FAO/SMIA: Perspectivas alimentarias no 2, abril 1998

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PERSPECTIVAS ACTUALES DE LA PRODUCCION Y LAS COSECHAS



ASIA

Las perspectivas para la cosecha de trigo de invierno de 1998 son desiguales. En China, el trigo de invierno ha continuado interrumpiendo la fase de la-tencia en la planicie septentrional. En las principales zonas productoras de trigo de invierno las preci-pitaciones han sido en general inferiores a lo normal, y se señala que la sequía ha afectado a unos 15 millones de hectáreas de tierras de cultivo en el norte del país. Se prevé una cosecha de trigo mermada de alrededor de 110 millones de toneladas, frente a los 120 millones de toneladas del año pasado. En la India, las perspectivas para la producción de trigo son bastante satisfactorias, pese a que en algunas regio-nes se sembró tardíamente debido a las lluvias torren-ciales. En el Pakistán, donde la siembra también se retrasó en el otoño pasado, se estima que la super-ficie sembrada con trigo ha aumentado en alrededor de un 2 por ciento con respecto al año pasado. Sin embargo, se prevé que unas lluvias fuertes caídas úl-timamente y seguidas de inundaciones han perjudica-do los rendimientos, y el resultado definitivo depende-rá mucho de las condiciones atmosféricas de las pró-ximas semanas. En Bangladesh, los abastecimientos de agua han sido suficientes en las principales zonas productoras, y se prevé una buena cosecha de trigo, semejante a la producción sin precedentes de alrede-dor de 1,4 millones de toneladas del año pasado.

En el Afganistán, las perspectivas para las cosechas de invierno siguen siendo inciertas debido a las hostilidades en curso y al terremoto que última-mente afectó a las provincias septentrionales, que representan alrededor del 40 por ciento de la superficie del país sembrada con cereales de regadío y cerca del 53 por ciento de la de secano. También siguen siendo inciertas las perspectivas de las cosechas de invierno en el Iraq, debido a un nivel de precipitaciones inferior a la media y a la escasez de insumos esenciales. En Arabia Saudita, pese a las preocupaciones que existen por la presencia de enjambres de langostas, las perspectivas para la cosecha de 1998 que se recogerá en abril/mayo son favorables gracias a unas buenas precipitaciones recibidas durante el período vegetativo.
 

PRODUCCION MUNDIAL DE CEREALES - ESTIMACIONES PARA 1997
 
Trigo  Cereales secundarios  Arroz (cáscara)  Total 1/ 
1997  1998  1997  1998  1997  1998  1997  1998
(. . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . ) 
Asia  248,6  237  197,1  208  521,6  967,3 
Africa  15,5  20  77,0  82  16,8  109,3 
América Central  3,4  28,6  27  2,1  34,2 
América del Sur  20,0  18,0  62,5  62  18,0  100,5 
América del Norte  93,0  88  291,0  300  8,1  392,1 
Europa  132,5  134  174,6  165  2,6  309,6 
CEI  81,1  76  70,2  65  1,3  152,6 
Oceanía  18,9  17  9,9  11  1,4  30,2 
TOTAL MUNDIAL  612,9  595  911,0  920  571,8  565 2/  2 095,7  2 080
Países en desarrollo  284,5  276  355,6  371  545,9  539  1 186,0  1 186
Países desarrollados  328,4  319  555,4  549  25,9  26  909,7  894
  Las perspectivas de la cosecha de cereales secundarios de invierno de la región en 1998, que está a punto de recogerse, son favorables. En algunas partes ya han comenzado los preparativos para la siembra de la cosecha principal de cereales secundarios de 1998, aunque la mayor parte de los cultivos se sembrarán recién cuando comience el monzón sudoccidental en junio.

En el hemisferio sur y en la zona ecuatorial de Asia, la campaña de la producción de arroz de 1998 está muy avanzada, aunque el retraso de la siembra en algunos países dará lugar a una recolección tardía. En Indonesia, las condiciones de crecimiento son en general favorables para el desarrollo de la cosecha de la temporada principal. Sin embargo, la siembra de esta cosecha, que normalmente comienza en octubre/noviembre, en 1997 se retrasó hasta 10 semanas en algunos lugares debido a la falta de humedad, que afectó a una gran parte de las zonas tradicionales de arroz de secano. En consecuencia, la recolección se retrasará algunas semanas y, previsiblemente la producción será escasa. Los primeros indicios oficiales, parecen indicar que la producción de 1998 estará por debajo de los 48 millones de toneladas, inferior a la ya menguada producción de 1997 estimada en 49 millones de toneladas. En Malasia, ha comenzado la recolección de la cosecha principal de arroz de 1998, y se supone que la producción será ligeramente inferior a la de 1997, estimada en 2,1 millones de toneladas, debido a una disminución de la superficie sembrada. En Sri Lanka, se prevé que la producción total de arroz aumentará alrededor de un 27 por ciento con respecto a los 2,8 millones de toneladas de 1997. Se ha empezado a recoger la cosecha Maha, que es la principal, y se espera un incremento significativo gracias a unas condiciones en general favorables. La temporada Yala debería comenzar temprano, ya que los embalses están llenos.

