FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 04/1998

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RESUMEN


ESTADO DEL TIEMPO Y PERSPECTIVAS DE LAS COSECHAS

En el Africa septentrional, las perspectivas de los cereales de invierno de Marruecos, que se recogerán a partir de mayo, son en general favorables. En Argelia y Túnez, unas condiciones de tiempo seco continúan perjudicando a las cosechas de invierno de 1998. En Egipto, las perspectivas para la cosecha, fundamentalmente de regadío, que se recogerá a partir de mediados de mayo, son favorables.

En el Africa occidental, tras las primeras lluvias que cayeron a principios de marzo en la parte meridional de los países costeros que bordean el Golfo de Guinea, se pudo sembrar maíz. En el norte de dichos países predominan condiciones de tiempo seco propias de la estación. En Liberia y Sierra Leona, el sector agrícola está mejorando gracias a los programas de rehabilitación en curso, pero ambos países siguen dependiendo totalmente de la asistencia alimentaria internacional. En el Sahel, predominan condiciones secas propias de la estación.

En el Africa central, ha comenzado la siembra de los cereales secundarios en el sur del Camerún y de la República Centroafricana. En la parte oriental de la República Democrática del Congo, las perspectivas para la cosecha de frijoles son malas en la zona de Kivu debido a las inundaciones, la escasez de insumos y los disturbios civiles.

En el Africa oriental, gracias a un tiempo más seco imperante en marzo después de las intensas lluvias e inundaciones registradas en los meses anteriores, pudo empezarse la recolección de las cosechas secundarias de cereales de 1997/98 que aún no ha terminado. La excesiva humedad relacionada con el fenómeno de El Niño tuvo efectos variados en toda la subregión pero, en general, redujo la producción de cereales. El tiempo seco registrado en marzo mejoró las condiciones del suelo para la siembra de las cosechas de cereales de la temporada principal de 1998 en Kenya y Somalia donde, sin embargo, las precipitaciones superiores a la media recibidas en las dos primeras décadas de abril han suscitado preocupaciones por la posibilidad de nuevas inundaciones. En cambio, en Burundi, Etiopía, Rwanda, Uganda y Tanzanía las copiosas lluvias recibidas en abril beneficiaron a los cultivos.

En el Africa austral, ha comenzado la recolección en algunas partes. A mediados de abril, las condiciones de crecimiento han sido en general favorables para los cultivos, gracias a unas lluvias entre normales y superiores a lo normal recibidas en la mayor parte de la subregión. Pese a los daños localizados causados a los cultivos por el exceso de lluvias, las perspectivas para las cosechas son favorables en Angola, Malawi, Mozambique, Swazilandia y Zambia. Sin embargo, unos períodos prolongados de sequía afectaron a los rendimientos en Lesotho, algunas partes de Botswana, y en Namibia, Sudáfrica y Zimbabwe. También disminuyeron las plantaciones en algunas de esas zonas como consecuencia de los pronósticos de sequía y el retraso de las lluvias. Unas heladas tempranas que cayeran en el próximo período invernal podrían dañar una parte de los cultivos tardíos en algunas zonas. En Madagascar, la persistencia de las langostas podría producir graves daños a los cultivos en algunas partes.

