciona-les de la carne
en 1998: se había pronosticado que los precios de la carne de ave
descendería en conso-nancia con la evolución de los mercados
de piensos. Estas perspectivas no deberían verse alteradas por la
actual crisis financiera asiática, pese a una prevista contracción
de las importaciones de las economías asiáticas afectadas.
En efecto, es probable que los países exportadores limiten la producción
avícola más bien que desviar los suministros excedentes a
otros mercados, que deprimiría aun más los precios. El pronóstico
inicial relativo a los precios internacionales de la carne de cerdo era
de un descenso conside-rable, debido a las previsiones de una gran cantidad
de suministros exportables en relación con la demanda de importaciones.
Paradójicamente, la crisis asiática puede limitar tal disminución,
especialmente porque puede inducir a un aumento de las compras de carne
de cerdo por parte del Japón, el segundo importador más grande
del mundo y el mercado de precios más altos. Esto podría
ocurrir porque, en el marco del sistema de precios mínimos de importación
vigente en el país, una devaluación no provocaría
un aumento de los precios de importación expresados en moneda local,
mientras que los productores locales de carne de cerdo se verían
confrontados con un aumento de los costos de los insumos, lo que limitaría
su posibilidad de competir con proveedores extran-jeros. Sin embargo, se
trata de un resultado todavía muy incierto. En evaluaciones anteriores
se preveía que los precios de la carne bovina aumentarían
respecto al año pasado, a raíz de una situación de
mercado más bien difícil debida a una relativa esca-sez de
suministros exportables. En la nueva situación, la gran disminución
de las entregas a los países asiáticos afectados por la crisis
puede revertir el pronóstico original, con la posibilidad de que
los precios desciendan a niveles inferiores a los de 1997. Estas repercusiones
se verán agravadas si los exportadores, previendo que continuará
la crisis en la región, retrasan el proceso de reposición
de la cabaña, lo que redundaría en la colocación de
suministros adicionales en el mercado. Se prevé que los precios
internacionales de las ovejas y corderos se mantendrán constantes
en torno al nivel relativamente alto de 1997, aun cuando una gran cantidad
de suministros mundiales de carne pueda ejercer sobre ellos alguna presión
indirecta a la baja. Es improbable que la crisis en la región asiática
altere estas perspectivas en una medida significativa.