En el hemisferio norte, la temporada arrocera de 1998 ha comenzado en China con la siembra del arroz temprano. Unas lluvias intensas caídas en las partes meridionales del país han afectado a una parte de la cosecha, pero en esta época del año las condiciones atmosféricas suelen ser variables. La producción de la segunda cosecha de arroz de Tailandia podría ser mayor de lo previsto, pues los precios altos alentaron a los agricultores a dedicar más tierra al cultivo del arroz, pese a que el gobierno advirtió sobre una posible escasez de agua para riego. Sin embargo, desde febrero se han registrado temperaturas altas no estacionales, y crece la preocupación por sus posibles consecuencias en la producción, dado que los niveles de los embalses están bajos. La recolección de esta cosecha comienza al final de abril. En Filipinas, los primeros indicios hacen suponer una disminución del 13 por ciento de la producción de la cosecha secundaria de este año, a alrededor de 4,2 millones de toneladas, debido a una reducción de la superficie sembrada por la falta de agua suficiente para riego. En algunas partes meridionales de Viet Nam ha comenzado la recolección de la cosecha de invierno-primavera, pero podrían producirse pérdidas de cosecha debidas a las condiciones de tiempo seco que han predominado durante varias semanas. En la India, la cosecha Rabi se encuentra en la fase de despunte, y las condiciones de crecimiento son favorables. En Bangladesh, el comienzo de la recolección de la cosecha Boro está previsto para abril. En el Japón, ha comenzado la siembra de la cosecha de arroz de 1998. Es probable que en la presente campaña disminuya la superficie plantada debido a que el programa de detracción de tierras, fijado en 963 000 hectáreas, ha aumentado en 176 000 hectáreas con respecto al año anterior, y los precios de soste-nimiento para el arroz han bajado en un 2,5 por ciento a 263 yen por kilogramo.




AFRICA

AFRICA SEPTENTRIONAL: Las perspectivas para las cosechas de trigo de la subregión en 1998, que se recogerán a partir de junio, son en general favorables, y se prevé un aumento considerable de la producción con respecto a la mala cosecha del año pasado siempre y cuando predomine un tiempo normal en los meses venideros. En Argelia, donde las siembras en las zonas central y occidental se retrasaron por las precipitaciones insuficientes recibidas al comienzo del período vegetativo, las lluvias han mejorado considerablemente desde entonces. En Marruecos, unas lluvias abundantes continuaron beneficiando el desarrollo de los cultivos, y los embalses tienen más del 80 por ciento de su capacidad. Se señala que la superficie sembrada con trigo es superior a la media y se espera que la producción duplique el resultado deficiente del año pasado. Se supone que las lluvias caídas oportunamente aumentarán la producción de cereales en Túnez. En Egipto, donde la cosecha de trigo es en gran parte de regadío, las condiciones de crecimiento son satisfactorias. También se espera una recupera-ción de la producción total de cereales secundarios de la subregión en 1998 con respecto a la cosecha gravemente afectada por la sequía del año pasado.

En Egipto, han comenzado los preparativos de campo para la siembra de la cosecha de arroz de 1998. Todavía no hay indicios ciertos sobre la magnitud de las plantaciones arroceras, ya que es una decisión que depende mucho de la disponibilidad de agua para riego.

AFRICA OCCIDENTAL: La estación de las lluvias está comenzando en la parte meridional de los países costeros que bordean el Golfo de Guinea. Los preparativos de la tierra y la siembra de la primera cosecha de maíz van avanzando hacia el norte a medida que comienzan las lluvias. En los países sahelianos, predominan condiciones secas propias de la estación y la siembra debería comenzar en junio/julio con la estación de las lluvias. En 1997, se han registrado cosechas de nivel medio superior en todos los países costeros, salvo en Liberia y Sierra Leona, afectados por los disturbios civiles. En el Sahel, tras la publicación de las estimaciones definitivas sobre la producción de varios países, la producción total de cereales de los 9 países miembros del CILSS se ha revisado a la baja a 8,9 millones de toneladas (incluido el arroz cáscara), frente a los 9,1 millones de toneladas estimados inicialmente por la misión de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS en octubre/noviembre de 1997. Esta cifra representa un volumen inferior en alrededor del 4 por ciento a la media de los últimos cinco años. Se estima que la producción es superior a la media en el Chad, Guinea-Bissau, Malí y el Níger, pero inferior a la media en Burkina Faso, Cabo Verde, Gambia, Mauritania y el Senegal.

Aunque están en curso los preparativos de la tierra para la siembra de la cosecha de arroz de 1998, no se conocen todavía totalmente las intenciones de siembra de los países del Africa occidental. En Nigeria, se señala la existencia de una grave escasez de algunos insumos, especialmente fertilizantes. En Guinea, se pronostica un aumento de la producción arrocera ya que existe un programa importante del gobierno, encaminado a incrementar la producción, que debería redundar en una mejora de los rendimientos.