En Asia, las perspectivas para los cereales de invierno de 1998 siguen siendo desiguales. En China, se pronostica una producción de trigo reducida a raíz de una disminución de la superficie sembrada, debida a las condiciones de sequía registradas en algunas de las principales provincias productoras de trigo. En la India, las perspectivas son de una cosecha de trigo excelente, a pesar de que en algunas regiones se sembró tardíamente debido a las lluvias intensas. En el Pakistán, se prevé una cosecha récord de trigo atribuida al aumento de la superficie sembrada, a la disponibilidad de crédito agrícola y al empleo de fertilizantes. En Bangladesh, las perspectivas de la cosecha de arroz boro han mejorado gracias a unos chaparrones aislados y a un tiempo fresco prolongado. También siguen siendo favorables las perspectivas de la producción de trigo. En Tailandia, se prevé un ligero aumento de la segunda cosecha de arroz debido a un incremento de la superficie. En Indonesia, una misión FAO/PMA realizada recientemente ha observado que las graves condiciones de sequía relacionadas con el fenómeno de El Niño habían reducido la producción de alimentos en el país y obligado a efectuar una importación de arroz sin precedentes para la actual campaña comercial. Se supone, asimismo, que en Filipinas las condiciones de sequía reducirán gravemente las cosechas secundarias de arroz y maíz que se recogerán en mayo-junio. En el Iraq y el Afganistán, es probable que la producción de cereales se vea nuevamente limitada por la escasez de insumos agrícolas esenciales y, en el caso del segundo país, por la continua inseguridad. En Arabia Saudita, Siria y Turquía las condiciones de crecimiento son satisfactorias.

En América Central y el Caribe, son inciertas las perspectivas para las cosechas de cereales de la primera temporada de 1998, cuya siembra está a punto de comenzar. Siguen predominando temperaturas elevadas y un tiempo seco anormales relacionados con El Niño, salvo en algunas partes de la costa atlántica, y para las semanas venideras se pronostican condiciones más secas de lo normal. En la República Dominicana y Haití, ha comenzado la siembra en condiciones por lo general normales, mientras que en Cuba, unas lluvias torrenciales y las inundaciones registradas desde mediados de marzo en las partes orientales y occidentales del país han afectado a todos los cultivos, particularmente la caña de azúcar, importante fuente de divisas. En Jamaica, los cultivos alimentarios y comerciales se vieron perjudicados por las lluvias torrenciales y las inundaciones registradas en las partes orientales, y por la sequía que afectó a otras zonas.

En América del Sur, la recolección de la cosecha de maíz de 1998 ya ha comenzado en las zonas australes. En la Argentina, se espera una cosecha sin precedentes, mientras que en el Brasil la producción debería disminuir considerablemente con respecto al nivel satisfactorio del año pasado, pero manteniéndose todavía en torno a la media. En el Paraguay y el Uruguay, se prevén producciones superiores a la media; en Chile, la producción de maíz debería ser de nivel medio. En los países andinos, el mal tiempo relacionado con El Niño continúa afectando al desarrollo de los cultivos de cereales de la primera temporada de 1998. En Bolivia, el Ecuador y el Perú se han empezado a levantar las cosechas de maíz y papa, cuya producción se prevé inferior a la del año pasado. En Colombia, las perspectivas son inciertas para la siembra de las cosechas de cereales de la primera temporada de 1998, que está a punto de comenzar, debido al tiempo seco imperante en las principales regiones productoras y a las intensas lluvias e inundaciones registradas en otras partes. En Venezuela, se ha comenzado a sembrar en condiciones por lo general normales.

En Europa, las condiciones atmosféricas han sido en general favorables en la CE para los cultivos de invierno de 1998, y la siembra de primavera ha comenzado en algunas partes, mientras que en otras ya ha terminado. Según pronósticos provisionales, la producción total de trigo de 1998 aumentará, mientras que la de cereales secundarios podría descender. Las perspectivas para las cosechas de cereales de 1998 en los países orientales de la región son desiguales. En Bulgaria, Hungría y Rumania, tres de los productores principales, se prevé una disminución de las cosechas debida a unas condiciones de siembra y crecimiento desfavorables registradas en algunas zonas, pero también a la limitada capacidad de los agricultores para comprar insumos y mantener la maquinaria en buen estado.

