FAO/SMIAR - Perspectivas Alimentarias No. 1, Febrero 2000 p. 8

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Precios de exportación

A corto plazo, las perspectivas siguen siendo neutras, pero los precios encuentran apoyo

Las últimas semanas marcaron una ligera recupe-ración en los precios internacionales del trigo después de varios meses de disminución. En diciembre, el limi-tado interés por las compras comerciales combinado con la presión estacional de las cosechas del hemis-ferio sur hicieron bajar los precios a su nivel más bajo en más de dos decenios. El comienzo del año nuevo y la reanudación de una actividad comercial más rápida, especialmente el ritmo acentuado de las ventas de exportación de la Argentina, imprimieron un tono más dinámico, y se produjo un cambio radical en el mer-cado después del informe del USDA (12 de enero) que indicó un cambio considerable y, en alguna medida, imprevisto en las perspectivas del balance de trigo de los Estados Unidos, a saber: una utilización interna mucho mayor y una disminución de las existencias finales. A finales de enero, el trigo No. 2 de los Estados Unidos (rojo duro de invierno, fob) arrojó un promedio de 111 dólares EE.UU. por tonelada, alrede-dor de 6 dólares EE.UU. más por tonelada que en di-ciembre, aunque todavía unos 15 dólares EE.UU. me-nos por tonelada que en enero de 1999. La nueva co-secha argentina arrojó un promedio de 94 dólares EE.UU. por tonelada (fob), alrededor de 13 dólares más por tonelada que los valores de diciembre, pero también 18 dólares menos por tonelada que en el pe-ríodo correspondiente del año pasado. La débil de-manda internacional de trigo blando, combinada con la existencia de una cantidad grande de suministros en algunos países europeos no pertenecientes a la CE, aumentó la presión a la baja sobre los precios de exportación de la CE, que en diciembre descendieron por debajo de los 90 dólares EE.UU. por tonelada (deducidos los reembolsos) antes de subir en enero.

Precios de exportación de cereales *

  2000 1999
  enero dic. ene.
  (dólares EE.UU./tonelada)
Estados Unidos      
Trigo 1/ 111 105 126
Maíz 93 89 98
Sorgo 91 85 96
Argentina 2/      
Trigo 94 81 112
Maíz 93 90 93
Tailandia 2/      
Arroz blanco 3/ 244 240 307
Arroz quebrado 4/ 161   153   230  

En la cuarta semana de enero, los futuros sobre el trigo en el mercado de productos agrícolas de Chicago terminaron en un nivel superior a los niveles bajos alcanzados en diciembre. Los valores de mayo del trigo rojo blando de invierno se han mantenido constantemente bajo una presión a la baja y a partir de octubre se cotizaron en alrededor de 10-18 dólares EE.UU. menos por tonelada que el año anterior. Sin embargo, en las últimas semanas los precios se vieron sostenidos por las condiciones desfavorables de crecimiento imperantes en los Estados Unidos y los informes sobre una disminución de la superficie sembrada con trigo de invierno en dicho país. Según las estimaciones oficiales más recientes, la superficie sembrada con trigo de invierno en los Estados Unidos, aunque ligeramente menor que el año anterior, es inferior en un 17 por ciento al nivel máximo de 1995/96 y la más baja desde 1972.

La reanudación, gradual pero persistente, de la demanda de importaciones en el Asia meridional, derivada del crecimiento más rápido de la producción de carne de ave y de cerdo, ha sostenido los precios internacionales del maíz en medio de las preocu-paciones reinantes en la Argentina por las condiciones atmosféricas desfavorables y de los informes sobre una disminución grande de las existencias de los Estados Unidos a causa de una utilización de piensos sin precedente. Durante la primera mitad de la cam-paña de 1999/2000, las mismas variables fundamen-tales que estaban influyendo sobre los precios inter-nacionales del trigo influían también sobre el mercado del maíz, a saber: una cantidad grande de existencias en los Estados Unidos como consecuencia de otra cosecha superior a la media y una demanda de exportaciones débil. Entre julio y diciembre, el promedio de los precios de exportación del maíz de los Estados Unidos fue de alrededor de 89 dólares EE.UU. por tonelada, 6 dólares EE.UU. menos por tonelada que en el período correspondiente de la campaña anterior. Sin embargo, a partir de enero los precios de los Estados Unidos empezaron a demostrar una recuperación lenta pero persistente. Los futuros sobre el maíz en el mercado de Chicago aumentaron en enero después de la publicación de unas estima-ciones imprevistamente bajas sobre la producción y las existencias finales de maíz de los Estados Unidos en 1999, así como de unas perspectivas comerciales más favorables. Al final de enero, los contratos de futuros más cercanos sobre el maíz se cotizaron a 90 dólares EE.UU. por tonelada, alrededor de 10 dólares EE.UU. más que en diciembre.