AFRICA CENTRAL: En la mayoría de los países se han obtenido en 1997 cosechas de nivel medio superior. En el centro y el sur de la República Democrática del Congo, el maíz está creciendo satisfactoriamente. Los disturbios civiles alteraron las actividades agrícolas en el este, donde la producción de las cosechas de la primera temporada se ha visto gravemente afectada por los recientes desplazamien-tos de la población y la inseguridad. Las perspectivas de la segunda temporada son malas debido a la escasez de semillas.

AFRICA ORIENTAL: La producción total de trigo de 1997 en la subregión se estima en 2,8 millones de toneladas, 8 por ciento menos que la cosecha récord del año anterior, pero superior a la media. En Etiopía y Kenya, la producción descendió debido al tiempo irregular registrado durante la campaña y a las lluvias recibidas durante la recolección. En cambio, en el Sudán, la producción aumentó hasta alcanzar casi un nivel récord: ha comenzado la recolección de la cosecha de trigo de 1998. Pese a unas condiciones atmosféricas favorables imperantes durante la campaña, se prevé que la producción de este año disminuirá con respecto al buen nivel de 1997 debido a una disminución de la superficie plantada.

La recolección de la cosecha de cereales secundarios de la temporada secundaria de 1997/98 ha terminado, salvo en Etiopía, donde las cosechas "belg" se recogerán a partir de junio. Unas pre-cipitaciones excesivas caídas entre octubre y febrero, relacionadas con El Niño, han tenido efectos diversos en toda la subregión. Las estimaciones más recientes de la FAO cifran la producción total de cereales secundarios de 1997/98 de la subregión en 18,4 millones de toneladas, lo que supone una significativa disminución con respecto a la cosecha sin precedentes del año anterior y un volumen inferior a la media de los últimos cinco años. En Etiopía, se estima que la producción total de cereales secundarios ha descendido en un 25 por ciento con respecto a la cosecha excelente del año anterior pero, situada en 6,7 millones de toneladas, seguiría siendo superior a la media. La cosecha principal "meher" quedó afectada por las lluvias tardías e irregulares caídas durante la campaña y por las grandes precipitaciones durante la recolección. La cosecha secundaria "belg" debería ser normal, gracias a unas lluvias suficientes recibidas en la segunda quincena de febrero y la primera quincena de marzo. En Tanzanía, la producción de cereales secundarios de la temporada secundaria de 1997/98, recogida últimamente, se re-cuperó tras varias cosechas reducidas consecutivas, pese a las pérdidas de cosecha localizadas oca-sionadas por unas lluvias torrenciales. Sin embargo, la producción de la temporada principal se vio reducida por el tiempo seco, y la producción total de cereales secundarios de 1997 se calcula en 2,7 millones de toneladas, volumen muy inferior al del año anterior. Las perspectivas de la cosecha de maíz de la temporada principal de 1998 en las zonas de precipitaciones unimodales son inciertas, y parece que la superficie sembrada ha disminuido debido a las lluvias excesivas caídas en los últimos meses. En el Sudán, la cosecha principal de cereales secundarios de 1997 descendió del 15 por ciento con respecto al nivel bueno de 1996 pero, situada en 3,9 millones de toneladas, resultó todavía de nivel medio. En Kenya, la producción total de la cosecha principal de maíz de 1997/98 se estima provisionalmente en 2,3 millones de toneladas, superior en un 7 por ciento a la cosecha reducida del año anterior pero inferior a la media. Ello se debe a la intensidad de las precipitaciones, que han perjudicado tanto a la cosecha principal de cereales secundarios durante la recolección, como a los cereales secundarios de la segunda temporada de 1997/98 después de la siembra. En Somalia, la producción de la temporada secundaria "Der" recogida recientemente se vio reducida de forma pronunciada por las inundaciones, las peores en decenios, mientras que las cosechas de la temporada principal resultaron afectadas por unas condiciones atmosféricas irregulares y las infestaciones de plagas. Las últimas estimaciones cifran la producción total de cereales secundarios en 287 000 toneladas, semejante al nivel bajo del año anterior. En Uganda, donde la producción de la primera temporada de 1997 fue escasa debido a las condiciones irregulares del tiempo, unas lluvias superiores a lo normal afectaron a la cosecha de cereales secundarios recogida últimamente, y los rendimientos fueron inferiores a lo previsto. En Eritrea, la producción de cereales de 1997 se mantuvo en el mismo nivel bajo de 1996 como consecuencia de unas rachas secas y de las lluvias caídas durante la recolección. En Rwanda y Burundi, las cosechas de cereales secundarios de 1997 se recuperaron pero fueron inferiores a lo normal. Sin embargo, las cosechas de cereales se-cundarios de la primera temporada de 1998 recogidas recientemente fueron inferiores al nivel del año anterior, como consecuencia de las lluvias que llegaron tardíamente y en exceso.