En la Comunidad de Estados Independientes (CEI), las perspectivas iniciales de la cosecha de cereales y legumbres de 1998 son inciertas. Como consecuencia de la disminución de la superficie sembrada con cereales de invierno, especialmente en Ucrania, de una destrucción invernal mayor que la del año pasado, de la fuerte reducción de la superficie arada en otoño, del arduo y tardío comienzo de los trabajos de campo de primavera y de los continuos problemas vinculados con el capital de explotación y el acceso a insumos, crédito y maquinaria, la cosecha de cereales y legumbres de 1998 podría ser algo menor que la de 1997 (156 millones de toneladas). Todo parece indicar que en Ucrania la superficie sembrada con cultivos de invierno descendió en alrededor de 1 millón de hectáreas, y que un 8 por ciento de la superficie sembrada tendrá que resembrarse en primavera. En la Federación de Rusia, las perspectivas son algo mejores. La superficie sembrada con cereales de invierno está cercana al nivel de 13,5 millones de hectáreas del año pasado, pero en un 10 por ciento de la superficie sembrada los cultivos tendrán que resembrarse como consecuencia de las heladas e inundaciones registradas en Krasnodar. Unas lluvias y nevadas intensas caídas en abril en las partes europeas han retrasado el comienzo de los trabajos de campo de primavera. Según los primeros indicios, la superficie sembrada con cereales de primavera podría disminuir, pero la demanda de semillas de mejor calidad por parte de los agricultores está aumentando. Se supone que la superficie sembrada con cereales forrajeros descenderá debido a los excedentes exportables no vendidos de la buena cosecha de 1997. En Kazajstán, donde la mayor parte de la siembra tiene lugar en mayo, la superficie total sembrada podría volver a disminuir en 1-2 millones de hectáreas. En algunos de los estados más pequeños (p.e., Armenia, Azerbaiyán y la República de Kirguistán) es probable que la rápida expansión de las superficies sembradas con cereales se frene o se revierta. La FAO pronostica provisionalmente que la producción total de trigo de la CEI disminuirá hasta 5 millones de toneladas, para quedar en alrededor de 76 millones de toneladas, debido principalmente a la disminución registrada tanto en Ucrania como en la Federación de Rusia. También se prevé provisionalmente que la producción de cereales secundarios, la mayor parte de los cuales aún no se ha plantado, descenderá en 5 millones de toneladas a 65 millones de toneladas, ya que el aumento previsto de las plantaciones de cebada en Ucrania compensó sólo parcialmente la disminución de las superficies en la Federación de Rusia y Kazajstán.

En América del Norte, la superficie sembrada con trigo de invierno ha descendido en los Estados Unidos y también se supone que disminuirán las plantaciones de primavera. Por consiguiente, aunque la destrucción invernal ha sido inferior a lo normal y los cultivos en desarrollo se hallan en condiciones en general buenas, se pronostica provisionalmente que la producción total descenderá en alrededor de un 10 por ciento. La mayor parte de la siembra de los cereales secundarios de verano de 1998 comienza en abril. Se pronostica provisionalmente que la superficie de maíz aumentará marginalmente. En el Canadá, la mayor parte de la siembra de trigo y cereales secundarios comenzará en mayo.

En Oceanía, se pronostica que la producción de la cosecha de verano de 1998 en Australia, que se considera de menor importancia, aumentará de forma pronunciada gracias al incremento de las plantaciones y a unas condiciones de crecimiento favorables. Todo parece indicar que disminuirá la superficie sembrada con cereales de invierno de 1998 debido a una diversificación a otros cultivos, cuyos precios aparecen con mejores perspectivas. Las proyecciones para las cosechas de 1998 son en general desfavorables en Papúa Nueva Guinea, debido a una sequía prolongada; y se estima que en 1997 la producción de alimentos ha disminuido alrededor de un 50 por ciento con respecto al año anterior debido a una grave sequía relacionada con El Niño. La sequía ha afectado a los cultivos de las Islas Salomón, y se supone que en las Islas Cook la situación del suministro de alimentos será difícil debido a los daños causados a los cultivos por los ciclones.


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