Es difícil calcular a esta altura en qué medida podría sostenerse la pequeña recuperación actual de los precios del maíz en un plazo más largo. Sin embargo, teniendo en cuenta las existencias siempre abun-dantes de los Estados Unidos y la cantidad grande de disponibilidades exportables de China, es improbable que puedan escasear los suministros a corto plazo. Además, los informes más recientes que hablan de un aumento de la superficie plantada en la Argentina y de un posible incremento también en los Estados Unidos podrían disminuir el sostenimiento a los precios en un plazo cercano a menos que la mejora de la situación económica, especialmente en Asia, impulsara un aumento mucho más rápido de la demanda de piensos de lo que actualmente se prevé.

La presión a la baja sobre los precios internacionales del arroz de la mayoría de los orígenes continuó hasta noviembre y diciembre, y el índice de la FAO para los precios de exportación del arroz (1982-84=100), que mostró una tendencia a la baja durante la mayor parte de 1999, registró su nivel más bajo en casi seis años, con un promedio de 105 puntos en diciembre, frente a los 107 puntos de noviembre. El índice arrojó un promedio de 114 puntos para 1999 en conjunto, el nivel anual más bajo desde 1994. La debilidad de los precios en 1999 confirmó el desequilibrio entre la gran disponibilidad de suministros de los países exporta-dores y la escasa demanda de importaciones debida a la recuperación de la producción en los principales mercados de arroz. Sin embargo, los precios de un nú-mero limitado de tipos de arroz de Tailandia y Viet Nam experimentaron un ligero movimiento ascendente desde noviembre hasta principios de enero debido, en el caso de Tailandia, al aumento de las compras de intervención del Gobierno y a la gran cantidad de ven-tas a Indonesia y, en el caso de Viet Nam, a los déficit temporales de suministros exportables causados por las lluvias intensas que dificultaron el transporte local, el secado y la molturación. Actualmente, los precios se mantienen todavía bajos en general, ya que en enero el índice de los precios arrojó un promedio de 106 puntos, sólo un punto más que en diciembre. El precio del Thai 100B de calidad superior fue, por término medio, de 244 dólares EE.UU. por tonelada durante enero, frente a un promedio de 240 dólares EE.UU. por tonelada en diciembre. Esta ligera recupe-ración se atribuye a la venta reciente de 300 000 toneladas hecha por el Gobierno de Tailandia al Gobierno del Irán. Los precios del arroz Thai fragante son elásticos, debido a que los rendimientos en la molienda fueron menores de lo previsto y limitaron la disponibilidad. Los precios de los tipos de arroz Thai de calidad inferior se han visto algo sostenidos últimamente por los elaboradores de piensos que aprovechan los precios bajos para aumentar la utilización de arroz en sus raciones de piensos. En enero, el promedio de los precios del Thai A1 Super fue de 159 dólares EE.UU. por tonelada, frente a los 153 dólares EE.UU. por tonelada de diciembre.

El precio del arroz No.2 de los Estados Unidos, que-brado en un 4 por ciento, que estuvo en franca dismi-nución durante todo el año 1999, arrojó un promedio de 283 dólares EE.UU. por tonelada en diciembre, 14 dólares EE.UU. menos por tonelada que en noviem-bre, ya que la cosecha récord de los Estados Unidos coincidió con la depresión de la demanda de im-portaciones de sus clientes tradicionales. Los mismos factores negativos siguieron pesando sobre los precios en el mes de enero, durante el cual el precio medio del arroz No. 2, partido en un 4 por ciento, bajó otros 11 dólares EE.UU. por tonelada para situarse en 272 dó-lares EE.UU.. El efecto combinado del aumento de los precios del arroz tailandés y la disminución de los precios del arroz de los Estados Unidos ha reducido fuertemente la diferencia de precios entre el Thai 100B de calidad superior y el No.2 de los Estados Unidos, quebrado en un 4 por ciento, de calidad semejante. La diferencia ha pasado de 88 dólares EE.UU. por tone-lada en enero de 1999 a alrededor de 30 dólares EE.UU. por tonelada durante enero del 2000. Si conti-núa esta tendencia, el arroz de los Estados Unidos podría comenzar a competir dentro de poco con el arroz tailandés en los mercados de calidad superior, fuera de América Latina y el Caribe.

La debilidad general de los precios del arroz debería continuar en las próximas semanas, impidiendo cual-quier crisis importante del lado de la demanda o de la oferta. Sin embargo, la marcha de los cultivos de arroz del hemisferio sur, en el que la recolección suele co-menzar a fines de febrero o principios de marzo, y de los cultivos secundarios del hemisferio norte comen-zará también a ejercer su influencia en el mercado.


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