AFRICA AUSTRAL: La producción total de trigo de 1997 en la subregión se calcula en 2,7 millones de toneladas, volumen superior a la media pero ligeramente inferior a la abundante cosecha de 1996. Gracias a unas buenas precipitaciones recibidas durante la campaña de 1997 y a la abundancia de agua para riego en la mayor parte de los embalses principales, la producción fue superior a la media en la mayoría de los países, entre ellos Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe. En Zimbabwe se obtuvo una cosecha récord de 300 000 toneladas, mientras que en Sudáfrica, la estimación definitiva cifra la producción en 2,3 millones de toneladas. Para la cosecha de 1998, las perspectivas iniciales indican una cosecha de fin de año reducida, dado el nivel relativamente bajo de las precipitaciones acumulativas recibidas durante la presente campaña y la probable disminución del agua para riego en los embalses.

Las estimaciones iniciales sobre la cosecha de cereales secundarios de 1998 indican una cosecha inferior a la media de unos 15,5 millones de toneladas, siempre y cuando predominen durante el resto de la campaña unas condiciones atmosféricas normales. Ello representaría un volumen inferior en un 8,5 por ciento a la cosecha superior a la media de 1997, debido principalmente a una disminución de la superficie plantada en muchos países por la alarma de la posibilidad de sequías y la irregularidad de las lluvias atribuidas a El Niño. Ahora bien, las preocu-paciones relativas a una sequía grave no se han hecho realidad. A mediados de marzo de 1998, las condiciones de crecimiento han sido en general favorables en la mayoría de los lugares, gracias a unas precipitaciones entre normales y superiores a lo normal recibidas desde octubre. En algunas partes de Malawi, Mozambique, Zambia y Swazilandia se señalan daños localizados a los cultivos debidos al exceso de lluvias. Por otra parte, unas rachas secas prolongadas afectaron la mitad meridional de la subregión, abarcando Lesotho, el sur de Namibia, Botswana y Zimbabwe, y la mayor parte del norte y centro de Sudáfrica. En estas zonas se necesitan más lluvias en las próximas semanas para la maduración de los cultivos. Como es probable que se retrase la recolección debido a que las siembras realizadas al comienzo de la campaña fueron más tardías de lo normal, existe también el peligro de que una helada temprana pudiera causar daños a una parte de los cultivos en el próximo período invernal.

La campaña del arroz de 1998 está muy avanzada. Pese a la llegada tardía de las lluvias en Madagascar, que retrasó el trasplante del arroz en algunas zonas, en diciembre y enero se recibieron unas lluvias favorables en la mayor parte de la isla. Puede que la superficie sembrada con arroz haya disminuido algo como consecuencia del retraso de la temporada. Aunque las precipitaciones recibidas en febrero serán beneficiosas para los cultivos, la mayor amenaza que pesa sobre las cosechas de 1998 que se recogerán en marzo/abril es la persistencia de enjambres de langostas migratorias africanas en algunas regiones del país. Se están llevando a cabo operaciones de lucha por aire y desde tierra, pero se señala que la disponibilidad de insecticidas es limitada. Habida cuenta de las posibles repercusiones de las langostas en los cultivos, las perspectivas para la cosecha son inciertas y las pérdidas podrían ser considerables. En Mozambique, el arroz continúa be-neficiándose de las condiciones favorables reinantes en la mayor parte del país, a pesar de las preocu-paciones que se tenían al principio por una posible sequía provocada por El Niño, y la recolección debería comenzar dentro de poco.




AMERICA CENTRAL Y EL CARIBE

Continúan predominando en la mayor parte de la subregión unas condiciones anormalmente secas y calurosas relacionadas con El Niño. Según los últimos pronósticos meteorológicos, en las próxi-mas semanas reinarán condiciones más secas de lo normal, lo que representa una amenaza para las cosechas de cereales de la primera temporada de 1998 que se sembrará a partir de abril.

Está a punto de comenzar la recolección de la cosecha de trigo de 1998 en algunas de las principales zonas de regadío del noroeste de México, prácticamente el único productor de la subregión. Se pronostica provisionalmente que la producción será mayor que la del año pasado, pero de todos modos ligeramente inferior a la media. La superficie plantada fue menor de lo que se había previsto, como consecuencia del tiempo seco relacionado con El Niño así como del efecto de las tormentas tropicales durante la siembra.

Los trabajos de campo para la siembra de la cosecha de cereales secundarios (principalmente maíz) de la primera temporada de 1998 se están retrasando en la mayoría de los países de América Central, como consecuencia del tiempo extremada-mente seco y de las temperaturas anormalmente ele-vadas que han estado afectando ininterrumpidamente la subregión desde febrero. Pero marzo se considera un mes de transición entre la estación seca y la llegada de las lluvias regulares; de hecho, hubo precipitaciones en la segunda semana de marzo en algunas partes del litoral atlántico. En México, aunque parece que la superficie plantada disminuirá con respecto al nivel casi sin precedentes de 1997, se mantendrá en torno a la media. En Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, se prevén plantaciones de nivel medio tras la disminución del año anterior, pero dependerá mucho de que vuelva a llover normalmente. En el Caribe, se ha comenzado a sembrar en la República Dominicana y Haití en condiciones en general normales, y la superficie sembrada debería ser ligera-mente superior a la media. En Cuba, la siembra de la cosecha de maíz comenzará en abril y se prevé un nivel medio. En Jamaica, unas lluvias intensas e inundaciones registradas en la parte oriental han afectado a los cultivos alimentarios y de exportación.




AMERICA DEL SUR

Continúan sintiéndose en la mayor parte de la subregión las repercusiones del fenómeno de El Niño, y los últimos pronósticos indican que es probable que se prolonguen hasta mayo. Unas lluvias torrenciales e inundaciones continúan afectando a las zonas costeras y del interior del Perú y el Ecuador, mientras que en los valles del altiplano hay sequía. En la mayor parte de Venezuela y Colombia predominan unas temperaturas anormalmente elevadas y condiciones atmosféricas secas, pero en el segundo país también se señalan inundaciones y mareas altas en las zonas costeras cerca del Ecuador. En Bolivia, persiste la sequía en los valles del altiplano. En el Brasil, unas lluvias caídas últimamente en el nordeste aportaron la humedad tan necesaria, mientras que en las partes más altas del estado de Roraima, ubicado en el extremo norte, la sequía prolongada ha contribuido a provocar incendios forestales. Las lluvias torrenciales disminuyeron a mediados de marzo en el sur del país, lo que contribuyó a reducir la excesiva humedad y las posibles enfermedades de las plantas.

En las partes meridionales de la subregión han comenzado los trabajos de campo en preparación de la siembra de la cosecha de trigo de 1998/99. En la Argentina, se pronostica provisional-mente que las plantaciones disminuirán con respecto a 1997, pues parece que los agricultores se inclinarán por otros cultivos que se prevén más rentables que el trigo. En el Brasil, se supone que la superficie plan-tada en los dos principales estados, que representan el 95 por ciento de la producción interna, disminuirá con respecto al año pasado, pero manteniéndose en torno a la media, mientras que en Uruguay se prevé un incremento. En el Paraguay y Chile, el pronóstico es de que las plantaciones serán parecidas al nivel ligeramente superior a la media de 1997. En los países andinos, ha comenzado la siembra de la cosecha de trigo de 1998 en el Ecuador y el Perú, y está a punto de comenzar en Bolivia (cosecha de invierno) y Colombia. Las perspectivas son malas, ya que estos países se han visto gravemente afectados por El Niño.

En las zonas australes ha comenzado la recolección de la cosecha de cereales secundarios de 1997/98 (principalmente maíz) en condiciones más húmedas de lo normal. En la Argentina, unas lluvias torrenciales caídas últimamente han retrasado las operaciones. A pesar de todo, las perspectivas son buenas, y la producción se pronostica oficialmente en un nivel récord de 18,2 millones de toneladas. También son satisfactorias las perspectivas para la cosecha de sorgo, de la que se prevé una producción sin precedentes de 3,8 millones de toneladas. En el Brasil, la recolección de la cosecha de maíz se halla en una fase avanzada, con una producción prevista en alrededor de 32,5 millones de toneladas, inferior a la producción satisfactoria del año pasado, como consecuencia de una disminución de la superficie plantada y del mal tiempo. En el nordeste del Brasil, las lluvias caídas últimamente, particularmente en los estados del norte, han aportado humedad a los suelos, tan necesaria para la siembra de la cosecha de maíz de 1998, mientras que en los estados del extremo oriente ha llovido poco. En el Uruguay y el Paraguay, se esperan muy buenas cosechas de maíz. En Chile, está a punto de comenzar la recolección en condiciones normales. y la producción se pronostica provisionalmente en un nivel medio de 900 000 toneladas. En los países andinos, las perspectivas para la cosecha de maíz de 1998 que se recogerá a partir de abril en Bolivia son malas, debido a la sequía atribuida a El Niño que ha afectado a las plantaciones y a los rendimientos. En el Perú, las zonas del litoral y los valles de las sierras se han visto afectados durante los últimos tres meses por unas lluvias superiores a lo normal, seguidas de inundaciones y aludes de lodo. Se tienen noticias de que se han inundado alrededor de 23 000 hectáreas de tierras cultivadas. En el Ecuador, prácticamente todo el país está bajo la influencia de El Niño, que se manifiesta en la forma de lluvias torrenciales, inunda-ciones y altas mareas en las zonas del litoral, y de se-quía en las sierras. Se han dejado sin cultivar alrede-dor de 185 000 hectáreas de tierras agrícolas (princi-palmente de arroz, soja y caña de azúcar) a causa de las inundaciones, mientras que han quedado grave-mente afectadas 105 000 hectáreas de tierras cultiva-das con cultivos alimentarios, incluidas 9 000 hectá-reas de maíz en las sierras, y cultivos de exportación. En Colombia, las perspectivas son malas para los cultivos de cereales secundarios de la primera tem-porada de 1998 que se plantarán a partir de abril, debido a que predomina en todo el país un tiempo anormalmente seco y cálido. Las importaciones de algunos artículos alimentarios básicos en 1998 deberían aumentar considerablemente con respecto a 1997. En Venezuela, unas condiciones más secas y calurosas de lo normal pronosticadas actualmente podrían afectar las plantaciones de la cosecha de maíz en 1998 que comenzará en abril.

La cosecha de arroz de 1998 está muy avanzada en la región, y en muchos países ha comenzado la recolección, aunque la campaña se ha visto afectada por problemas atmosféricos rela-cionados con El Niño. En la Argentina, la producción arrocera no alcanzará el nivel que se había previsto debido a las lluvias torrenciales relacionadas con El Niño, que han anegado un 5 por ciento de la superficie sembrada con arroz y favorecido el desarrollo de enfermedades micóticas y otras. La producción arrocera se pronostica ahora en 1,2 millones de toneladas. En el Brasil, el mayor productor de arroz de la región, ha comenzado la recolección en las partes central y austral, y se supone que la pro-ducción total aumentará marginalmente con respecto a 1997, a alrededor de 9,9 millones de toneladas, debido a un ligero aumento de la superficie. En el Uruguay, se está recogiendo el arroz, y la producción debería ser ligeramente mayor que la cosecha récord de 1 030 000 toneladas del año pasado debido a un aumento de la superficie. Es probable que Venezuela, que en los últimos años ha surgido como exportador, mantenga su producción en torno al nivel de 640 000 toneladas del año pasado. En el Perú, las inunda-ciones afectaron al arroz durante el período vege-tativo, por lo que la producción debería ser menor que la cosecha de 1,3 millones de toneladas del año pasado.



AMERICA DEL NORTE

En los Estados Unidos, las previsiones son de una disminución de la producción de trigo en 1998. Las últimas estimaciones cifran las plantaciones totales de trigo de invierno en 18,9 millones de hectáreas, un 4 por ciento menos que el año pasado, y en el informe sobre las perspectivas de las plantaciones publicado en el USDA de marzo se pronostica también una disminución del 10 por ciento de las plantaciones de trigo de primavera, a alrededor de 8 millones de hectáreas. La cosecha de trigo de invierno, sin embargo, se ha beneficiado de condiciones atmosféricas en general favorables. Se señala la existencia de temperaturas templadas no estacionales y condiciones de humedad del suelo suficientes en los principales estados productores de trigo y, a pesar de que la cubierta protectora de nieve es limitada, el viento y las heladas han producido pocos daños. Si se hace realidad la disminución prevista de las plantaciones de primavera, el pronóstico es de un descenso de la producción total de trigo de 1998 en los Estados Unidos a alrededor de 62 millones de toneladas, frente a casi 69 millones de toneladas en 1997, incluso en el caso de que predominen condiciones de crecimiento normales du-rante el resto del período vegetativo. En el Canadá, la mayor parte de la cosecha de trigo que se recogerá en 1998 se sembrará entre mayo y junio. Todo parece indicar que la superficie plantada disminuirá por se-gundo año consecutivo, en un 4 por ciento, para que-dar en 11 millones de hectáreas. Es probable que los resultados relativamente escasos previstos para el tri-go induzca a los agricultores a cambiarlo por otros cultivos, tales como semillas oleaginosas, y quizás se vean obligados, además, a destinar más tierras para barbecho dado que en algunas partes las condiciones para la siembra son desfavorables debido a que en el invierno las precipitaciones han sido inferiores a lo normal. Ahora bien, si las condiciones atmosféricas son normales durante el período vegetativo, los rendi-mientos podrían recuperarse algo con respecto a los niveles inferiores a la media del año pasado, de ma-nera que, pese a la disminución prevista de la super-ficie, se pronostica provisionalmente que la produc-ción total de trigo aumentará en alrededor del 5 por ciento a 25,5 millones de toneladas.

En los Estados Unidos, ya se han plantado y están despuntando algunos cultivos tempranos de ce-reales secundarios en las partes meridionales, pero en los principales estados de la zona de maíz la siem-bra de la mayor parte de este producto tiene lugar a partir de finales de abril. Los datos iniciales señalados en el informe del USDA sobre las perspectivas de las plantaciones parecen indicar que este año la super-ficie sembrada con maíz volverá a aumentar ligera-mente a alrededor de 32,7 millones de hectáreas (32,5 millones de hectáreas en 1997). Si la relación entre la superficie cosechada y la superficie plantada es normal y los rendimientos se ajustan a la tenden-cia, cabría esperar que la producción de maíz de 1998 aumentara en alrededor del 3-4 por ciento. En el Canadá, la mayor parte de las cosechas de cereales secundarios se sembrará en mayo-junio. Con respecto a las plantaciones de cebada, el principal cereal secundario, los primeros datos parecen indicar que disminuirán marginalmente. Sin embargo, como en el caso del trigo, en condiciones normales los rendimientos deberían recuperarse respecto al año anterior y la producción podría aumentar algo.

En los Estados Unidos, los primeros datos oficiales indican que en 1998 se plantarán alrededor de 1,3 millones de hectáreas, poco más que el año anterior. La producción se pronostica provisionalmen-te en 8,4 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 4 por ciento con respecto a la estima-ción de 1997. La siembra de la cosecha de arroz suele comenzar en torno a marzo/abril.



EUROPA

Las perspectivas iniciales de las cosechas de trigo y cereales secundarios de 1998 de la región siguen siendo desiguales. En la CE, las condiciones atmosféricas han sido por lo general favorables después de la siembra, y la abundancia de precipitaciones benefició el arraigo de los cultivos de invierno. Sin embargo, en Portugal, el sur de España y de Italia, las lluvias fueron particularmente intensas y causaron algunas inundaciones que retrasaron la siembra de los cereales de invierno. En la Comunidad, se estima que la superficie total plantada con cereales de invierno ha aumentado ligeramente. Las últimas informaciones indican un aumento de las superficies de trigo y centeno, pero una disminución de la de cebada. Se estima que la superficie sembrada con trigo de invierno ha aumentado en particular en Francia, Alemania y el Reino Unido, los principales productores de la Comunidad. En otras partes de Europa, el primer pronóstico oficial de la cosecha de trigo de 1998 de Bulgaria es de unos 3,3 millones de toneladas, lo que supone un descenso de alrededor de 400 000 toneladas con respecto a la estimación oficial definitiva sobre la producción de 1997, debido a una disminución de la superficie sembrada en otoño pasado. Además, las perspec-tivas para los rendimientos son inciertas, ya que en febrero el tiempo era húmedo y limitó rigurosamente los trabajos de campo durante el período óptimo para las aplicaciones de fertilizantes. En la República Checa, contrariamente a lo que se había previsto anteriormente en el sentido de que no habría cambios en la superficie sembrada con cereales de invierno, las últimas estimaciones indican que las plantaciones de trigo y cebada aumentaron y hay perspectivas favorables para un aumento de la producción.

En Hungría, desde finales de diciembre predominaron en general temperaturas excepcionalmente templadas que, combinadas con unas precipitaciones inferiores a lo normal, han reducido de forma pronunciada las reservas de humedad del suelo. El desarrollo de los cereales de invierno está en una fase más avanzada de lo normal a causa de unas condiciones anormalmente cálidas, pero se señala que las plantas están sufriendo estrés por falta de agua. Hace falta que llueva pronto para evitar que dis-minuyan los rendimientos. En Polonia, la superficie sembrada con cereales de invierno que se cosecha-rán en 1998 se mantuvo cercana al nivel del año ante-rior. La superficie sembrada con trigo de invierno se calcula en alrededor de 1,9 millones de hectáreas. Se señala que unas temperaturas excepcionalmente templadas han favorecido el desarrollo precoz de los cereales de invierno. En Rumania, las previsiones son de una reducción de la producción de trigo en 1998 por una disminución de la superficie plantada y a una utilización de fertilizantes previsiblemente limitada.

En Bosnia y Herzegovina, la superficie sembrada con los cereales de invierno de 1998 (principalmente trigo) ha disminuido de forma pronunciada. En Croacia, las perspectivas indican una disminución de la producción de trigo con respecto a las 936 000 toneladas del año pasado. La siembra de los cereales de invierno se vio alterada por el mal tiempo, y hasta ahora las condiciones de crecimiento han sido irregulares. Como consecuencia, es probable que no se repitan los excelentes rendimientos del año pasado. En la República Federal de Yugoslavia, se estima que la superficie sembrada con cultivos de invierno ha descendido en alrededor del 2 por ciento con respecto al año anterior, debido en parte a las inclemencias del tiempo registradas durante la siembra, pero también a la escasez crónica de capital de explotación, semillas de calidad, insumos y maquinaria en buen estado. Tras un comienzo difícil, los cultivos se beneficiaron al principio de un invierno templado, pero las heladas caídas en enero causaron algunos daños.

En los tres países bálticos, las perspectivas para los cereales de invierno que se recogerán en 1998 son satisfactorias. Se estima que la superficie sembrada ha descendido por la falta de incentivos al productor y de excedentes exportables en el caso de Lituania.

En la CE, recién ha comenzado la siembra de la cosecha de arroz de la nueva campaña. En Italia, el mayor productor de la región, las condiciones del tiempo han sido en general normales para la siembra, y la superficie sembrada con arroz en 1998 no debería ser muy diferente de la de 234 000 hectáreas sembrada en 1997. Para 1998, el precio de intervención propuesto para el arroz en la CE es de 315,90 ecus por tonelada, frente a 333,45 ecus por tonelada el año anterior.



COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES 1/

En la CEI, las perspectivas iniciales para la cosecha de cereales y legumbres de 1998 son inciertas. La disminución de la superficie sembrada con cereales de invierno, especialmente en Ucrania, el aumento de la destrucción invernal con respecto al año pasado, una fuerte disminución de las superficies aradas en el otoño, y los continuos problemas relativos al capital de explotación, el acceso a insumos, crédito y maquinaria, podrían dar lugar a una cierta disminución de la producción con respecto a los 156 millones de toneladas de cereales y legumbres del año pasado. Además, la mayoría de los estados tienen presupuestos más restringidos y menos margen para destinar fondos a la agricultura que en los últimos años. Los pronósticos preliminares

son de que en Ucrania los cultivos de invierno descendieron en casi 1 millón de hectáreas y, de que además, en la primavera de este año se tendrá que resembrar el 8 por ciento de la superficie plantada. Sigue siendo problemático el abastecimiento de combustible y fertilizantes. En la Federación de Rusia, las perspectivas son algo mejores. La superficie sembrada con cereales de invierno está cercana al nivel de casi 13,5 millones de hectáreas del año pasado, pero se han producido algunos daños a las cosechas como consecuencia de las heladas e inundaciones registradas en Krasnodar. Unas lluvias torrenciales caídas en el Cáucaso, donde la superficie sembrada con cereales de invierno es menor, han retrasado el comienzo de los trabajos de campo de la primavera. Todo parece indicar que la superficie sembrada con trigo de primavera podría disminuir, pero aumenta la demanda de semillas de mejor calidad por parte de los agricultores. Se supone que la superficie sembrada con cereales forrajeros (trigo y cereales secundarios) descenderá debido a las existencias y a los excedentes exportables no vendidos de la buena cosecha de 1997. En Kazajstán, donde la mayor parte de la siembra tiene lugar en mayo, la superficie total sembrada con cereales podría disminuir ulteriormente. En algunos de los estados más pequeños, es probable que disminuya la rápida expansión de las superficies sembradas con cereales, y en Uzbekistán la superficie que se sembrará con cereales de invierno será menor. En esta fase inicial, la FAO pronostica provisionalmente que la producción total de trigo de la CEI perderá hasta 5 millones de toneladas, situándose en alrededor de 76 millones de toneladas, debido principalmente a una disminución de las cosechas tanto de Ucrania como de la Federación de Rusia. También se prevé provisionalmente que la producción de cereales secundarios, la mayor parte de los cuales todavía no se ha sembrado, descenderá en 5 millones de toneladas a 65 millones de toneladas, ya que el aumento previsto de las plantaciones de cebada en Ucrania compensaría sólo en parte la disminución de las superficies sembradas en la Federación de Rusia y Kazajstán.

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1/ La Comunidad de Estados Independientes (CEI) comprende los 12 Estados Miembros (Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldova, la Federación de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán).
 





OCEANIA

En Australia, la siembra de las cosechas principales de trigo y cereales secundarios de 1998 comenzará en mayo. Según los primeros indicios, es probable que la superficie total de cereales de invierno descienda por segundo año consecutivo. Tras dos años de superficies superiores a la media sembradas con los cultivos tradicionales de trigo y cebada, parece que los productores pasarán a otros cultivos más rentables, tales como la cebada cervecera, las semillas oleaginosas y las legumbres para consumo humano, y a la ganadería, dada la mejora de las perspectivas de los productos pecuarios. Se pronostica que las plantaciones de trigo disminuirán en alrededor del 9 por ciento a 9,8 millo-nes de hectáreas. Ahora bien, si predominan durante la campaña condiciones atmosféricas normales, se supone que el rendimiento medio nacional aumentará algo con respecto al año anterior, en el que un régi-men irregular de precipitaciones afectó a los cultivos en algunas zonas, y la producción de trigo de 1998 se pronostica provisionalmente en 17 millones de tonela-das. La recolección de la cosecha secundaria de ce-reales secundarios de verano de 1998 (principalmente sorgo) comenzará dentro de poco. Gracias a unas condiciones de crecimiento en general favorables re-gistradas después de la siembra, se pronostica que la producción de sorgo aumentará a alrededor de 1,6 millones de toneladas con respecto al volumen de alrededor de 1,2 millones del año anterior.

En Australia, se señala que la producción de arroz de 1998 se halla en la fase de maduración y la recolección comenzará en abril, si bien en algunas zonas podría haber comenzado ya en marzo. Sin embargo, como consecuencia de una disminución significativa de las asignaciones de agua en Nueva Gales del Sur, donde prácticamente se produce todo el arroz, la superficie sembrada con este producto disminuyó un 16 por ciento respecto de 1997, a alrededor de 140 000 hectáreas, y la producción arrocera debería descender en un 14 por ciento a 1,2 millones de hectáreas.


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